sábado, 30 de abril de 2011

Irreales bodas reales

¡Lo que va de ayer a hoy!

Antes lo principal era el acontecimiento y lo secundario su retransmisión.

Hoy, como se acaba de demostrar, lo principal es la retransmisión y el acontecimiento se tiene que plegar a las reglas del espectáculo, igual que una obra de teatro televisado, y los protagonistas tienen que mirar a la cámara que toca cuando toca, y no en ningún otro momento.

Las muchedumbres miran extasiadas a las pantallas y cientos de millones de personas "sienten" que han estado allí donde se producía el acontecimiento del año, del siglo o del milenio.

Las señoras lloran en una playa de Marbella, en un casino de Hong Kong, o en un pub de Melbourne, mientras se sujetan el sombrerito "que hay que llevar" para la ocasión.

Gracias a las tecnologías de la información el mundo es un lugar muy pequeño, al menos en nuestro entendimiento, y todo se supedita a su enorme poder de sugestión.

¡Que hubiera hecho Nerón con estas herramientas!

Da igual que sea un tsunami, una boda, la elevación de un Papa a los altares.

Lo importante es que se televise en alta definición.

La calidad de la imagen nos coloca allí y "sentimos" que pertenecemos al acontecimiento y que aquellas personas son como de la familia.

Me pregunto como va a ser cuando lo veamos en 3D, o dentro de un poco mas introduciéndonos en mundos virtuales tri-dimensionales, y hasta con olores o sensaciones térmicas.

Que experiencia personal puede rivalizar con la de sentirse arrastrado por un tsunami, cantar un himno en la boda de Will y Kate, o un tedeum en el Vaticano, y ademas sin tener que movernos del sillón de nuestra casa.

Nuestras grises vidas se ven incentivadas por la participación en múltiples acontecimientos irreales en las que somos parte del coro griego que deambula por el escenario mientras los protagonistas se enfrentan a sus destinos.

Lo mejor es que esos protagonistas ahora consideran que su tarea es actuar para el coro.

Antes los reyes hacían lo que les daba la gana.

Ahora son protagonistas de un docu-drama, y como dicen en la película "El discurso del Rey", unos simples cómicos, cuyo sueño es disponer de alguna intimidad de vez en cuando.

Y no acaba ahí la cosa.

En unos meses habrá películas y series de televisión sobre la boda, porque no nos vale con haberlo visto. Tenemos que re-elaborarlo, representarlo y convertirlo en ficción.

La realidad no nos vale.

Queremos un mundo de Walt Disney. De príncipes y princesas.

Preferimos lo irreal.

La verdad es que no me extraña.

jueves, 28 de abril de 2011

Del twitter a las bombas

Tenía ganas de volver a las revueltas árabes y a su supuesta relación con las nuevas tecnologías, cuando me entero de la bomba que ha estallado en un café de la plaza Yemaa el Fna en Marrakesh esta mañana, y que ha matado a cerca de veinte personas, entre ellas muchos turistas.

Está claro a estas alturas que los gentiles demócratas que usaban las nuevas tecnologías han sido sustituidos por grupos de origen desconocido que se han empeñado en poner patas arriba Oriente Medio y el norte de Africa, sin que se sepa ni quien está detrás ni hacia donde se dirigen.

La OTAN bombardea Libia con la esperanza de que los de Bengasi resulten amigos, aunque ahora ya se habla de tribus enemigas de Gadafi y no de paladines de la libertad.

En Egipto el idilio entre manifestantes y ejército ha terminado, como era de esperar, ya que una cosa es predicar y otra dar trigo.

En Yemen ya no sabemos ni lo que pasa.

En Síria, (con las ganas que tenía yo de ir a visitar las mezquitas Omeyas de Damasco), el régimen no se anda con tonterias y ha mandado al ejército contra los manifestantes.

En Tunez, tras la "liberación", medio país ha salido huyendo y se le han colado a Berlusconi con gran estrépito en las relaciones franco-italianas, y lo que vendrá después cuando los emigrantes que huyen de la democracia lleguen a España, Alemania, etc.

En Irak siguen los coches-bomba y las matanzas.

Y solo quedan Jordania y Marruecos para que el caos sea completo.

Como son monarquías están aguantando mejor el ataque, pero esta bomba al turismo marroquí va a tener sus consecuencias.

Ya no podemos estar ni siquiera seguros de que Irán esté jugando un papel importante en el drama, aunque las conversaciones entre Hamas y AlFatah en Gaza, parecen indicar que hasta los iraníes están asustados. (Hamas es una sucursal de Teherán).

Así que ¿quien está detrás de todas estas acciones?

¿Internet?

¿La miseria?

¿Los clérigos?

¿Las empresas del petróleo?

Lo único cierto es que en Occidente no tenemos ni pajolera idea de lo que sucede en el mundo musulmán y que el árabe es una lengua muy difícil, así que saber de primera mano la información es complicado.

Los corresponsales nos informan de que hay tiros y muertos, y poca cosa mas.

