miércoles, 28 de mayo de 2014

Resaca electoral

Ayer escuchaba, no puedo decir que asombrado, porque de estos nada ya puede asombrarme, al candidato del PP en Andalucía, Moreno Nosequé, que decía que tras estos resultados había que hacer "ajustes" en los programas y en "las ideas".

O sea que para Moreno, esto es como lo de Groucho Marx: "yo tengo unos principios pero si a Vd. no le gustan puedo cambiarlos".

Imagino que lo mismo sucede en el PSOE, donde fueran cualesquiera que fuesen los principios en tiempo de Rubalcaba, ahora se proponen cambiarlos en función del candidato que gane.

Susana Díaz, que se manifiesta una cruzada contra la corrupción, ha estado en los gobiernos andaluces mas pringados de estos lustros, y eso que ese es un puesto muy codiciado y disputado. Pero al parecer es "mediática", y sobre todo ha conseguido que los andaluces, como sucede con los valencianos, prefieran corruptos conocidos que otros por conocer. De momento de Moreno el del PP sabemos que ha falsificado hasta el curriculo.

Todos dicen que han "escuchado" a los electores, lo que quiere decir que van a seguir haciendo lo mismo que hasta ahora, pero se van a esforzar en "comunicar".

Comunicar, cambiar los principios por otros mas agradables a los electores, salir mas por la tele.

Pablo Iglesias ha salido por la tele.

Esa explicación es suficiente para los analistas. (Otros dicen que es que Madrid está lleno de friquis). Debe de ser la combinación de ambos.

Hay quien afirma que en las "generales" la gente se lo pensará más y no van a votar al profesor de Vallecas que volverá a la oscuridad. (Y a los ocho mil eurazos de sueldo).

Yo creo que ahora que la gente ha sabido que hay un chico que cuando le votas chinchas a Rajoy y a los del PSOE, en las próximas elecciones le van a votar muchas más personas.

También a consecuencia de las elecciones he tenido ocasión de leer el programa de la señora Le Pen.

No me parece que diga tonterías, (como las de Pablo Iglesias), sino cosas que pensamos muchas personas y que no comprendemos como los que nos gobiernan no tienen en cuenta.

¿O es que es una tontería re-examinar los tratados de libre comercio que llevan arruinando a Europa, (no a sus grandes empresas), desde hace decenios?

¿O es que alguien piensa que no hay que regular la inmigración?

¿O es que no nos percatamos que el euro condena a la Europa del Sur a la pobreza y la escasez si no va acompañado de medidas de redistribución de rentas?

Pues esas son las cosas que dice la "extrema derecha".

Me parece que son cosas más razonables que nacionalizar la banca y jubilar a los sesenta.

Pero de todas maneras me parece que el debate entre las ideas de Iglesias y las de Le Pen tendría mucha más gracia que el debate cansino y vomitivo que se traen PP y PSOE desde hace ya demasiados años.

Me parece que el tiempo de la renovación se acerca.

Rubalcaba, que es muy listo, se ha dado cuenta el primero.

lunes, 26 de mayo de 2014

Las elecciones europeas

Si tuviésemos que definir los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo, celebradas en toda la Unión a lo largo de estos últimos días, tendríamos que acudir a una vieja definición española: un montón de mala leche.

¡Hasta los alemanes están de mala leche!

Y que decir de los países del sur. Desde Grecia hasta Portugal, la gente está hasta los piringulines de unos señores, y señoras, que se ganan la vida a base de hacer discursos rancios que otros les escriben, y que no tienen otra solución a nuestro problemas que la de echar la culpa de todo a sus antecesores.

¡Para eso no los necesitamos! (Ya lo sabíamos).

La gente que en las elecciones nacionales se corta más por el miedo a lo desconocido, en las europeas ensaya con otras opciones sabiendo que eso no trae demasiadas consecuencias. Ya se sabe que el Parlamento de Estrasburgo está muy lejos, y que en la UE al final se hace lo que se decide en las reuniones plenarias de los jefes de gobierno, y en definitiva de Alemania, Francia y UK. Así que por qué no mandar a un payaso (profesional no advenedizo como tantos otros), o a los de si-se-puede-si-se-puede.

