miércoles, 29 de septiembre de 2010

El día de la huelga

El día de la huelga podemos constatar varias cosas.

La primera es que en vez de confiar en nuestros sentidos, cada uno en los suyos, esperamos a que los portavoces sindicales, empresariales y gubernamentales nos den su comunicado.

Es como cuando vamos a un concierto o a una conferencia y en lugar de atender al escenario atendemos a una pantalla donde nos retransmiten lo que deberíamos estar viendo.

Es un efecto de la comunicación de masas. La realidad nos defrauda. Preferimos la tele.

Y ¿como son esos comunicados?

Pues son delirantes. Unos dicen que normalidad cuando los piquetes están haciendo de las suyas en donde pueden. Otros hablan de éxito total, cuando el éxito es el de esos piquetes. Y finalmente otros hablan de fracaso, cuando este es de toda la sociedad, no solo de los sindicatos.

Y es que la realidad, que tanto nos molesta encarar, es que a nadie le preocupa la situación del movimiento sindical, excepto cuando llega la huelga.

Efectivamente los actuales sindicatos españoles son una excrecencia de un pasado ya remoto y que no volverá.

Son unos sindicatos de confrontación creados cuando el ahora llamado capital humano era la mano de obra, y esta el factor fundamental de la competitividad de las empresas.

Hoy esa referencia resulta absolutamente desfasada.

La mano de obra solo es decisiva en empresas de alto nivel de competitividad en términos de conocimiento.

En las demás es un insumo poco relevante.

El enemigo de clase contra el que se organizaron estos sindicatos, ya no es el capital, sino la mano de obra china, filipina o mejicana.

Por tanto pelearse contra el capital no sirve de nada. (Y pelearse contra los chinos tampoco).

Los sindicatos se aferran a sus argumentos conocidos: los convenios de sector o provinciales, que son como intentar vadear el Amazonas con un todoterreno. Es la herramienta equivocada y es el escenario equivocado.

Hoy las empresas compiten en innovación y por eso el país mas competitivo es Suiza, donde los salarios son a la vez muy altos. (Es que competitividad ya tiene poco que ver con los salarios).

Y compiten en escenarios globales y por mor de las fuerzas del mercado, es decir de nuestro impulsos como consumidores.

Así que intentar contener el mundo en un convenio sindical provincial es grotesco.

Por eso esta huelga y las que vengan son tan ridículas.

Que los sindicatos pueden bloquear las cocheras de la EMT, claro está.

Que pueden parar una fábrica, claro está.

Que pueden producir un desarreglo en la normalidad, efectivamente.

La cuestión es, ¿para qué?

Necesitamos otros sindicatos, porque que nadie se engañe, los sindicatos son necesarios.

Cuando no existen, surgen movimientos tremendistas que son mucho mas perjudiciales.

Pero tienen que constituirse en torno a fundamentos diferentes.

Desde luego que tienen que perseguir un reparto equitativo de los beneficios de las empresas, pero primero tienen que trabajar codo a codo con sus direcciones para que dichos beneficios existan.

Los sindicatos alemanes y los suecos son prueba de que las cosas se pueden hacer de otra manera.

Y no es que estos sindicatos no sean duros. Yo he visto como en una gran empresa sueca los sindicatos obligaban a abandonar las oficinas a todo el mundo a las cinco de la tarde, pero también he visto como esos mismos sindicalistas que se sientan en los consejos, aprobaban despidos y recortes cuando hacía falta.

Nuestros sindicatos se han quedado en el marxismo, y algunos en el anarco-sindicalismo.

Ya es hora de que se disuelvan y que surjan otros nuevos y sin ataduras ideológicas.

Y todo el mundo tendrá que echar una mano.

La trampa española de la alta definición

Amanecemos jornada de huelga, pero como no quiero darle bombo al tema, hablemos de otras cosas, como la HD que ya llega a nuestros televisores. O al menos una versión empobrecida de la alta definición, que es lo que nos ofrecen Antena 3 y Telecinco desde hace un par de días.

Y es que lo que estas cadenas venden como HD, no es más que un escalado de la imagen hasta las 1.080 líneas de imagen, en un proceso que es comparable a convertir películas a 3D en postproducción. Sí, son HD y 3D, pero no dejan de ser un apaño, con una calidad que dista de ser la misma que si se hiciese bien. Sólo sirve para venderse mejor (o cobrar más), sin ofrecer un producto de alta calidad. Además, en el caso del HD que nos atañe, ni siquiera será toda la programación, sino ciertas películas, series y emisiones deportivas.

El caso es que cuando el Ministerio de Industria aprobó la concesión de 4 multiplexes (canales de la TDT) a cada una de las cadenas privadas del sector pienso que no hizo bien al no pedir una justificación de uso. Emitir en HD "de verdad" consume 2 de esos canales, y las cadenas han demostrado en este tiempo que prefieren tener 2 emisiones de refritos y teletiendas a un solo canal con una imagen de calidad. Aunque sólo sea para sumar unas décimas a la cuota de pantalla.

Al final los culpables de esta situación somos nosotros, los espectadores, que nos dejamos llevar por los contenidos. Y es que ya se sabe, el contenido es rey. Si los derechos de emisión son exclusivos, si el partido de fútbol o esa película de estreno la echan en televisión, nos da igual en qué cadena sea y en qué condiciones. Como sólo lo vamos a poder ver ahí, sintonizaremos el canal. No hay elección. Así, las cadenas en abierto no tienen alicientes para adoptar el HD, para desesperación del Ministerio que vendió la TDT a los españoles como la evolución de la televisión actual.

Donde sí que veo que la HD se siente valorada como activo es en las plataformas de televisión de pago. En las 4 ó 5 que tenemos a nuestra disposición los canales son más o menos los mismos, excepto contadas excepciones ilustres. Así, partiendo de la base que el producto es parecido, la diferenciación radica en el servicio, donde la HD puede marcar la diferencia. Poco a poco estas plataformas van cambiando su filosofía y pasar de emitir tropocientos canales que poca gente ve a menos canales, pero en alta definición. Cambiando cantidad por calidad, que al fin y al cabo es lo que espera alguien que paga un premium para acceder al entretenimiento televisado.

