viernes, 22 de diciembre de 2017

Más vergüenza

Cuando comenzaron a conocerse los resultados de las elecciones catalanas, este ya fatídico día del 21 de Diciembre de 2017, sentí de nuevo la indignación que me producen las decisiones del gobierno de mi país en relación a todo este asunto del proceso independentista-secesionista catalán.

Indignación al comprobar como se toman las decisiones incluso en ámbitos tan graves como es la rebelión de una parte del país.

Indignación al constatar como los secesionistas se burlan una y otra vez de nuestro gobierno.

Indignación al ver como se dilapida el capital de crédito internacional que tanto ha costado acumular a lo largo de las décadas que van del 78 hasta aquí.

No se trata de que yo sea incapaz de aceptar la voluntad popular de los catalanes.

Se trata de que los secesionistas engañan una y otra vez al gobierno español que va como el toro en la plaza del picador al banderillero y del banderillero al matador.

Se trata de que el gobierno tiene que pensar lo que hace y para ello tiene a su disposición todo el aparato del estado, del estado español que aquí si que hay que utilizar esos términos, para tomar decisiones con fundamento y no por pálpitos o intuiciones.

¿Por qué se convocan estas elecciones?

¿Por qué se aplica el artículo 155 de la Constitución si no se toman las decisiones necesarias para que sirva de algo?

¿Por qué se va a esas elecciones con el aparato de propaganda secesionista intacto?

Yo creía que el gobierno había convocado esas elecciones tan pronto porque disponía de información que permitía tener una cierta seguridad en un cambio de tendencia electoral.

Yo creía que el CNI y presidencia de gobierno sabían cosas que nosotros simples ciudadanos ignorábamos.

Yo creía que la "jugada" de Rajoy era una genialidad.

Y resulta que se trataba de un farol miserable, que la información del CNI es como la de Mortadelo y Filemón, y que las genialidades de Mariano y Soraya no dan ni para ganar las elecciones a secretario del casino de su pueblo.

¡Vaya par de inútiles!

De una tacada han conseguido legitimar al payaso Puigdemont, montar un pollo al Tribunal Supremo que ya veremos como termina, poner en marcha una inevitable reforma de la Constitución, liquidar al PP catalán y tal vez al español también, dejar al PSOE más tocado, dejarnos en ridículo en la UE y ante Estados Unidos y finalmente dar más alas al secesionismo que hoy celebra su victoria sobre la monarquía española, (que también sale muy tocada).

¡Que éxito!

Estoy deseando escuchar a los que siempre apoyan a ese sindicato de altos funcionarios, que algunos llaman PP, como nos explican que aquí no ha pasado nada, que esto lo arreglan los jueces, que la independencia es imposible y que todo, absolutamente todo, estaba previsto.

 




     

martes, 19 de diciembre de 2017

Atrévete a pensar

En realidad lo que dijo Inmanuel Kant fue: "atrévete a saber", pero yo no llego tan lejos y me conformo con que ante las diversas realidades de la vida nos atrevamos a pensar y a no quedarnos en la comodidad de los lugares comunes, las apariencias, las auto-definiciones y en general todo aquello que nos es mas cómodo asumir para no tener que aceptar que el mundo es un lugar mucho menos complejo de lo que nos cuentan los que viven de atizar el fuego de la pretendida complejidad.

Tal vez sea la cercanía de las elecciones catalanas lo que me pone filosófico y melancólico, o tal vez sea el cansancio y el horror que me producen los medios de comunicación que, en estas últimas jornadas, nos han machacado sin piedad contándonos las apocalípticas consecuencias de que ganen los hunos o los hotros, en unamuniana resonancia.

¿Que pasa aquí en realidad? me pregunto en diogénica reflexión, tratando de mirar mi patria desde ojos limpios de filias y fóbias, vamos, como si yo fuese un egipcio de la corte de Ramses III que abducido por un torbellino de espacio-tiempo ha sido transportado desde una cacería de gacelas hasta el atormentado Madrid de las navidades de 2017.

¿Que pasa aquí desde hace tanto tiempo?

¿Por qué los españoles no podemos dedicar nuestros esfuerzos a hacer progresar a nuestra sociedad progresando nosotros mismos, vamos, como si fuésemos ingleses o suecos, y nos dedicamos a jodernos la vida los unos a los otros?

¿Como es posible que con lo que hemos pasado a lo largo de los últimos dos siglos, sigan reapareciendo las formas de política cainita y los proyectos destructivos y disolventes, y la gente los sigan votando con entusiasmo?

¿Como es posible que sea un proyecto atractivo para casi cinco millones de personas la destrucción del sistema del 78 que ha sido el mejor de toda nuestra Historia?

Esa gente, ¿que tiene en la cabeza?

¿Como es posible que el carlismo, es decir la idea de volver a un mundo feudal y localista, pueda mover a millones de personas en el mundo de la globalización?

¿Como puede ser que se odie tanto los ideales de la Ilustración encarnados en la imagen de Madrid, que para ellos es Mordor, y se pretenda que eso es la modernidad?

Y eso no solo pasa en Cataluña.

Cuando vi a las gentes de Vic reunidas en la plaza mayor del pueblo atracándose de butifarra en honor a los presos "políticos" tuve una especie de epifanía.

Estamos asistiendo a una rebelión general de los paletos.

Primero sucedió en Vascongadas. Luego se ha extendido por los antiguos territorios de la Corona de Aragón. Pero también sucede en Galicia y parte de León. En Canarias. En Asturias. Y supongo que por todas partes.

El proyecto ilustrado de una España europea y abierta es contestado por los proyectos cazurros de cada mini-nación o "nacionalidad", y por los proyectos del odio a todo y a todos de los herederos de la FAI y las Milicias del Amanecer.

Cierto es que el proyecto de la España Ilustrada no se ha visto precisamente reforzado por los sucesivos escándalos de corrupción que han sacudido los cimientos del edificio constitucional abochornándonos y dejándonos sumidos en la tristeza.

Cierto es que hemos padecido y padecemos una clase política que causa vergüenza ajena en muchos casos.

Cierto es que el edificio de nuestro estado del bienestar se ha resquebrajado como consecuencia de las políticas económicas del pan para hoy y hambre para mañana y a políticas insensatas y demagógicas de gastar lo que no se tiene, por muy necesario que sea.

Cierto es que se ha pretendido llevar a cabo el proyecto ilustrado sin contar con el pueblo, lo que también es típico de nuestra ideología.

Todo eso es cierto y muchas más cosas también.

Pero, ¿que futuro nos espera si dejamos que los apóstoles del casticismo butifarrero y los guerreros morados salgan triunfantes?

¿A donde vamos a ir?



         

jueves, 7 de diciembre de 2017

Jerusalén: ¿paz por territorios?

Uno de los encantamientos más funestos para la Humanidad es el que producen los mapas.

No hay nacionalismo que no gire en torno a un trozo de papel que abarca los territorios que se desean como lugar sagrado de la raza, cultura o tribu de turno, y no hay dictador o aprendiz de tirano que no dedique las horas muertas a los ensueños de espacios vitales, tierras de promisión o territorios irredentos arrebatados por los crueles enemigos en pasadas guerras.

Trazar lineas en los mapas es un placer infinito y a ello se han dedicado los caudillos y los diplomáticos de los imperios desde tiempo inmemorial.

A la gente que vive dentro de esos ensueños de papel que les den por saco. A nadie les importan un pito. Cuando la realidad no cuadra con el ensueño se asesina en masa, se producen "limpiezas étnicas", se acosa, se persigue y se expulsa hasta que la realidad cuadre o más o menos cuadre.

Y estos ensueños han sido particularmente desastrosos en Oriente Medio.

Sobre ese desdichado territorio, que un día fuese cuna de nuestra civilización, la occidental, porque en Oriente hubo otras cunas en el valle del Indo y en los grandes ríos de China, se han dibujado innumerables lineas y se han coloreado los trozos resultantes de tantos colores que ya hemos perdido la cuenta.

Allí, en aquellos territorios machacados por el Sol, coexisten fronteras reales con fronteras imaginarias. Fronteras oficiales con fronteras utópicas o, palabra maldita, históricas.

La frontera del antiguo reino de Israel, comparte territorio con la frontera de la Unma, con la del califato, con la del Imperio Otomano, y con las fronteras oficiales creadas en un despacho por diplomáticos franceses e ingleses en plena Gran Guerra.

Aquello es un berenjenal de imposible solución desde los mapas y desde los despachos de los políticos.

Y si estos políticos, como es el caso actual del Presidente de los Estados Unidos Donald Trump, carecen de sentido de la reflexión y pretenden arreglar los problemas a martillazos, entonces lo único que se consigue es agravar los mismos problemas que se pensaba arreglar.

Pero eso no quiere decir que otras políticas bienintencionadas de otros presidentes norteamericanos hayan solucionado algo o que pudiesen arreglar nada.

No puede haber una solución aceptable para todos porque los mapas de las diferentes partes se superponen sobre los mismos territorios, y Jerusalén es el colmo de la superposición.

Una ciudad que es a la vez capital eterna del reino de Israel, cuna irreductible de las religiones cristianas y santa capital del Islam no tiene solución posible.

Pretender que los israelíes vayan a renunciar a su capital "eterna" o que los árabes vayan a dejar sus mezquitas a los demás es tarea inútil.

El lema "paz por territorios" es ilusorio. Aquí en España con los catalanes nazionalistas o en Judea y Samaria con los palestinos y los colonos judios.

El ensueño de los mapas es demasiado fuerte.

La única forma de salir de ese círculo vicioso es olvidarse del tema y dejar que las personas dirijan sus energías a cuestiones positivas.

¿Es eso posible?

Si que lo es.

¿Cuantos cristianos se sienten agraviados por la situación de Constantinopla, que fue mil años capital del Imperio Romano?

¿Cuantos cristianos se rasgan las vestiduras por ver como la Iglesia de Santa Sofia, la más grande de la cristiandad, sea ahora un museo-mezquita?

Y sobre todo, ¿cuantos cristianos pondrían su vida o su seguridad en juego por recuperar la vieja ciudad del Bósforo?

Muy pocos y los que pueden pensar así son carne de psiquiátrico.

El problema es la situación de los pueblos árabes y su sentido de tener el orgullo pisoteado por los occidentales.

Y en esto si que se podría trabajar.

Hay una parte del trabajo que tienen que hacer ellos mismos porque la modernización del pensamiento musulmán solo les compete a ellos, y ójala que puedan hacerlo, pero hay otra parte que si se podría comenzar a abordar.

Mientras haya millones de jóvenes en aquellos países cuya esperanza de tener una vida satisfactoria pase por recurrir a la religión y a sus promesas de paraísos post-mortem, no hay solución posible.

Cuando los jóvenes musulmanes puedan aspirar a un buen empleo según sus capacidades y no según su pertenencia a una familia pudiente, entonces los agravios por cuestiones de mapas serán mucho menos lesivos para su orgullo.

Cuando los jóvenes musulmanes puedan sentir legítimo orgullo de los logros de sus sociedades sin tener que recurrir a las glorias pasadas, entonces el mundo comenzará a cambiar para mejor y entonces Jerusalén también puede convertirse en un museo como Santa Sofía.

Pero para eso hay que dejar de tocar los cataplines, unos y otros, y comenzar a tomar medidas positivas. Los unos y los otros.

El mundo musulmán tiene que salir del ensueño de la religión y entrar en la modernidad como hizo el mundo occidental.

Y el mundo occidental tiene que entender que los musulmanes tienen derecho a organizarse como estimen conveniente, y sobre todo que tienen derecho a su orgullo nacional.

