miércoles, 30 de marzo de 2011

El aula sin muros

Recomiendo vivamente, (y espero que el co-autor del blog incluya aquí los vídeos correspondientes), las lecciones de economía que está impartiendo vía You-Tube, el catedrático de economía de la Politécnica de Madrid Julián Pavón, el último de los cuales se refiere a la economía parasitaria china y sus consecuencias.

También es muy buena su interpretación de la situación actual de la crisis.

Como sufridor del peligro chino por mi pasado en la industria de las telecomunicaciones, y mi todavía presente en el mundo asociativo del sector, he vivido el proceso de colonización chino desde un lugar privilegiado.

También me he preocupado de leer sobre aquel gran país, y lo que he ido leyendo me ha ido sumiendo cada vez mas en el pesimismo, no solo por las consecuencias que hoy vemos en forma de des-industrialización de Europa y paro consecuente, sino por las posibles evoluciones de este problema que cuenta con un precedente histórico muy claro, y muy preocupante.

Dice el profesor Pavón que el método chino consiste en poner tiendas en nuestros países para vender productos fabricados en China a los españoles, y después enviar el dinero de la venta a China, donde los bancos tienen ya acumulada la cifra de 3 billones de dólares. Cifra con la que pueden comprar el planeta completo.

Como ellos compran pocas cosas en Occidente, (y muchas de las que compran se fabrican también por imperativo de aquel gobierno en la propia China), el excedente de capital crece en la misma medida en que nosotros nos empobrecemos.

Vamos, que estamos enviando a China toda nuestra riqueza y nos estamos quedando en la ruina mas absoluta, a la vez que los chinos compran todas las reservas de materiales estratégicos con nuestro dinero.

Ya vivimos una situación similar a mediados del siglo XIX, cuando los chinos exigían el pago a sus ventas de productos chinos en oro o plata, hasta que todas las reservas occidentales en esos materiales preciosos estuvieron en China, ya que a los chinos de entonces tampoco les interesaban los productos occidentales.

La consecuencia fue el comercio de opio hacia china, producto que si interesaba a los chinos, la resistencia del gobierno chino a tal comercio, y las guerras que las potencias occidentales llevaron a cabo para obligar a abrir China al comercio.

¿A donde nos lleva la situación actual?

¿Comprarán las empresas de telecomunicaciones chinas lo que queda de nuestra industria?


Edito: Incluyo el vídeo en cuestión.




Y añado otro que también me ha parecido muy interesante




Dos reflexiones rápidas:

1. ¿Sabrá doña Elena Salgado todo esto? Mira que lo dudo...

2. El señor Julián Pavón sabe mogollón de economía, pero claramente no ha pasado nunca por la consultoría... ¡Vaya pizarras desorganizadas! ¡No se entiende nada!

martes, 29 de marzo de 2011

Tormenta en el desierto

Corre hoy por internet un vídeo que unos aficionados han grabado en Kuwait hace solo unas horas y en el que puede verse el desarrollo de una inmensa tormenta de arena que primero es como una gigantesca nube en el horizonte y al final se convierte en una oscuridad densa en la que tratan los vehículos, como el de los reporteros sobrevenidos, de circular lo mas despacio que pueden.

Me ha tenido muy interesado durante su largo desarrollo y me ha hecho pensar en el contraste entre esta información proporcionada por aficionados y la información profesional tan aburrida y monótona que puebla los telediarios.

En el tsunami pasó igual. Las mejores imágenes son las de los aficionados y las de las cámaras de vigilancia.

La omnipresencia de cámaras en cualquier rincón ha hecho realidad el mundo interconectado que soñase MacLuham, el aula sin muros.

Y estas imágenes que retratan la vida sin ideología y sin comentarios ociosos son las que mas nos interesan. La cháchara de los periodistas, como la de los políticos, queda retratada por la fuerza de la realidad.

Ese es el triunfo de internet y de las redes sociales.

La realidad sin adjetivos crea un mundo en el que las divisiones artificiales quedan en evidencia.

Tan solo queda la división de los idiomas y esta, como temen los filólogos que quieren que se mantenga la diversidad idiomática, se está viniendo abajo ante la curiosidad de los jóvenes por contactar con sus semejantes.

Si en mi juventud quisimos aprender ingles para entender la revolución que se desarrollaba ante nuestros ojos, hoy es la necesidad y la curiosidad por pertenecer a una comunidad universal la fuerza que está creando un nuevo paradigma sociológico.

Y luego es la imagen en movimiento y la sensación de estar viendo lo que sucede sin tener entremedias intermediarios ni "explicadores" profesionales.

Uno abre el ordenador que es como una ventana mágica y se conecta con la realidad y con millones de ojos/cámaras que presentan una visión subjetiva pero desideologizada de lo que sucede.

Y lo divertido es que lejos de convertirse en la fábula del Gran Hermano orwelliano el mundo y la comunicación de masas se ha convertido en una gigantesca plaza del mercado medieval donde cada cual cuenta la historia como le parece. Corren los bulos y las historias. Es verdad.

Pero también el paciente escudriñador puede confeccionarse una imagen bastante acertada de la verdad.

Edito: Añado el vídeo

lunes, 28 de marzo de 2011

Fin de época

La derrota del partido cristiano-demócrata (derechas) alemán en el estado de Baden-Wurttemberg y el triunfo consecuente de un "eco-pacifista", la continuada racha de revoluciones islamistas en los países árabes, la histeria desatada en relación con la situación de la central nuclear de Fukushima, y la carrera de los grandes empresarios españoles para acabar de una vez y para siempre con los convenios colectivos, son síntomas de un fin de época que francamente me inquietan cada vez mas.

Este domingo publicaba El País una entrevista con el editor francés Gallimard, de la célebre editorial Pleiade, en la que veíamos a este vástago de una saga de libreros franceses, tumbado en una "chaise-long" leyendo tranquilamente un libro con una actitud de pacífica beatitud a pesar de las inquietantes preguntas que el autor de la entrevista le hacía acerca del futuro de la edición y del libro en general.

Decía Gallimard que no se puede hacer nada ante el cambio en los comportamientos de los jóvenes, que sencillamente tienen menos tiempo libre para leer ahora que tienen otras alternativas.

Y esa parece ser la cuestión: los miembros de las generaciones anteriores vemos con inquietud todo lo que está pasando, pero a lo mejor lo que tenemos que hacer es reclinarnos en el sillón y esperar a que llegue el apocalipsis.