Pero mas allá de las anécdotas, hay que ver que apuntan los ciudadanos con sus votos cabreados, y tratar de entender el rompecabezas sin que llegue la sangre al río.

En primer lugar lo que se ve es que cada vez hay más ciudadanos que ya no confían en las opciones habituales: los cristiano-demócratas y los social-demócratas, que han venido gobernando por turnos los distintos países europeos desde el final de la Guerra, o desde el comienzo de la democracias respectivas, han agotado sus discursos y suenan huecos.

Es natural puesto que responden a planteamientos políticos de construcción del "estado del bienestar" y sus dinámicas de más gasto público/más servicios, ya no dan para más.

Los cristiano-demócratas tienen una clientela fiel amalgamada por la defensa de eso que llaman "la familia cristiana" y que son una serie de ideas conservadoras que en España derivan en última instancia de los movimientos anti-ilustración, cuya última encarnación fue el franquismo.

Los social-demócratas ya no tienen nada que decir. Zapatitos mató todo lo que quedaba de defensa de las clases populares y convirtió el viejo partido de Pablo Iglesias en una amalgama de ONGs que lo mismo defiende a las mujeres maltratadas que a las focas monje.

El final del estado del bienestar les ha pillado completamente con el culo al aire.

Y la gente quiere respuestas a los problemas de hoy.

Unos problemas que tienen que ver precisamente con el final de un estado de cosas cuya agonía ya no se puede ocultar, ni siquiera con vagas promesas de que "ya vamos saliendo de la crisis" o que "los sacrificios han servido para algo".

Unos problemas cuyo epicentro es la falta de trabajo dignamente remunerado, el deterioro de los servicios públicos, la desigualdad y el retorno de la pobreza.

Fantasmas que se creían olvidados vuelven a recorrer Europa.

Y ante ellos nacen opciones políticas que prometen no tanto soluciones como acción.

El nuevo Pablo Iglesias y su Podemos, es el gran ejemplo en nuestro país.

En mucha medida un hijo espúreo de Zapatitos, Iglesias promete luchar por los desfavorecidos y estos prefieren votarlo a él que a Rubalcaba. Es natural. Yo también lo haría.

Si el mundo se va a la mierda, ¡que se vaya todo a la mierda ya mismo!

Adolfo Hitler también llegó así.    

    

miércoles, 21 de mayo de 2014

Redes Sociales, insultos, y todo lo demás

Poco ha tardado en rebotarle en los propios morros al Ministro del Interior sus acciones persecutorias contra los que arremetieron contra los políticos en el caso del asesinato de León.

Su acción punitiva sobre las redes sociales ha abierto una Caja de Pandora al establecer el precedente legal de que los exabruptos en la red pueden ser perseguidos judicialmente.

Naturalmente a lo mejor el señor ministro y sus asesores, que tal vez sean muy religiosos como él mismo, pensaban que todo pecado tiene que tener su penitencia, o a lo mejor lo que intentaban era unirse a la campaña "todo el que ataque a un político será perseguido tenazmente", pero poco hemos tardado en saber que ahora la veda se ha abierto para todos, incluidos los enemigos ideológicos del ministro, que pueden inundar los juzgados con peticiones de justicia real frente a ofensas digitales.

Los primeros han sido las comunidades judías españolas ofendidas, justamente, por la oleada de insultos producida tras la derrota del Real Madrid de baloncesto ante el Maccabi de Jerusalén.

Pero ¿quien impedirá que ahora se lancen por ese hueco, las feministas, los discapacitados, los emigrantes, los gitanos, los catalanes, los parados, los jóvenes, los seguidores de Hare Khrisna, los madridistas, los atléticos, los militares, los homosexuales, los ecologistas, los anti-ecologistas, y un larguísimo etc., de colectivos que son insultados cada día en las redes sociales?