Y por favor, dejemos de tocarles las narices.

               

sábado, 2 de diciembre de 2017

Africa y las migraciones

De los treinta primeros países del mundo en cuanto a natalidad, veintiocho son africanos. El décimo es Afganistan y el trigésimo es Timor Oriental. También entre los primeros cuarenta aparece la Franja de Gaza.

Africa tiene actualmente 1.200 millones de habitantes. Se calcula que para 2050 tendrá 2.500 y para 2100 serán 5.000 millones. De todos esos millones, el sesenta por ciento tiene menos de veinticinco años.

Gracias a la cumbre de Abiyán nos enteramos de estas cifras y de la situación que se vive en aquel gran continente, que pese a lo que se suele creer, vive una situación mucho mejor que hace solo unos años.

La tragedia es que esos crecimientos económicos están sacudiendo como un terremoto la frágil estructura social de aquellos países y está lanzando a millones de personas al sendero de la migración.

Masas de campesinos están abandonado su lugares tradicionales de residencia para trasladarse a ciudades en las que buscar unos hipotéticos empleos que en su mayor parte sencillamente no existen.

En contraste con las crecientes zonas de chabolas que rodean las ciudades, hay una nueva clase media que si mejora su nivel de vida, que se adhiere a los valores de la sociedad moderna, que tiene menos hijos y que quiere prosperar y aprovecha las oportunidades de los trabajos burocráticos o de servicios en estados cada vez más complejos, las nuevas industrias, la construcción y el turismo.

Africa está creciendo, si, pero no es suficiente para absorber el tremendo boom de natalidad propiciado por la mejora de las condiciones sanitarias y el aumento de las expectativas de vida que viene de la mano de la paz.

Lo cierto es que en esas economías crecientes el número de jóvenes que no encuentran empleo es enorme.

Dicen las estadísticas que es del 30%. No me lo creo. Debe de ser mucho mayor.

Si recordamos nuestro propio proceso de industrialización, tuvimos la suerte de que por los años cincuenta la industria era muy intensiva en mano de obra.

La gente salía de Extremadura, Andalucía o La Mancha, llegaban a Madrid o Barcelona y se "colocaban" en las nuevas industrias que se creaban en torno a los Planes de Desarrollo.

Gracias a eso crecía el consumo y se producía el famoso círculo virtuoso de que a más empleo, mayor demanda y con esta mayor demanda seguía creciendo el empleo.

En Africa no sucede lo mismo porque las nuevas industrias allí como aquí necesitan muchos menos trabajadores y por tanto la riqueza solo alcanza a una minoría. Los demás quedan al margen.

Así que en Africa se están creando sociedades muy duales.

Sociedades en las que se percibe la situación de bienestar asociada a un buen empleo pero ese buen empleo no se alcanza. Y esa realidad es lo que empuja a miles de personas a la emigración.

Sociedades que carecían de incentivos para emigrar cuando eran comunidades rurales, ahora reciben todo tipo de incentivos paradojicamente en el momento es el que están despegando.

Lo mismo pasó en España con los excedentes de emigrantes del campo que no conseguían ese empleo soñado en las ciudades. Se marchaban a Alemania, Suiza, Bélgica, o donde tocase.

La diferencia es que los excedentes españoles, italianos o portugueses encajaban en las demandas de una industria creciente en los países de recepción.

Y eso no ocurre ahora con los excedentes africanos.

Para empezar son muchos mas. Y para continuar llegan en una situación en la que los países de acogida tienen también problemas de desempleo.

La situación es muy problemática.

Los africanos van a seguir llegando a miles o a cientos de miles cada año.

El desarrollo de sus países no se va a acompasar con sus tasas de natalidad a lo largo del siglo actual.

La industria no crea empleos de baja cualificación, ni aquí ni allí.

Los servicios están ya saturados de empleos de calidad decreciente.

El estado de bienestar no va a poder resistir la presión de las demandas sociales.

Por favor, si a alguien se le ocurre alguna idea, ¡que la diga!



     
 


jueves, 30 de noviembre de 2017

El mito de los "rohinyá

Ya he comentado aquí varias veces como los creadores de realidades virtuales al servicio del imperio nos cuentan historias tendentes a justificar las acciones que vendrán a continuación.

Sucedió con las "primaveras árabes" o con la "revolución naranja".

Se trata de poner un nombre poético a unos acontecimientos que si recibiesen el nombre que habitualmente les pondríamos no llamarían la atención, no evocarían las imágenes que los manipuladores quieren que nos evoquen y por tanto pasarían totalmente desapercibidos.

Imaginemos que las dichas primaveras se hubiesen calificado como manifestaciones estudiantiles, o todavía peor como revueltas juveniles, o que la revolución naranja hubiese sido denominada como lo que era, o sea, una revuelta anti-rusa o directamente un golpe de estado contra el gobierno legítimo.

¿Como justificar después la intervención en Siria o la ayuda a Ucrania?

El imperio no puede apoyar unas revueltas estudiantiles o un golpe anti-ruso, pero ¿como no apoyar una primavera o una revolución popular?

Si los separatistas catalanes hubiesen sido denominados liberadores del yugo español por los medios imperiales a estas horas Cataluña ya sería independiente hiciésemos lo que hiciésemos los españoles.

Afortunadamente el imperio está ocupado en otros menesteres como es el caso de Birmania.

Es difícil inferir que demonios quiere el imperio en aquel remoto país cuya riqueza está basada en el caucho y cuatro cosas más y cuya población vive mayoritariamente en un universo mítico donde se adora a los elefantes albinos. No es broma.

Cierto que los militares birmanos, que al menos exteriormente conservan los modos y vestimentas de los viejos regímenes comunistas, controlan el país bien directamente o por intermedio de los políticos locales, pero es que allí solo los militares parecen tener algún plan como se ha visto cuando llegó al poder la líder de la oposición Aung San Suu Kyi, hija del primer presidente del país, que colaboró con los japoneses en su momento aunque luego parece que se arrepintió.

Y es que sel líder de un país que vive en la edad media no tiene tanta gracia. Allí la gente tiene que resolver cosas tan elementales como que va a comer al día siguiente y de vez en cuando se cabrean con los que mandan pero cambiar los políticos no llena la escudilla y el ciclo vuelve a comenzar.

El caso es que los militares birmanos cuentan con el apoyo de los chinos así que será por eso que estamos ahora escuchando historias sobre los rohinyá y su calvario.

Pero ¿quienes son estos rohinyá?

Birmania tiene la desgracia de hacer frontera con uno de los estados más pobres del mundo: Bangla Desh o lo que se llamaba antiguamente Bengala Oriental.

Un lugar pantanoso donde se hacinan millones de personas que, eso si, se reproducen a toda velocidad a pesar de las hambrunas, las enfermedades y las catástrofes.

A su lado Birmania es un verjel y eso hace que por la frontera se cuelen los bengalíes a miles, o cientos de miles.

A los birmanos que son muy nacionalistas y amantes de lo suyo eso no les gusta y ahora parece que se han tomado la cosa a pecho y están hostigando a los bengalíes para que se vuelvan a su casa.

Me imagino que como suele pasar en estos casos los modos y maneras no serán precisamente de cortesía.

Pero leer expresiones como "extremistas budistas" me parece de traca.

Efectivamente los birmanos son budistas, pero de la misma manera que no seríamos capaces de imaginar a extremistas benedictinos, yo no soy capaz de imaginar como de las doctrinas de Sidharta Gautama Sakyamuni se puede derivar la quema de aldeas, el asesinato de niños o la violación de mujeres.

El budismo no tiene nada que ver con estos hechos como cualquier persona razonable puede imaginar y los rohinyás podrían ser musulmanes suníes o católicos que daría lo mismo.

Esto es lo que sucede cuando las migraciones alcanzan un nivel que pasa a ser considerado amenazador por el pueblo receptor.

Los birmanos, que recordemos que son un pueblo en el que cada familia, por humilde que sea, alimenta a varios monjes que pasan cada día con su escudilla vacía para que se la llenen, o sea que para compasivos ellos, saben que tienen al lado un auténtico apocalipsis demográfico e intentan torpemente resolver un problema insoluble.

Pero cuando los imperiales comienzan a montar sus historias sus víctimas pueden darse por jodidas.

La candidez de las poblaciones occidentales ha llegado a tal extremo que nos tragamos las historias que nos cuentan con tal facilidad que los manipuladores ya ni se molestan en ser verosímiles.

Me gustaría ver que haríamos nosotros si millones de rohinyás okupasen media costa andaluza.

O mejor todavía que okupasen Florida.

¿No quería hacer Trump un muro como la gran muralla china para que no llegases los rohinyás mejicanos?

martes, 28 de noviembre de 2017

Los valores de la manada

¿Que valores quedan en la sociedad occidental en este Noviembre de 2017 a tenor de lo que se escucha en las sesiones del juicio de "la manada"?

¿Cuales son los valores que quedan de aquellos que a nosotros nos enseñaron nuestros abuelos, nuestros padres y nuestros maestros?

Decía Ludwig Wittgenstein que lo malo de los valores es decidir cuales son ya que en todo caso son inmateriales, no se pueden objetivar, no existen más allá de nuestras mentes y no pueden ser objeto de la Ciencia.

Eso es así, pero convengamos en que la honestidad, la laboriosidad, la prudencia, la caridad, el valor, la inteligencia, la simpatía o la hospitalidad son mejores, así en abstracto, a la deshonestidad, la vagancia, la temeridad, la avaricia, la estupidez, la antipatía, o la frialdad.

Reconozcamos que aunque las minorías que gobiernan el mundo nos den cada día ejemplos de todos los vicios, siempre preferiremos en nuestro corazón a la madre Teresa de Calcuta a un tiburón de Wall Street.

Sabemos en nuestra mente lo que es bueno y lo que es malo, pero seguramente no recibimos suficientes incentivos para portarnos bien y a la vez los medios de comunicación nos proyectan cada día una catarata de incentivos para portarnos mal.

El Ministro Montoro ya no se molesta en llamar a nuestro compromiso con la sociedad. ¿Como podría después de lo visto en la clase política? Se limita a amenazarnos con todos los males del Leviatan estatal si no cumplimos.

Y como les decimos a los jóvenes que no se comporten como los miembros de la manada, uno de ellos guardia civil y otro militar, si por todas partes se escuchan loas al "pleno goce del sexo" e invectivas a quien no lo practica.

Y ¿que les decimos a los padres que quieran saber a donde van sus hijas de dieciocho años cuando desaparecen de casa y aparecen borrachas a las tres de la mañana en la Plaza del Castillo de Pamplona?

En una sociedad que ha hecho de la auto-realización su bandera, ¿quien va ahora a ponerse a discutir la libertad de cada uno a hacer lo que le venga en gana?

No se si técnicamente los hechos de aquella madrugada constituyen una violación o no. Eso se lo dejo al pobre juez que tiene la patata caliente en su mesa.

Lo que si se es que cinco tios como castillos abusaron de una joven de dieciocho sin dar al hecho otro sentido que el festivo, por eso lo grabaron, y después la abandonaron como el que tira un pañuelo usado.

Y esos hechos puede que no tengan cualificación delictiva pero si que la tienen en el ámbito de la moral, la ética y la decencia.

Se trata de una barbarie repugnante que avergüenza al género humano.

Se trata de una caída a los infiernos que me temo esté mucho más generalizada de lo que parece.

Tarde es ya para volver a los valores cristianos en occidente pero a algún sitio tenemos que volver o ir.

No creo que podamos ni acercarnos a los valores de Héctor el héroe troyano o de Sócrates el héroe ateniense, pero este arrastrarnos por el fango ya dura demasiado.