Si los medios de comunicación nos transmiten que los revolucionarios árabes son demócratas, (a pesar de las evidencias de que son convocados por las mezquitas o pertenecen a clanes distintos de los que gobiernan), si nos agobian con titulares alarmistas sobre la energía nuclear, (sobre fotos de las víctimas del tsunami), si los electores eligen a sus gobernantes en base a fantasías de seguridad y prosperidad, (a pesar de las evidencias de que todo lo que cuentan los políticos es falso), y si nos agarramos a los deseos de los poderosos, (a pesar de que evidentemente no se han hecho ricos repartiendo su dinero), entonces es que estamos locos y cuando las masas se vuelven locas, como ya demostrase Sigmund Freud en su famoso ensayo "Psicopatología de las masas", no hay nada que hacer.

¿Que mundo va a emerger de esta crisis que comenzó con un desastre financiero y está siguiendo con guerras y convulsiones planetarias?

¿Que va a pasar cuando los árabes terminen sus revoluciones y los barbudos comiencen sus predicaciones?

¿Como vamos a conseguir la energía que necesitamos si se paran los programas necleares?

¿Como va Occidente a progresar si sus ciudadanos viven en una continua obsesión por la seguridad, la salud y la vida eterna?

¿Como pueden salir líderes nuevos a partir de partidos políticos enfangados por el clientelismo y la mediocridad?

Hasta en nuestro mundo de las tecnologías de la información la falta de liderazgo es notoria y solo personas como Steve Jobs, a quien me temo perderemos pronto, ponen un poco de luz entre tanto financiero y tanto mentecato.

Hay días en que la lectura de los medios te conduce a la melancolía y este es uno de ellos.

Menos mal que dice Mouriño que el Madrid de este año es mejor que el del anterior.

Esperemos que sea suficiente para ganar al Barcelona.

Si no, ganas me dan de exilarme en el desierto como Simón el estiligita.

viernes, 25 de marzo de 2011

El canon de Bautista

La Audiencia Nacional acaba de decirnos algo que ya sabíamos aunque está muy bien que la justicia lo diga: el canon digital era no solamente injustificable sino un acto de prevaricación del gobierno de la nación contra la industria y los consumidores.

No se podía esperar otra cosa de un gobierno que tiene un ministerio, el de Cultura, entregado a las entidades de gestión de los derechos de autor.

Un gobierno que tiene como ministra del ramo a una "miembra" activa de la SGAE.

Los gobiernos democráticos se caracterizan por su forma de actuar, dentro de la ley, y no por solucionar los problemas de un determinado grupo social, por muy poderosos que sea, en detrimento de otros grupos sociales, por muy débiles que sean. Y ese es el caso de la industria de las TIC en nuestro país.

Por lo demás el asunto de la piratería ya huele como van demostrando sucesivos casos de sainetes trágico cómicos como el sucedido con la película "Spanski", un gran éxito comercial, que solo ha llamado la atención de 5000 paganos en taquilla, pero que según su director y productor ha sido descargada ¡20.000 veces!, después que se descubriese que desde una productora rival se había filtrado la copia de promoción.

Dice su autor que es una película buenísima pero que no ha tenido dinero para su promoción, pero los comentarios de los que la han visto afirman otras cosas, y la promoción gratuita de internet y el boca a boca se ha vuelto en su contra.

También dice que los veinte mil que se la han "bajado" podrían haber salvado la taquilla.

Y digo yo que ¿como se sabe que se la han bajado 20.000?

¿Es que hay alguien controlando todo lo que hacemos en la red?, y si es así ¿quien es?, y ¿con que permiso?

Pero además es que un informe de la London School of Economics al que he accedido gracias a una referencia en el Twitter del coautor del blog, afirma con gran sentido común que confundir descargas con asistencias al cine perdidas o discos no comprados es un grave error de cálculo.

Dice el estudio que el hecho de que la gente no compre discos o asista al cine tiene mucho mas que ver con cambios en los hábitos de compra en los hogares debido a la mucha oferta de entretenimiento, a la bajada de ingresos y a que hay cosas que tienen preferencia sobre otras.

O sea que el que alguien deje de ir a ver determinadas películas tiene mas que ver con que tiene poco dinero y otras alternativas para gastárselo, que con supuestas "bajadas" de internet.

Seguro que la película de Torrente también está pirateada, pero la gente va al cine para verla.

La cuestión es por qué se hacen películas sin tener en cuenta los gustos del público.

Y otra cuestión del informe de la LSE que me ha gustado especialmente.

Es el que habla en particular del estado actual de la música y dice: "Para las audiencias musicales, la música se ha convertido crecientemente en algo inmaterial y efímero, de una duración comprimida que es mas un proceso que un producto acabado".

Es algo también aplicable al cine.

Mucha gente quiere guardar los discos de los Beatles o de Pink Floyd, pero la música de ahora parece de escuchar y tirar y lo mismo sucede con la mayoría del cine.

Sigmund Bauman dice que estamos ante una civilización líquida, y aunque todo esto merece una reflexión mas profunda, creo que todo está relacionado.

Lo que no es líquido es el dinero que el gobierno español ha robado a la industria española de las TIC. Eso ha sido muy sólido.

jueves, 24 de marzo de 2011

Reflexiones industriales

Ando estos días leyendo, por motivos profesionales, los papeles que tanto la UE como nuestro gobierno han publicado recientemente sobre política industrial.

El hecho de que se vuelva a hablar de política industrial en Europa es una novedad y el reconocimiento de lo desastroso que ha sido para nuestro país y el resto de la Unión aquella afirmación, (yo se la he escuchado a un ministro del ramo), de que la mejor política industrial es la que no existe.

Mientras que nosotros jugábamos a liberales y post-modernos, los chinos, hindúes, brasileños, y rusos se lo pasaban en grande atrayendo inversiones industriales, y los americanos de los USA seguían con su "liberal" buy american, y con sus políticas de compras innovadoras, que han sido siempre el motor de las nuevas tecnologías en aquel país.

Cuando nuestros "responsables" se han dado cuenta de que los servicios aguantan fatal las crisis, y de que los buenos empleos industriales son los que aguantan el sistema del bienestar han comenzado a reconocer lo evidente que es que sin industria todo lo demás nos conduce a una sociedad llena de desigualdades y sobre todo, sin esperanza.

La reflexión alcanza también a nuestro país, pero aquí las cifras son como para preocupar a todos en general y al gobierno en particular.

Porque la industria en España supone tan solo un 15% del Valor Añadido Bruto, frente al 22% de Alemania, o al 20% de Suecia, o el 19% de Italia, entre otras cosas porque aparte de tener menos empresas industriales, las que tenemos se dedican a tareas de "baja intensidad tecnológica".

De hecho tan solo 3,7% de nuestras empresas son industrias de alto contenido tecnológico, (en la UE es justamente el doble), e incluso estas en lugar de incrementar su inversión en I+D, la están disminuyendo.

Pero no en todo estamos a la cola.