En España únicamente 1 de cada 10 televisores están preparados para mostrar imágenes en alta definición. Y de ese 10% habría que restar toda la gente que no es consciente de tal capacidad. La alta definición española se encuentra encerrada en una trampa que aglutina espectadores, fabricantes, productoras y canales, que tiene difícil escapatoria. Veremos cuando llega a nuestras pantallas.

domingo, 26 de septiembre de 2010

A cuarenta y ocho horas de la huelga general

La huelga general es un mito de la izquierda europea.

Un país parado, calles vacías excepto para manifestaciones, comercios cerrados, silencio e ira.

Durante el franquismo era el objetivo final de toda la lucha obrera, y nunca, como es obvio, se consiguió.

Luego en la democracia y concretamente en tiempos de Felipe Gonzalez, un sindicalista honesto pero bastante poco inteligente, Nicolas Redondo de la UGT, fue convencido por los provocadores de la derecha a convocar una huelga general que tuvo bastante éxito y se cargó cualquier posibilidad de reforma laboral durante veinte años.

Y ahora los sindicalistas se han visto "obligados" a convocar la dichosa huelga, de nuevo contra un gobierno socialista, (que casualidad), para no perder el poco prestigio social que les queda.

Viendo las medidas tomadas por Doña Esperanza Aguirre, o sus provocadores edictos de servicios mínimos del 50%, ya sabemos que la huelga general va a ser en Madrid, donde los piquetes taponarán las salidas de las cocheras de la EMT y Metro, y la ciudad quedará naturalmente colapsada.

Como se va a reír Doña Esperanza.

Esta huelga es una majadería.

Los sindicatos no tienen nada que ganar. Los ciudadanos tampoco. La situación en España no se arregla con paros y algaradas.

Necesitamos unos nuevos sindicatos que sepan defender los derechos de los trabajadores desde la comprensión de los efectos de la globalidad, y desde la propuesta de alternativas al actual capitalismo desaforado.

Necesitamos pensar y no embestir.

Hoy hay dos artículos en El País que merecen la pena: el primero se refiere a un escritor recientemente fallecido, Tony Judt, que en su postrer libro "Algo va mal" reclama que los ciudadanos conscientes se vuelvan a implicar en la acción política para no dejársela a una clase política crecientemente incapaz. El segundo de Alain Touraine, que reclama que Europa se ponga las pilas para salir del estado de pesimismo y rendición que nos atenaza.

A mi me parece que la huelga y estos dos artículos hablan de lo mismo.

No podemos enfrentarnos a los inevitables cambios que nos están sucediendo con fórmulas pasadas y pensamientos caducados.

No podemos seguir adelante con líderes que solo piensan en el consenso y en el marketing.

Hay que acabar con el belenestebismo.

Hay que dar la palabra a quienes tengan algo que decir.

Y los que no tengan nada que ofrecer deben callar y marcharse.

Empezando por los sindicatos mentecatos.

¿Y si RIM lanzara una tableta BlackBerry?

Nuevo artículo en analítico.es, comentando el enfoque que RIM debería dar si realmente quieren lanzar un dispositivo tipo tableta, y alguna reflexión sobre Apple: ¿Y si RIM lanzara una tableta BlackBerry?

jueves, 23 de septiembre de 2010

La hora de la legalización

El debate sobre la legalización de las "drogas" se está comenzando a abrir, y hasta en España, el país menos dado a pensar que pueda imaginarse, y gracias a un artículo de Felipe Gonzalez, hay gente que comienza a manifestarse al respecto.

La realidad se impone en este gigantesco fraude, que cabría calificar como uno de los mas grandes de la historia de la humanidad, y que solo cabe explicarse por la fuerza de los movimientos reaccionarios en Estados Unidos, el país mayor consumidor.

Cuando Sherlock Holmes fumaba tranquilamente su pipa de opio en el Londres victoriano, o cuando Aldous Huxley decidía morirse a lomos del LSD, el problema de las drogas no parecía tan acuciante.

Pero después de la prohibición y de la decisión del crimen organizado de pasarse a este negocio ya no ha habido forma de parar la catástrofe.

Los cárteles de la droga han alcanzado un poder que nunca hubiera podido sospecharse y sus tentáculos permean y penetran los entresijos de los aparatos del poder legítimo hasta extremos que nadie quiere siquiera imaginar.

Hemos creado un monstruo que amenaza países, generaciones y sobre todo que nos ha secuestrado y nos mantiene atenazados para perpetuar una situación absurda.

La primera cuestión que nadie se atreve ya a preguntar es, ¿como hemos llegado hasta aquí?

Millones de personas son consumidores de sustancias, que si estuviesen controladas, serían mucho menos peligrosas de lo que son hoy día.

Esas personas según los prohibicionistas, son víctimas de engaños y embrujamientos que caen en manos de pérfidos traficantes, siempre a la puerta de los colegios.

Las leyendas urbanas al respecto resultan delirantes: caramelos cargados de "droga" para provocar adiciones, jovencitas llevadas por el camino de la aguja por malvados anzuelos discotequeros, etc.

Según estos arcángeles de la prohibición, los drogadictos son siempre inocentes corderillos que caen en las garras del lobo a través de engaños y perfidias.

Y según ellos también, la liberalización de estas substancias provocaría un armagedón al caer toda la juventud en los abismos de la drogadición.

Parece que no tienen muy buena opinión del libre albedrío, o es que consideran que el poder de las drogas, o su encanto, son absolutos.

Nunca he creído que una persona centrada y con expectativas en su vida vaya a dejarse esclavizar por una droga. Lo mismo pueden hacer hoy con el alcohol, tan libremente distribuido, y no lo hacen.

El drogadicto tipo no es una persona centrada, como no lo es el alcohólico.

Por otra parte la experiencia demuestra que se puede hacer un uso controlado de cualquier sustancia, y viceversa.

Hay quien tiene que zamparse todos los días varias tabletas de chocolate, varios paquetes de tabaco, o caramelos, aspirinas, o miles de cosas.