Estoy de acuerdo que los insultos son muy desagradables. De muy mal gusto. Atroces incluso.

Pero en España, donde el insulto es parte de nuestra forma de ser más cotidiana, ¿de verdad cree necesario alguien iniciar una cruzada para impedirlo?

Me pregunto si vamos a meter micrófonos en los bares, o en las tertulias de máquina de café, o del salón familiar, para grabar todos los exabruptos e insultos que llenan las conversaciones diarias de los españoles, y convertirlas en materia penal. Si la Justicia Española está ya llena de "delitos de género", cuyo solo nombre ya hace pensar inevitablemente en la discriminación legal de la mitad de la población española, ¿que ocurrirá ahora con los "delitos de opinión" asociados a las redes sociales?

Decía alguien en otros tiempos que cuando hay que adjetivar determinados conceptos como democracia o música, esos conceptos se devalúan automáticamente, (democracia orgánica, música militar, etc.)

Lo mismo pasa con la Justicia.

No puede haber justicia de género, ni justicia digital. Las cosas son como son. Para todos igual.

Y si no es delito bramar contra los árbitros en la grada, tampoco puede serlo en tweeter.

Internet es un espacio abierto como una plaza pública y el hecho de que las cosas queden escritas no las hace más importantes.

Su única importancia es que gracias a las redes sociales podemos saber de primera mano que piensa de verdad la gente.

Y no hace falta mucha imaginación para saber que hay efectivamente mucha inquina contra los políticos y que hay un odio soterrado a los judios obra de tantos años de persecución eclesiástica católica.

Son cosas que se tratan con la educación y con el ejemplo. No con persecuciones.

No hay en el mundo jueces para tanto gilipollas y tanto energúmeno.  

martes, 20 de mayo de 2014

Elecciones, otra vez.

No contentos con que el sábado se vaya a jugar una final de la Champions entre dos equipos españoles, en Lisboa, este domingo tenemos además, unas elecciones europeas.

El entusiasmo en la calle es indescriptible. O sea que los únicos que parecen estar interesados en las elecciones son los tertulianos a sueldo. Los demás es que ya ni protestamos. Pasamos.

En cuanto a la campaña, transitaba por derroteros de aburrimiento cósmico, con unos políticos que no tienen nada que decir pero se empeñan en que les votemos por sus "esencias".

Hasta que llegó Cañete, que es hombre expansivo y ocurrente, y ahora resulta que en estas elecciones lo que votamos es si las mujeres son listas o son tontas.

En Europa no se muy bien lo que estarán esperando, aunque puedo imaginarme que se temen lo peor, con una llegada masiva al parlamento de ultraderechistas, antisistema, payasos y estrafalarios varios, pero si en cada país se ha montado un circo igual al de España, ya podemos echarnos a temblar.

Y el caso es que la mayor parte de la gente lo que querría es votar a gente normal que fuese a los parlamentos a defender ideas normales, pero el nivel de aburrimiento y cabreo es tan grande, que muchos estamos dispuestos a votar al mismísimo diablo, con tal de dar en las narices a los partidos políticos y sus soldaditos de plomo.

En España es curioso que baste un exabrupto para poner al PP contra las cuerdas, y es que la verdad es que estamos todos encantados de que nos den una razón para no votarlos.

Hay que ver las tontunas que hicieron los socialistas durante los ocho años del amigo Zapatiestas, que deberían haber mandado al PSOE al baúl de los recuerdos para una temporada larga.

Pero es que los del PP tienen una tendencia extraordinaria a meter la pata y hacernos ver que son los mismos de la derecha de siempre que gobierna España desde Fernandito VII, y desde luego siempre con anterioridad.

No lo pueden ocultar.

Nos gustaría que fuesen liberales y demócratas, pero no. Son los de la golilla y la naftalina.

Y eso nos deja ante la "alternativa" de votar a los payasos del PSOE, o de ir directamente a los grupos  pintorescos de UPyD o VOX, que no se sabe muy bien de que van.