Y como siempre los que saben no nos lo van a contar.

Así que solo sabemos que va a morir mas gente.

O sea como con el Barsa. Que solo sabemos que el árbitro les va a echar una manita, pero no en que minuto.

martes, 26 de abril de 2011

El valor de la noticia

Me gusta mucho leer los posts que escribe Martin Varsavsky en su blog. No siempre estoy de acuerdo con su visión, pero en general es una persona que aporta su propia opinión de una manera argumentada y creo que leerle aporta a la discusión. Este es precisamente uno de los casos en los que discrepo de sus palabras.

Martin comenta en uno de sus últimos posts que en una cena con el dueño del periódico alemán Bild estuvieron comentando el nublado horizonte de la prensa, llegando a la conclusión de que uno de sus principales obstáculos es que la gente se ha educado en la creencia de que todo lo que se consume a través de una pantalla de ordenador debe ser gratis. Así, los dueños de los periódicos, aunque pongan sus contenidos online, no ganan lo suficiente a través de la publicidad como para cubrir los costes. Por otro lado, la gente sí estaría dispuesta a gastarse el dinero en aplicaciones para smartphones y contenidos para videoconsolas.

Yo no estoy de acuerdo. No creo que el problema sea que la gente piense que no debe pagar por recibir contenido en la pantalla de su ordenador. La cuestión radica más bien en el tándem contenido más servicio como modelo de negocio.

La mera noticia como contenido no tiene mayor valor. Cualquier puede darla. Lo que tiene valor es el servicio de difusión de esa noticia, y la forma de contarla. Los periódicos eran un gran servicio hace 10 años, acumulando noticias, imprimiéndolas y distribuyéndolas hasta los más recónditos vecindarios. Hoy en día, con Internet en tantas pantallas de ordenador, se ha convertido en un modelo de servicio obsoleto.

La gente no va a pagar por tener las noticias en su ordenador, ni en la pantalla de su móvil, ni en la videoconsola. No va a pagar, porque es un contenido tan abundante e indiferenciable que su valor para el consumidor tiende a cero.

Lo que sí que tiene valor es una visión, disección y digestión de la noticia por un ojo experto, o la opinión de una mente ágil y despierta. Ese valor añadido sobre la noticia sí que puede conllevar un precio, que se pagará sobre papel, pantalla de ordenador o televisión.

La gente paga por las aplicaciones de smartphone por el servicio que aportan, el cual puede ser presentar el contenido de una manera más adecuada y atractiva que la que puede aportar un navegador. El contenido es el mismo, sí, pero el servicio no. Otra manera de cobrar un precio por la noticia.

Aún así, siempre habrá gente que no estará dispuesta a pagar y siempre buscará el camino alternativo, mientras que otros abrazarán la sencillez con las tapas de cartera. Es cuestión de saber quién es tu público y cómo darles lo que quieren en base a un modelo de negocio sostenible. Mucho más fácil de escribir que de hacer.

sábado, 23 de abril de 2011

Cisnes negros en bandada. Otra reflexión cuaresmal.

Hace unos días, en página impar y a toda página, se publicaba una reflexión (pagada) del presidente de uno de los principales fondos de inversión europeos, concretamente francés, sobre las circunstancias de estos momentos que han llevado a una volatilidad extrema de los mercados financieros, y a pasar apuros a muchos fondos que ya no saben en donde se debe colocar el dinero de los ahorradores sin que este sufra graves quebrantos.

Me llamó la atención que un fondo se sintiese en la necesidad de dar explicaciones en forma de mensaje publicitario, y que su presidente lo hiciese no ya pidiendo disculpas, sino literalmente confesando su pasmo ante tanto desastre desacostumbrado.

Decía el buen hombre que lo que sucede se debe a la aparición, no ya de uno de los célebres cisnes negros, o sea fenómenos en principio imposibles pero que finalmente acontecen, sino de tres cisnes a la vez, lo que eleva la probabilidad a los límites de lo sobrenatural.

Esos tres cisnes en bandada eran, el primero las revueltas musulmanas, (el decía árabes por ser políticamente correcto), el segundo el fuerte fenómeno climático de "La Niña" que ha tenido lugar este año y que ha afectado fuertemente a las cosechas en muchos lugares del mundo, y finalmente el tercero el "tsunami" y el desastre de Fukusima.

En realidad los tres cisnes afectan a una substancia que es lo mas importante para la humanidad actual, es decir, la energía.

Las revueltas musulmanas porque el temor a que una nueva generación de extremistas musulmanes se hagan con el control de las mayores reservas petrolíferas pone los pelos de punta a cualquiera.

La crisis de las cosechas porque el problema es que se da en un contexto en el que la superficie cultivada para alimentos se había reducido para producir "bio-combustibles), y ahora cosechas perdidas significa hambre directamente, por lo que incrementar la producción de esos bio-combustibles se antoja imposible.