Nuestros costes eléctricos son de los mas altos, (un 15% por encima de la media europea mientras Francia gracias a las nucleares esta un 29,9 % por debajo de esa media)

El porcentaje de españoles con estudios superiores es del 29%, por encima de la media de la UE que es del 24%. (¡Por encima de Francia y Alemania!). De hecho en las generaciones jóvenes el porcentaje sube al 40%, (diez puntos por encima de la media de la UE).

Además somos el país europeo con la red de autopistas y autovías mas extensa de la UE, y la segunda mas amplia de trenes de alta velocidad, aunque el informe aclara que este año sobrepasaremos a Francia en esta delicada materia.

Y para rematar, nuestra productividad es de las menores de la UE y nuestros costes laborales de los mas altos.

O sea que resumiendo, somos un país de camareros titulados universitarios que pueden trasladarse de Cuenca a Tomelloso por autopista y pueden ir en AVE a Toledo y a Puertollano.

Y esto no es culpa unicamente del gobierno de turno.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Los periódicos sufren los clasificados

Hoy traigo 2 gráficos bastante significativos, que refuerzan una misma idea. El primero de ellos, lo vi en el blog de Ángel Jiménez:


Y el segundo, en el Twitter de Julio Alonso:


Como digo, la idea que transmiten en la misma. Uno de los grandes agujeros que se han ensanchado en el traje de los periódicos es la continua pérdida de los ingresos por los anuncios clasificados.

En el primer gráfico, de las Newspaper Association of America, podemos ver cómo los ingresos por publicidad online no han crecido mucho desde su aparición (sorpresa), cómo los anuncios impresos han caído en un 30% y cómo, finalmente, los clasificados se han dado el gran batacazo.

El segundo gráfico, con origen en un sitio llamado TheLadders.com, muestra una caída del 92% en 10 años para este mismo tipo de anuncio.

Y es que el soporte que ofertaba el periódico fue durante mucho tiempo el tablón de anuncios ideal para casi todos nosotros. Gran base potencial de ojos, segmentados hasta cierto punto, periodicidad regular, gran distribución, coste barato y flexible a las necesidades... Hasta que llegó Internet y revolucionó otra pequeña parte de nuestra vida, ofreciendo una plataforma para clasificados con muchas más ventajas y capacidad.

Una vez más, los periódicos no supieron o no pudieron verlo y hoy pagan las consecuencias. Su modelo de negocio sufre. Y no sólo por el cambio de concepto de lo que debe ser un diario de noticias impreso, sino porque lo que llegó a ser casi la mitad de su fuente de ingresos, hoy se ha visto reducida a un pequeño riachuelo.

Da qué pensar. Sobre todo de cara al futuro de estos diarios y lo caro que resulta no saber adelantarse y adaptarse a los cambios en el contexto en el que uno se mueve.

lunes, 21 de marzo de 2011

¡Es el tráfico, estúpido!

He leído esta mañana una serie de comentarios a la fusión de AT&T con la filial de móviles americana de DT, T-Mobile, la mayor parte en clave financiera, con todo tipo de gráficas sobre el Ebidta, el ROE, la evolución de la deuda, y todas esas cosas tan importantes desde que nuestra industria cayó bajo la pesada bota de los financieros.

Seguro que todos esos cálculos se han realizado y que para los bancos implicados en la operación empezando por JP Morgan, eso ha sido determinante, pero tal vez bajo la influencia de mis muchos años en el sector a mi me parece que lo que ha llevado a esta fusión ha sido la necesidad de acomodar por una parte un tráfico de datos móviles en plena expansión, y por otra entrar en un mundo de economías de escala mayor del que disponían, al objeto de hacer posible las necesarias inversiones en red.

Aunque el asunto de las tabletas y los terminales inteligentes es mucho mas glamuroso que el de la construcción de redes, y aunque en Europa de este tema nadie quiere hablar, lo cierto es que, segun los datos facilitados por At&t, su tráfico de datos móviles se ha incrementado en un ¡8000%! en los últimos cuatro años y se espera que vuelva a multiplicarse por 10 de aquí a 2015.

La tecnología LTE, que estaba esperando un espaldarazo final, lo va a recibir, y la compañía fusionada se dispone a invertir 8000 millones de dólares en mejorar la red que ahora se acaba de duplicar en términos de "sites", centrales, etc, para cubrir a prácticamente toda la población americana en los próximos años.

Por otra parte Sprint se queda un tanto descolocada con su opción por el wimax, que lleva camino de quedarse como una curiosidad o un camino tecnológico que no pudo ser.

Triunfa la ortodoxia de las telecomunicaciones, (la que habla de tecnología e inversiones en infraestructuras), y comienza a abrirse una brecha entre la estrategia de la banda ancha móvil, basada en competencia en infraestructuras, competencia en precios, y pago por servicio, y la estrategia de la banda ancha fija con la eterna pelea entre el todo gratis y los dueños de las antiguas infraestructuras que quieren involucrar a los agentes de internet en la renovación de la red.

Si se desarrollan pronto unas redes poderosas de LTE, con acceso a internet hasta de 200 megas/sec o más, y sigue el estancamiento de la red fija, ¿para que va a quedar esta última?

¿Será finalmente realidad lo del conmutador Negroponte?

domingo, 20 de marzo de 2011

Des-información sin tapujos

Acabamos de asistir a uno de los mayores espectáculos de des-información de la historia reciente como ha sido la cobertura del accidente de la central nuclear de Fukushima, y ya estamos metidos en el siguiente festejo, esta vez a costa de uno de los malvados de comic que todavía componen buena parte de la nómina de dirigentes mundiales.

La información sobre el apocalipsis nuclear ha desaparecido de los grandes titulares y ha quedado relegada a una esquina de la primera página, de donde desaparecerá sigilosamente en unos días camino del baúl de los recuerdos, y ha sido sustituida por fotografías suministradas por la oficina de relaciones públicas de la OTAN o directamente del Pentágono, fotografías de aviones a punto de partir hacia sus objetivos.

En ambos casos, y sin tapujos de ninguna clase se hurta a la opinión pública la información de lo que realmente pasa, y se nos suministra una oleada de detalles irrelevantes de carácter técnico que supuestamente constituyen "la noticia".

Después de haber sembrado el pánico en las familias españolas con algún miembro en Japón, pánico que llevó a fletar un Jumbo de 450 plazas para "repatriar" a nuestros nacionales, los medios se preparan para crear una nueva psicosis de guerra que les permita colocar sus mensajes pacifistas, que ellos creen que venden como los anti-nucleares.

No se si habrán vendido muchos mas ejemplares estos días, pero al final solo 80 españoles han embarcado en el Jumbo, y la mayoría para tranquilizar a sus familias, y supongo que para hacer un viaje gratis que no está nada mal.