Así que ante esta panorámica, y ante la evidencia de que ninguno tiene ni idea de lo que hay que hacer, (si la tuvieran ya lo sabríamos), lo que tenemos que hacer el domingo es ir a votar para que esos señores y señoras que carecen de cualquier preparación y solvencia intelectual pasen a cobrar sueldos de ¡18.000 eurazos al mes!

¿No sería más razonable que se adjudicasen los puestos por sorteo universal?

¿Para que vamos a votar a estas personas?

¿En que se diferencia un Parlamento Europeo lleno de payasos, a uno lleno de militantes amortizados de los partidos políticos?

Inquietante pregunta.

miércoles, 14 de mayo de 2014

Prohibir

En España, las autoridades suelen ser proclives a prohibir. Sobre todo si son de derechas.

El actual Ministro del Interior, de cuyo nombre francamente no me acuerdo, es de los de prohibición fácil.

Podría perfectamente haber sido ministro en tiempos del Caudillo. Tiene ese aire añejo de jerarca del régimen, que era mayoritario en los gobiernos de la dictadura. Y al parecer es muy católico. Eso también es y fue muy característico de esta gente.

Lo mismo prohíbe las manifestaciones que los escraches, y ahora también quiere perseguir los comentarios en Internet. Empezó por los que jalean a ETA y ahora también quiere intervenir en los que dicen que el asesinato de la Presidenta de la Diputación de León ha estado justificado.

Yo creo que en España no comprendemos que la libertad de expresión llega incluso a los que puedan decir que esta señora se lo merecía.

Yo no se si se lo merecía o no, pero eso me parece irrelevante en esta cuestión. Lo importante es que no se puede prohibir que cada cual se exprese libremente aunque sus opiniones nos molesten.

Me llama la atención que los periódicos del régimen actual, que son casi todos, jaleen abiertamente a las Pussy Riot, y acusen a Putin de dictador, y aquí quieran meter en la cárcel a los gamberros que dicen "ETA mátalos" en Algeciras o Almendralejo.

Si en España un grupo de señoritas se autodenominasen las revoltosas del coño y entrasen en las iglesias a la hora de la misa para proferir procacidades y blasfemias, ¿que haría nuestro Ministro del Interior?

¿Se desmayaría entre sudores o directamente mandaría a la Guardia Civil?

Yo no se que manía tiene la derecha española contra los que se expresan de forma escandalosa.

De acuerdo que pueden resultar un peñazo, pero, ¿por qué no se persigue a los ladrones y a los chorizos con la misma saña?

Y no me refiero a perseguir a la clase política, me refiero a los ladrones de toda la vida, esos que son detenidos doscientas veces y salen otras doscientas para seguir robando a la población civil.

¿Por qué no se puede resolver esta cuestión que lleva decenios asombrando a cualquiera?

Pero nada, aquí lo que gusta es llamar a los mandamases de la televisión y exigir que tapen el escote de la vedete de turno.

Y ahora que prohiban Internet y las redes sociales.

Por favor señor Ministro, déjese de gilipolleces y ponga a sus Cuerpos y Fuerzas de Seguridad a combatir el crimen de verdad. En España hay de eso para aburrir.
  

martes, 13 de mayo de 2014

Cuestiones de algún interés

El asesinato de Isabel Carrasco, presidenta de la Diputación de León, es una cuestión puramente civil. Una madre y una hija, presuntamente agraviadas por la difunta, descargaron cuatro tiros por la espalda de Carrasco, y hubieran tenido éxito si no fuese porque los jubilados tienen mucho tiempo libre y nada con que llenarlo, y un ex-policía municipal estaba en el balcón y vio la escena, dando aviso a sus ex-compañeros.

El caso da para una novela policiaca, y desde luego para diversas especulaciones sobre las relaciones entre víctima y victimarias, pero no da para convertirlo en un acto de desagravio a la clase política.

Y eso es lo que esa clase política ha escenificado con total desvergüenza, en una cita a la que no han faltado ni los de Convergencia i Unió.

También acabo de ver a Zapatitos acercarse al funeral, será para que se le recuerde por lo del buen talante.

