Después del
post del otro día acerca de los
ebooks un buen amigo (¡gracias, Juan!) me remitió a
este análisis de producto, que más bien es un texto de opinión sobre los lectores de
ebooks y sus bondades. Me comenta mi amigo que se está planteando comprarse uno y aquí le doy una
réplica que he decidido compartir con todos vosotros, lectores.
¿Cómo es que un
early adopter como yo (a.k.a. friki), además de ferviente lector, no se anime a comprarse un dispositivo que aúna tales 2 pasiones? He aquí mis
principales motivos:
Para empezar considero que aún es
MUY temprano para este producto. Si bien lleva habiendo
ebooks desde hace varios años, no ha sido hasta hace bien muy poco que la tecnología de la tinta electrónica ha dado resultados verdaderamente positivos que han permitido poder leer de una pantalla durante más de 2 horas seguidas sin notar los ojos como si unas manos enormes te los estuviesen estrujando.
Realmente esto no es un motivo en sí mismo, sino una causa que da lugar a varias consecuencias, siendo la primera de ellas el más que probable
descenso de los precios a corto/medio plazo. Ahora mismo, a 300€ el lector, aún me parece algo caro para un dispositivo que no deja de ser un soporte para la lectura. Obviamente no es caro si pensamos que ese precio son tan sólo unos 20 libros comparado con todos los que se podrían almacenar en el lector, pero aún así.
Otra consecuencia es el seguro avance de la tecnología de la tinta electrónica. Creo que esperar a que se exista la
tinta electrónica de color es una opción acertada. Para novelas basta con el blanco y el negro, pero ya que tengo un lector, quiero disfrutar también de comics y revistas. ¿Por qué autolimitarse?
Por otro lado, veo que falta una verdadera
plataforma de distribución de libros electrónicos. Si bien
Amazon ya está ahí y
Google está entrando en el embrollo, creo que la existencia de una tienda tipo
iTunes haría mucho bien a la expasión de estos lectores. De acuerdo que existe el intercambio de archivos, así como montones de textos de acceso libre, pero no es tanto por la disponibilidad como por la facilidad de uso. Soy así de comodón, ¿qué le vamos a hacer?
Puestos a pedir, no estaría de más que estos lectores incluyesen la posibilidad de
conectarse a Internet a través de WiFi o 3G. Mis lecturas ya no se limitan a los textos en papel, también leo mucho en línea. Claro, que entiendo que supondría que la pantalla tuviese una doble presentación: tinta electrónica e iluminación tradicional.
Otro motivo en contra de la adquisición de un lector de
ebooks es la ingente cantidad de libros que
ya poseo en papel, suficientes para pasarme toda una vida leyendo y no acabarlos. ¿Dedicaría mi dispositivo únicamente a las nuevas adquisiciones? Esto no es como la música en CD, que se podía convertir a MP3...
Finalmente, tengo
mi iPhone, que de momento me hace las veces, aunque sea en una pantalla demasiado pequeña como para prolongar la lectura por muchos minutos. No obstante, este mismo motivo es el que me hace darme cuenta de que, muy probablemente, me acabe comprando un lector de
ebooks a pesar de todo lo expuesto anteriormente. ¿Quizá en Navidades... ;-) ?
Acompaño el post con este vídeo que ya colgué una vez, aunque no soy capaz de encontrar dónde, que ilustra muy bien el cambio que se nos viene encima...