Lo que sé es que la neurosis anti-nuclear ha crecido muchos enteros a pesar de que los ingenieros japoneses han controlado todo el evento de forma muy profesional, y ahora en países como España será muy difícil construir nuevas centrales que son tan necesarias.

Vamos, necesarias si queremos seguir disfrutando del agua caliente a un precio razonable, porque si queremos volver a la vida pastoril, efectivamente no nos hacen falta.

Pero a lo que voy en este post es que en estas guerras de lo nuclear contra lo anti-nuclear, como pasa en la operación anti-Gadaffi, lo que mas sufre es la verdad.

Ni nos enteramos de quienes son los que pagan la juerga anti-nuclear, ni nos enteramos porque es tan importante derrocar al payasil dictador líbio.

Estamos tan enredados en los detalles del enfriamiento del reactor cuatro, y de la velocidad de los misiles de crucero, o de los tripulantes del porta-aviones DeGaulle, que nadie se pregunta que demonios estamos haciendo en aquel país y a favor de quien vamos. Tampoco como vamos a pagar la próxima factura del petróleo, o que vamos a hacer por las noches cuando no sople el viento o no luzca el sol.

¿Cual es la realidad detrás de tanta cortina de humo?

¿Quien está detrás de las bambalinas apuntando a los payasos como Zapatero que ahora nos ha salido guerrero o a Obama que cada vez tiene mas tropas en el exterior?

Hasta los oenegeros pacifistas están desconcertados y hoy se manifestaban a la vez contra Gadafi y contra la OTAN, se ve que ellos están a favor del País de Nunca Jamás y de Peter Pan, donde no hay que preocuparse por la luz y los malos al final no lo son tanto.

Y es que con tanto lío, nadie sabe ni quienes son los buenos ni los malos, ni si es mejor pagar primas a los de las renovables, o tomar caminos mas serios y buscar el dorado de la energía del hidrógeno, que según Jeremy Rifkin es la solución a todos nuestros males.

Pero hay que ver que papelón están haciendo los medios de comunicación en todo este plato de espagueti amplificando cualquier histeria para ver si así salen de la crisis y no sabiendo de la misa mas de lo que sabemos los simples ciudadanos, excepto los detallitos técnicos que les suministran las notas de prensa de unos y de otros.

En fin, que se les ve el plumero de su insolvencia.

Me parece que últimamente los únicos medios que hablan con conocimiento son los deportivos, y ellos no tienen crisis, ¿verdad?

jueves, 17 de marzo de 2011

Acuerdo por el NFC

Leo en El Mundo que Telefónica, Vodafone y Orange han llegado a un acuerdo para crear un estándar de pago a través del móvil mediante tecnología NFC (Near Field Communications). Se trataría de un estándar abierto a otras operadoras y fabricantes, para que se puedan adherir a él y juntos seguir un modelo de acción común.

Miro las palabras y no puedo dejar de acordarme del mundo de las aplicaciones y el WAC. Hoy en día, contar con un gran ecosistema de aplicaciones supone tener un fuerte peso en el sector de los móviles y tabletas. Implica que los usuarios se quedan de alguna forma "atados" a tu ecosistema; si es lo suficientemente grande puede exigir controlar las transacciones entre usuarios y terceros; define la experiencia del consumidor... El más grande es el ecosistema de Apple, pero Android, Blackberry y Microsoft le siguen. De lejos, pero le siguen. Las operadoras, sin embargo, junto con otras muchas compañías, se han quedado fuera.

En un entorno en el que el tamaño crítico es fundamental, todas estas empresas decidieron aunarse hace un año y crear WAC (Wholesale Applications Community), una plataforma abierta para que los desarrolladores pudiesen construir aplicaciones que funcionasen para todos, independientemente del terminal. ¿Conclusión? Tenemos un conjunto de aplicaciones con una funcionalidad muy limitada, sin una dirección concreta y con una presencia residual en la industria.

Pues a mí esta nueva alianza me suena igual. Entiendo el interés de las operadoras en no quedarse en meras tuberías de datos, y más aún en entrar en el negocio de los pagos con el móvil, pero la verdad es que lo tienen difícil en este caso. Su punto fuerte a explotar es precisamente su independencia de la plataforma, pero a la vez es su aspecto más débil, ya que la potencia de las aplicaciones depende en gran medida de lo mucho que puede exprimir un sistema operativo. Sin integración con el software, las posibilidades son, como ya he dicho, limitadas.

Mi previsión es que Apple y Google sacarán sus propias plataformas NFC de pagos en el móvil y las integrarán en sus actuales ecosistemas, apalancándose en el tamaño de los mismos. Veo difícil que esta alianza de operadoras sea capaz de convencer al resto de la industria para que les siga.

miércoles, 16 de marzo de 2011

¿Podemos dejar el mundo en manos de políticos y periodistas?

Abro el diario El País y me encuentro con una enorme fotografía de la ciudad de Yamada tras el paso del "tsunami", y debajo el siguiente titular: "Japón se prepara para evitar un nuevo Chernobyl".

No hace falta ser un semiólogo como Umberto Eco para diseccionar semejante atropello a la verdad, el sentido común y la responsabilidad, atropello que no es compensado porque en una esquina se incluya el comentario de un experto mucho mas moderado.

Todos sabemos de que va el rollo, y como se manipula la información de la forma mas indecente, no ya en aras de ideología alguna, sino simplemente para vender unos ejemplares mas.

En otro lado, en Bruselas, el comisario de Energía, ¡no podía ser otro!, dice que lo que está pasando en Japón es el "apocalipsis", y se queda tan pancho el tío.

Todos estos días estamos asistiendo a un carnaval del pensamiento populista/alarmista que contrasta vivamente con la actitud del pueblo japonés y sobre todo de la actitud de los trabajadores de la planta de Fukushima, que se están jugando la vida para enfriar los reactores.

Ellos enfrían y los periodistas y políticos calientan.

En un mundo cada vez mas complejo, y que depende de forma absoluta de sistemas sofisticados que no saben de países, comunidades autónomas o nacionalidades históricas, ¿podemos dejar que sean los colectivos mas analfabetos, mendaces e irresponsables, es decir, políticos, periodistas, futbolistas, actores y "celebrities", los que nos digan lo que tenemos que hacer?

¿Es posible una gobernanza global sin que las personas que conocen los sistemas energéticos, comunicacionales, financieros y hasta militares tengan ni voz ni voto?

¿Es posible que tengamos que permitir ser gobernados por la exigencia de obtener votos de las capas mas iletradas y anti-científicas de la sociedad?

En el curso de un siglo hemos pasado de unas democracias gobernadas por los mejores, (o los que intentaban ser los mejores), a unas democracias gobernadas por los intereses de lo mas bajo y casposo de la sociedad.