En último término si alguien quiere vivir su vida pinchándose todos los días un chute de heroína para desayunar, pues que lo haga. Y si quiere salir de la adición se le ayuda. (Exactamente como se hace con otras adiciones).

En un mundo en que el medicamento mas utilizado son los antidepresivos, ¿quien es el que ha decidido que la coca es un veneno y el prozac una bendición?

¿Quien ha decidido que la ginebra es estupenda y la marihuana mala?

En un mundo en que mas de la mitad de la población carece de esperanza, ¿quien ha decidido que ademas de sin futuro la gente tiene que pasar sin paliativos?

Seguramente el camino de la legalización va ser duro, entre otras cosas porque vamos a ver quien es el guapo que les quita el negocio a los de la Cosa Nostra.

Pero ver las cárceles llenas de pobres "mulas" del tráfico, ver los montes gallegos quemados para propiciar los desembarcos, ver los miles de muertos en la guerra contra los cárteles, y ver la realidad de los supermercados de la droga, clama a cualquier persona decente.

Si una persona se quiere envenenar nadie puede evitarlo. Lo único que podemos hacer es hacerle el camino miserable y de paso envenenarnos todos con él.

Eso es lo que estamos haciendo.

El melenudo viral

Me tengo en la necesidad de hablar de Raúl Cirujano, con un doble motivo. Por un lado, porque si este blog no comenta uno de los grandes momentos virales que nos ha dado Internet este año, siento que me quedo un tanto intranquilo. Y segundo, porque qué caramba, el chico lo merece y quiero hacer su nombre un poco más popular de lo que ya es.

Casi todos vosotros conoceréis Pantene, reconocida marca de productos para el pelo, al menos en España. Sonará sobre todo el mantra "el pelo Pantene", que año tras año trata de inculcarnos la compañía con el objetivo de ligar la frase a la marca. Sus fichajes son sonados, siendo el último el de la periodista de moda, la Cabonero.

Resulta que esta marca también quiere estar en Internet y para ello creo un concurso basado en el pelo Pantene, en el que las candidatas suben vídeos meneando el cabello cual Afrodita, para que la gente las votase y así la ganadora se llevase no se qué premio.

Todo cambio cuando Raúl Cirujano decidió sumarse al concurso:


Lo bueno que tiene Internet es que es campo de abono para cualquier tontería que haga la suficiente gracia. Cual manto de rastrojos frente al fuego, la Red fue plataforma de lanzamiento de este vídeo, que fue pasando por Twitter, Facebook y demás redes sociales, hasta llegar a los telenoticias, los encargados en nuestro tiempo de llevar a la población con varios días de retraso todo eso que nosotros ya sabíamos.

Con más de millón y medio de vistas el vídeo, y casi 35.000 votos en el concurso, el lote de regalos tenía destino seguro. Hasta que se entrometió Pantene. Algún pensador, de esos de la parte alta de la pirámide de la compañía, pensó que este tipo de participaciones no reflejaba la esencia de su concurso (que estaba muerto y no conocía nadie) y decidió que Raúl Cirujano no podía enfrentarse a las demás candidatas. Al menos tuvo la decencia de crear una categoría para hombres.

La moraleja aquí tiene 2 caras. La primera, lo bueno que es el marketing viral y lo difícil que es de generar. Estoy seguro de que gracias a Raúl Cirujano mucha más gente piensa en Pantene hoy más que hace unos días. Está en boca de todos y mucha gente ha accedido a la web del concurso. Mucha más de la que pudieron imaginar cuando un chico "de esos de marketing en Internet" propuso la idea en un despacho.

La otra cara habla de cómo no se puede gestionar el marketing viral y lo contraproducente que es intentarlo. Hubiese sido mucha mejor idea contactar con Raúl e intentar potenciar el fenómeno, darle alas a la idea, animar a otros chicos a hacer lo mismo o a parejas para que graben vídeos sacudiendo melenas al unísono. Las posibilidades eran muchas, pero Pantene dio la espalda a todas. Se decidió que Raúl no entraba en la categoría de lo que ellos querían para su producto, sin darse cuenta de que una vez está en la calle el producto es de los consumidores, que hacen con él lo que quieren.

Mi modesto consejo es que, si quieren estar en Internet, como podría demostrar la existencia del concurso, que entiendan en qué terreno están jugando. Que comprendan sus posibilidades y sus reglas, muy distintas a las de los medios tradicionales. Si no, podrían encontrarse con una valiosa veta y dejarla pasar pensando que se trata de una roca. ¡Qué más quisieran otras tantas compañías que un Raúl Cirujano se fijase en ellas!

lunes, 20 de septiembre de 2010

Labordeta digital

Efectivamente, nada tenía José Antonio Labordeta de digital.

Comenzó como profesor de instituto, hermano de poeta, (Miguel Labordeta), y cantante ocasional.

Eran aquellos años del final de la dictadura, muerte del general, y comienzos dubitativos de la monarquía.

Zaragoza, su ciudad, era un lugar lleno de militares, y con unos barrios del centro completamente abandonados y tristes. Una ciudad de provincias triste y atrasada, dentro de una España gris y pobre.

Entonces se le ocurrió una canción que comenzaba: "Polvo, niebla, lluvia y sooool, y donde hay agua una huertaaa...", y Labordeta se convirtió en uno de los faros del movimiento de emancipación que en aquel momento era el anhelo de muchos españoles.

Luego, pasado el momento de exaltación democrática, quedó el hombre un tanto descolocado, y hasta le hicieron cantar canciones "bailables", en aquellos penosos, en lo musical, años ochenta.

A la vejez Labordeta resucitó como una especie de "profeta" de la España rural, a la que había dedicado canciones muy sentidas glosando el abandono y la ruina de ese mundo.

Salió por televisión andando por los caminos y se convirtió en una especie de abuelo de España, lo que le valió salir elegido al Congreso por el partido de la "Chunta Aragonesista", una reunión de amigos vagamente nacionalista.

En el Congreso siguió representando el papel de abuelo cascarrabias, y como no hacía mal a nadie , todo el mundo le rendía pleitesía, con mayor o menor sinceridad.