Pero el asesinato no ha sido un atentado. Y tampoco tiene que ver con las ideas de Dña Isabel. Las presuntas también son del PP. Es un asesinato completamente civil y que afecta a los involucrados y sus familias.

Si los componentes de cualquier profesión fuesen a hacer manifestaciones cada vez que uno de ellos vive una situación traumática por razones particulares, tendríamos manifestaciones todos los días.

Pero claro, los políticos se saben despreciados o directamente odiados y no podían dejar pasar esta oportunidad de reivindicarse como colectivo.

Y ahí han ido todos, demostrando que lo que se dice de sus afanes corporativistas es cierto: son una clase perfectamente consciente de serlo y dispuesta a defender lo que consideran que son sus derechos.

Yo comprendo que al funeral de esta señora vayan sus amigos y sus compañeros, ¿pero que pinta Zapatitos?

Y ¿que pinta Mas haciéndose una foto delante de la Generalitat?

Tienen mucha cara dura, y cada vez se les nota más que son un atajo de inútiles subidos a unas poltronas excesivamente bien pagadas, y cuyo disfrute no están dispuestos a compartir.

Me parece que la mascarada que han organizado con motivo de este crimen no solo no les acredita, sino que directamente les señala como parásitos sociales.

Otra cuestión que me parece que merece la pena comentar es la campaña para "salvar" a las adolescentes secuestradas por terroristas islámicos en Nigeria.

Resulta indignante la ristra de celébrities que se suman al eslogan "bring back our girls".

Aquí parece que cualquier desgracia sirve para organizar una campaña de propaganda para ver quien es más solidario.

Si tantas ganas tienen todos estos y estas buenistas, ya saben lo que hay que hacer en estos casos: mandar a un grupo de soldados para sacar de allí a las muchachas que sobrevivan a la captura por parte de unos salvajes que viven entre eslóganes religiosos y estupefacientes.

Y resulta que los buenistas luego no quieren que haya ejército ni que haya gastos militares.

Pues nada, que se vayan a Nigeria a ver si con buenas palabras convencen a los matarifes musulmanes.

En el mundo no se puede evitar que haya asesinatos, cuyas oscuras motivaciones son muchas veces difíciles de comprender, ni tampoco que allí donde la civilización no llega haya gentes que se comporten como alimañas.

Y lo que hay que hacer es combatir a unos y otros con medidas efectivas.

Y dejarnos de campañas solidarias y gestos grandilocuentes.

Yo desde luego lo agradecería.      

jueves, 8 de mayo de 2014

El terrible XIX, continuación.

La funesta asociación entre modernidad y anti-España, había comenzado durante la breve y poco conocida Guerra de la Convención, comenzada en Marzo de 1793 y que terminó en 1795.

La guerra había comenzado cuando Godoy, siguiendo la voluntad de Carlos IV, había intentado liberar a Luis XVI de Francia. Al comienzo la cosa fue bien, con el General Ricardos invadiendo el Rosellón, (o Cataluña francesa), pero luego los ejércitos republicanos entraron en España por el norte y casi llegaron a Burgos. La cosa terminó con la renovación de "Pacto de Familia", que nos llevaría a Trafalgar y la invasión napoleónica, pero entre medias los franceses habían hecho de las suyas, (estaban en pleno furor revolucionario), y quemado iglesias y demás. También habían intentado crear repúblicas independientes en Pais Vasco y Cataluña. (Solo se creó una breve república en Guipuzcoa).

El caso es que el púlpito comenzó a atizar la guerra a muerte a la democracia y a la libertad, y ahí se puso la primera semilla de lo que luego sería una catástrofe.

Cuando Fernando VII volvió de Francia y abolió la Constitución comenzó un reinado marcado por el enfrentamiento a muerte entre las nuevas ideas apoyadas por la burguesía y los que apoyaban al rey absoluto.