Cuando dijo Churchill aquello de que la democracia es el peor de los sistemas posibles, excepción hecha de todos los demás, no creo que pudiera imaginar que terminaríamos gobernados por Zapatero, y casi todos los demás gobernantes europeos actuales, sálvese quien pueda.

Carlos Marx se equivocó en el calendario y también en la forma en que ocurriría, pero acertó al diagnosticar que después de la burguesía gobernaría el pueblo.

Ya lo está haciendo.

Lo malo es que el pueblo no un conjunto de gente honrada y trabajadora, deseosa de ilustrarse, sino una masa zafia y supersticiosa, que tiene a Belen Esteban y a Paris Hilton como referencias culturales.

A partir de ahí los políticos se lo montan para que esa gente les vote, los periodistas para que vean sus programas de televisión, y los actores y futbolistas para que les vayan a ver pasando por taquilla.

Los expertos pasan por la rueda y salen como payasos en la función de la comunicación de masas tratando de explicar lo que pasa, llenando recuadritos o pausas en el programa, y legitimando el aquelarre populista.

Nadie les hace ni puto caso.

Y ahí continúan políticos y periodistas rajando de cara a las masas y creando esta sensación de irrealidad irresponsable en la que ellos medran y se revuelcan como los cerdos en la basura.

¿Que tiene que pasar para que los mandemos a tomar vientos?

martes, 15 de marzo de 2011

Fukushima y la vida apacible

Las grandes crisis sirven al efecto de descubrir pautas de comportamiento de los humanos que sorprenden y hacen reflexionar.

Un terremoto de nivel 9 ha desplazado cuatro metros el archipiélago japonés, un tsunami con olas a trescientos kilómetros por hora ha arrasado ciudades enteras, se calcula que la cifra de muertos podría alcanzar los quince mil, la bolsa de Tokio se ha derrumbado, cientos de miles de personas se han quedado sin casa.

Pero lo que ocupa las primeras páginas de los periódicos es el accidente en la central nuclear de Fukushima, que es responsable de...una evacuación ordenada de doscientas mil personas, siete soldados norteamericanos contaminados y descontaminados con un baño de agua y jabón, y niveles de radioactividad en el aire que segun la OMS no constituyen riesgo para la salud.

¿Alguien se imagina lo que hubiera pasado si en vez de centrales nucleares, en los lugares afectados por el terremoto hubiese habido centrales hidroeléctricas con millones de metros cúbicos de agua almacenados?

¿De cuantos muertos estaríamos hablando?

Y, dado que nuestro mayor problema es la emisión de CO2 a la atmósfera, no deberíamos estar mucho mas preocupados por los incendios ocurridos en varias refinerías?

¿Que hace que consideremos que determinadas actividades sean consideradas mas peligrosas que otras al margen de su peligrosidad contrastada?

¿Por qué una antena de telefonía móvil se considera un peligro y la macro antena emisora de Madrid, (el Pirulí), que emite a varios cientos de miles de veces de potencia y está en pleno centro de la ciudad no nos parece peligrosa?

¿Por qué se teme tanto a la energía nuclear y no al tráfico automovilístico cuando este, solo en España, produce un promedio de cinco víctimas mortales cada día?

¿Por qué la gente piensa que es mas peligroso un cable de alta tensión a veinte metros de altura que uno soterrado a dos metros de profundidad?

¿Por qué la gente cree que un alimento transgénico es peligroso y un injerto (que es lo mismo pero hecho a lo burro), no lo es?

¿Por qué la gente no tiene problema con aerosoles, FCC´s, o incluso la gasolina con plomo?

Y finalmente, ¿por qué nos preocupa tanto que se ponga una central nuclear en Tarragona y no que se pongan cinco en los Pirineos franceses?

Cada vez tengo mas claro que en un mundo interconectado el tener gobiernos nacionales, y poner a políticos que tienen que ser elegidos cada cuatro años a decidir sobre cuestiones graves, es un despropósito.

Si no se pueden poner centrales nucleares en terrenos de gran actividad sísmica, alguna autoridad mundial debe impedirlo. No se puede tolerar que reyezuelos o tiranos monopolicen el acceso al petróleo o al gas.

De igual forma no se puede tolerar que unos bancos o unos países pongan patas arriba el sistema económico mundial.

Ninguna autoridad nacional se atreve a ir contracorriente de la opinión pública, y los órganos internacionales tardan siglos en alcanzar consensos sobre mínimos e insignificantes acuerdos.

No soy ferviente partidario de la energía nuclear, aunque piense como James Lovelock que es nuestra única alternativa seria para paliar las consecuencias del cambio climático. Y en España para cambiar nuestra peligrosa dependencia de los demás.

Por ello me siento alarmado no por las fugas de Fukushima, sino por los retrasos que este accidente va a causar en el despliegue de nuevas centrales.

Mientras intentamos contar los inexistentes muertos producidos por los escapes radioactivos se nos acumulan los cadáveres producidos por causas mucho mas naturales.

En un mundo de siete mil millones de personas, (que quieren comer cada día y ducharse con agua caliente), se ha acabado la vida apacible.

Hay que explicar a los ciudadanos los riesgos de la energía nuclear y también los riesgos de no desplegarla.

Y me temo que nuestros políticos, (y aquí no solo me refiero a los españoles), no está, ni pueden estar a la altura.

domingo, 13 de marzo de 2011

Japón en tiempo real

¡Que país mas raro es Japón!

En casi cualquier otro lugar una catástrofe de la magnitud de la ocurrida allí habría producido un sinfín de llamadas de socorro, y miles de ciudadanos compungidos hablarían con los innumerables "enviados especiales", para implorar la ayuda internacional.

Allí la cuestión es si mañana lunes, para ellos casi hoy a estas horas, funcionarán los transportes públicos para acudir a sus puestos de trabajo.

El viernes escuché un diálogo surrealista en el que desde una emisora española preguntaban a un latinoamericano residente allí si sabía lo que estaba pasando. El hombre intentaba hacer comprender al locutor que allí era horario laboral, que el estaba trabajando y por lo tanto no podía estar viendo la televisión, con lo que no podía explicarle nada de nada.

Ya he comentado aquí que quien quiera comprender aquel país debe visionar una terrible película titulada "La balada de Narayama", donde se describe la vida en el japón rural no hace tanto tiempo.

En resumen, lo que cuenta el film es que como la tierra no podía subdividirse mas ni se podían alimentar mas bocas que las que fuesen acompañadas por manos capaces de trabajar, en cada familia se otorgaba al primer hijo la herencia y se le casaba con una primera hija de otra familia.

Un segundo hijo era dedicado a trabajar, sin permitírsele casarse o siquiera mantener relaciones sexuales. Segundas, terceras, etc, hijas eran vendidas para ser criadas o prostitutas. Varones subsiguientes eran simplemente arrojados al campo para servir de alimento a las alimañas.