De tanto comportarnos como cerdos ya nos empiezan a salir pezuñas.       

jueves, 23 de noviembre de 2017

Miedo a pensar

Cada vez me cuesta más trabajo refrenarme cuando hablo con gente que apoya sus argumentos en prejuicios o dogmas de cualquier tipo.

En la entrada anterior a esta me refería a uno de esos tópicos que es el fantasma del franquismo que agitan con igual entusiasmo izquierdistas y nazionalistas, pero hay muchos más. La iglesia, la inquisición, la sed de oro de los conquistadores, etc. A estos cliches de los izquierdosos vintage se han añadido los cliches de los izquierdosos nuevos como son el machismo, el chapapote, el animalismo, y otro nuevo etc.

Gracias a tan cómodas perchas no hace falta discurrir mucho. Todo acontecimiento puede ser caracterizado como un atentado machista, un juicio franquista, una actividad de crueldad animal, un nuevo prestige, una declaración inquisitorial fascista, una provocación machista-franquista, y así.

No hay que pensar. No hay que demostrar nada. Como te coloquen el sanbenito estás perdido.

En una época en la que la información está más a nuestro alcance que nunca, parece que nos hemos acostumbrado a dejarnos llevar por la marea de los tópicos que nos conduce inexorablemente al redil del adocenamiento en el que luego políticos sin escrúpulos ya se encargarán de pescar.

No hay manera de escapar de los lugares comunes.

Si enciendes la tele te cae una catarata de topicazos desde el primer segundo de cualquier programa "informativo".

Lo mismo sucede en la radio. Como tengas una mente mínimamente crítica tienes que estar cambiando de emisora continuamente para evitar que te de un ataque de apoplejía.

Y los periódicos son el altar de la bellaquería donde es tan fácil rastrear el hedor de las campañas de uno u otro signo que resulta un insulto a la inteligencia ver las portadas de cada día.

En internet los esbirros y asesinos a sueldo de los diferentes odios en liza encuentran un ambiente más propicio que las bacterias en la crema pastelera y la mayonesa.

Los linchamientos públicos se suceden como si tal cosa y las diversas parroquias celebran las ocurrencias de los suyos como si se tratase de piezas de oratoria ciceroniana.

El tema catalán es tan vomitivo porque es muy difícil encontrar informaciones independientes. Cuando sale alguien que intenta dar opiniones centradas y basadas en hechos queda sumergido por el tsunami inevitable de los que se niegan a analizar los datos y prefieren seguir chapoteando en el fango de los topicazos.

Pero cójase cualquier otro tema y es lo mismo. Da igual que se hable de sequía como de la guerra en oriente medio o de Rusia o de "las drogas". Todo son lugares comunes y argumentos trillados.

Y luego están los tópicos económicos, que van desde el España nos roba al del capitalismo asesino.

Seguramente a lo largo de la Historia los tontos han sido muchos más que los listos, lo que pasa es que antes se consideraba lo normal que fuesen los listos los que gobernasen y ahora los tontos exigen que otros tontos como ellos ocupen la dirección de los países.

No solo eso. Exigen que todas las decisiones sean "democráticas".

Democráticas quiere decir que se vote y los que saquen más votos deciden no solo lo que se hace sino también lo que se piensa.

Así si la mayoría decide que España es un país fascista, pues esa es la línea de pensamiento general y si la mayoría decide que pasemos del sistema métrico decimal a medir en pies y arrobas pues de cabeza.

Esta forma tan subversiva de pensar se impone con la inestimable ayuda de los medios de comunicación que simplemente siguen los deseos de las masas y los legitiman con argumentos peregrinos aunque cargados de peso democrático.

Los que se oponen a esta avalancha de populacherismo tienen que refugiarse de inmediato en cenáculos clandestinos dado que inevitablemente son tachados de antidemócratas, fascistas y machistas.

Francamente no se lo que hay que hacer para que el gobierno de los bienes comunes quede en manos de personas capacitadas.

A lo mejor hay que pasar al comunismo chino o a la monarquía civil de Singapur.

Tiene narices que tengamos que admitir que las reglas democráticas elevan al poder a los berzotas y que solo en los países de oriente donde se ignora la democracia los listos llegan al poder.

En todo caso no tenemos que tener miedo a pensar porque algo vamos a tener que hacer si no queremos que los tontos alcancen la victoria final.

Si, si, ya lo sé.

Soy un franquista, fascista, machista, capitalista, etc....

   

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Franco no termina de morirse

Ahora que acabamos de pasar otro aniversario de la muerte del dictador ferrolano, sea este aniversario el 19 o el 20 de Noviembre, resulta muy revelador del estado de nuestro subconsciente colectivo la perdurabilidad de los factores fundamentales del periodo histórico que comienza en 1936 y termina con el deceso del general.

No soy capaz de establecer un criterio claro sobre la capacidad de los que vivimos aquel periodo, en mayor o menor extensión, de sobreponernos a los lugares comunes sobre aquellos años y mantener opiniones objetivas y distantes sobre el periodo y sus protagonistas.

Stanley Payne, en su nuevo libro "En defensa de España: desmontando mitos y leyendas negras", dedica bastante espacio a la figura de Franco y su régimen y es capaz de acercarse al personaje y sus actos desde una perspectiva desapasionada, pero lo normal es que los españoles no seamos capaces y a lo mejor no lo seremos nunca.

La persistencia de los nazionalistas catalanes en utilizar el franquismo como sinónimo de España da idea no solo de sus fijaciones personales sino del peso que las imágenes que suscitan estos términos, dictadura franquista, represión franquista, política franquista, en el imaginario colectivo catalán y español.

Es decir, que los nazionalistas los utilizan porque son efectivos. Y también los usan con profusión la izquierda y los populistas por las mismas razones. La memoria de Franco y su régimen es todavía muy alargada.

Pero la cuestión realmente es ¿fue tan malo aquel periodo, o es que el relato del periodo forjado desde la oposición clandestina y muy minoritaria ha sido el que finalmente ha prevalecido?

Porque en realidad, en vida del general a la mayoría de la gente les parecía una situación aceptable ya que en España durante los cuarenta años aquellos las cosas había ido a mejor de forma evidente. Es más, la mayoría de los opositores no provenían de los sustratos humildes de la sociedad sino que provenían de la burguesía.

Y esto incluye a Cataluña, donde el triunfo de las armas franquistas había sido acogido con júbilo por esa misma burguesía catalana. Como recuerda Ester Tusquéts, "habíamos ganado la guerra...."

El periódico La Vanguardia era más franquista que el Arriba y los industriales catalanes se morían por hacerse fotos con el Caudillo cada vez que iba a Barcelona.

No en vano durante los planes de desarrollo Cataluña recibió unos aportes industriales como ninguna otra región de España, empezando por la SEAT y terminando por la industria química o farmacéutica.

Cuando Pujol, don Jordi, se hizo independentista con la complicidad de los monjes y curas de Monserrat, aquello no dejaba de ser una cosa minoritaria presidida por un personaje oscuro que provenía de una estafa bancaria (Banca Catalana).

La misma Cataluña del "prusés" era tan franquista o más que el resto de España. Dos insignias de oro y brillantes concedió el Barsa al Caudillo. Una más que los demás clubes. La primera a lo mejor era por obligación. ¿Pero la segunda?

Claro que hay que recordar que el Nou Camp se construyó por aquellos tiempos....

El caso es que pese a los esfuerzos de muchos demócratas, los que si que estuvieron en la oposición y los que a posteriori se convirtieron en demócratas "de toda la vida", por demonizar a Franco, lo cierto es que la Historia nos ofrece una imagen más benévola del personaje cuando esta imagen se acuña desde el exterior.

Dice Payne que el modelo seguido en España, es decir, autoritarismo, limitación de derechos políticos, dirigismo económico y paternalismo social ha sido seguido por coreanos del sur, taiwaneses, singapurianos y chilenos con bastante éxito y por otros pueblos con menor éxito como los argentinos y otros países hispano americanos. El caso es que el modelo franquista creó escuela.

Personalmente me fastidia admitir que Payne tiene razón, como la tiene cuando compara el número de víctimas de la represión franquista con las de otros dictadores, para indicar que la cifras españolas nada tienen que ver con Stalin, Hitler, Mao, Pol Pot, etc

Franco no era fascista, otro mito que utiliza con profusión la izquierda española, sino que era un conservador católico imbuido de una idea de estar investido de un mandato divino de carácter providencial. "Caudillo de España por la gracia de Dios" decían las monedas. 

Hay que recordar que Franco no estuvo en las conspiraciones para derribar la república que comenzaron tras las elecciones que ganó (ahora sabemos que de forma fraudulenta) el Frente Popular y que solo se sumó cuando todos le garantizaron que las cosas se harían a su manera.

Y su manera era despreciar a los políticos, desconfiar de los financieros y empresarios, y tratar al pueblo como un rebaño de menores de edad, inteligencia reducida y brutalidad generalizada. O sea muy en línea con pensadores como Hobbes o Jean Bodin.

Y su política en realidad estuvo mucho más influida por el autor del Leviatan que por las ideas de Hitler o Mussolini.

No es que yo me vaya a poner a ensalzar a Franco pero ya me cansa tanta estupidez en torno a los males del franquismo y tanta fijación de los perroflautas y nazionalistas en desacreditar las políticas de nuestro país a lo largo de la Historia.

La guerra civil fue un desastre, pero no fue una maldad de la derecha. Fue culpa de todos.

La represión en las zonas rebeldes fue feroz, pero no lo fue menos en la zona gubernamental.

El comportamiento del régimen en la época de la guerra mundial fue acorde con unos tiempos horribles donde no se salva nadie en Europa.

Y después vino una vida de pobreza y rigor moral enfermizo que a la luz de los datos no se como podría haberse evitado.

Franco podría haber tenido altura de miras y haberse marchado antes.

Podría haber aligerado la presión antes.

Podría haber limitado el número de asesinatos políticos llevados a cabo en condiciones de legalidad tortuosa.

Podría en suma haberlos librado de vivir como súbditos y permitirnos ser ciudadanos de pleno derecho como somos ahora.

Si. Podría haberlo hecho. Y no lo hizo.

Pero el franquismo no es comparable al estalinismo. Ni siquiera al castrismo.

Si no somos capaces de comenzar a juzgar el periodo franquista como un tiempo con luces y sombras y nos seguimos empeñando en considerarlo como el mismo infierno no vamos a ser capaces de entender que la Historia de España como un relato que viene de antiguo, y cuyas etapas están todas relacionadas con las anteriores sin solución de continuidad.

El franquismo no es un agujero negro que interrumpe una evolución a mejor.

Es solo otra etapa de un camino que nos ha traído hasta aquí.

Y dado que estamos mucho mejor que en los años veinte del siglo pasado, algo bueno tuvo que ocurrir también en aquellos cuarenta años.

Aunque yo, hubiese preferido vivirlos como Stanley Payne desde lejos. 

martes, 14 de noviembre de 2017

Rusia ciber-ataca

Como la mayoría de los españoles no se ha enterado todavía de que vive en el siglo XXI y siguen erre que erre con la guerra civil y el general Franco, esto de los ciber-ataques de Rusia les debe sonar como una especie de enfermedad, como la gripe asiática o algo así, pero lo cierto es que con la crisis catalana España se ha colocado en otro de los campos de batalla de la geo-política mundial.

En el primero, el enfrentamiento entre corrientes islámicas, ya nos afectaba de forma importante por nuestra situación geográfica, pero este segundo frente que podríamos denominar, como en la segunda guerra mundial frente del este, nos ha pillado por sorpresa.