Si defendías el vivir según el código feudal, eras un absolutista y un leal a Dios y a la Patria. Si querías cosas como el sufragio (aunque solo fuese para varones con propiedades), eras un demócrata y un liberal, y te esperaba la horca, el paredón o el garrote.

A lo largo del reinado de Fernandito hubo muchos levantamientos, casi todos militares, conspiraciones y asonadas y todas acabaron con el asesinato de los liberales, o su exilio en el mejor de los casos.

Cuando la cosa se puso fea en 1823 para los absolutistas, la Santa Alianza, que eran los franceses otra vez pero en esta ocasión absolutistas, envió a España cien mil soldados, los "cien mil hijos de San Luis", que en esta ocasión fueron acogidos con gran alegría por la Iglesia y los patriotas.

Empezó la última etapa del reinado del amigo Fernando, que con la edad se estaba haciendo mas moderado.

Una serie de personas, antiguos ilustrados y afrancesados regresaron a la corte y surgió dentro del absolutismo una corriente que pretendía reformar el estado para hacerlo más "moderno".

Como en España los políticos no son capaces de ponerse de acuerdo ni para decidir que hora es, a esta corriente le salió una contracorriente de los que no querían apartarse de Dios y las leyes antiguas.

Los moderados comenzaron a pensar en como organizar la sucesión del rey-dictador a su muerte, y para ello tenían que apartar de la sucesión al hermano del monarca, Carlos Maria Isidro, que era partidario del garrote.

La solución era cambiar la Ley Sálica, que impedía y que yo sepa sigue impidiendo, que las hembras hereden la corona.

La idea era nombrar heredera a Isabél, la hija de Fernando.

En medio del desbarajuste, las colonias americanas se habían independizado. Con la flota a media asta, sin recursos y tan lejos, poco se había podido hacer para combatir la insurgencia.

La independencia americana se realizó mas como una guerra civil en cada virreinato que como una lucha común contra la potencia colonial, (como sucedió en los USA). Las consecuencias a la vista están.

Cuando por fin murió Fernando en la cama, como no, los moderados nombraron reina a Isabel. Los absolutistas a Carlos.

Comenzó una etapa de guerras civiles que duró hasta casi nuestros días.

Solo con la Constitución de 1977 se superó la dualidad patriotismo vs. democracia.

Para que quede claro de donde venimos.        

lunes, 5 de mayo de 2014

España no es una nación IX. El terrible y largo XIX

Si el XVIII había sido bastante bueno hasta que se estropeó en Trafalgar, el largo XIX fué terrible y amargo.

Se puede decir que es un siglo que comienza en Trafalgar (1805) y termina con la entrada de las tropas de Franco en Madrid (1939). También podríamos decir que dura hasta la Constitución de 1977 y sería verdad.

En este siglo se establece el concepto de las dos Españas que tantas amarguras y violencias ha traído. Y no era la cuestión nacionalista el inicio de la disputa. Era la diferente concepción de como convivir: si mirando hacia adelante o hacia atrás.

Esta disyuntiva no se ha dado en casi ningún país, pero en España la llamada Guerra de la Independencia hizo que se asociaran las ideas de la modernidad y lo que comenzó a denominarse anti-España, y no hemos salido de ese bucle hasta recientemente, y solo para volver a la cuestión de los nacionalismos en la que estamos ahora que por fin habíamos podido restaurar la idea de la modernidad como un afán legítimo y "patriótico".

El caso es que las tropas francesas estaban circulando por España, camino se suponía de Portugal, y que Carlos IV estaba dispuesto a abdicar a favor de la dinastía napoleónica, y que Fernando estaba dispuesto a cualquier traición que le beneficiase, pero el comportamiento del ejército francés y el odio que sentía la iglesia española hacia las ideas de la revolución sirvieron de combustible para la rebelión popular del 2 de Mayo de 1808, en la que el "pueblo" y algunos militares se levantaron contra el ejercito que a partir de ese momento fue considerado invasor.

La clase media ilustrada madrileña y española en general se encerró en sus casas a ver si amainaba el temporal, pero no. La rebelión se convirtió en una guerra abierta que obligó al propio Napoleón a intervenir.

