¿Que valores quedan en la sociedad occidental en este Noviembre de 2017 a tenor de lo que se escucha en las sesiones del juicio de "la manada"?
¿Cuales son los valores que quedan de aquellos que a nosotros nos enseñaron nuestros abuelos, nuestros padres y nuestros maestros?
Decía Ludwig Wittgenstein que lo malo de los valores es decidir cuales son ya que en todo caso son inmateriales, no se pueden objetivar, no existen más allá de nuestras mentes y no pueden ser objeto de la Ciencia.
Eso es así, pero convengamos en que la honestidad, la laboriosidad, la prudencia, la caridad, el valor, la inteligencia, la simpatía o la hospitalidad son mejores, así en abstracto, a la deshonestidad, la vagancia, la temeridad, la avaricia, la estupidez, la antipatía, o la frialdad.
Reconozcamos que aunque las minorías que gobiernan el mundo nos den cada día ejemplos de todos los vicios, siempre preferiremos en nuestro corazón a la madre Teresa de Calcuta a un tiburón de Wall Street.
Sabemos en nuestra mente lo que es bueno y lo que es malo, pero seguramente no recibimos suficientes incentivos para portarnos bien y a la vez los medios de comunicación nos proyectan cada día una catarata de incentivos para portarnos mal.
El Ministro Montoro ya no se molesta en llamar a nuestro compromiso con la sociedad. ¿Como podría después de lo visto en la clase política? Se limita a amenazarnos con todos los males del Leviatan estatal si no cumplimos.
Y como les decimos a los jóvenes que no se comporten como los miembros de la manada, uno de ellos guardia civil y otro militar, si por todas partes se escuchan loas al "pleno goce del sexo" e invectivas a quien no lo practica.
Y ¿que les decimos a los padres que quieran saber a donde van sus hijas de dieciocho años cuando desaparecen de casa y aparecen borrachas a las tres de la mañana en la Plaza del Castillo de Pamplona?
En una sociedad que ha hecho de la auto-realización su bandera, ¿quien va ahora a ponerse a discutir la libertad de cada uno a hacer lo que le venga en gana?
No se si técnicamente los hechos de aquella madrugada constituyen una violación o no. Eso se lo dejo al pobre juez que tiene la patata caliente en su mesa.
Lo que si se es que cinco tios como castillos abusaron de una joven de dieciocho sin dar al hecho otro sentido que el festivo, por eso lo grabaron, y después la abandonaron como el que tira un pañuelo usado.
Y esos hechos puede que no tengan cualificación delictiva pero si que la tienen en el ámbito de la moral, la ética y la decencia.
Se trata de una barbarie repugnante que avergüenza al género humano.
Se trata de una caída a los infiernos que me temo esté mucho más generalizada de lo que parece.
Tarde es ya para volver a los valores cristianos en occidente pero a algún sitio tenemos que volver o ir.
No creo que podamos ni acercarnos a los valores de Héctor el héroe troyano o de Sócrates el héroe ateniense, pero este arrastrarnos por el fango ya dura demasiado.
De tanto comportarnos como cerdos ya nos empiezan a salir pezuñas.
martes, 28 de noviembre de 2017
Los valores de la manada
Publicado por Antonio Cordón a las 18:30
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