Los más avezados comentaristas ya han recordado los ataques sufridos por los países bálticos en estos últimos años, o los sucedidos en Ucrania más recientemente, o ya los detectados durante las campañas electorales del brexit, presidenciales norteamericanas, francesas, etc.

Rusia está retomando su rol de potencia mundial y no solo lo está haciendo con sus barcos y tanques sino también con una presencia inusitada en las redes telemáticas.

También China y Corea del Norte han potenciado sus sistemas de intervención en el hiperespacio y han dado muestra de su capacidad de alterar el orden y penetrar sistemas considerados por ellos como enemigos, tal y como le sucedió a la compañía Sony tras producir una película crítica con el régimen coreano.

Lo que sucede es que se está aplicando en las redes el célebre principio de las escuelas de negocios "tit for tat" o sea ojo por ojo diente por diente, es decir que si me haces una yo te la devuelvo...siempre.

Y Rusia tiene muchos motivos para estar geo-políticamente cabreada.

Lo de Kosovo fue una injuria no solo innecesaria a los eslavos sino una decisión desastrosa para toda Europa, que tiene que lidiar ahora con un estado fallido y criminal donde gobiernan delincuentes y que solo exporta bandas de mafiosos violentos. ¿Para qué?

Pero lo de Ucrania fue demasiado.

Vale que ese territorio sea la frontera entre Europa y Rusia y que cuanto más grande sea y más favorable a los intereses occidentales mejor, pero es que para los rusos es exactamente lo mismo y por lo tanto se debería haber buscado su neutralidad y desmilitarización y no su incorporación a la OTAN.

Tanto más cuanto la actual Ucrania es en realidad la suma de dos países diferentes, uno que siempre fue autro-húngaro o polaco y el otro que siempre fue ruso.

Casar esas dos realidades no fue ninguna buena idea, como no lo había sido antes casar a los croatas con los serbios por las mismas razones de antes.

El caso es que los rusos nos la tienen jurada a los europeos y van a aprovechar cualquier resquicio para actuar en toda situación suceptible de provocar división y caos en Europa.

España está mas o menos preparada para enfrentarse a las consecuencias del frente sur y medio oriental, pero de lo de Rusia creíamos estar muy lejos a pesar de tener algunas tropas OTAN desplegadas en Lituania.

La cuestión es que en el ciber-espacio las distancias son nulas y da igual que nos manden un troyano desde el extremo de Siberia como si nos lo mandan desde Alcorcón.

La Guardia Civil cuenta con un centro de protección de las redes pero ya se ve que no es suficiente.

Necesitamos muchos más recursos en medios para librar las guerras del futuro de los que necesitamos para las guerras convencionales, pero sobre todo necesitamos cambiar nuestra mentalidad y bajarnos de la actual pachorra para ponernos en guardia contra los muchos enemigos que tenemos.

Es evidente que los servicios de seguridad e información del Estado han fracasado bastante claramente en la crisis catalana, pero tomemoslo como una oportunidad para cambiar las cosas.

La secesión catalana ha cambiado ya muchas cosas. Nos ha devuelto el sentido de país que creíamos perdido.

Ahora tiene que servir para recordar en sentido de la defensa de lo que es nuestro.     

 

sábado, 11 de noviembre de 2017

Más Historia de España

Volviendo sobre el tema de la visión negativa de nuestra Historia que tenemos los españoles, leo en una crítica a la nueva película de Agustín García Yanes "Oro", que en las andanzas de aquellos españoles por tierras americanas "comenzó la decadencia del imperio".

Hay que ser un merluzo para decir que la decadencia del imperio empezaba cuando en realidad lo que empezaba era el propio Imperio, pero es que es así como piensa la mayor parte de los españoles. Y eso es muy lamentable.

Reducir la gesta de los españoles en las nuevas tierras a unos asesinatos y saqueos es tan corto de vista como reducir la Historia de Estados Unidos a la matanza de Wounded Knee. (Ya se que casi nadie conoce aquella matanza y eso es precisamente el punto).

Mientras que nosotros nos regodeamos con las partes más oscuras de las epopeyas americanas, y lo hacemos desde que nosotros mismos nos encargamos de darlas a conocer, véase la obra de Bartolomé de las Casas, los demás las ponen cuidadosamente en un rinconcito de los libros y ponen el acento en su lado brillante que también los tienen.

Pero es que nosotros también los tenemos.

Claro que hubo matanzas. Las hubo en la misma medida que las hay en cualquier conquista. Como las hubo en las conquistas de Julio Cesar o de Alejandro, como las hubo en las de Ciro o los faraones, como las hubo en la yihad musulmana o en las conquistas de Gengis Jan. Siempre hay matanzas.

La cuestión es que nosotros en America, además de matanzas, construimos ciudades. Universidades. Hospitales. Carreteras. Puertos.

Y nosotros llevamos a cabo un debate de la mayor altura intelectual para determinar si los indígenas de las nuevas tierras eran seres humanos como nosotros y decidimos que si lo eran y en función de esa decisión se promulgaron leyes, LEYES, que determinaban que los indígenas eran ciudadanos de pleno derecho de los reinos hispánicos, que no se podían esclavizar y que estaban bajo la protección real.

Eso se hizo en España. Los interesados pueden buscar en google "Controversia de Valladolid".

Mas que las espadas toledanas, fueron los virus los que diezmaron a las poblaciones indígenas, y posteriormente, y como sucede con todas las poblaciones que en el mundo son absorbidas por culturas más poderosas o eficientes, el alcohol hizo también estragos y los sigue haciendo.

Pero no hay forma.

Cada vez que hacemos una película sobre la conquista de los reinos americanos nos ponemos a nosotros mismos como un atajo de asesinos sedientos de oro masacrando a los felices indígenas que vivían en una arcadia feliz hasta que llegamos nosotros para arruinar su paraíso.

Así Cortés, en lugar de ocupar un lugar junto a Cesar o Alejandro es conceptualizado como "asesino", y nos quedamos tan anchos.

De nada sirve que recientes excavaciones en ciudad de Méjico hayan confirmado que los aztecas eran asesinos masivos o genocidas sin más, y de nada sirve que sepamos que al ejército de Cortés se sumasen miles de voluntarios indígenas deseosos de librarse de los tiranos homicidas.

Nada, nosotros a lo nuestro que es denigrarnos.

Me pregunto cuantas películas de indios y americanos describen a los americanos como locos sedientos de sangre. Muy pocas, ¿verdad?

Incluso las más críticas suelen presentar a los indios como salvajes incivilizados.

Pues nosotros nada. Los españoles unos cerdos criminales. Los indios unos seres beatíficos amantes de la naturaleza.

Y además, añado yo, lo que no se puede dudad es que los españoles somos unos ignorantes de nuestra propia Historia, y unos masoquistas de tomo y lomo que disfrutan sacando lo peor de nuestras andanzas.

¿Como es posible que podamos creer que un atajo de cerdos sedientos de sangre y oro fuésemos capaces de construir ciudades como Lima o Mejico y dejar un legado cultural que perdura quinientos años más tarde?

Que había cerdos sedientos de sangre, sin duda, pero algo más debía de haber, ¿no?   

   

miércoles, 8 de noviembre de 2017

La lista Forbes

Hace poco se ha publicado la llamada Lista Forbes. Es decir la lista de las personas que tienen más dinero del mundo clasificados por orden de cuantía.

El primero de la lista es Bill Gates, como de costumbre y el segundo igualmente conocido es Warren Buffet. Luego vienen Jeff Bezzos, Amancio Ortega, Zuckerberg y Carlos Slim y luego otros menos conocidos.

Gates está en los ochenta y tantos mil millones. Los demás de este grupo de cabeza se quedan los pobres en solo setenta y tantos mil.

Cada año suelen aumentar en unos cuatro mil millones más, por el suave ascenso de sus acciones y supongo que por otras inversiones laterales o simplemente por inercia. Como una vez me dijeron, cada mañana cuando Amancio Ortega se despierta se encuentra cuatro millones nuevos encima de la mesilla de noche.

Supongo yo que a estas alturas todas estas personas habrán perdido el sentido de la cantidad porque en realidad ¿que más dan setenta y tantos mil que ochenta y tantos mil? ¿Que podrían comprarse? ¿Otro coche? ¿Caviar iraní y puros habanos? ¿Un avión más grande?

Por otra parte alguno de estos personajes como es el caso de Gates y de Buffet, parecen haber decidido convertirse en santos laicos abanderando causas como la lucha contra la malaria o la promoción de la mujer africana.

A lo mejor la idea aquella de las indulgencias que provocó el enfado de Lutero va a resultar que tenía su aquel.

En efecto, si Gates puede facilitar su camino a la gloria inmortal a base de dedicar unos cuantos miles de millones a alguna buena causa, y se producen pruebas concluyentes de su entrada en la santidad como por ejemplo que comenzase a oler a incienso a su paso o que levitase al entrar en éxtasis presentando algún producto de Microsoft, otros millonarios se animarían a transitar por la misma senda.

En realidad a estos señores solo les queda ese camino de la santidad. ¿A que otra cosa podrían dedicarse? Y además a poco que piensen se tienen que dar cuenta que provocan mucha envidia y tal vez algun que otro rencor.

En un mundo de mileuristas, la publicación de las cantidades que atesoran, (nunca mejor empleada esta palabra), no deja de producir una cierta inquietud: ¿no será que se están quedando con un poquito de los sueldos de cada uno de nosotros? ¿No será que los productos que venden podrían ser más baratos?

Eso decía Marx, (Don Karl), que insistía en que la "acumulación de capital descansa sobre la deshumanización de los trabajadores y la apropiación masiva y sistemática de las plusvalías".

¿Podría decirse que el capital de Bill Gates descansa sobre las espaldas y las cuentas corrientes de sus empleados? Probablemente no, pero, ¿y lo de las plusvalías?

¿Cuanta riqueza del mundo puede canalizarse hacia las cuentas de Microsoft a través de unos precios implantados en términos de práctico monopolio mundial?

Uuuummmmm...

Tal vez el análisis del titán de Treveris no fuera tan descaminado, aunque su diagnóstico de la solución no estuviese demasiado acertado como muestran las catástrofes del siglo XX.

Desde luego la idea de volver al sistema soviético no me parece muy divertida, pero ¿no estará el capitalismo un poco suelto en estos comienzos del siglo XXI?

¿No será que se ha perdido de vista que las ideas liberales - que son las buenas- tienen que ser compensadas por unas políticas re-distributivas que impidan estos enormes desequilibrios?

¿Que sentido tiene que se formen estas fortunas estratosféricas que son tan enormes que ni siquiera sirven para reinvertirlas en sectores productivos?

¿Para qué demonios quieren estas personas tanto dinero?

Estos días se hablaba de los príncipes saudíes que han sido "purgados" aun no se sabe por qué y se mencionaba que alguno de ellos tiene una fabulosa fortuna de veinte mil millones.

Hasta ahora pensábamos que los príncipes saudíes eran ricos de "las mil y una noches" y resulta que Amancio Ortega les gana por más de cincuenta mil. ¿Y para qué?

Final:

Me parece muy bien que los que tienen una idea colosal tengan una recompensa igualmente colosal. Ellos hacen que el mundo avance y se cree riqueza que otros muchos aprovechamos.

La cuestión es: ¿es necesario que esa recompensa sea mayor que los tesoros del Inca Montezuma, el tesoro de Gengis Jan, o el botín de Alejandro en Babilonia todo junto?   

martes, 7 de noviembre de 2017

La Historia de España

Después de un paréntesis provocado por la inflación de noticias catalanas y por mi deseo de no enfangarme en ese tema vuelvo con una cuestión que me ha tenido muy preocupado durante mucho tiempo: la cuestión de nuestra Historia.