Y Fukushima porque el inevitable parón nuclear subsiguiente significa aumentar el consumo de gas o carbón, lo que ademas de encarecer la energía, también provocará un aumento de emisiones y un empeoramiento de la situación de cambio climático.

A mi me enseñaron en la academia de directivos de Ericsson que toda la economía giraba en torno a los precios de la energía, y desde entonces he seguido con interés la cuestión de los precios del crudo, pero también, como profesional de las TIC siempre he comprendido que nuestro oficio gravita sobre la existencia y disponibilidad de energía barata y abundante, y por tanto me parece que efectivamente hay motivos para alarmarse.

El mundo está en uno de esos momentos de cambio que tanto gustan a los historiadores.

Algo nuevo está naciendo y por ello todo lo que parecía inatacable se tambalea.

En los próximos años la cuestión energética va a estar en primer plano. No solamente como guía para los entendidos y analistas, sino en la vida de la gente corriente.

Ahorrar energía, buscar procedimientos alternativos y mas eficientes para cualquier actividad, re-pensarlo todo. Esa será la tarea.

El control de las reservas energéticas será el eje de las políticas exteriores de los grandes bloques, y la creación de nuevas pautas de consumo sostenibles el eje de las políticas internas de los países.

Un mundo multipolar esta ya sustituyendo al predominio americano que nos ha gobernado desde finales de la segunda guerra mundial. Se nota en la volatilidad del dolar,a la que también se refería el presidente del fondo en cuestión, en la difícilmente expandible exposición militar de los USA, y en el desarrollo veloz del mundo emergente encabezado por China.

En otro momento histórico estaríamos en vísperas de otra gran guerra, pero las armas nucleares lo hacen imposible, así que veremos múltiples conflictos "menores" como el de ahora en Líbia, y desde luego un incesante esfuerzo investigador por conseguir ventajas competitivas y estratégicas sobre los otros bloques.

En realidad podríamos reducir lo que pasa no a una bandada de cisnes negros cruzando el horizonte, sino mas bien al angustioso crujir de las cuadernas del mundo en que vivimos, (que está a punto de volver a ser "El mundo de ayer"), y al rumor de los hasta ahora desheredados de la tierra que un a vez puestos en marcha no hay quien los detenga.

Un tiempo adecuado para ser joven, e incluso para ser un anciano curioso e impertinente.

jueves, 21 de abril de 2011

La vida ligera. Una reflexión cuaresmal.

Animado por la referencia de una referencia favorable leo el artículo de Jordi Soler en El País que se titula "La vida ligera", en el que se cantan las ventajas de una vida, como diría Machado, ligera de equipaje, es decir de una vida alejada de la que hemos seguido los de la generación anterior, y en la que hemos acumulado, títulos académicos, curriculums laborales, casas, y otras ataduras variadas.

Vista la dificultad de adquirir una casa y un trabajo fijo, dice el autor, dejémonos de historias y vivamos el momento sin pensar en el mañana. Al fin y al cabo hay enormes oportunidades en la red para hacerse millonarios desde casa con una feliz idea, y no hace falta tanta historia.

Y para que meterse en una hipoteca a cuarenta años si uno no sabe donde va a acabar en los trajines de la vida.

La verdad es que no le falta razón al autor visto el panorama que se nos presenta, y me pregunto si eso mismo no lo estaréis pensando muchos jóvenes a los que la combinación hipoteca-trabajo inestable no os termina de encajar.

Lo de hacerse millonario de la red es una opción atractiva, aunque me temo que se tienen las mismas posibilidades de que te toque la lotería o de hacerse rico con un pelotazo de suerte en el tráfico de cocaína, porque el número de estos millonarios es muy limitado, y el de los que se dejan la piel intentándolo me temo que muy grande.

Silicom Valley es famoso por los millonarios pero también por los divorcios, el alcoholismo, las depresiones y los suicidios.

Por otra parte, no todo el mundo puede dedicarse a la informática ni a diseñar contenidos o simulaciones de fluidos. Ni por talento ni por oportunidad.

Me temo que para la mayoría de la población la vida dista mucho de poder ser ligera, y que muchos de los que lo intenten acabarán en la ligereza de la indigencia, que es una ligereza distinta de aquella de la que gozan los modernos Faustos.

Y es que ese mito de la vida ligera se parece mucho al mito faústico del pacto con el diablo para ser siempre joven, atractivo e inteligente.

Estaría muy bien ser siempre así y ser un nómada surfero de lo mucho que el mundo tiene que ofrecer, (siempre que seas joven, listo, guapo y osado).

La gran mayoría empero ni lo somos ni lo seremos nunca, y las posibilidades de que se nos aparezca el diablo a tentarnos es francamente remota.

Además hay un pequeño problema que es el envejecimiento que pone unos límites muy poco ligeros a los sueños de una vida ligera.

Como dice el poeta alemán Rilke en un poema sobre el otoño, (el de la vida), cuando empieza a soplar el viento frío, "no hará casa quien ahora no la tiene. El que ahora está solo, lo estará siempre."

