jueves, 23 de noviembre de 2017

Miedo a pensar

Cada vez me cuesta más trabajo refrenarme cuando hablo con gente que apoya sus argumentos en prejuicios o dogmas de cualquier tipo.

En la entrada anterior a esta me refería a uno de esos tópicos que es el fantasma del franquismo que agitan con igual entusiasmo izquierdistas y nazionalistas, pero hay muchos más. La iglesia, la inquisición, la sed de oro de los conquistadores, etc. A estos cliches de los izquierdosos vintage se han añadido los cliches de los izquierdosos nuevos como son el machismo, el chapapote, el animalismo, y otro nuevo etc.

Gracias a tan cómodas perchas no hace falta discurrir mucho. Todo acontecimiento puede ser caracterizado como un atentado machista, un juicio franquista, una actividad de crueldad animal, un nuevo prestige, una declaración inquisitorial fascista, una provocación machista-franquista, y así.

No hay que pensar. No hay que demostrar nada. Como te coloquen el sanbenito estás perdido.

En una época en la que la información está más a nuestro alcance que nunca, parece que nos hemos acostumbrado a dejarnos llevar por la marea de los tópicos que nos conduce inexorablemente al redil del adocenamiento en el que luego políticos sin escrúpulos ya se encargarán de pescar.

No hay manera de escapar de los lugares comunes.

Si enciendes la tele te cae una catarata de topicazos desde el primer segundo de cualquier programa "informativo".

Lo mismo sucede en la radio. Como tengas una mente mínimamente crítica tienes que estar cambiando de emisora continuamente para evitar que te de un ataque de apoplejía.

Y los periódicos son el altar de la bellaquería donde es tan fácil rastrear el hedor de las campañas de uno u otro signo que resulta un insulto a la inteligencia ver las portadas de cada día.

En internet los esbirros y asesinos a sueldo de los diferentes odios en liza encuentran un ambiente más propicio que las bacterias en la crema pastelera y la mayonesa.

Los linchamientos públicos se suceden como si tal cosa y las diversas parroquias celebran las ocurrencias de los suyos como si se tratase de piezas de oratoria ciceroniana.

El tema catalán es tan vomitivo porque es muy difícil encontrar informaciones independientes. Cuando sale alguien que intenta dar opiniones centradas y basadas en hechos queda sumergido por el tsunami inevitable de los que se niegan a analizar los datos y prefieren seguir chapoteando en el fango de los topicazos.

Pero cójase cualquier otro tema y es lo mismo. Da igual que se hable de sequía como de la guerra en oriente medio o de Rusia o de "las drogas". Todo son lugares comunes y argumentos trillados.

Y luego están los tópicos económicos, que van desde el España nos roba al del capitalismo asesino.

Seguramente a lo largo de la Historia los tontos han sido muchos más que los listos, lo que pasa es que antes se consideraba lo normal que fuesen los listos los que gobernasen y ahora los tontos exigen que otros tontos como ellos ocupen la dirección de los países.

No solo eso. Exigen que todas las decisiones sean "democráticas".

Democráticas quiere decir que se vote y los que saquen más votos deciden no solo lo que se hace sino también lo que se piensa.

Así si la mayoría decide que España es un país fascista, pues esa es la línea de pensamiento general y si la mayoría decide que pasemos del sistema métrico decimal a medir en pies y arrobas pues de cabeza.

Esta forma tan subversiva de pensar se impone con la inestimable ayuda de los medios de comunicación que simplemente siguen los deseos de las masas y los legitiman con argumentos peregrinos aunque cargados de peso democrático.

Los que se oponen a esta avalancha de populacherismo tienen que refugiarse de inmediato en cenáculos clandestinos dado que inevitablemente son tachados de antidemócratas, fascistas y machistas.

Francamente no se lo que hay que hacer para que el gobierno de los bienes comunes quede en manos de personas capacitadas.

A lo mejor hay que pasar al comunismo chino o a la monarquía civil de Singapur.

Tiene narices que tengamos que admitir que las reglas democráticas elevan al poder a los berzotas y que solo en los países de oriente donde se ignora la democracia los listos llegan al poder.

En todo caso no tenemos que tener miedo a pensar porque algo vamos a tener que hacer si no queremos que los tontos alcancen la victoria final.

Si, si, ya lo sé.

Soy un franquista, fascista, machista, capitalista, etc....

   

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