Es lo que se aprecia hoy en las necrológicas.

Como yo conozco el mundo rural de primera mano, gracias a mis veranos con mis abuelos, nunca he sobrevalorado las virtudes del buen salvaje, y siempre he preferido la decadente burguesía ciudadana a las supuestas maravillas pueblerinas.

Pero Labordeta, que era de ciudad e ilustrado, supo cantar ese mundo de forma sincera, y en ocasiones logra emocionar.

No se si sus canciones pueden interesar a los jóvenes de la generación digital que no han conocido ni el franquismo ni el mundo rural, pero yo me quedo con su voz sonando en el páramo aragonés en aquel invierno de 1975.

Sonando en un casette.

Ni siquiera en un walkman, que entonces no había.

Cayendo por su propio peso

El otro día hablaba con un amigo y reflexionaba acerca de cómo apenas ya veo la televisión. Por lo menos en su manera tradicional. Excepto por algún partido de fútbol que emitan en abierto y contadas ocasiones que la pongo como ruido de fondo, para mí la televisión ha pasado a ser una pasado a ser una pantalla más. Una pantalla que compite con la del ordenador, la del iPad e incluso la del móvil, como interfaces para consumir contenidos, cada una de ellas con sus ventajas e inconvenientes. Un momento para cada pantalla.

Desgraciadamente, en España las cadenas y distribuidoras no nos permiten disfrutar de todos los contenidos que nos gustarían y llevamos bastante retraso en cuanto a opciones con respecto a otros países de nuestro alrededor. Diversos son los motivos, pero no quiero entrar en ellos ahora. Me gustaría más enfocarme en los pasos que se dan hacia delante.

Movistar ha lanzado este mes su servicio Videoclub, para el acceso (mal llamado alquiler) online a contenidos como películas, capítulos de series, documentales y conciertos musicales. Hasta ahora este servicio de Vídeo Bajo Demanda sólo estaba disponible para los abonados a Imagenio, pero desde hace unos días se puede comprar un dispositivo (sí, otra caja para al lado de la tele) que lo pone al alcance de cualquier cliente de línea fija de Movistar. Una idea que a me parece muy buena, ya que abre el abanico de clientes potenciales, sin restringirlo únicamente a los que pagan por el paquete Trío completo.

Sin embargo, lo realmente notable me llegó a través del Twitter de la operadora, desde donde me enteré de que la oferta es aún más atractiva, ya que se podrán ver los capítulos de la nueva serie The Event, que empieza mañana, justo después de su emisión original. Si bien hay que coger con sumo cuidad esta noticia y saber qué entienden en Movistar por "justo después", la verdad es que a priori es una buena nueva. The Event es una de las series de esta temporada que más expectación está levantando y que sin duda alguna más descargas va a generar en la Red en la madrugada del martes. Ofrecer ese contenido, con subtítulos, directo al televisor, dentro de un margen de tiempo razonable, es la clase de valor añadido (entiéndase comodidad) por la que yo, y creo que mucha gente más, estaríamos dispuestos a pagar. Y todo ello sin tener que abonar la cuota de Imagenio que me da acceso a tropocientos canales que nunca sintonizaré.

No sé si este post me ha quedado de manera que parece un publireportaje. No era mi intención, pero sí que me gusta celebrar cuando veo que las cosas van hacia donde tienen que ir. El futuro está más o menos nítido. Y poco a poco nos vamos acercando a él.

jueves, 16 de septiembre de 2010

La utopía y la realidad

Todo en Internet pertenece al reino de la Utopía, menos los beneficios de Google que salen precisamente de la necesidad del personal de vivir mundos utópicos en los que todo el mundo es igual y tiene acceso a cualquier cosa.

Esta reflexión me viene a la cabeza leyendo una vez mas sobre la polémica de la neutralidad de la red, que es como una mezcla de Utopía y capitalismo ultraliberal.

Es una vez mas el mito de las grandes praderas en las que cualquiera tiene la posibilidad de partir con su caballo y una cantimplora y fundar un imperio.

Lo malo de este mito es que las grandes praderas, incluso las electrónicas, terminan estando demasiado concurridas, y solo unos pocos tienen el imperio al final de la jornada.

A mi este debate me parece muy impostado, con tanta libertad, igualdad y fraternidad, y será por la edad, pero me voy sintiendo cada vez mas incomodo en espacios tan abiertos y sobre todo, tan desregulados.

Aquí en la Unión Europea, donde nunca hemos visto de cerca la mitología de la frontera, excepto en las películas de John Ford y John Wayne, el debate creo que hay que plantearlo en la famosa pregunta de Lenin, ¿libertad para qué?

Y sobre todo otra pregunta, que podría muy bien haber hecho Botin. ¿Y quien la paga?

En una recientísima alocución a un grupo de hombres, (y mujeres), de negocios nórdicos, (y nórdicas), Neelie Kroes, la comisaria de la cosa, se ha referido al servicio universal, (¡que cosa tan prosaica!), y a la cuestión de en que nivel se establece y quien lo va a pagar. (O sea para qué, y quien paga).

Dice Kroes, que se manejan cuatro posibilidades:

1. Financiación pública, y dejarse de tonterías. (A Elena Salgado le da un ataque).

2. Establecer la obligación a un nivel básico, revisable de vez en cuando, que se financie por el sector. Y cada estado después que establezca el nivel (superior), que considere oportuno. (Aquí ninguno).

3. Establecer un máximo a financiar por cada compañía, para que no se altere la posibilidad de competencia. (Aquí no se quien participaría a parte de la de siempre).

y 4. Aplicar la financiación del sector solo a los casos de peligro de exclusión. (Aquí estamos en ese peligro hasta en el barrio de Salamanca de Madrid).

Cuento estas cosas porque frente a los grandes debates, en nuestro pequeño mundo español, lo que está en juego es si alguien se va a hacer cargo de que en Cientruénigo o en Villamanta, haya no ya banda ancha sino aunque sea banda estrecha, a un precio aceptable y con posibilidades.