Y por eso las hormigas de la fábula se pasan el verano acarreando el trigo a su granero mientras la cigarra practica la vida ligera.

Es verdad que estamos en una época llena de incertidumbres, en la que quienes gobiernan han demostrado ser unos bufones incapaces de prever correctamente las consecuencias, (por otra parte perfectamente previsibles), de un sistema basado en el consumo irresponsable, el predominio de los financieros, la avaricia y la adoración al becerro de oro.

Una época en que se está derrumbando el entramado social construido después de las guerras mundiales, y en el que el crecimiento insensato de población está tensando todos los recursos naturales y los sistemas productivos asociados a cada uno de ellos, desde el petróleo al trigo, y desde el café al lino.

Un tiempo en que los desheredados de la tierra han decidido no aguantar mas y se han puesto en movimiento, (como sucedió al final del imperio romano), para vivir el el primer mundo.

Un tiempo de ladrones, mentirosos, incapaces y mentecatos.

Y por eso precisamente la vida ligera no es sino un escapismo semejante al de otras épocas con las quinielas y los pisitos de protección oficial, que llenaban los sueños de la generación de mis padres.

En esa generación precisamente es en la que hay que fijarse.

No en la nuestra, que ha vivido una coyuntura que en nuestra inocencia creíamos definitiva e interminable, y que ha resultado tan solo ha sido un paréntesis en la larga marcha de la humanidad hacia su emancipación del hambre, los tiranos, las enfermedades y los falsos profetas.

Cuando esas personas, mis padres, llegaron a los veinte años la vida ligera consistía en pasar la tarde del domingo en un café con la consumición mínima, y soñar que un día podrían aspirar a comprarse un traje y comerse un filete con patatas.

Y aún ellos, con tan malas perspectivas, han llegado a jubilarse en una cierta comodidad.

Pero casualmente fueron los que entre ellos optaron por el esfuerzo, el trabajo, el estudio, y la vida pesada, los que mejor salieron adelante. No todos lo hicieron.

También ahora en las nuevas generaciones pasará lo mismo.

No habrá para todos como pasó en mi generación.

Pero si para algunos.

Puede que para algunos de los elegidos de la vida ligera, pero seguro que para bastantes de los que elijan la vida dura del esfuerzo y la superación y se dejen de fantasías.

Y si la inspiración para la aplicación feliz llega cuando estamos trabajando, pues mejor que mejor.

jueves, 14 de abril de 2011

Hablar por hablar

Una de las cosas que mas me molesta, y que además va amas con la edad, es escuchar las bobas discusiones que cada día se producen en los medios de comunicación acerca de cualquier cosa.

Esta gente no intenta ni dar soluciones a los problemas ni tan siquiera aclarar las cuestiones a los receptores de sus diatribas. Lo único que quieren es hacer ruido.

Contra mas ruido mejor.

Y además repiten las mismas discusiones con los mismos argumentos una y otra vez, prueba inequívoca de su falta de honradez intelectual.

Hoy tocaba el viejo cuento de las penas de cárcel y si su duración es suficiente para los criminales, y se han dicho las mismas pamemas de siempre sobre si los etarras deben cumplir sus penas íntegramente, o si salen arrepentidos o no.

Nadie parece atreverse a tratar la cuestión de fondo que no es si los sistemas de redención de penas son aplicables o no, sino si el sistema judicial y las leyes penales tienen algún sentido.

Si a alguien se le ocurriese diseñar un coche que tuviese una altura superior a su base, en primer lugar le llamaríamos loco, y en segundo lugar nadie le haría caso.

En el mundo técnico no suele tener éxito quien va contra la corriente del conocimiento científico, y sin embargo podemos tener un sistema de leyes basado en postulados rotundamente equivocados y a nadie le preocupa.

Cuando se dice que el sistema penitenciario esta diseñado para la redención y reinserción del criminal se está dando por sentado que ese mantra de que todos nacemos iguales y es la sociedad quien nos estropea es la verdad, cuando los estudios sobre el cerebro hace tiempo revelaron que hay quien nace malo, como hay quien nace bajito, o quien nace inteligente, o con tendencia a la calvicie.

La gente acepta tranquilamente que si el abuelo se quedó calvo a los treinta igual le pasará al nieto, pero parece que le cuesta admitir que si el abuelo era un tipo de carácter violento también el nieto tiene muchas posibilidades de serlo.

Y todo esto viene de la religión pero también de las ideas de la Ilustración, ya que unos creen que el carácter y el comportamiento son atributos del alma, y los otros creen que todos venimos al mundo como una pizarra en blanco.

En vano demuestra la ciencia que el cerebro viene tan pre-determinado por el ADN, como la musculatura o el esófago.

Nada, nosotros a lo nuestro, que es vivir según las supersticiones y no según nos va enseñando la ciencia.

Y en el mundo del derecho esto es aún mas acentuado.