Pocos países del mundo tienen una Historia tan controvertida como nos sucede a nosotros.

Desde nuestra intervención en las guerras italianas del siglo XV y sobre todo desde la Guerra de los Treinta Años, España sufrió una serie de campañas de desprestigio y ataques reputacionales que tuvieron tanto éxito que no solo se las creyeron nuestros adversarios sino que también nos las creímos los españoles.

Todo empezó en Italia.

Primero fueron los aragoneses los que aparecieron por allí y ya el ambiente comenzó a envenenarse, pero cuando las campañas del Gran Capitán, ya en nombre de España, para muchos intelectuales italianos fue demasiado.

Mientras las intervenciones hispánicas fueron en el sur, al fin y al cabo un territorio medio africano como España, a nadie le importó mucho pero cuando los españoles marcharon hacia el norte y comenzaron a derrotar a los franceses y a hacerse visibles en lo que ahora se llama la Padania los italianos comenzaron a acuñar los elementos básicos del posicionamiento negativo de lo español.

Los españoles eran no solo unos salvajes sino que eran mestizos. Mestizos de moros y judíos nada menos.

Los españoles no eramos europeos. Después de una guerra de ocho siglos contra el islam y de la expulsión de los judíos, los españoles nos habíamos contaminado.

Eso explicaba la implacable ferocidad de nuestros soldados y la chulería de nuestros representantes. Eso explicaba que unos provincianos de medio pelo hubiésemos conquistado medio mundo.

Es curioso porque hasta entonces a nadie se le había ocurrido discutir nuestra europeidad.

A lo largo de la Edad Media los reinos hispánicos habían sido perfectamente homologables con los otros reinos europeos tanto en sus instituciones como en sus costumbres. Las batallas de la reconquista habían atraído a guerreros y comerciantes de allende los Pirineos que solo habían encontrado chocante nuestra afición al ajo y al aceite de oliva.

Pero cuando los cañones callaron en Granada, aquellos mismos españoles cuyas gestas en defensa de la cristiandad habían sido tan celebradas por todas las cortes europeas, y cuyas aventuras en el nuevo continente descubierto despertaban la admiración de todos, se convirtieron en una amenaza.

De ahí que la maquina de la propaganda se pusiese en marcha.

Todos los países que se vuelven demasiado poderosos sufren los ataques de sus enemigos de todas las formas posibles. Los americanos lo viven ahora mismo, los alemanes lo vivieron antes, y antes los británicos y así hasta Roma y Atenas.

La diferencia entre todos esos imperios y nosotros es que ni americanos, ni alemanes, ni británicos perdieron su autoestima por mucho que les insultaran y desprestigiaran sus obras.

Todos pasaron olímpicamente de sus detractores y mantuvieron la conciencia de que aquello que se decía de ellos no era otra cosa que parte de la guerra que mantenían.

Y nosotros sin embargo nos lo creímos y comenzamos a flagelarnos sin piedad hasta haber perdido completamente de vista nuestra contribución a la formación de la cultura occidental de la que nos consideramos no ya fundadores sino ni siquiera dignos.

Y así hemos llegado a esta situación lamentable en la que unos enanos intelectuales como Puigdemont y compañía pueden tener credibilidad cuando afirman que España no es una democracia y que nuestra Justicia no es de fiar.

¿Alguien se imagina que semejante cosa pudiese decirse de Alemania?

Es inimaginable a pesar de que tan solo hace sesenta años tuvieron lugar en Alemania acontecimientos tan espantosos que carecen de cualquier semejanza con cualquier otro y de que la Justicia alemana estuviese tan politizada que deja en mantillas a otros casos de totalitarismos.

Y lo malo es que cuando escuchamos a Puigdemont y a otros correligionarios naziolalistas europeos nuestro subconsciente nos traiciona y una vocecilla nos dice por dentro, ¿y si tienen razón?

Tenemos que hacer un ejercicio de recuperación de nuestra autoestima. Tenemos que asumir que vivimos en un sistema democrático moderno cuyas instituciones funcionan mejor que en otros países igualmente modernos. Tenemos que decir basta.

Basta de auto-flagelaciones estúpidas. Basta de complejos de inferioridad.

Los españoles no somos unos salvajes fundamentalistas católicos vestidos de negro.

No somos unos gandules orgullosos dormidos en el recuerdo de glorias pasadas.

Podemos ser ciudadanos responsables. Podemos ser laboriosos. Podemos ser inteligentes.

No todos claro, pero ¿es que hay algún país del mundo en el que no haya canallas y tuercebotas?       

viernes, 27 de octubre de 2017

La Historia muestra su cara verdadera

La lectura de los acontecimientos de la Historia reviste siempre un cierto ennoblecimiento de esos sucesos y también de los que en ellos participaron,...siempre que de esos acontecimientos surja una nueva realidad que los haga suyos como elementos de un devenir casi mágico en el que los de ahora son descendientes directos de aquellas luchas y quehaceres heroicos.

Me pregunto si la proclamación de la República Catalana este veintisiete de octubre de 2017 tendrá esa repercusión histórica y si el Sr. Puigdemon acabará en el olimpo de la memoria como un heroe o como un payaso.

Y lo mismo sucede con Mariano Rajoy, enfrentado a la desdichada coyuntura histórica de ver como el país del que es máximo mandatario, se fragmenta y se enfrenta a una coyuntura de pérdida de poder e influencia, que es una más desde que en Flandes se puso el sol hace ya mucho tiempo.

Durante años la pequeña política ha ido erosionando las posibilidades, que un día existieron, de no llegar hasta aquí. Durante años hubo gente que levantó la voz para señalar la política de separación y construcción nacional que llevaban a cabo los nacionalistas. No era el momento. Nunca fue el momento.

Siempre había "razones de estado" para entregar en sacrificio a los ciudadanos que no comulgaban con las prácticas totalitarias nacionalistas. Los que querían seguir hablando español en territorio español. ¡Que escándalo! Lo moderno era el bilingüismo. Pero claro, es que no era bilingüismo, era monolingüismo catalán. Era la normalización.

Luego vinieron las embajadas catalanas, que eran solo "comerciales". Luego los intentos de disponer de selecciones deportivas catalanas, parado solo ante la evidencia de que entonces tenía que haber ligas nacionales catalanas.

Y las estadísticas catalanas, y las patronales catalanas, y las asociaciones catalanas, y todo lo demás.

La independencia era no solo una alternativa, era la consecuencia de todo lo anterior.

No había nada que negociar no porque no hubiese buena voluntad, sino porque la inercia del proceso era ya tan grande que empujaba por su cuenta a los tibios o entusiastas sin compasión.

Puigdemon, Mas, Junqueras, los jordis y todos los demás bajaban en canoa por un rio caudaloso de aguas bravas que les llevaba sin que tuviesen oportunidad de otra cosa que dar paletadas al aire y expresar su alegría con grandes risas.

El sueño de unos cuantos alto-burgueses y aristócratas del siglo XIX, crecidos en las monsergas románticas, acunados por los caudales obtenidos a base de pasteleos y proteccionismos, y aupados a las balaustradas del poder por los sucesivos gobiernos de una España destruida por décadas de guerras civiles, se ha terminado haciendo realidad gracias a los hijos de los emigrantes andaluces y extremeños que Franco y sus gobiernos canalizaron hacia una nueva generación de fábricas crecidas al calor de los dineros oficiales.

En las mentes de estos nuevos catalanes ha crecido el odio hacia el país de sus padres, embobados por la promesa de un mañana de riquezas danesas u holandesas que como el maná, caerá del cielo de forma inevitable. ¡Pobres!

Cataluña se va de España, y también de la Unión Europea y de la comunidad hispano hablante.

Ahora veremos si el Estado Español tiene los recursos para volverla a traer, y también en que condiciones.

Mientras las fotos de los acontecimientos esperan el pié de foto definitivo de la Historia.

¿Será un acto heroico lo que acabamos de presenciar?

¿Será una payasada?

El tiempo lo dirá, pero los que crean que con el artículo 155 todo se arreglará como por arte de magia se equivocan.

El cuerpo de España está sobre la mesa de operaciones y todo puede pasar.

También lo peor.

Ojalá me equivoque. (Pero también dije esto mismo cuando pronostiqué que llegaría este día).     

lunes, 9 de octubre de 2017

A 24 horas del choque

He pensado tantas veces que los nacionalistas catalanes llevarían su aventura hasta el final  que ahora que dicho final se acerca parece irreal.

La pregunta naturalmente es ¿y que pasa después de ese final?

Lo primero es intentar adivinar que clase de final va a ser.

Bastantes analistas piensan que lo que van a hacer es amagar y no dar, por ejemplo haciendo una especie de proclamación sin efectos jurídicos a corto plazo a la espera de un proceso de negociación con el "Estado Español" sobre las condiciones para concretar la independencia a lo largo de un nuevo proceso indoloro para ambas partes. Puede ser.

Como tenemos un gobierno de sangre fría o helada, que tal vez sea lo más conveniente, la respuesta supongo que también sería ambigua en este caso, o sea que no diría que si pero tampoco que no, a la espera que después en ese proceso de negociación se llegase a algún punto intermedio.

Esperar gestos heroicos en esta coyuntura histórica a mi me parece una ingenuidad, pero me parece que la gran incógnita es como se va a comportar esos miles de ciudadanos catalanes que ya han dado la independencia por conseguida, que odian la idea de seguir en España y que ahora se han organizado y tienen ya la experiencia de salir a la calle y enfrentarse a las fuerzas del orden, con éxito.

Los responsables de la Generalitat deben estar pasando unas horas de mucha tensión porque por muy duros de mollera que sean saben que a las malas van a perder y también saben que los suyos no les van a perdonar que se echen atrás.

Así que se tienen que pensar muy mucho que van a decir mañana.

La actitud de TV3, negando la validez de la manifestación del domingo, indica que la fractura de la sociedad catalana es muy sólida y de alguna manera impermeable a los acercamientos o a las componendas.

Esa actitud dice claramente que la Generalitat no va a atender las peticiones de volver a la senda constitucional y por lo tanto manifiesta que, tal y como dijese la presidenta del Parlament, los catalanes no nacionalistas no son catalanes y carecen de cualquier derecho a influir en las decisiones.

Tampoco la salida de sedes sociales de las empresas catalanas va a torcer la voluntad de los conjurados por la causa. De sobra saben ellos que se trata de una salida de mentirijillas dirigida a detener la sangría de clientes que todos ellos han detectado, pero sin consecuencias reales en términos de empleo o producción.

Y finalmente tampoco la falta de efectos en la esfera internacional, la falta de reconocimientos de la nueva república, detendrá a los golpistas ya que ellos cuentan con un largo periodo de transición a lo largo del cual el gobierno español se rendirá y los países que cuentan se pasarán con armas y bagajes a sus posiciones sin acordarse de lo que están diciendo ahora.

Así que la clave para los nacionalistas es aguantar y obligar a que las negociaciones se realicen sobre sus términos en base a movilizaciones populares continuas.

Y la clave para los demás es que clase de respuesta puede implementar el Gobierno.

Ya dice Rajoy que la respuesta tiene que ser "proporcional" así que no esperemos grandes cosas.

Yo espero, y me mojo, mucha confusión, muchas medias palabras, mucha interpretación, mucho tira y afloja, y muy poca concreción.

A las dos partes les conviene no ser claros y sobre todo no quemar los barcos.

Pero ya digo, la clave va a estar en la calle, y si la calle se incendia....

Si la calle se incendia se va a perder el control. 