Familias incapaces de auto-alimentarse eran eliminadas físicamente sin contemplaciones.

Y los ancianos tomaban el camino de la montaña de Narayama para morir allí de inanición.

Es una escuela de no esperar nada de nadie excepto de uno mismo, que es lo que reflejan esos ciudadanos japoneses preocupados por el medio de transporte para acudir al trabajo en medio del desastre.

Los japoneses saben que viven en el borde de un precipicio volcánico y que sobrevivir es para ellos mas difícil que para los demás.

Esa dificultad también ha generado un exagerado sentido de superioridad que explotó, con graves consecuencias, en los años treinta y cuarenta del pasado siglo.

La derrota ante los americanos les sumió en una perplejidad de la que no se han terminado de despertar.

Sabiendo que los suelos inestables a movimientos sísmicos son la peor alternativa para instalar una central nuclear, ellos han recurrido a esa energía porque son conscientes de que para Japón no hay otra alternativa.

No tienen petróleo, ni gas, ni carbón como los chinos, e importar estas materias es para ellos mucho mas caro que para nosotros.

Y así han construido una serie de centrales cercanas a centros de población e industria, donde son la fuente reconocible de energía. Tanto es así que ahora el apagado de varias de esas centrales les ha dejado sin luz.

Son realistas, toman la vida como viene y por eso han construido un imperio industrial basado en el trabajo duro, la disciplina...y la planificación. (Porque conformarse con lo que te toca no es incompatible con trabajar para mejorarlo).

Son una sociedad organizada y disciplinada, y las evacuaciones se han realizado en orden y tranquilidad, excepto cuando la furia de los elementos les ha barrido sin piedad.

Y todos hemos podido seguir en directo el paso del tsunami gracias a su afición a dejar testimonio de todo a través de las cámaras de vídeo.

Las mejores imágenes de lo sucedido nos las han proporcionado estos aficionados en combinación con la televisión japonesa y los corresponsales de cadenas como la BBC World, cuya cobertura de los sucesos está siendo ejemplar.

A diferencia de la televisión española que parece estar deseando pasar a otras informaciones, tales como las últimas declaraciones de Pepito Blanco, o de Mouriño, la BBC está conectada permanentemente con Japón y transmite en directo imágenes y explicaciones de expertos con la mesura que les caracteriza.

Desde el viernes por la mañana he estado siguiendo esta emisora, (y me he estado avergonzando al pasar a los canales españoles que siguen con sus matracas habituales inasequibles al desaliento).

Hoy incluso han llegado los "enviados especiales a Tokio" con carita de "jet-lag", para contarnos desde la terraza de un hotel lo mismo, (menos en realidad), de lo que podemos ver nosotros mismos en la BBC. ¿Para que mandan a estos pobres si no tienen nada propio que añadir?

¿Si no saben ni lo que está pasando, ni hablan japonés, (ni seguramente ingles), a que coño van?

Dejo para otro momento los comentarios burdamente anti-nucleares de los comentaristas españoles, que aprovechando que se ha producido el accidente en una de las plantas afectadas, han vuelto a la carga de los peligros del átomo.

¡Que ganas tienen los pseudo-progres de que seamos esclavos de los musulmanes!

O será que a estos progres no les gusta el agua caliente ni la calefacción.

A los japoneses, a los que si que les gusta el agua caliente, no es que no les importen los riesgos, como prueban los planes de evacuación puestos en marcha con eficacia y rapidez, es que comprenden el mundo en el que vivimos y saben que como dice el viejo refrán, el que quiere peces tiene que mojarse el culo.

Dicho todo esto, solo me queda expresar mi interés por la sensación tan impactante de cercania que han dado los actuales medios de comunicación, mi solidaridad con los japoneses, y mi desprecio por los pseudo-progres españoles que se creen que la luz viene de los molinillos de viento.

jueves, 10 de marzo de 2011

El fraude universitario

Acabo de leer un artículo titulado "El fraude de la sociedad del conocimiento", a propósito de un libro del profesor (sueco), de la Universidad de Lund, Mats Alvesson, "Knowledge work and knowledge intensive firms", en el que el autor (del artículo) arremete contra el concepto de sociedad del conocimiento armado por los argumentos del profesor de Lund.

He buscado en los archivos de la propia universidad para ver si podía acceder al pensamiento original del autor, sin éxito, pero me parece que puedo hacerme una idea de lo que dice desde las palabras intercaladas y citadas en el artículo y desde mi conocimiento de la forma de pensar de aquel país nórdico, mas tendente a lo práctico que a las grandes disquisiciones intelectuales.

Afirma Alvesson, creo que con toda la razón, que por mucho que vayamos hacia el progreso siempre habrá mas camareros que trabajadores del conocimiento, y que incluso en países como Suecia donde los sectores de las telecos o el farmacéutico tienen un gran peso, la mayoría de la población se ocupa en tareas que nada tienen de intensivo en conocimiento.

Ahora bien de eso no podemos, como hace el autor del artículo, afirmar que la sociedad del conocimiento sea un fraude, o incluso que no pueda ser una estrategia para un país como el nuestro aspirar a disponer de un sector del conocimiento mas importante que el actual.

La cuestión es que tenemos que diferenciar la realidad de los discursos políticos.

Cuando los políticos hablan de la sociedad del conocimiento lo que ven son las posibilidades de medrar (a corto plazo), a costa de una visión (a largo plazo).

¿En que se traduce esto?

Hoy día no hay administración pública que no aspire a que su ámbito de poder se convierta en un polo de progreso, y para ello nada mejor que inaugurar "campus tecnológicos", "centros de alta tecnología", o en último término, universidades.

En la misma Comunidad de Madrid, estas entidades florecen como las setas tras la lluvia.

Fuenlabrada, Móstoles, Alcalá de Henares, Leganés, Getafe, Villaverde....., y un larguísimo etc constituyen una galaxia de emporios "tecnológicos" y universitarios, que deberían hacer de nuestra comunidad no ya la California europea, sino la auténtica Atenas de la modernidad.

No se si habrá en el mundo, o incluso en el universo, un lugar con mayor oferta de conocimiento tecnológico que la Comunidad de Madrid.

El número de universidades es infinito, y no hay pueblo o barrio en el que no haya un colegio universitario.

El resultado lamentablemente no es mesurable en término de patentes o de empresas creadas, sino en término de universitarios desempleados o sub-empleados.

Y también en términos de pérdida de calidad de la enseñanza universitaria, masificación y falta de perspectivas.

Pero la cuestión es, como siempre, que los políticos tienen demasiada influencia y demasiado poder, e incluso demasiado dinero (nuestro) para gastar.

La sociedad del conocimiento no es aquella en la que no haya camareros o albañiles.