Y si el pensamiento dominante es el buenismo, que es una especie de religión laica muy extendida en Europa, entonces estamos condenados a las discusiones estériles sobre si treinta años son muchos o pocos.

Yo estoy seguro que en las cárceles hay gente inofensiva que se han visto en medio de situaciones ingobernables para sus cerebros, o gente que han cometido errores. No soy favorable al pensamiento legal USA que dice que todos los que están en la trena son individuos irrecuperables que deben morir en prisión.

Pero estoy seguro de que efectivamente muchos de los que están en la cárcel, nunca deberían salir. No porque tengan que purgar sus crímenes, sino porque son peligrosos.

Nunca se van a reinsertar y hay que tener el valor de decirlo y de cambiar las bases de nuestro sistema legal.

Ni muchos criminales tienen remedio, ni los multireincidentes de 12 años pueden seguir en la calle con la excusa de que son niños.

Esa es la verdad real, aunque no sea la verdad legal, y hoy existen medios para saber si una persona tiene un carácter criminal, y quienes han cometido un crimen de forma puntual y circunstancial.

No tiene sentido que un multcriminal etarra solo cumpla 31 años y un desgraciado multirobagallinas se pase 35 años, pero esa no es la cuestión.

La cuestión es si uno u otro pueden ser puestos en libertad sin amenazar la seguridad de los demás.

Y eso no se tiene en cuenta en nuestro sistema legal.

miércoles, 13 de abril de 2011

Koomic, para leer tebeos

Interesante descubrimiento el de esta semana. Como ya he comentado alguna vez, disfruto mucho leyendo cómics, americanos, españoles, europeos (entiéndase, fuera de nuestras fronteras, casi todo francobelga), japoneses... Y la combinación con el mundo digital para mi era algo que tenía que llegar más pronto que tarde.

Koomic viene a ocupar el vacante puesto de distribuidor del cómic (o tebeo, como decíamos en mi niñez) digital en nuestro país. Como librería especializada en este sector, permite la compra y lectura de cómics, en la web, en el escritorio, en el móvil y, la que es sin duda mi favorita, en tableta. Si bien de momento sólo tiene aplicaciones para iPhone y iPad, parece ser que la versión de Android está en camino.

La experiencia de compra es sencilla y los precios, aunque podrían ser más bajos, disminuyen los que traen la versión en papel. La experiencia social dentro de la web está cuidada y la versión para iPad, que es la que realmente he probado, satisface la necesidad.

De momento el catálogo disponible es bastante escaso y únicamente de cómic español de editoriales pequeñitas. Sería muy interesante que consiguiesen el apoyo de Panini o Planeta, aunque supongo que estas estarán más interesadas en montar su propio chiringo. Por otro lado, entiendo que también tendrán grandes dificultades para conseguir la distribución de mastodontes como Marvel y DC, por lo que me pregunto si les dará con el resto del mercado que les queda, mucho menos demandado. España tiene mucho fondo de armario de cómics, en la mayoría de las ocasiones descatalogado e imposible de encontrar en librerías especializadas. Quizá este deba ser su nicho de mercado, donde creo yo que sí que podrían hacer negocio.

Al final nos encontramos con la misma situación que está sucediendo en otras industrias en proceso de digitalización. ¿Tiene sentido que sea el propio productor el que se haga su distribución? Ahí tenemos a Marvel y DC con sus propias tiendas digitales, desarrollando una estrategia centrada en la marca. ¿O el distribuidor, cerrado a su propia distribución? ¿O replicamos el modelo de tienda como punto de encuentro entre lectores y productores? Cada uno con sus ventajas y desventajas para cada uno de los contendientes, puede que la solución sea la coexistencia de todos estos modelos.

Yo por mi parte me alegro de que salgan iniciativas como Koomic. Si siguen desarrollando su catálogo y manteniendo precios lógicos, pueden contar conmigo como cliente. De hecho, me ha servido para conseguir algún cómic de Cels Piñol que la Fnac no me lograba traer. Y en mi investigación me ha valido también para descubrir ComiXology, otra tienda digital americana que tampoco conocía, y que también promete. ¡Larga vida al cómic (digital)!

viernes, 8 de abril de 2011

#eurodiputadoscaraduras

Curiosa situación que se dio ayer jueves, cuando la red se revolvió y empezó a llamar caraduras a los eurodiputados.

En esa misma red empezó a correr por la noche del miércoles la noticia de que los eurodiputados habían votado en contra de volar en clase turista y poco a poco fue creciendo la bola hasta que se convirtió en un auténtico griterío digital en la "plaza del pueblo".

Me parece interesante resaltar el hecho de que la noticia no se conoció por los medios, incapaces de denunciar las acciones cuestionables de nuestros políticos. Telediarios y periódicos no dieron a conocer esta votación, sino que fue la voz de los medios "personales" la que comunicó e informó.