De que sirve poder acceder a todo, si no se puede acceder a casi nada.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

No creo que vaya a haber un futuro para la neutralidad de la red

La neutralidad de la Red está condenada.

Duele decirlo y suena duro, pero los últimos acontecimientos no hacen sino reforzar en mi cabeza la idea de que esto va camino de cambiar. Si el cambio es bueno o malo, y para quién, sólo lo dirá el tiempo. Pero a priori no parece que ese escenario futuro que se nos plantea sea mejor que la situación actual.

Hace poco desde Telefónica se dejaba caer que a lo mejor era momento de cambiar el modelo de negocio de Internet para empezar a cobrar más a los que más uso hagan de las infraestructuras. Causó mucho revuelo, pero las quejas amainaron. Tan sólo para sacar a la luz, pocos días después, un proyecto de acuerdo entre las operadoras para pagar a Telefónica por el acceso mayorista (es decir, por usar su red que, recordemos, fue en su mayoría desplegada con nuestros impuestos) en función del tráfico consumido por el usuario final, en vez de por velocidad, como se venía haciendo hasta ahora.

Tengo verdadera curiosidad por saber cómo habrá sido la negociación entre las operadoras españolas para llegar a este acuerdo. A no ser que Telefónica les vaya a rebajar mucho el precio base mayorista (aún no se saben los números finales, pero no es fácil, ya que la CMT trata de mantenerlo a un bajo nivel), se me escapa cómo pueden aceptar ser cobrados por tráfico generado, limitando sus posibilidades de ofrecer tarifas planas atractivas a sus clientes. Cierto es que se trata del acceso indirecto, que sólo es usado en poblaciones fuera de los núcleos urbanos, pero aún así se trata de un cambio que difícilmente no tendrá repercusión en las facturas de los clientes finales. ¿Empezarán las operadoras a rechazar clientes por ser potencialmente grandes consumidores de tráfico?

En el caso de que se empezase a cobrar por intensidad de tráfico, no son únicamente las personas de a pie las que salen perjudicadas, que lo peor que pueden ver es como su factura se eleva. La peor parte se la llevan empresas como Google o Amazon, proveedores intensivos de contenidos, cuyo modelo de negocio está basado en generar tráfico, que ahora serán facturados por sus megas de información emitidos. No es sólo que las operadoras se beneficiarían de unos mayores ingresos, sino que tendrían más fácil entrar en el negocio como proveedores de contenidos (uno de los grandes intereses de Telefónica). Al fin y al cabo, ¿a quién le vas a cobrar más barato el mega que a ti mismo?

Además, la propuesta también plantea la opción de ofertar tres niveles de calidad de servicio, entiéndase, prioridad del tráfico en la red: una para servicios avanzados, otro para empresas y un último, peor y más barato, para particulares. Adiós a la neutralidad de la Red.

Si bien esta propuesta aún tiene que ser aprobada por la CMT, la verdad es que tiene toda la pinta de que va a dar su visto bueno, cambiando Internet en España, posiblemente para siempre. Según una acertada comparación que he leído, se impone el modelo Tony Soprano, donde las empresas de Internet tendrán que pagar para que sus servicios lleguen más y mejor a más clientes; y los usuarios a su vez tendrán que pagar para acceder más rápido y con mejor calidad a Internet.

Se trata del dilema del prisionero, sobre todo para las empresas. Si nadie puede hacer afectar a la prioridad del tráfico, son recursos que se pueden dedicar a otro menesteres. Pero en el momento en que tu competencia se empieza a gastar el dinero para ofrecer un mejor servicio, no queda más remedio que poner dinero tú también para ponerte al mismo nivel. ¿Las ganadoras? Efectivamente, las operadoras.

Telefónica es una empresa y, como tal, su fin último es ganar dinero. En un mercado con régimen de libre de competencia como el que nos rodea, la compañía es (como su nombre indica) libre de poner los precios que quiera, ofrecer tarifas planas, cobrar por mega o por si ese día hace sol. Nosotros, como consumidores, seremos libres entonces también para elegir entre esa u otra operadora, buscando siempre la que más nos convenga. Por ello creo que el fin de las tarifas ilimitadas (que no planas) en las líneas fijas está próximo (como ha ocurrido recientemente en UK con O2), por mucho que nos contraríe a nosotros o a las empresas que tengan el acceso a la Red como pieza central de sus operaciones. De hecho, no pienso que este cambio vaya a suponer una alta subida en nuestras facturas, precisamente por la competencia existente. Más bien me parece un movimiento para penalizar a los usuarios muy intensivos (un pequeño porcentaje de gente que se pasa el día generando ingentes cantidades de tráfico), pero, sobre todo, para poder cobrar más a empresas como Google y hacerse con un trozo de su pastel, que es lo que llevan pretendiendo desde hace ya tiempo. No es una cuestión de si nos gusta o no, sino de cómo nos vamos a amoldar a este nuevo escenario.

Otra cosa distinta es la neutralidad de la red, que aboga por tratar de igual manera todos los bits. Una neutralidad que es necesaria para que Internet siga siendo esa poderosa herramienta de acceso a la información, donde todo el mundo tiene un mismo nivel de voz. Sin embargo, intenciones como el establecimiento de niveles de servicio echarían abajo este modelo, generando autopistas de diferentes velocidades para uso de quien se las pueda costear. Un nuevo escenario que favorece mucho a las operadoras y empresas con capital, pero con un alto coste para la sociedad en general. Sin embargo, vivimos en un mundo donde el capitalismo gobierna. Y si bien era hace siglos la Iglesia la que construía grandes edificaciones y cortaba el bacalao, ahora el mundo baila al son de los billetes de dólar, mientras se construyen imponentes rascacielos de cristal. Con esta premisa resulta fácil entender que al final se hará lo que las operadoras quieran. Chile ya ha regulado por ley la neutralidad de la red es su país y esa parece la única manera de evitar que las operadoras den el paso. Una pena, porque en Europa parece que lo van a dar.