También intervinieron los británicos, (una vez más), y la península se convirtió en un campo de batalla.

En medio un grupo de los patriotas, (los que luchaban contra los franceses), llevó a cabo un imposible juego de intentar aunar patriotismo y modernidad. Fué en Cadiz y en 1812 y se llamó Costitución. La primera española que intentaba proporcionar un puente hacia las nuevas ideas a "los españoles a un lado y otro del océano".

Los ingleses mientras tanto iban combatiendo a los franceses con la ayuda minoritaria del ejército español. De paso destruían cualquier muestra de desarrollo industrial y todo lo que pillaban. (Es curioso que se hable tanto de los "sitios" de Zaragoza y no de la toma y saqueo de Badajoz por parte de los británicos).

Al final Napoleon fué derrotado y casi todo lo robado por su ejército o transportado por los españoles que huían de la llegada de sus compatriotas, fue recuperado.

Y así se produjo el primer gran exilio español: el de los afrancesados, (entre los que estaba Goya), que solo sería el primero de una larga lista hasta llegar al del 39.

Entonces volvió Fernandito, ya Fernando VII, y lo primero que hizo fué...,efectivamente, cargarse la Constitución.

Comenzaría un reinado presidido por el terror y el crimen.  

domingo, 4 de mayo de 2014

España no es una nación VIII. La Ilustración Española

El siglo XVIII no fue un mal siglo para España, que por entonces comenzaba a ser el país, que no la nación, que conocemos hoy.

Los Borbones no eran fanáticos católicos como los Ausburgo y tenían ideas modernas sobre el estado, la economía, la medicina, la industria, etc.

Tenían sus cosas. O sea que lo que más les gustaba y les sigue gustando era la caza, actividad a la que se dedicaban incansablemente. (Carlos IV salia de caza todos los días del año).

Dejaron las tareas de gobierno a una serie de nobles, que en su mayoría era gente decente e ilustrada, que impuso un sistema de gobierno llamado "despotismo ilustrado", y se dispusieron a hacer limpia.

Crearon la estructura de estado que está todavía hoy vigente en su mayor parte.

Eliminaron los virreinatos del antíguo reino de Aragón, (origen de la actual reivindicación nacionalista), aunque dejaron el de Navarra, (todavía vigente). Crearon el sistema de provincias y capitanías generales, (regiones), la red de carreteras radiales que tanto molesta a los catalanes, impulsaron la industria sobre todo en Cataluña y Vascongadas, crearon regadíos, industrias agrícolas, y fueron haciendo lo que podían para sacar a España del caos en que se encontraba.

No pudieron ni con la nobleza ganadera ni con el clero, y muchas veces se echaron encima al populacho, como sucedió en el motín de Esquilache.

El marqués de la Ensenada resucitó la escuadra y se hicieron viajes científicos como los mejores de la época.

Lamentablemente los ingleses y los franceses estaban en plena guerra y España era un juguete en manos de los unos y los otros. Los Pactos de Familia nos unieron a Francia y eso sería el origen de la ruina final del experimento español de acceso a la modernidad.

Cuando mas falta hacía tener un buen rey, es decir cuando estalla la Revolución Francesa, aquí teníamos a Carlos IV el cazador impenitente, y su jefe de gobierno era Manuel Godoy, cuyo mayor mérito era haber sido amante de la reina.

El pánico a la revolución eliminó a los liberales del gobierno y la alianza con los franceses condujo a la batalla de Trafalgar.

Luego vino lo demás.

En Trafalgar se perdió la escuadra, la posibilidad de mantener el tráfico con América, y la modernidad.

Todo el experimento ilustrado español se vino abajo.

En lugar de ir hacia adelante, hacia las ideas de la Libertad, Igualdad y Fraternidad se fué hacia la Inquisición, el patrioterismo, y lo rancio.

El hijo de Carlos IV se llamaba Fernando y era un malvado sin escrúpulos. Su colusión con Napoleón y el ejército británico asolarían España.