Hoy leo en un periódico que Vint Cerf, de 64 años, y uno de los padres de internet, ha dicho en un encuentro internacional sobre televisión, celebrado en Edimburgo, que el tiempo del modelo de la televisión clásica toca a su fin.
Yo también lo creo.
Durante mucho tiempo hemos visto la tele, escuchado la radio, o leido el periódico, y no visto un programa determinado, escuchado una información concreta, o leido una noticia en particular.
Hemos dedicado un tiempo, normalmente una parte de nuestro ocio, o coincidente con actividades rutinarias, a acompañar nuestro aburrimiento, o nuestro cansancio, o nuestra ansiedad, con lo que fuera que nos suministrasen desde el medio.
Hemos vivido experiencias colectivas, sintonizando todos a la vez la llegada del hombre a la luna, o la emisión de El Fugitivo.
Nos hemos adaptado a los horarios y gustos de los programadores.
Pero ahora, con horarios cada vez mas caóticos, y sobre todo con una oferta enorme de contenidos, la posibilidad de adaptar el medio a nosotros y no al revés, es demasiado buena como para dejarla pasar.
Siempre quedarán los grandes eventos en directo, pero aquella imagen de la familia sentada en torno al televisor, (antes a la radio), hoy es ya historia.
Los nuevos medios, y sobre todo la banda ancha, ponen en riesgo todo un modelo que ha sido muy importante en la creación del mundo que vivimos.
Y las implicaciones son importantes. No será igual un mundo basado en la familia, que un mundo de individualistas tribalizados por intereses concurrentes.
No es que yo defienda la pervivencia de modelos alienantes. Me parece mucho mejor que cada cual elija su entretenimiento y su información. Es solo que me temo que lo que la mayoría va a elegir no son precisamente contenidos intelectualmente enriquecedores.
La visión de jóvenes encerrados en sus cuartos viendo permanentemente futbol y series de ciencia ficción no me parece estimulante precisamente.
Espero que los nuevos modelos nos traigan personas mas libres y con capacidad de elección y no monstruos egoistas y alienados.
martes, 28 de agosto de 2007
Vint Cerf y la tele
Publicado por Antonio Cordón a las 16:27
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2 comentarios:
"Temo que lo que la mayoría va a elegir no son precisamente contenidos intelectualmente enriquecedores."
Hablas como si la oferta propuesta por los programadores sí que fuese de calidad.
De hecho, alimentan a la masa con lo que esta traga mejor: basura manipulativa.
Precisamente ese es el problema y la gran ventaja de poder elegir. No es que las cadenas quieran que elijamos, es que el público quiere, exige, elegir.
De esta forma, quien quiera calidad se la buscará, porque siempre la hay. Pero que no se preocupen los programadores, porque siempre habrá los que opten por seguir disfrutando de la basura o simplemente prefieran ser "conducidos" en su ocio, así que trabajo no les faltará.
En cuanto a la visión de jóvenes encerrados en sus cuartos, lo único que expresa es la capacidad de elegir pero no convencer. En el salón se seguirá viendo lo que los padres quieran, así que, por mucho que los jóvenes quieran compartir, sus iniciativas quedan normalmente desterradas por la incompatibilidad de gustos en el hogar.
Pero no es un problema de falta de sociabilidad, sino de basta variedad.
La cuestión de mi comentario no era sobre los gustos del personal, sino sobre la diferencia entre sociedades vertebradas, y las nuevas que son crecientemente invertebradas.
Sobre las sociedades vertebradas se puede decir de todo, no hay mas que recordar la Alemania Nazi, que era una sociedad muy vertebrada, pero las visiones apocalíticas de la sociedad invertebrada, que podemos leer en algunos autores de ciencia ficción, como es el caso de William Gibson, tampoco es que sean tranquilizadoras.
En cuanto a disponer de opciones me parece perfecto, e irreversible, pero quisira poder siguiendo compartir con los de mi alrededor algunas cosas, mas que nada por poder hablar de algo. El autismo mediático no es bueno. Es mejor poder comentar lo que vemos con alguien.
Ese es el punto.
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