Por cierto, no confundir la neutralidad de la red con la gestión de la misma, técnicas que aplican los operadores a la hora de ofrecer su servicio para garantizar un mínimo de calidad. Un ejemplo claro es aquella persona que tiene IPTV y a la vez navega por Internet, situación en la que el operador trata de garantizar un cierto caudal para que la televisión se vea con una imagen de calidad. No obstante, y como bien explica este recomendable artículo de la CMT, en estos casos se suele aplicar el principio de transparencia y las operadoras dejan bien claro cuáles son sus actuaciones en estos casos.

Mal futuro auguro yo a la neutralidad de la Red.

lunes, 13 de septiembre de 2010

La Internet de las cosas

Para empezar la semana dejo aquí un vídeo al que he llegado a través del blog de Enrique Dans, The Internet of Things, en el que se habla, precisamente, de la enorme red que relaciona las cosas que nos rodean.


Porque sí que es cierto que cuando pensamos en Internet, inmediatamente nos viene a la cabeza la imagen de una persona frente a un ordenador o con un móvil en la mano. Pero hay muchos más objetos conectados que personas, haciendo de la Red un mundo mucho más grande y amplio de lo que cabría esperar a primera vista.

Especial relevancia creo que merece la mención que el vídeo hace a la pirámide DIKW, una de las pocas que se me quedaron a fuego grabadas de la carrera. Y es que muchas veces confundimos datos con información, o información con conocimiento, cuando el espacio que separa unos de otros es clave en la comunicación y gestión del conocimiento.

La Internet de las cosas está apenas despegando y seguramente veremos muchas de sus aplicaciones en el día a día de los próximos años. De hecho, esta es precisamente una de las líneas de negocio que mayor crecimiento están experimentando actualmente, la conectividad M2M, Machine to Machine.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Lecturas domingueras

Cuando desesperaba de encontrar algo inteligible en la prensa del domingo, me topo con una entrevista con Santiago Niño Becerra, convertido en "prophet of doom" de nuestro pobre e iletrado país, gracias a un libro que ya hemos glosado aquí, y múltiples entrevistas que le hacen, creo que por su pinta de sabio loco, que hace que sus entrevistadores puedan burlarse veladamente de lo que dice y quedarse así tan tranquilos, a pesar de la razón que tiene el profesor Niño.

Hoy nos recuerda en el dominical de El País, que nuestro país, valga la redundancia, tiene un problema de estructura de PIB y consecuente (baja) productividad, que no se va a resolver en la vida y que aquí sobran millones de personas, porque en un futuro previsible esas personas no van a encontrar trabajo.

Dice, con razón, que en países como Alemania con la crisis sobran horas de trabajo, con lo que el modelo laboral que permite ajustar horarios en lugar de despedir es válido, pero que en España no va a servir ya que efectivamente la Mecedes puede reducir el número de coches, pero las obras se hacen o no se hacen, y en nuestro país pasamos de estar haciendo 800.000 pisos a hacer 20.000, y de tener un millón de tiendas a tener la mitad.

Lo nuestro es binario. O mucho o nada. No se puede regular.

Creo que ya lo he comentado pero en dos ocasiones me he tenido que ver con movimientos para jalear la idea de que en España hacen falta mas ingenieros (de teleco e informática). La última hace tres años justo antes de la crisis. (La otra fue justo antes de la crisis del 2000).

Las dos veces dije a quien me escuchó que esa era una idea equivocada radicalmente.

Una cosa es que la universidad tenga interés en ampliar sus actividades y otra es que el país necesite 100.000 ingenieros al año. No es verdad.

España no tiene apenas industrias TIC de tamaño relevante.

Las multinacionales del sector que había, se van quedando en meras operaciones comerciales.

Las empresas que mas contratan son sub-contratistas que necesitan programadores, es decir gente de formación media.

En España hacen falta camareros, albañiles, dependientes y burocratas.

Y no hacen falta tantos como ya hay.

Resultado: un paro del 20%, y entre los jóvenes del 60%.

Los promotores de la iniciativa del millón de ingenieros me miraban como a un loco cuando les decía que ni un millón ni la cuarta parte.

Justo como ahora el entrevistador mira a Santiago Niño.

Aquí lo que gusta es que se diga que somos los mejores y que España va bien.

Aunque en el fondo todos sepamos que tanto los políticos como los comentaristas deportivos son unos falsarios irreductibles.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Sobre Tuenti OMV y operadoras

2 nuevos artículos publicados en analítico.es, uno mío sobre la posibilidad de que Telefónica saque una OMV bajo la marca Tuenti, y otro de Antonio, sobre la polémica que enreda a operadoras, infraestructuras y modelos de negocio. Que los disfrutéis durante el finde :-)

jueves, 9 de septiembre de 2010

Nómadas y telecomunicaciones

El Parlamento Europeo, ese circo de políticos pre-jubilados y representantes de minorías anti-sistema, ha reprendido al gobierno francés por su política de expulsión de gitanos rumanos y búlgaros y le ha conminado a cesar en sus medidas "racistas".

El gobierno francés ha respondido que tales medidas son un ejercicio de su soberanía y que continuará con ellas.

La locutora del telediario, ni que decir tiene estaba muy de acuerdo con los parlamentarios europeos, (uno de los cuales vestía de rosa, sombrero de copa incluido, pidiendo la disolución de la UE).

Minutos mas tarde la misma locutora nos informaba de los robos de cable telefónico y eléctrico que se están perpetrando en toda España desde hace meses, y que son una plaga a la que las actuales (y memas) leyes españolas no son capaces de poner coto.

Un juez en Cataluña, donde el número de robos supera los trescientos este verano, ha ideado una treta legal que permite encarcelar a los ladrones, y que consiste en cambiar el delito de robo de cable por el de dejar sin teléfono a la gente.

Como se está alterando un servicio público, los robacables pueden ser condenados a dos años de prisión.

La amable locutora "olvida" informarnos que dichos ladrones son precisamente gitanos rumanos y búlgaros, a quienes el gobierno francés aplica medidas "racistas".

Aparecen alcaldes, uno de ellos el de Guadarrama, mi segunda residencia, que piden mano dura contra los autores de los latrocinios y los pobres ni se atreven a mencionar la étnia de los saqueadores. A eso hemos llegado.