       

viernes, 6 de octubre de 2017

El árbol y las nueces

Como muy bien dijese aquel ultra llamado Arzallus, unos mueven el árbol y otros recogen las nueces.

Ahora son los anarcos y podemitas quienes junto a los nazionalistas catalanes han movido con gran violencia el árbol del orden constitucional y el suelo está ya bastante lleno de nueces.

Y el cesto en el que se pretenden recoger es el proceso de "dialogo" que vendrá a continuación.

Es tal el destrozo que ante nosotros solo parecen esta dos alternativas.

La primera es la federal y la segunda la confederal.

Un amigo mio ha escrito que lo que se pretende es llegar a una solución similar a la que los británicos pretenden con el soft Brexit, o sea mantener todas las ventajas pero desde una posición de independencia y de ausencia de obligaciones.

Incluso va más allá y habla de ultra soft Catalexit, para que quede claro lo que quieren los independentistas, que es también la fórmula a la que se apunta el "mediador" Urkullu.

Una España mercado, con un Gobierno central reducido a la mínima expresión que les permita el sueño de ser vascos y catalanes europeos sin las "crueles" interferencias de "Madrid".

Como en una parte no insustancial de la izquierda española late esa misma idea de la maldad de la idea de España y del "centralismo", las corrientes de ir en esa dirección van a ser muy fuertes en los próximos tiempos.

El buenismo igualmente remará en esa misma dirección por aquello del diálogo y la comprensión y nos vamos a encontrar con que una vez más la idea de España solo será defendida por las derechas.

Debemos hacer lo posible para que eso no ocurra.

Estos cuarenta años de autonomías ya nos han revelado de forma suficiente los desastres de permitir que diecisiete parlamentos hagan leyes a cascoporro convirtiendo el llamado Estado Español en un rompecabezas donde hay que abrirse camino como en una jungla legal que cambia entre pueblo y pueblo atomizando algo tan importante como es la seguridad jurídica tanto para empresas como para particulares.

Y que decir de la ruptura de cualquier mecanismo de unidad sentimental en una apoteosis de particularismos y hechos diferenciales.

Si seguimos así no harán falta más revueltas. España morirá de muerte natural sin lucha de ninguna clase.

Todavía queda alguna esperanza.

Estamos viendo tan cerca el abismo y la satisfacción de nuestros numerosos enemigos que puede que reaccionemos y exijamos desde izquierda y derecha una rectificación ante tanta estupidez cometida.

Ante la reforma constitucional que viene hay que plantear la opción de una reforma del autonomismo.

Y si eso significa que Cataluña y País Vasco se van habrá que aceptarlo como lo que puede ser: una auténtica bendición.       

 

martes, 3 de octubre de 2017

Más vergüenza nacional

Si alguien creía que habíamos agotado nuestra capacidad para hacer el ridículo o para mostrar la deformidad mental de nuestra clase política, puede relajarse y contemplar como unos y otros se acometen sin ningún complejo, olvidando una vez más, que ellos para lo que están es para representarnos y actuar de cara al bien común.

Ya decía ayer que la actuación del Gobierno durante la funesta jornada del día uno había sido garrafal ya que fueron incapaces de hacer cumplir la Ley, tal como habían prometido solemnemente que harían, y además enviaron a la Policía y la Guardia Civil a dar la cara por ellos pero con instrucciones concretas de no utilizar una fuerza desproporcionada.

El resultado ya se vio: votación y escenas de violencia.

De acuerdo, la votación no fue limpia ni transparente y más de acuerdo aún, las escenas de violencia están mayoritariamente trucadas, pero, ¿acaso no sabemos con quien nos jugamos los cuartos?

Los nacionalistas son los enemigos mayores de la verdad. Ahora y siempre.

Anda y que no hemos tenido que tragarnos mentiras y manipulaciones los de mi generación.

Luego fueron los vascos y sus mitologías melancólicas y criminales.

Y ahora los catalanes y sus fábulas victimistas.

Si ellos han sido agraviados, ¿lo que se ha hecho con los de Teruel y Soria que es?

Pero volviendo a los políticos mendaces y repugnantes hoy le toca al PSOE, que en esta hora de dolor nacional saca a la malvada Margarita Robles a pedir la cabeza de la vicepresidenta por "la violencia desatada".

A Doña Margarita se le debe haber olvidado su paso por el Ministerio del Interior en etapas turbulentas de las guerras vascas.

La Sra. Robles no obstante solo hace que surfear sobre las corrientes de opinión que dicen que el PSC puede obtener un gran rédito político de todo este fregado, siempre que se separe del PP y se arrime a los corazones tiernos que pueblan la izquierda buenista.

¡Que listos son!

Lástima que se les vea el oportunismo de forma tan evidente.

Ayer contaba que el PP no es otra cosa que un sindicato de funcionarios de los niveles altos de la Administración del Estado. Es así. Hoy digo que el PSOE es un sindicato de profesores universitarios enfadados que tienen como bandera el rencor.

O sea el PP es el reino de la soberbia y el PSOE el de la mala leche. Esos son los que nos gobiernan por turnos.

Y los nacionalistas que van de pirómanos, encuentran el mejor caldo de cultivo en las peleas a muerte entre estos dos sindicatos.

¿Y quien piensa en España o en sus sufridos ciudadanos?

¿Quien quiere que salgamos de este pozo de mierda que es el enfrentamiento de las dos españas, consecuencia de guerras civiles que pasaron hace tanto tiempo que ya es difícil encontrar a algún superviviente?

La cuestión es que muchos españoles, entre los que me incluyo, solo queremos vivir en un país normal, donde podamos ser españoles sin aspavientos. Con orgullo de pertenecer a un país que ha dejado sus huellas en la Historia de la Humanidad, que habla un idioma compartido con cientos de millones de personas, que ha creado tipos universales como Don Quijote, que ha servido de solar a incontables pueblos para crear este batiburrillo multicolor que somos.

No queremos tener que enarbolar la bandera para estampársela en la cabeza a nadie.

No queremos que la bandera represente a los miembros de un partido o una ideología.

No queremos pasarnos la vida discutiendo quien fue más salvaje en la guerra civil.

No queremos que unos cuantos se arroguen el derecho de decidir quien es español y quien es anti-español.

Queremos mirar hacia adelante.

Queremos poder dedicar nuestro tiempo y nuestra energía a hacer que nuestra vida, la de cada uno según sus posibilidades, sea cada día mejor.

Queremos una clase política responsable y que no nos abrume con su presencia. Que se ocupe de la administración y no nos ande liando para cruzadas y para persecuciones.

Queremos libertad y queremos un poco de igualdad.

Y ya está.

Es muy triste que los políticos nos avergüencen cada día. 



   

lunes, 2 de octubre de 2017

Vergüenza Nacional

Ayer no quise asomarme a los medios. Ni a los hablados, ni a los visuales, ni a los escritos.

A pesar de las solemnes proclamas del Gobierno, y a pesar de que tenían supuestamente el control de la situación, muchos nos temíamos que al final habría urnas, papeletas, votantes y resultados.

El desdichado ministro portavoz, la listilla vicepresidenta, y finalmente el presidente menguante Rajoy hicieron ayer el ridículo de la forma más espantosa, y nos llenaron de vergüenza y bochorno, generando situaciones a la vez violentas e inútiles. Para que hablar del ministro del interior.

Si un Estado utiliza la fuerza, que es uno de los resortes en los que se apoya la legitimidad de un país, tiene que hacerlo para asegurar que el peligro que es causa de una respuesta de fuerza sea efectivamente neutralizado.

Después se podrá pedir que ese uso de la fuerza sea proporcional a la amenaza y que no se dañe a los no directamente implicados, los famosos daños colaterales, pero lo principal es neutralizar la amenaza.

Para eso los ciudadanos otorgamos el poder ejecutivo al Gobierno de turno.

Y por eso, cuando un Gobierno fracasa de forma tan miserable en la neutralización de una amenaza, y además, en el proceso de neutralización hace más fuerte al enemigo, o sea lo que ocurrió ayer, ese Gobierno está obligado a dimitir, y a convocar elecciones de inmediato.

Utilizar a la Policía Nacional y a la Guardia Civil para enfrentarse a un enemigo enormemente superior sin poder hacer uso de la fuerza fue una acción despreciable por parte del Gobierno que sacrificó la imagen de los cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado en una operación mal planificada, mal ejecutada y francamente cobarde.

Cuando se va a una batalla se va a ganarla, no a que te pinten la cara.

Si no, es mejor no dar la batalla.

Esto nos lo enseñó Sun Szen, (o algo así), ese general chino que escribió un estupendo manual sobre la guerra.

Si guardamos nuestras fuerzas podremos utilizarlas otro día. Si las quemamos en una operación inútil se acabó la guerra.

Si el referendum no tenía validez legal, ¿a que venía la demostración de inutilidad policial con que Vds. nos ofendieron ayer?

¿No podían Uds. haberse informado un poco mejor?

¿Que ocurre con el CNI, es que no saben catalán o que no tienen contactos en Barcelona? 

Después de meses de estancia de la vicepresidenta en Barcelona y sus múltiples cenáculos, ¿no ha aprendido nada?

Estamos gobernados por unos chicos y chicas muy listos que al parecer carecen de la posibilidad de enterarse del mundo en el que viven.

Ya hicieron sus oposiciones a funcionarios de carrera y tienen unas posiciones de por vida aseguradas.

Porque el llamado Partido Popular no es otra cosa que un sindicato de altos funcionarios del Estado, al que votan gentes que se creen que votan una opción ideológica.

Y esos funcionarios son tan listos y están tan pagados de si mismos que no necesitan escuchar a nadie que no sea de su nivel, así que no se enteran de nada.

Cuando dicen que con la ley se para esto a mi me daría la risa si no me diera un ataque de indignación.

¿Como se puede ser tan tonto como para creer que con mandamientos judiciales se va a parar una revolución?

Me imagino a un juez diciéndole a Lenin que no podía hacer la revolución de Octubre porque estaba incumpliendo la constitución rusa.

O un juez británico ordenando a George Washington que detuviese de inmediato la campaña contra el ejército ingles porque naturalmente tal campaña era contraria a la ley británica.

Señor Presidente del Gobierno, nos ha hecho Ud. pasar la mayor vergüenza nacional que se recuerda desde el Desastre de Annual.

Tenga Ud. un poco de dignidad y dimita.

 



miércoles, 27 de septiembre de 2017

El Estado Español

La actualidad ha chocado con mi deseo de no escribir más sobre la cuestión catalana, deseo que ya expresé hace meses.

Contra viento y marea he venido manifestando desde hace años que el plan de los nacionalistas era la secesión y que en ese camino harían lo que tuviesen que hacer para salirse con la suya.

Igualmente he hablado muchas veces de la construcción de la identidad nacional catalana como el instrumento previo, necesario y casi suficiente, para la proclamación de independencia, y como los sucesivos gobiernos españoles han metido la cabeza en la arena como los avestruces para no tener que enfrentarse a la verdad.

Durante años he escuchado a personas sensatas decir que todo lo que pasaba no tenía importancia, que los catalanes al final lo que querían era una mejor financiación, (como los murcianos, ¿no?), y que sus prácticas totalitarias en materia idiomática eran excentricidades de "unos pocos".

Pues bien, ya hemos llegado al día de la verdad.

Los nacionalistas han derogado las leyes españolas, van a celebrar un "referendum" aunque sea de la señorita pepis, supongo que ya saben cual será el resultado, lo anunciarán en su momento y como será abrumadoramente positivo para sus intereses obrarán como ya han dicho.