Es aquella en la que una parte sustancial, (y creciente) del PIB se obtiene de empresas o profesionales que innovan y ofrecen productos y servicios de alto valor añadido.

En España hacen falta muchos camareros porque el turismo es nuestra industria principal, pero también tenemos oportunidades en sectores intensivos en conocimiento.

Lo que no podemos hacer es mantener un sistema universitario hipertrofiado y descafeinado que vomita cada año un número oceánico de licenciados e ingenieros, que claramente no son necesarios.

La creación de carreritas universitarias ad-hoc es un fraude gigantesco, como lo es la existencia de universidades cuya única función parece ser la de proporcionar plazas de catedráticos y profesores.

En España hay que revisar la universidad pública y reducirla a un nivel razonable a nuestras necesidades como sociedad, pero esto choca frontalmente con el desmadre descentralizador y la ínfulas de una clase política atolondrada que solo piensan en el corto plazo y en los eslóganes electorales.

Lo que nos hace falta es menos política y mas sociedad civil.

Mas pensadores y menos arbitristas.

martes, 8 de marzo de 2011

Mi experiencia con el Kindle (otro punto de vista)

Aprovechando el post de Antonio comentando su experiencia con el Kindle, hago yo lo mismo, que llevaba tiempo con la idea. Y es que los reyes majos no trajeron un solo Kindle, sino 2.

Desde que comenzaron a popularizarse los lectores de libros electrónicos estuve con la idea de comprarme uno, pero no ha sido hasta que Amazon ha unido experiencia de compra y dispositivo bueno, bonito y barato que me animé. Y si bien es cierto que tengo un iPad que también sirve para leer, el Kindle se ha ganado rápidamente un hueco en mi lectura. Más pequeño, más ligero, más simple. Un dispositivo que sirve para una sola cosa, leer, y lo hace mejor que nadie.

Yo lo primero que hice fue comprar las obras completas de Sherlock Holmes, por $4 y 2 minutos, y ponerme a leer El Signo de los Cuatro. Previamente, había intentado encontrarlas por Internet, cosa que logré después de una no corta búsqueda. Un pdf de 20 megas, que al intentar convertir a .mobi, formato que entiende el Kindle, me bloqueó el ordenador después de más de 2 horas de transformación.

La moraleja es rápida. Los $4 dólares no son tanto por el contenido, sino por el acceso al contenido.

Y es que aunque tengo otros libros en el Kindle en formato mobi o pdf, los libros comprados directamente en la tienda de Amazon tienen una serie de ventajas sobre los demás. Para empezar, uno se asegura de que está comprando una obra completa, sin que le falte alguna hoja o tenga párrafos traducidos de forma extraña. La maquetación del texto es correcta y las páginas están numeradas. Y quizá la ventaja que más aprecio yo, y es que Amazon reconoce que yo he comprado ese libro. Así, se encuentra disponible desde todos mis dispositivos (Kindle, iPad, iPhone, ordenador), en el último punto que dejé la lectura en cualquiera de ellos, pudiendo volver a descargarlo en cualquier momento y con todos los aspectos de experiencia social que la compañía ofrece.

La diferencia es el servicio, que es lo que entiendo que estoy pagando.

Es una pena no disponer de una oferta de libros es español, ya no por los traducidos, sino por los autores españoles que requieren que me compre las páginas, hábito que creo que poco a poco iré abandonando. Pero así se las gastan los editores españoles, dispuestos a luchar por mantener el status quo en la medida de lo posible. Sin embargo, cuando los early adopters abrazan una tecnología con tanta profusión, es indicativo claro de que la masa va a ir detrás más temprano que tarde.

lunes, 7 de marzo de 2011

Mi experiencia con el Kindle

Este año, como fui bueno, me trajeron los reyes magos de oriente un Kindle, o sea como todo el mundo ya sabe, el dispositivo de lectura de Amazon.

Vino de los USA directamente y me costó poco mas de 100 euros.

Tardé unas horas en familiarizarme con sus escasos mandos, pero ya se sabe que a partir de determinadas edades cada vez nos cuesta mas comprender reglas de funcionamiento de cualquier aparato, por muy sencillas que sean, y en este caso son muy sencillas.

Luego me planteé comprar mi primer libro, y tropecé con los trámites de la conexión naturalmente, pero los conseguí sortear y accedí vía el wi-fi de mi casa a la gran librería virtual de Amazon, y la compra resultó muy sencilla.

El texto llegó de inmediato y pude empezar a leer.

Como a través de Amazon solo se accede a textos en ingles, pronto encontré una formidable herramienta de ayuda en el diccionario incorporado, cuyo uso me explicó el coautor del blog, mucho mas versado que yo en aparatitos.

Armado del diccionario la lectura en ingles de ciencia ficción, o novela histórica, géneros en los que me he aventurado, mejora considerablemente, ofreciendo una "experiencia de usuario" muy satisfactoria. Era algo que echaba de menos en mis lecturas en ingles, que hasta ahora se centraban en aquellos títulos que no encontraba en castellano, principalmente libros pertenecientes a series que en nuestro idioma quedaban interrumpidas, o cuya traducción se eternizaba. (Es algo que pasa a menudo en la ciencia-ficción donde los editores se enfrentan a un mercado escaso y escuchimizado).

Tras dos meses puedo resumir la experiencia en dos enormes ventajas:

La primera es que se ahorra mucho espacio en casa.

La segunda que en los viajes se ahorra mucho peso.

Respecto a la facilidad de lectura esta es muy correcta. La vista no se cansa y además se puede agrandar el tipo de letra, lo cual nos viene muy bien a los mayores víctimas de la prosbicia.

No me acuerdo de que estoy leyendo en una pantalla y no en la página de un libro.

Por otra parte poder acceder a tantos miles de libros, y que cualquiera lo puedas tener en tu e-book en treinta segundos es sencillamente fantástico.

Respecto a los precios me parecen todavía un poco altos.

Creo que comparar libros de papel con una descarga de bits no es de recibo.

En este sentido me adhiero a la iniciativa de Lorenzo Silva, quien después de despotricar contra las descargas y a favor de la Inquisidora Sinde, ha puesto todas sus novelas en la red a cuatro euros el título. Eso es pensar con la cabeza.

No me los bajo porque ya los he leído (y comprado), casi todos, pero a quienes no le conocéis os lo recomiendo.

En resumen. Yo he encontrado un lugar para mi kindle en mi actividad lectora que es de momento leer libros en ingles, y después libros que quiero leer en castellano pero que no quiero almacenar en mis ya recargadas estanterías.

Reconozco, y lo siento, que no son buenas noticias para mis amigos libreros, pero en mi casa guardo demasiados libros que nunca volveré a leer, y que probablemente tampoco leerán mis hijos y posteriores, (e hipotéticos descendientes).

El e-reader ha venido para quedarse y no hay quien lo pare.