Una vez más se muestra la importancia de la red y cómo está cambiando la sociedad en la que vivimos. Los políticos, acostumbrados a hacer y deshacer sin dar cuenta a nadie, se empiezan a topar con unas inquietudes que no pueden controlar. Así, se han visto obligados a dar explicaciones de lo ocurrido, en la mayoría de los casos con excusas pueriles y absurdas. Han tenido que dar respuesta a un pueblo que empieza a tener voz.

Lo triste, es que aún así la noticia en los medios no ha sido que los eurodiputados voten en contra de viajar en turista, sino que la gente a través de las redes sociales ha provocado la retracción de los partidos políticos. La caradura de los políticos no es noticia, pero sí lo es el exotismo del impacto de las redes sociales. Sueño con un día en que esa novedad ya no sea tal y sí que sean noticia los tejemanejes de nuestros políticos.

El ahorro, como muchos argumentan, es marginal, sí, como también lo es el coste de los traductores en el Senado. Piedra a piedra se hace una montaña, que tenemos que pagar entre todos nosotros, impuestos mediante. Pero es que no es el gasto en sí, es lo que supone. La total impunidad y sinvergonzonería con la que se maneja nuestra clase política, que hablan de apretarse el cinturón y luego gastan en lujos como si sobrase el dinero.

¿Quién vigila a los políticos? ¿Cómo es posible que sean ellos los que voten si se suben los sueldos o viajen en primera clase? ¿A quién tienen que dar cuentas? ¿Al pueblo? ¿Por qué somos tan tontos e inoperantes que no tomamos cartas en el asunto? Pero esto ya son reflexiones para otro día...

Recuerda: #nolesvotes

jueves, 7 de abril de 2011

Juventud sin futuro

Está comenzando en estos momentos una manifestación en la Plaza de Antón Martín, aquí en Madrid, convocada por un grupo que se autodenomina Juventud sin Futuro.

Parece que el lema es "Esta crisis no la vamos a pagar".

La verdad es que cada vez siento una mayor ternura por estos movimientos juveniles que pretenden parar el mundo con eslóganes tontorrones como este.

Lamentablemente esta crisis si la van a pagar los jóvenes, y los pensionistas, y la clase media, y muchos otros colectivos que tenemos que re-orientarnos para encarar el mundo nuevo que no es que venga sino que ya está aquí.

Lo de no tener futuro no es nuevo.

De hecho en los setenta el grupo "punk" Sex Pistols, berreaban una canción llamada "God save the Queen", cuyo estribillo era precisamente "no future, no future for you", y para que hablar de aquellas otras generaciones a las que les tocó pasar la juventud en una trinchera, o en un régimen totalitario.

Si el futuro parece hoy poco apetecible es culpa probablemente mas de nuestras expectativas que de la realidad de la situación.

No parece razonable que esperemos mantener los actuales niveles de consumo del mundo desarrollado, y mucho menos que se sumen a la orgía las masas hasta ahora desheredadas de Asia y América Latina. Eso no puede pasar.

Tampoco es razonable que España, que nunca ha podido generar empleo para su población autóctona, haya incrementado su población en un diez por ciento, gracias a las desdichadas leyes del Sr. Caldera, que ahora desde una fundación llamada "Ideas" pontifica sobre energía. (Hay personajes siniestros intrínsecamente).

Y finalmente nunca ha tenido sentido basar nuestro crecimiento económico en los servicios y la construcción.

Y ya he hablado innumerables veces de la hipertrofiada universidad española que produce licenciados para el vacío.

Lamentablemente para los participantes en la manifestación no es que no haya futuro, es que el futuro que les espera a muchos de ellos es muy chungo.

Y es que el futuro siempre existe, (de momento). El problema es que lo que no siempre existe es el crecimiento, la mejora y el bienestar.

Por lo demás todo tiene consecuencias, la crisis también, y esas consecuencias siempre las pagan los menos preparados.

No es justo, pero ¿quien ha dicho que la vida está regida por la justicia?

miércoles, 6 de abril de 2011

¿Necesaria concentración?

Hoy he visto este gráfico salido del Wall Street Journal, que me ha gustado mucho:


En él se puede ver claramente cómo ha sido el proceso de concentración de operadoras en EEUU, llegando al punto de encontrarnos con 2 grandes entidades, 1 pequeña y unas cuantas pequeñitas para servir a un mercado de más de 300 millones de personas.

Especialmente interesante es comprobar como las Baby Bells se han ido reuniendo de nuevo poco a poco hasta formar uno de esos gigantes, llamado AT&T.

Mientras tanto, en Europa tenemos una miríada de compañías, compitiendo entre ellas en los diversos países, pero dominando el terreno allí donde una vez fueron públicas. Europa las fomenta, en pos de una supuesta competitividad, y los propios países defienden las suyas, entendiendo que representan buena parte de su poder en el continente. La realidad es que al final nos encontramos con precios mucho más altos que en EEUU o Asia, y que los accionistas muchas veces desearían poder haber vendido la compañía.