Igual pueden decir los agricultores de media España que ven sus cosechas saqueadas, o los que tenemos que cerrar los coches a cal y canto en los cruces de todo Madrid.

Pero aquí seguimos confundiendo racismo con derecho a vivir en paz, y somos especialmente idiotas en lo que se refiere a los que los buenistas llaman "nómadas".

Menos mal que no han encontrado esos nómadas la forma de monetizar las antenas de telefonía móvil porque como la encuentren olvidémonos del "nomad computing".

Y encima según una encuesta, mas del 30% de los españoles se declara antisemita.

Estoy seguro que son los mismos que defienden la bondad de los gitanos rumanos.

¡Que paren este autobus que me apeo!

lunes, 6 de septiembre de 2010

Isaac Asimov sobre el aprendizaje voluntario

Asimov es uno de los últimos grandes genios que ha dado la humanidad. Con más de 500 libros escritos, que tocan temáticas tan distintas como religión, ciencia ficción, historia o divulgación científica (bueno, quizá no tan distintas ;-), fue capaz de plasmar un pasado e imaginar un futuro con gran lujo de detalles. Nos dejó registradas muchas ideas, algunas de ellas relacionadas con el aprendizaje voluntario, como se puede apreciar en el siguiente vídeo:


Es fácil pensar en los ordenadores personales y la Wikipedia como esos sistemas y bibliotecas que imaginaba Asimov hace ya 3 décadas. Interfaces a las que uno puede hacer cualquier pregunta y aprender sobre ese tema, referenciando a otros artículos relacionados, de forma que se puede ir encadenando respuesta tras respuesta.

Es bien cierto que el modelo de educación actual quizá no sea el mejor, donde un profesor, no siempre con la dosis de motivación o conocimiento adecuados, instruye a varios alumnos. Sinceramente creo que sería mejor dotar a los niños de ordenadores con aplicaciones de aprendizaje y acceso a fuentes de conocimiento infinitas y mostradas de forma atractiva. De esa manera se lograría la relación uno a uno que comenta Asimov en el vídeo, de forma que el caso de cada alumno se trataría de manera particular, explotando todo su potencial.

Pero no perdamos de vista el rol del profesor, que veo fundamental incluso en un sistema como ese. Lo que cambiaría es su responsabilidad, pasando de ser un instructor a un motivador y consejero, alguien que sea capaz de alentar al alumno a aprender y conocer, de resolver sus dudas y enseñar a sacar partido a la máquina.

La máquina será la base educación de las futuras generaciones, el alumno será el centro del proceso, pero el profesor deberá seguir estando ahí como pieza clave en esa relación.

viernes, 3 de septiembre de 2010

La evolución del negocio de los videojuegos

Esta mañana he estado leyendo un post muy interesante en el que un empresario de una compañía dedicada a los videojuegos en España nos relataba una curiosa coincidencia que le había sucedido. La moraleja final de la historia era que desarrollar un juego por 200k€ para la Nintento DS y venderlo a 30€ no salía rentable, principalmente por la piratería.

Y la verdad es que estoy de acuerdo, al menos en la falta de rentabilidad. La piratería tiene que ver, no cabe duda, pero no sé si pintarla como causa final o inicial. Me inclino a pensar que se trata más bien de una evolución del negocio de la venta de videojuegos, con todo lo que ello acarrea. Me explico.

Cuando yo empecé con los videojuegos, comprarse uno era un salto de fe. Ibas a la tienda y escogías una caja pintona, que quizá con suerte te habían recomendado tus amigos o de la que habías leído en la Hobby Consolas. Luego el juego podía resultar bueno o una experiencia infernal, pero el desembolso estaba hecho. El precio que tenían los juegos era un reflejo de tal modelo, donde la tienda, elemento clave en la comercialización, se queda el 50% y el resto se va repartiendo partes cada vez más pequeñas según se sube en la cadena de valor.

Este modelo aún persiste hoy en día a pesar de que muchas cosas han cambiado. Para empezar, los consumidores son más ilustrados. Internet ha facilitado mucho la tarea de liberalizar las opiniones y el espectro de edad de los jugadores se ha ensanchado enormemente. Esto provoca que el cliente elija más y nos encontremos con unos pocos juegos que copan los éxitos de ventas mientras que dejan a los demás tratando de subsistir con los restos. Y que los clientes sean conscientes de las diferencias de precios en este tipo de productos que existe entre España y otros países, lo que hace que la industria en España no vaya tan bien como quizá debería.

Por otro lado, tenemos el caso de la piratería, una realidad dolorosa para este sector. Si bien no voy a entrar en juicios morales sobre si la descarga de videojuegos es lícita o no, sí que podemos tomar como cierto que a nadie le gusta gastarse el dinero sin probar el producto antes o sabiendo que va a jugar poco. El cliente no se va a gastar 30€ o 60€ en un juego para luego echarse dos partidas a causa de la ingente cantidad de posibilidades de distracción (y obligaciones) a nuestro alcance. Bajo esta circunstancia, parece claro que una descarga no supone el dejar de pagar una cantidad de dinero que de ninguna manera se iba a desembolsar nunca.

Gracias a la proliferación de la banda ancha, la distribución de aplicaciones y videojuegos sobre la Red empieza a ser una realidad. Una vez más, parece que Apple marcó el camino con su App Store, aunque ni mucho menos fueron los primeros. Este sistema tiene una ventaja fundamental y es que elimina la necesidad de una tienda y, por consiguiente, "recupera" ese 50% del precio que paga el cliente final. El punto está en que Apple no depende de esas mismas tiendas para vender sus productos (para eso tiene sus Stores) y sin embargo otras compañías como Sony y Nintendo sí que las necesitan para vender las consolas. Una circunstancia que no debería evitar que el mercado siguiese este camino de distribución digital. Con las bases sentadas hasta ahora, el desarrollador está recibiendo alrededor de un 70% del precio final, unas condiciones mucho más ventajosas que las del modelo tradicional. Según vayan creciendo las nuevas plataformas tipo iPod, más desarrolladores se volcarán en ellas, obligando a reaccionar a las Sony y Nintendo para ofrecer condiciones similares.