Ni siquiera los editores españoles.

jueves, 3 de marzo de 2011

Confundir la video-realidad con la amarga realidad

Si hay un mundo en el que es difícil discernir realidad y apariencia es el de la moda.

En ese mundo el mensaje desaparece en favor de la imagen, y todo elemento es reciclado, descontextualizado, y re-elaborado para que parezca, sugiera, y en último extremo seduzca, siempre apelando a nuestro lado mas sentimental e irracional.

No es de extrañar que los que viven en ese mundo terminen creyendo que sus vidas son un vídeoclip, y que, como sucedía en una película parodia, jueguen a rociarse con gasolina sin pensar que en el mundo real, en el que a su pesar viven, la gasolina es inflamable y pueden acabar carbonizados.

Y eso es lo que le ha sucedido a John Galliano, un chico de Gibraltar, Jibraltaah, como dicen ellos, que se ha puesto a ensalzar a Hitler en una terraza parisina, sin tomarse la molestia de mirarse en un espejo.

Porque Galliano puede pasar por judio, por gitano, o incluso por magrebí, pero desde luego para nada por un ario rubicundo de los que se alistaban en las Waffen-SS.

Aparte su condición de homosexual, tipo loca con plumas, le haría mas un personaje de la República de Weimar, que del Reich de los mil años hitleriano.

También tiene miga que Galliano desconociese, (¿o no?), que el presidente de la firma para la que trabajaba, Dior, tenga por apellido Toledano, ilustre vástago de la progenie sefardí, o sea judíos españoles que conservan las llaves de sus antiguas casas en España, y que ha dado tantos ilustres nombres al desarrollo de las ideas europeas.

Pero todo esto tiene una lectura aun mas profunda que es la que se refiere a la exposición a los medios de comunicación de personas que son costureros excelentes, o cocineros, o peluqueros, o titiriteros, o futbolistas, pero cuya capacidad intelectual, o simplemente moral, no está a la altura de tanta entrevista, y de tanta declaración.

En el mundo de apariencias creado por los medios de comunicación, donde vale mucho mas la opinión de Cristiano Ronaldo, o de Galliano, o de Ferrá Adriá, que la de los pensadores de nuestro tiempo, que también los hay, los funambulistas del balón o de la aguja de coser se han convertido en gurús, y sus opiniones, por absurdas e ilógicas que sean, como estas de Galliano, provocan una tormenta de caracteres planetarios.

A mi me parece que las declaraciones de un costurero borracho no merecen esa tormenta.

Ni tampoco que se le crucifique en el altar de lo políticamente correcto.

Me parece que ser costurero y gilipollas es perfectamente compatible. (Y viceversa).

Lo que me parece intolerable es que tengamos a toda esta patulea de funambulistas como nuestros modelos y referencias de vida y conducta.

En nuestras sociedades algo va muy mal.

miércoles, 2 de marzo de 2011

La flexibilidad de la cadena

Hoy han sido varios los blogs que se ha hecho eco de la escritora Amanda Hocking, la autora independiente que más ha vendido en Amazon. Es decir, sin ayuda de ninguna editorial, autopublicándose a través de Kindle, está vendiendo unas 100.000 copias al mes entre los 9 libros que tiene escritos hasta la fecha.

Los precios van de los 99 centavos hasta los 3 dólares, quedándose ella con el 70% de lo ganado y Amazon con el 30% restante. No son malos números, que para sí quisieran muchos de otros autores del círculo tradicional.

Enseguida Internet se ha hecho eco de las bonanzas de la distribución digital y de la obsolescencia de las editoriales. Pero yo no creo que sea así. Tendemos a ver a estos intermediarios como cuellos de botella que se apropian de gran parte del valor generado por los contenidos, pero no vemos el valor que ellos mismos introducen en la cadena.

Hablamos principalmente de marketing (promoción tanto del libro como del autor) y "encauzamiento" del escritor (sin olvidarnos de la traducción), que si bien pueden erosionar la cara más artística de la obra, pueden ayudar a conferirle un carácter más comercial que ayuda a las ventas. Para ello deberán seguir siendo cuellos de botella que seleccionen lo que crean más conveniente, aunque previsiblemente perderán su función distribuidora y deberán transformar la forma de llevar a cabo otras tareas.

Lo realmente positivo de una noticia como esta no es confirmar que se puede vivir sin editorial, sino que ambos caminos son posibles. Un autor puede querer eliminar toda la cadena de valor hasta el cliente final, siendo el mismo el que realice la distribución; o puede preferir usar una plataforma como Kindle para llegar a los lectores; o puede introducir una editorial que le ayude a promocionarse en el extranjero. Libertad de elección, al gusto del creador.

La flexibilidad de la cadena de valor es lo que realmente saco yo de esta noticia.

martes, 1 de marzo de 2011

Pasar por el aro...chino

Recientemente hay un movimiento de grandes empresas chinas de tecnología de las telecomunicaciones que están llamando a la puerta de las asociaciones empresariales europeas.

Sucede a la vez en cada país, y también en Bruselas, y en todas partes se produce el mismo dilema.

¿Se les permite, o como se les dice que no?

Resulta un problema de gran calado, y si no véase como una de estas asociaciones expresa la posición de las industria europeas y americanas respecto a la cuestión:

"Las actuales políticas de innovación (de China), establecen barreras a los productos y servicios TIC procedentes de empresas de otros países en los procedimientos de compras públicas. A la vez fuerzan a estas mismas empresas a realizar transferencias de tecnología o a aceptar certificaciones técnicas que no están alineadas con estándares internacionales".

O sea, en castellano llano, si quieres vender en china tienes que aceptar sus estándares, (y perder tu competitividad), o establecer centros de I+D en China, (y aceptar que te copien hasta la marca de los calzoncillos), o no vendes.

Como los europeos somos tan educados, no sabemos como decir que no.

Tampoco sabemos exigir reciprocidad, en temas como los medioambientales, los sindicales, o de simples derecho humanos.

Tampoco somos capaces de exigir transparencia en cuestiones tan simples como la contabilidad o la mera estructura de la propiedad de las empresas chinas.

Y finalmente no somos capaces de exigir que se respeten, a nivel empresarial los derechos de propiedad intelectual.

Nosotros somos gentes civilizadas y en nuestros clubes no exigimos que nadie pruebe que no es un gangster.

Solo exigimos que lleve corbata.

Hasta ahora las empresas chinas, (no se si por discreción o por cálculo), se habían mantenido al margen de las instituciones.

Han machacado a las industrias europeas y americanas con precios en muchas ocasiones ficticios, (y lógicamente subvencionados aunque no se puede probar porque sus cuentas son opacas), y ahora que ocupan una buena parte del mercado quieren sentarse a la mesa.

¿Que deberíamos hacer?