Mientras, el domingo será la gran algarada con "invitados" de todas las organizaciones antisistema europeas, podemitas incluidos naturalmente, que harán un despliegue de odio a España, sus instituciones, sus símbolos y sus ciudadanos.

Y a partir del lunes la romería de la independencia, con invitación al Estado Español para que se rinda y "negocie" las condiciones de la ruptura.

Mientras, en otras "comunidades" del "estado", podemitas y nacionalistas varios se sumarán al carro de la demolición de España, presa aparentemente fácil desde su conversión en "Estado Español".

Porque es la hora de los canallas. De todas las alcantarillas del país, una muchedumbre de enfermos de odio sale tocando sus tambores como en la célebre procesión de Walpurgis.

¿Como es posible que en estas tierras haya tanta gente que odie a su propio país?

¿Como se ha conseguido que la mayor parte de los ciudadanos desconozca la Historia de España?

¿Como hemos llegado a este funesto lugar?

Desde luego, las guerras civiles del largo siglo XIX, que llega a 1939 en nuestro caso, la apropiación de la idea de España por parte de la derecha, la falta de un trabajo de comprensión de nuestra Historia, de una interiorización crítica de nuestro pasado, de un rechazo de la visión negativa que de nosotros hicieron nuestros enemigos sin caer en triunfalismos estúpidos, todo eso han contribuido a que una parte importante de los españoles rechace su condición convirtiéndose en una especie de apátridas interiores a la busca de una identidad que han encontrado en las viejas banderas medievales.

La actitud de la izquierda tampoco ha ayudado con sus precauciones a la hora de valorar nuestros logros, que los ha habido y muchos, y su enrocamiento en torno a la idea republicana, como si aquellos terribles años hubiesen sido la arcadia feliz, o como si los que murieron luchando por la República no hubiesen también muerto por España.

El egoísmo de los unos y el rencor de los otros nos ha traído hasta aquí.

El ser incapaces de hacer un discurso de España que no sirva para golpear con el en la cabeza a los enemigos.

El ser incapaces de ser españoles sin gritos ni desgarros, como los daneses o los holandeses.

Con conciencia de ser herederos de muchos errores pero también de muchos aciertos.

Con el ánimo puesto en el futuro, no en andar a vueltas con los agravios del pasado, interpretando acontecimientos de hace siglos como si hubiesen ocurrido ayer.

Cada vez que escucho lo del "estado español" siento una gran tristeza.

Siento el fracaso de todos los que hemos querido que España fuese un país libre y feliz, de todos los que soñaron con que un día fuésemos un país europeo "normal".

Como en el viejo poema decimonónico, "Oigo Patria tu aflicción y escucho el triste lamento que forman, tocando a muerto, la campana y el cañón".     

   

martes, 5 de septiembre de 2017

Ecos del verano de 2017: la huelga del Prat

Desde hace bastante tiempo ha venido recorriendo las pizarras de cualquier escuela de negocios el mandamiento de la ley empresarial, "reducir los costes fijos y pasarlos a variables".

La filosofía es sencilla, la forma de enfrentarse a los avatares del mercado es disponer de una estructura mínima y subcontratar lo demás.

¿Que es lo mínimo?

A estas alturas lo mínimo es el director general, o mejor el presidente para que lidie con los accionistas. Todo lo demás es superfluo.

Se puede subcontratar desde el departamento financiero hasta el I+D. La fuerza de ventas, el proceso de datos, todo.

Hay empresas de transporte que utilizan transportistas subcontratados, y ejércitos subcontratados.

Por detrás de esto estaba al principio la flexibilidad: se podía crecer en momentos de picos sin necesidad de recargar las plantillas, pero ahora es otra cosa la verdad. Ahora es otra idea nacida de la globalización: abaratar los costes.

Los empleados fijos negocian con la empresa sus salarios, ya sea individual o colectivamente. Los empleados subcontratados tienen que apechugar con lo que les toca en las licitaciones en las que las empresas contratantes alquilan sus servicios.

Mientras que antes los costes salariales siempre subían, ahora los costes salariales siempre bajan.

Las empresas de "servicios" tienen que acudir a las "licitaciones" sabiendo que son siempre a la baja. Es decir las empresas contratantes siempre exigen que el contrato que se licita sea más barato que el anterior. ¿Como se arregla eso?

Pues entrando en una cadena de subcontrataciones al final de la cual se encuentran pequeñas empresas sin capacidad de negociación, y empleados sin capacidad de hacer valer sus derechos.

El mundo de la vigilancia es perfecto para estos experimentos: para guarda vale cualquiera, así que hay un mercado potencial inagotable de candidatos.

Su formación es mínima, su capacidad de presionar también....o lo era.

La ambición de los directivos de AENA, una de esas compañías chollo a la que van los amiguetes de los políticos en el poder, les llevó a sustituir a la Guardia Civil (demasiado cara y demasiado seria), por una de estas subcontratas. Una idea fenomenal, debió pensar el directivo de turno, total la seguridad en los controles de acceso de los aeropuertos la hace cualquiera. Le quitas las botellitas de agua, las tijeritas, el gel de baño y ya está. No hace falta ser guardia civil.

Y efectivamente no hace falta, pero los trabajadores de este servicio en el aeropuerto de Barcelona vieron venir la muchedumbre de los turistas veraniegos y dijeron hasta aquí.

Rápidamente se pusieron en marcha los guardianes de la galaxia conservadora para acusar a esta pobre gente que gana menos de mil euros de sabotaje a la patria, (a la catalana y a la  española dependiendo del medio).

Ha tenido que llegar un arbitraje del incombustible Marcos Peña (¿cuantos años tiene ese hombre?), para cerrar de momento el conflicto, pero la cuestión sigue abierta.

Y la cuestión es: ¿a donde vamos con unas empresas completamente desligadas de sus trabajadores, con unos salarios cada vez más precarios, con una formación cada vez más escasa, y con una implicación emocional prácticamente nula?

De acuerdo: ya ha quedado demostrado que se pueden contratar ingenieros a 600 euros al mes. Que se puede explotar a las limpiadoras de habitaciones de hotel hasta niveles que harían enrojecer a los esclavistas. Que los camioneros tienen que ser "autónomos" y poner el camión. Que a los camareros se les puede contratar por media jornada y luego tenerles 24 horas. Que los ayuntamientos pueden contratar cada año con un recorte del 10% sobre el presupuesto anterior de limpiezas.

Muy bien, pero ¿a donde coño vamos?

¿Que clase se sociedades queremos?

Vale. Pongamos robots para sustituir todos los procesos mecánicos. Sustituyamos a los profesionales por inteligencias artificiales.

Habrá unas minorías que vivirán como los dioses del Olimpo, (y tendrán que vivir en algún sitio alejado para librarse de las iras del pueblo).

¿Que se quiere hacer con la gente?

Los sueldos ya no dan ni para el low cost que era la gran promesa de la globalización.

¿Que queda?

¿Una buena epidemia?      

jueves, 31 de agosto de 2017

Ecos del verano de 2017: el caso Neymar

Este verano casi todo ha pasado en Cataluña. Bueno, el calor post-cambio climático ha sucedido en todas partes, pero de las demás cosas el Principado ha estado en titulares permanentemente.

El primero de los casos prácticamente expedientes-x fue la abdución del futbolista Neymar por parte de los malvados directivos del Paris Saint Germain, o PSG, comandados por un jeque, otro jeque, que pagaron la clausula de rescisión del brasileño, o sea 220 millones de euros, limpiandoles a los del Barsa a su jugador estrella del futuro.

A partir de ahí un  escalofrío ha recorrido los espinazos de los directivos de los grandes clubes de fútbol europeo que ven como pasan a encontrarse en la misma situación en la que ellos habían colocado a los directivos de los clubes latino-americanos, o sea en la indefensión total.

El precio pagado por Neymar no ha debido ser suficiente para el jeque que a continuación ha ido a por Mbapé por 180 millones de euros.

Teniendo en cuenta que este muchacho es apenas un junior, su fichaje es probablemente el mas temerario de la historia del fútbol.

¿Cabría pensar que estos fichajes se justifican por los ingresos de los clubes?

Las negociaciones con los responsables del fútbol en televisión van a tornarse muy complicadas y los responsables de las televisiones y telefónicas europeas van a tener que hacer muchos números.

También tendrán que ser revisados los contratos de docenas de jugadores de élite, cuyas clausulas de rescisión se han quedado desfasados, o cuyos emolumentos ya no son disuasorios.

Eso significa que una de las últimas puertas que separaban el fútbol de los espectáculos de farándula ha caído y por tanto las bases mismas del fútbol como deporte, como fenómeno social asociado a barrios, clases sociales o ciudades se han resquebrajado.

Vamos a modelos americanos y veremos de todo a partir de ahora.

El jeque y sus asesores han elegido muy bien a Neymar, un mercenario sin escrúpulos que tiene una causa abierta en España por estafa a los que fueron sus descubridores y mentores brasileños.

Neymar hijo y Neymar padre son el paradigma de lo que viene: gente que no se identifica con otros colores que no sean los del oro y los billetes de banco.

Se me dirá que eso ya es así, pero ya veréis como vamos a ir tan a peor que lo de ahora nos parecerá un paraíso de valores deportivos.    

miércoles, 30 de agosto de 2017

Ecos del verano de 2017. El independentismo declarativo

Gracias al caso Juana Rivas y a las andanzas criminales del imán de Ripoll, los ciudadanos de este país hemos podido escapar, a veces, del estruendo declarativo de los independentistas catalanes, que llevan una temporada completamente desenfrenados y cada vez más histriónicos.

De todas maneras, no ha habido día sin declaración, amenaza, desprecio o insulto.

Si querían que los aborreciésemos, su estrategia ha sido persistente, insistente y exitosa.

Como el día de la manifestación post-atentado alcanzaron cimas difíciles de igualar en sus insultos a las instituciones españolas, les ha sido complicado recuperar el climax dramático y ahora han sacado a colación el ejército catalán, a lo que seguirá seguramente la guerra santa para recuperar los paisos catalans del yugo español.

En el asunto de insultar, se han distinguido especialmente los representantes de la CUP, que cada día se inventan una nueva campaña. La última la de acusar a España de las guerras saudíes por venderles armas, y acusar al Rey de ser el vendedor mayor de esas armas a sus "amigos" los árabes.

Es adorable que la CUP piense que España es uno de los grandes productores de armas del mundo, o que nuestra influencia geo-política alcance los cuarteles generales saudíes. Pero el furor anti-capitalista de estos gañanes les lleva a utilizar cualquier excusa para manifestar sus odios.

Resulta curioso que en materia de España no solo odien a nuestros plutócratas sino a los españoles en general, tal vez porque confunden nacionalismo y socialismo, algo que ya le sucedió a Adolfo Hitler.

Pero no son solo los mata-curas catalanes los que llevan la antorcha de las declaraciones. No.

El president de la generalitat, señor Puigdemont, no pierde ocasión de soltar lindezas por su boquita, seguido de enardecidos consellers de su gobierno, que le hacen los coros encantados.

Y mientras, los queridos medios de comunicación están esperando cada día la ración de insultos y desprecios, dispuestos a hacérnosla llegar, no sea que nos perdamos algún escupitajo.

Que sería de las audiencias televisivas o radiofónicas, los periódicos ya no los lee casi nadie, si no pudiesen ofrecernos cada día esa ración de odio a la que ya nos estamos acostumbrando como los drogadictos a la heroína.

¿De que hablarían los contertulios?

En todo este follón declarativo, el contrapunto lo pone el gobierno de la Nación (española), que ha decidido como buenos liberales, laisser faire, laisser passer, o sea no hacer nada.