De hecho, la distribución en Internet tiene muchas ventajas para estas compañías. Encontrarse en el punto de contacto con el cliente final te abre muchas posibilidades que pueden suponer nuevas fuentes de ingresos. Por ejemplo, el alquiler de videojuegos durante un tiempo limitado (negocio que hasta ahora vienen haciendo las tiendas), venta/alquiler de otro tipo de contenidos (música y vídeo) o el ofrecimiento de servicios de valor añadido.

Con todo esto quiero decir varias cosas. Lo primero es que la piratería no va a desaparecer nunca y ha de ser considerada como un punto oscuro dentro de un mercado muy interesante. Recurriendo a la distribución por Internet se puede conseguir un reparto más justo para el desarrollador, alineado con las expectativas del proveedor de la plataforma y, sobre todo, más apetecible para el consumidor (obviamente, alguien tiene que perder y en este caso son las tiendas que habrán de adaptarse a esta nueva situación). Los desarrolladores deben ir bajándose de la ola que va llegando a la orilla para subirse a la que va poco a poco creciendo. Desarrollar juegos para vender por 30€ o 60€, a no ser que se trate de pelotazos (y de esos hay MUY pocos), es un negocio en vías de extinción que los empresarios deberían ir abandonando rápidamente.

Una agenda digital para España

Llevamos ya un año y medio, (en la asociación de empresas de las TIC AETIC), utilizando un discurso que lleva por título, "la solución es digital", y este año en el encuentro de Santander le hemos dado un pequeño empujón hacia adelante, con el concepto de la agenda digital española.

¿Que queremos decir?

Que España como sociedad debería disponer de un plan para alcanzar una situación de normalidad entre los países que aspiran a ser sociedades modernas.

Y eso implica unas ciertas infraestructuras, (de las digitales no de las de cemento), unas ciertas universidades, unas ciertas empresas, y unos ciertos servicios.

Como nuestro patrimonio en varias de estas categorías es bastante limitado, hay que lanzar estímulos positivos para que los pobladores de estos páramos se dirijan hacia el buen camino, y no a otros andurriales.

Por ejemplo:

Si un joven, observa que trabajando en el ladrillo gana mucho mas que estudiando ingeniería, se irá al ladrillo.

Si un empresario deduce que va a sacar mas de las administraciones tapando con cemento la costa, que arriesgándose con la tecnología, se irá al cemento.

Si un ministro de Justicia reflexiona que le irá mejor políticamente apoyando a las asociaciones feministas que informatizando de una p... vez su departamento, se irá tan feliz de manifestación con aquellas.

Uno obtiene lo que incentiva, y en España lo que se incentiva es ser albañil, construir urbanizaciones y alagar a las ONGs.

Lo malo es que el país se empobrece y el futuro se ennegrece.

Uno pensaría que a las empresas del sector tendría que importarles que nos desarrollásemos colectivamente, pero por lo visto y escuchado este año, lo único que importa es la cuenta de resultados a corto.

Invertir, lo que se dice invertir, no está en la agenda de nadie.

Dice la Comisión Europea en una recientísima comunicación, que para 2020 todos los europeos deberían tener acceso a internet a una velocidad de 30 megas por segundo, y un 50% suscripciones superiores a los 100 megas.

2020 está muy lejos, pero por lo escuchado en Santander, nosotros vamos a tener que esperar sentados.

Eso si, pagando mucho mas.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Rápidos pensamientos acerca de las novedades de Apple

Ayer Apple presentó novedades en otro de esos eventos con los que hacen tanto ruido unas 3 veces al año. Aquí traigo mis rápidas impresiones respecto a las novedades:

Nuevo iPod Shuffle: el iPod más pequeño vuelve a la rueda que tan famosa ha hecho Apple. Aún más pequeño, mayor autonomía y más barato. Me pregunto hasta donde podrá continuar esta progresión.

Nuevo iPod Nano: el avance que más me gusta. El iPod Nano es desde hace tiempo el reproductor MP3 por excelencia y en esta generación lo han vuelto a mejorar. Se han dejado de cámaras de fotos como la que traía el anterior modelo y se han enfocado en hacer un buen producto para escuchar música. La pantalla multitáctil y su reducción, una vez más, en tamaño y peso hacen que me encante y confieso que me va a costar contenerme.

Nuevo iPod Touch: después del lanzamiento del iPhone 4 se veía venir. El iPhone pero sin phone.

iTunes 10: aunque muchos esperábamos el servicio musical en streaming de Apple, no nos hemos ido con las manos vacías. Con el nuevo lavado de cara a su aplicación central, Jobs ha incluido Ping para subirse al carro de las redes sociales. Con esta funcionalidad será posible compartir lo que estás escuchando con tus amigos, así como las playlists creadas, seguir a artistas, recibir información sobre eventos musicales... Vamos, en la línea de lo que venía ofreciendo Spotify, que ahora se van a encontrar con un duro rival. Para crear una red social son necesarios 3 elementos: una temática central que Apple ha encontrado en la música; la gente, en este caso los miles de usuarios de productos de la marca; y, por último, la tecnología, que Apple acaba de presentar. Preveo un éxito.

Apple TV: me gusta, pero, viviendo en España, ni me lo planteo. De todas formas, $1 por alquilar un capítulo no me parece TAN barato como la gente dice. Eso son $24 por temporada y si un día no puedes ver un capítulo tendrás que volver a comprarlo. Es un avance en cuanto a precios, pero no me termina de convencer.

Novedades iOS: ya opinaré de ellas cuando las prueba ;-)


Edito: según leo, Ping no va a ser tan exitoso como yo preveía. El problema es que, aún teniendo la temática y la base de usuarios, falla la tecnología. No solamente Ping no es una red social plana, lo cual es un craso error hoy en día, sino que además es contraintuitiva y enfocada en la venta, no en crear valor al usuario. Me corrijo: preveo un muerto viviente que va a ser complicado resucitar.