Lo que realmente me ha llamado la atención de Simyo es que se trata de la primera operadora virtual que recuerdo que se anuncia en televisión y se da a conocer sin complejos. Supongo que es algo que está estrechamente relacionado al hecho de que no tenga un nombre conocido que la soporte detrás (El Corte Inglés, Carrefour, etc.).
Simyo no viene de nuevas, ya que tiene presencia en otros países europeos como Alemania, Bélgica y Holanda. De hecho, detrás de esta empresa se encuentra la operadora holandesa KPN. Que curiosamente también da soporte tecnológico a otras operadoras virtuales que quieren ver la luz, como la que está terminando de preparar Jazztel.
La oferta de Simyo es claramente ambiciosa: 9 cts/minuto, más 15 cts por establecimiento de llamada. 3 cts/minuto más barato que la de Yoigo, que ocupaba el récord hasta ahora.
La idea es soportar unos bajos ingresos con muy bajos costes: 50 personas trabajando, sin subvención de terminales y sin intermediarios que se encarguen de la distribución, todo a través de la web. Ésta a su vez ofrece toda una serie de servicios de valor añadido como la consulta de consumo o análisis de hábitos de llamada.
Entrar en un mercado como el de la telefonía móvil a estas alturas es harto complicado. Con una tasa de penetración de casi el 110% y varias operadoras pegándose por los clientes, alcanzar los números negros no es tarea fácil. Sin embargo, si una compañía viene desde el extranjero con intenciones debe de ser porque entiende que en nuestro país todavía hay oportunidades de mercado.
Una estrategia de liderazgo en precios es altamente arriesgada con tantos competidores, pero puede tener su oportunidad ya que en España no disfrutamos precisamente de tarifas bajas. Si Simyo es capaz de reducir los costes al máximo y mantenerlos, sobrevivir con una reducción al límite de los márgenes y de llegar al público más desenfadado tal y como trata de hacer Yoigo, efectivamente tiene muchas posibilidades de abrirse un hueco.
Vía: Expansión