El negocio de las telecomunicaciones requiere de altas inversiones para mantenerse al día y servir a un mercado ya maduro que exige más a menos precio. Para ello yo veo necesaria una concentración similar a la que se está viviendo en EEUU, donde las sinergias den lugar a una necesaria reducción de costes y optimización del uso de las infraestructuras.

Los pequeños nichos de mercado pueden ser perfectamente ocupados por OMVs, que usen las redes de los más grandes y lleguen a aquel público que busca otras opciones.

¿Opiniones?

martes, 5 de abril de 2011

¡Ay Portugal por qué te quiero tanto...!

Leo, (cada día mas estupefacto), en El País que en encuestas realizadas recientemente, casi el cincuenta por ciento de los portugueses, y el cuarenta por ciento de los españoles están a favor de la creación de una federación entre los dos países.

Desde luego la racionalidad parecería estar a favor de esa federación, al fin y al cabo, la mayoría de las multinacionales ya ha realizado esa operación y abundan las entidades "ibéricas" en todo tipo de ramas de actividad, empezando por las TIC.

Claro que siguiendo con la racionalidad, las mismas compañías están creando entidades "sureuropeas", "mediterráneas", "latinas", etc.

El ahorro de costes pesa mas en estas decisiones que el amor entre comunidades y naciones.

Y es que hasta ahora, los sentimientos entre españoles y portugueses eran mas bien negativos.

Así decía un conocido mio portugués que España era: "eso que se pasa de noche a toda velocidad para llegar a Francia", y Portugal era para muchos de nosotros, eso "donde se compran toallas".

Como tantas otras cosas yo he conocido un poco Portugal gracias a la informática y las telecomunicaciones, o mejor dicho a las compañías del ramo cuyas filiales en Madrid y Lisboa, colaboraban ya hace muchos años, para repartir costes y responsabilidades.

Las oficinas de Univac en el centro de Lisboa y las de Ericsson en Estoril/Cascais me resultan muy conocidas.

Los portugueses y los españoles somos parecidos, pero no somos iguales.

Los portugueses aprenden mas rápido el español que nosotros el portugués. (Lo mismo sucede pero al revés con los italianos y nosotros).

Los portugueses sienten una relación hacia España de amor/odio.

Los españoles sentimos por los portugueses indiferencia y a veces desprecio.

Pero es verdad que en los últimos años algo está cambiando.

Será El Corte Ingles de Lisboa, será Cristiano Ronaldo y los portugueses que vienen a Madrid a ver los partidos del Madrid, será que Badajoz y Elvas se están fusionando en una sola ciudad a ambos lados del Guadiana. Serán los médicos y enfermeros españoles en la sanidad portuguesa, serán los portugueses que acuden a los consultorios de la Seguridad Social española a lo largo de la frontera, serán las multinacionales y sus oficinas ibéricas, el caso es que muchos prejuicios están cambiando.

Si alguna vez se termina el AVE Madrid-Lisboa, creo que la afluencia de turistas madrileños a aquella (bellísima) ciudad para pasar el fin de semana va a terminar por ser definitiva en el acercamiento.

Tal vez así se acomoden el resto de las "nacionalidades" de la piel de toro y dejen los nacionalistas de dar la murga.

Desde luego, si es así será un movimiento de los ciudadanos frente a la voluntad de los políticos, que si en algo se esfuerzan es en crear y forzar disensiones y divisiones. (Contra mas países mas parlamentos, ministros, etc.).

Es evidente que este acercamiento hispano-portugués se debe entre otras cosas al creciente descrédito de la clase política portuguesa ante la tremenda crisis que atenaza a nuestros vecinos.

Los portugueses nos pueden dar algunas lecciones, por ejemplo, como disponer de una red de banda ancha de verdad a partir de créditos internacionales y del acuerdo entre los operadores.

También nos pueden enseñar a hablar ingles, que ellos, (me refiero a sus clases medias-altas), hablan con un acento y facilidad envidiables.

Yo votaría, no obstante, que nos dejemos de fusiones y nos limitemos a viajar mas, a visitarnos, a conocernos, a compartir cosas concretas, ya sean consultorios de la SS, o recetas e bacalao, que dejemos de insultar a Cristiano y a Mouriño a los gritos de "ese portugués hijoputa es", que abramos las fronteras al comercio, que aprendamos ambos idiomas en las localidades fronterizas,
y que dejemos de basar nuestra identidad en batallas (Aljubarrota), y conflictos territoriales (Olivenza).

La convivencia debe mejorar. La federación no la veo cercana.

Y si no que se lo pregunten a Telefónica.

lunes, 4 de abril de 2011

Reflexión sobre la cantidad de lectura

Me gusta mucho leer. Me encanta leer. Pero cuando la sensación de presión producida por la cantidad de textos acumulados esperando su turno alcanza cierto nivel, creo que es el momento de parar.

En general, cuando cualquier cosa que uno disfruta se convierte en una obligación, germinando la desazón en tu interior, es signo inequívoco de que hay que recuperar el origen.

