miércoles, 30 de mayo de 2012

En el tobogán

Ayer por la tarde tomaba una cerveza con unos amigos de la empresa y como ya veteranos nos preguntábamos por el futuro, que  ya no es el nuestro sino de nuestros hijos.

Y por mucho que queríamos ser optimistas es que todo pinta de lo mas negro.

Uno de nosotros que se caracteriza por su optimismo visceral pensaba que asistimos a las contracciones propias del nacimiento de una nueva época, una época que ya no es la industrial, sino la del conocimiento.

Como estábamos en una terraza, los mendigos nos asaltaban cada cinco minutos y yo me preguntaba en que lugar de la economía del conocimiento podríamos colocar a los seis millones de personas que ni tienen trabajo ni ya lo esperan.

Porque ese es el problema de la economía del conocimiento; que polariza la riqueza en los que lo tienen todo y los que no tienen acceso ni a las migajas del banquete.

Hoy el periódico "El País" insiste en el tema de los profesionales del conocimiento, y de como se van a desenvolver sus vidas en un mundo global y tal.

Todo muy bonito, pero ¿que piensan hacer nuestros apologetas del conocimiento con toda esa masa de gente que no ha cogido un libro en su vida?

¿Y qué con los que solo leen novelas románticas o comics?

Y mientras nos tomamos las cervezas rodeados de mendigos, la bolsa sigue hundiendose y hoy veo que Telefónica está por debajo de nueve euros cuando hace poco su precio objetivo era 18 o 20, y el gobierno español comienza a dar signos de desconcierto como los boxeadores sonados.

Y esta mañana hablo con otro amigo emprendedor y optimista y por primera vez me reconoce que piensa que la crisis española va para varios años, (como yo ya le había dicho hace meses), y que la salida para los jóvenes españoles va a ser marcharse a Latino America.

Lo mas gracioso ha sido lo del ministro español de asuntos exteriores que se va a Londres a "arreglar" la "crisis" del Peñón y allí le dicen, "mira Pepito, deja de joder y deja que se arreglen entre los pescadores y el alcalde de hibraltah, anda guapo".

Y por esa gilipollez de unas sardinas no dejaron ir a la Reina al fiestorro de las monarquias.

Ya digo, están mas perdidos que un avestruz en un garaje.

¿Cuanto tiempo va a pasar sin que tengamos un gobierno de técnicos?

Y...¿quienes serían esos técnicos? 

lunes, 28 de mayo de 2012

El asesino es...el mayordomo

Esta historia del mayordomo del Papa que le robaba documentos, cartas y demas papeles confidenciales es realmente un síntoma del grado de secularización a que ha llegado el mundo occidental.

En efecto, no hay mas Dios que el dinero, y ya puedes ser el propio vicario de Cristo, que tu mayordomo, que por otra parte es un católico devoto, te afana todo lo que puede para hacerse con un trocito del paraiso aquí mismo y no tener que esperar a la otra vida.

Ya no se cree lo de la otra vida ni el mayordomo del Papa.

Siempre sospeché que este Papa en particular no se creía ni la mitad de lo que decía, pero que tampoco se lo crean los que están a su alrededor es preocupante.

Y encima comienza este desparrame cuando empezamos a no creer en el dinero tampoco, visto como se crea cuando hace falta con la gran facilidad con que lo hacen sus sumos sacerdotes, y como se destruye igualmente en un abrir y cerrar de ojos, cuando lo deciden "los mercados".

Aquí se habla de poner millones y es que parece que tengan en la Moncloa una cueva de Alí Babá, en la que Mariano entra por las noches con el consabido "password" "Abrete sésamo", primera contraseña de la historia, a fin de sacar los milloncetes que va a necesitar al día siguiente para pagar las nóminas de la generalidad catalana, las facturas de Roche o el agujero negro de Caja Madrid.