Sus declaraciones son como si estuviesen en latín de misa antigua: nadie las entiende pero suenan solemnes.

Y así mientras los unos hablan como raperos enfurecidos, los otros hablan como un coro benedictino.

Los unos dicen mecagoentuputamadre, y los otros responden dominusvobiscum.

Menos mal que nos acercamos al desenlace de esta película.

No se si nuestro aguante daría para mucho más.

Es como si fuésemos por la temporada nonagésimo cuarta de Juego de Tronos.

Por favor, ¡que lleguen los caminantes blancos de una puta vez!

martes, 29 de agosto de 2017

Ecos del verano de 2017. El Imán de Ripoll

Me gustaría que alguien me dijese si se imagina a un sacerdote católico o a un pastor protestante, aunque fuese de una secta particularmente exaltada, reuniéndose con un grupo de jóvenes piadosos -seguro que los hay en alguna parte, incluso en el mismo Ripoll-, con el objetivo de preparar una matanza de laicos en cualquier lugar del mundo.

¿A que no nos es posible imaginarnos algo así?

Sin embargo, cuando se trata de jóvenes musulmanes y clérigos de esa fe, todo se vuelve plausible.

Naturalmente el propio sentido común nos obliga a no extraer las últimas consecuencias de todo lo anterior: efectivamente no podemos culpabilizar a toda una comunidad religiosa de estos sucesos por más que el patrón se repita una y otra vez.

Pero el hecho de que hoy día sea inconcebible que cristianos, judios, budistas, o sintoistas utilicen su fe con motivos homicidas, y sea perfectamente asumible que los musulmanes si lo hagan debería llevar a la propia comunidad musulmana a una reflexión profunda y sincera sobre que es lo que falla dentro de su seno.

Yo creo que hay tres cosas que deberían servir de motivo para esa reflexión.

La primera está dentro de la doctrina y es la consideración de infieles a todos los que no profesamos el Islam.

Mientras los musulmanes dividan el mundo entre nosotros y todos los demás, y nos consideren a esos todos los demás como seres dañinos y enemigos de la fe no van a poder salir del sistema de pensamiento que potencia los comportamientos agresivos de una minoría.

Porque si los demás somos enemigos dañosos ¿como no van a actuar contra nosotros unos jóvenes imbuidos de una noción de misión divina, la de eliminarnos?

El Islam es muy diverso y tiene muchas tendencias, pero ha resistido con tremenda fiereza cualaquier intento de modernización o secularización y se encuentra anclado en planteamientos espirituales demasiado alejados del espíritu de la vida moderna.

Desde la Ilustración nosotros nos hemos movido en una dirección de progreso y respeto a la individualidad y el saber científico. Hora es que desde dentro del Islam comiencen a encenderse luces.

Pero es algo que deben hacer ellos.

La segunda cuestión para la reflexión está en el modelo de predicación y elección de imanes.

Cualquiera puede ser iman. Predicar en la oración del viernes. Ganarse el respeto como hombre santo.

Aunque hay madrasas para formar imanes, no es necesario pasar por ellas.

Tampoco hay jerarquías como en la Iglesia Católica, ni nadie que marque "la doctrina de la fe". Como en las iglesias protestantes, la palabra, o sea el Coram en su caso, es todo lo que cuenta, bueno el Coram, los hechos y dichos del Profeta y la tradición o sharia.

Y como en el protestantismo, cualquiera puede "interpretar" todo ese caudal.

Así que si tenemos en cuenta lo dicho en el punto anterior, ponerse en una onda rigurosa contra el pecado y los infieles no es nada extraño.

Y una vez asumido el punto de vista riguroso, pasar a los hechos no parece que sea extraordinariamente difícil.

Si el imán es riguroso en materia religiosa en público y luego da el paso siguiente en privado....

Y esto nos lleva al tercer punto.

¿Quien puede detectar la emergencia de estas células agresivas mejor que la propia comunidad en que se crean?

Me llama mucho la atención que preguntados los parientes o allegados de los terroristas, resulte que nadie se había dado cuenta y que todos tenían la mejor opinión sobre ellos.

Lo mismo pasaba en un reportaje que vi este verano antes del atentado en el que un equipo de La Sexta se acercaba a Ceuta para preguntar por los ceutíes voluntarios en la yihad en Irak o Siria.

Silencio, agresividad y nadie sabe nada.

Pero claro que saben. Saben o sospechan.

Lo que ocurre es que estas comunidades están cerradas sobre si mismas y no se sienten integradas en sus entornos físicos o sociales.

Sus lealtades son para ellos solos, no para los "otros". Y eso tiene que cambiar.

Frente a los que consideran que la culpa de esta falta de integración somos las víctimas de los ataques yo creo que no es así.

Pero claro, si las mujeres musulmanas tienen prohibido casarse con infieles, y las cristianas que se casan con musulmanes son abducidas al Islam, parece difícil que se produzca una integración natural, como la que vivieron los emigrantes españoles en Alemania o Francia, y cuyos hijos o nietos defienden hoy las camisetas de las selecciones nacionales de fútbol respectivas, sintiéndose franceses o alemanes con naturalidad.

La integración material de los chicos de Ripoll ha servido de poco.

De nada ha servido que estuviesen escolarizados o que tuviesen trabajos bien remunerados.

Si alguien se siente extranjero de espíritu ya le puedes dar el DNI. No hay nada que hacer.

Así que mientras no se produzca un proceso de cambio en el Islam que abandone los postulados de la eliminación de los infieles, mientras no se controle el discurso de los imanes y su pasado, y mientras los musulmanes se sientan extranjeros en sus países de acogida y residencia....no hay nada que hacer.

Y frente a los buenistas que piensan que tenemos que ser más cariñosos con ellos yo creo que tenemos que empezar a ponerles mala cara si no hacen los deberes.

Y tienen muchos deberes que hacer.        

    

lunes, 28 de agosto de 2017

Ecos del verano de 2017. El caso Juana Rivas

Termina el verano, que como es ya la costumbre, ha sido el más caluroso desde no se sabe cuando. Ahora mismo nos visitan tormentas estrepitosas y casi tropicales y menos mal porque los embalses se están quedando vacios. La uva se recoge en Agosto cambiando tradiciones seculares y nos vamos acostumbrando a que el termómetro marque cuarenta grados o más.

Ha sido un verano muy catalán, primero por lo que ya sabíamos de la efervescencia independentista y luego gracias a un grupo de muyaidines de Ripoll que han estado a punto de armarla gordísima y se han tenido que conformar con atropellar a un puñado de infieles que paseaban por las Ramblas de Barcelona ajenos al drama del pueblo palestino, sirio, etc.

Pero a mi lo que más me ha llamado la atención este verano ha sido el caso de Juana Rivas.

No por las vicisitudes de esta mujer ni por las desgraciadas circunstancias de su matrimonio, tan corrientes en un mundo en el que mas de la mitad de los matrimonios terminan en divorcio, sino por como ha sido tratado por los medios de comunicación, y también, por una parte no pequeña de la clase política.

Veo a Juana Rivas en la foto de portada de El País, exhibiendo en su mano la notificación del juez que la deja en libertad, y saludando al público y a los medios como si fuese una artista saludando después de su actuación, y me pregunto, ¿pero es que no hay nadie cercano a esta muchacha que la preste consejo?

Vuelve estos días de Estados Unidos otra señora que por hacer lo mismo que Juana ha estado un buen puñado de años en prisión en aquel país, pero parece que eso no impresiona a nadie en un país en el que el sentimentalismo ha sustituido hace mucho al sentido común, y en el que el populismo más descarnado ejerce el poder mediático achantando a jueces, gobernantes y a cualquiera que se atreva a ir contra la corriente.

Para la mayoría de los medios, la inmensa mayoría, las razones del padre no han existido. Ni siquiera se le ha tenido en consideración, siendo silenciado en base a su condición de "maltratador", a pesar que la propia Juana olvidase en su día esa circunstancia, retornando a su compañía y concibiendo un segundo hijo.

No voy a defender a este señor del que yo tampoco se nada, pero me parece tremendamente sospechoso e injusto que no se le conceda ni tan siquiera una oportunidad de explicarse.

Antes, los medios de comunicación se preciaban de contrastar sus informaciones y ofrecer las diferentes versiones. A eso se llamaba periodismo. Ahora solo se da una versión y sin matices. Solo se da la palabra a una parte y sin crítica. Y a eso no se le llama periodismo. Eso es propaganda.

¿Propaganda de quien?

¿Quien gana con esta huida insensata de Juana Rivas?

Acabamos de firmar en España un "pacto de Estado" contra la violencia de género. Las leyes ya son muy severas con los maltratadores y la sociedad está muy pendiente de estos temas, pero parece que nunca es suficiente.

Efectivamente resulta repugnante que se produzcan tantos casos de violencia en la pareja y todo lo que se haga para proteger a las mujeres amenazadas será siempre insuficiente, pero al socaire de estos acontecimientos se está socavando también de forma consciente me temo, otros aspectos de las relaciones de pareja.

Me refiero a los derechos de los padres. De los padres y de los abuelos paternos.

Se están sentando las bases ideológicas para dejar sentado como principio universal que los hijos son de las madres y solo de las madres, y eso, por mucho que responda a realidades psicológicas, sociológicas o fisiológicas, no puede aceptarse sin más.

Los papás también tienen derecho a sus hijos por muy difíciles que sean las condiciones de los divorcios. Y lo mismo los abuelos paternos.

Pero a pesar de que las leyes recogen estos derechos, hay muchos grupos de presión que están haciendo todo lo posible para que los tribunales de Justicia pasen por encima y se ajusten a una interpretación maximalista-feminista de estos casos, y eso es precisamente lo que estamos viendo en el caso de Juana Rivas.

Y como será esa presión que los jueces a los que llega el caso se lo quitan de encima como pueden para no colgar con el sanbenito de haber dado la razón a un padre maltratador frente a una madre sufridora y víctima.

De hecho los medios de comunicación y muchos representantes públicos han apoyado con tanta fruición esta caracterización de padre agresor y madre víctima, que vamos a ver como salimos ahora de este enredo.

La responsabilidad de los medios es muy grande en este caso por haber creado el circo de una versión única sin matices.

Estoy seguro que este caso, como otros miles semejantes, tiene muchas más vueltas que las que ha pregonado la "prensa libre", circunstancias que el juez o jueza tiene la oportunidad de valorar antes de tomar su decisión de acuerdo a las leyes vigentes. Seguro que los jueces podrían haber basado su decisión en esas complejidades. Y aunque hubiese sido una decisión compleja como suele pasar, hubiese sido mucho más aceptable para todos.

El problema es que ahora ya no se puede hacer así.

Los asesores de Juana, los medios de comunicación y determinados políticos han enfangado las aguas de tal manera que cualquier solución legal va a parecer un crimen si no da la razón completamente a Juana Rivas.

Dado que la Justicia Italiana ya se ha pronunciado difícilmente la española podría oponerse. Italia no es una dictadura tercermundista, pero ahora también allí todo será mucho más complicado y todos lo pagarán. Me refiero a esa familia y a sus allegados.

Incluso aunque Juana Rivas tenga razón, que puede ser.

La cuestión es que más allá de quien tenga razón, que yo no lo se, y nadie excepto los jueces tiene idea, este caso ha sido utilizado por grupos muy agresivos con la colaboración entusiasta de los medios de comunicación.

No hablo de los políticos que me parecen un ejército de timadores de feria. Ellos está para arrimarse a los soles que más calientan en cada ocasión y no pueden ser tomados en serio.

Pero, ¿los medios?

Lo que más pena me da es el vergonzoso papel de los medios.

¡Y a eso se llama prensa libre!