Se me acumulan los libros, cómics y revistas. Pero en especial, las entradas de blogs que sigo. Navegando por Internet, a lo largo de los años, uno encuentra multitud de grandes escritores, personas interesantísimas y opiniones constructivas. Poco a poco, todas estas páginas se van agrupando, convirtiéndose casi sin que te des cuenta en una montaña, que hay que saber gestionar.

Una vez más, Internet ha cambiado la tramitación y lo que antes suponía un coste, tanto económico (el pago) como físico (el hecho de ir a comprar), ahora ha sido sustituido por el simple click que requiere suscribirse al feed de otro blog. Otra pequeña roca en la ya incipiente montaña.

A la vez que aumenta la cantidad de cosas que uno quiere leer, el tiempo disponible va disminuyendo. La inconmensurable expansión de opciones de entretenimiento y ocio que se te abre ante los ojos es exigente, y requiere una capacidad de elección y decisión que no todo el mundo está dispuesto a desarrollar. Muchos prefieren alimentarse de lo primero que tienen delante, consumiendo con la misma velocidad con la que olvidan, para dejar hueco a lo siguiente, sin apenas haber marcado huella en ellos.

Cada vez que borro un feed de un blog del Google Reader siento una pequeña gran reticencia, pensando en todos aquellos grandes (seguramente no tanto) escritos que me voy a perder. Pero a la vez, siento una pequeña liberación, una roca menos en mi montaña. El objetivo: conseguir sacar el mayor provecho de una colina.

domingo, 3 de abril de 2011

El caso islandes

Islandia es una especie de berruga surgida en el Atlántico norte como consecuencia del choque de las placas euroasiática y americana.

Allí viven unas trescientas cincuenta mil personas en unas condiciones climáticas francamente mejorables, que se ven empeoradas por la realidad geológica del lugar, realidad que se manifiesta de vez en cuando en forma de erupciones volcánicas, ríos de lava ardiente, glaciares derretidos, etc.

Una de las tradiciones literarias del país la forman los libros dedicados a la desaparición de personas en tormentas de nieve (reales), es decir personas a las que pilló una tormenta y de las que ya nunca se volvió a saber nada, ni se encontró tan siquiera su cadáver.

La gente vive en las costas y hasta hace relativamente poco era imposible comunicarse de una parte a otra de la isla, una vez que la gran noche invernal se desencadenaba. Ahora hay una carretera de circunvalación, y las cosas han "mejorado".

Durante la guerra mundial, los americanos se instalaron cómodamente y medio colonizaron el país, que había sido colonia danesa, así que cuando llegó la revolución conservadora de Reagan y Thatcher no es de extrañar que Islandia se convirtiese en el laboratorio de la des-regulación, la liberalización y la privatización.

Y así, un país de pescadores de bacalaos se convirtió en un país de servicios financieros.

Y les fue de cine.

El dinero de las operaciones "off-shore" de la banca inglesa, americana y otras inundó el país.

Con el dinero llegaron los grandes modistos, chefs, diseñadores gráficos, y otros gurús de la post-modernidad.

También llegaron los grandes sueldos, los cochazos 4x4 (enormes), las motos de nieve, los barcos de recreo, las viviendas de diseño, y los trajes de Armani.

La banca islandesa ofrecía tipos de interés del 15% y la banca holandesa e inglesa ofrecía a sus clientes "premium" los bonos islandeses. El dinero fluía pero las garantías menguaban, y cuando los bonos indexados a las hipotecas basura se hundieron, la banca islandesa tuvo que declararse en quiebra.

De repente los islandeses se despertaban de un sueño de las mil y una noches con una deuda de un tercio de su PIB, deuda contraída fundamentalmente con ingleses y holandeses.

El Reino Unido reclamó la deuda y el gobierno islandés accedió a pagar, pero los islandeses dijeron que de eso nada en referendum.

Cayó el gobierno y el nuevo ordenó perseguir judicialmente a los empresarios, banqueros y políticos causantes del desastre. Gente con nombre y apellidos que se había lucrado jugando a la ruleta con los dados trucados de su conocimiento y el dinero prestado por ellos mismos.

Ahora los islandeses están volviendo al bacalao y al viejo sistema de la regulación y la nacionalización, mas cerca de su pasado danés que del espejismo americano.

Pero la enseñanza es obvia.

¿No es lo mas razonable encausar y meter en la cárcel a los que causan desastres públicos, lo mismo que encausamos a los ladrones de bancos?

¿No es lo mas razonable exigir a políticos y dirigentes empresariales responsabilidades reales y no solo políticas?

Yo no sé si los islandeses echarán de menos los menús de Ferrán Adriá, ahora que tienen que volver a la dieta de ballena y carne de caballo, (yo casi lo prefiero francamente), pero al menos han dado una lección de dignidad y de coraje cívico, que justifica el carácter rocoso que se les supone a gentes capaces de vivir en un lugar en el que no hay apenas árboles y en el que la gente se interna en los páramos para nunca mas volver.