E igualmente se habla de agujeros sobrevenidos como si se tratase de una calderilla que no sabemos donde la hemos puesto. 

Debe ser que el dinero se parece cada vez mas a la gracia divina, o sea, que nadie sabe lo que es.

Y mientras Benedicto y Mariano ponen cara de no entender nada de lo que les pasa, lo que seguramente responde a la realidad, cada apertura de noticiario es como debieron ser los partes de guerra del ejercito aleman los últimos cien días del reich de los mil años.

O sea que vamos avanzando con decisión, pero hacia atras, y a toda velocidad.

Como el verano pone a la gente mas nerviosa que de costumbre por las calores, y como no hay futbol, nos intentan interesar con la "guerra" del peñon, y ahora con el IBI de la iglesia, pero nada, la gente como que no quiere entretenerse con gilipolleces, y no piensa mas que si le van a soplar los ahorros, el empleo, y hasta la poca dignidad que nos queda.

Leo, ya en el colmo de mi asombro, que el Ejército va a cobrar a los soldados la mitad del "rancho", y me pregunto si también se cobrarán las balas a los infantes, o si se tendrán que pagar la gasolina del tanque a pachas entre la tripulación.

O sea que el dinero por una parte sobra y por otra falta, como materia metafísica que es, y se puede tener y no tener a la vez, en demostración de que la física cuántica es mejor que la newtoniana para comprender nuestra apasionante realidad.

Creo que haría bien Benedicto en contar, ademas de las cartas y pastorales, las cucharillas de plata y hasta las mismas columnas salomónicas del Vaticano, no sea que suceda con ellas como con el dinero de los que invirtieron en Bankia o en Facebook, o sea que se volatilicen.

Y es que de la misma manera que nosotros creíamos tener un país casi rico, que ha resultado no ser otra cosa que una ficción digna de videojuego, a lo peor el mayordomo de Benedicto es en realidad el mismísimo anticristo y la profecia de los mayas está a punto de cumplirse.        

miércoles, 23 de mayo de 2012

El himno

Ya llega la final de la copa del Rey y naturalmente el bochornoso espectáculo de contemplar y escuchar como los nacionalistas catalanes y vascos se ciscan en España, su himno, sus altas autoridades y se descojonan de nosotros.

En primer lugar lo tenemos bien merecido por permitir que la Federación Española de Futbol está encabezada desde hace muchos años por un nacionalista vasco, que no esconde sus simpatías por el Barcelona, ni su antipatía por el Madrid, y que ha conseguido que la final de este torneo sea vasco-catalana por segunda vez, echando mano de todo el arsenal de trucos y trapacerias.

En segundo lugar lo tenemos merecido porque somos un país timorato y cobarde, que siente vergüenza por la defensa de sus símbolos, sus instituciones e incluso sus propiedades.

Aquí no hay cojones para hacer lo que dice Esperanza Aguirre, que sería lo mas natural en otros países democráticos y civilizados.

Aquí tenemos que aguantar los desprecios y los insultos de los nacionalistas y ofrecer la otra mejilla, y no se nos ocurre nada aparte de poner el himno a cien mil vatios.

Aquí además, no hay quien piense con antelación estas cosas y siempre llega el momento sin que nadie haya pensado alternativas, ni tampoco respuestas coherentes, y no histéricas a las provocaciones nacionalistas.

Que facil hubiese sido dejar diez mil entradas a cada club y llenar el estadio después con jubilados, soldados sin graduación y niños de colegio.

Pero no, aquí el que manda es Villar y este tipejo disfruta con el espectáculo de ver a 60.000 personas cagandose en España.

Esto es lo que hay.

No soy nacionalista español.

Quedé vacunado tras los largos años de educación franquista y tras mis experiencias viajeras y laborales en compañias multinacionales.

El nacionalismo me parece una enfermedad social a la que hay que combatir como se combate el alcholismo, o sea con determinación porque los efluvios de las emociones patrias y el sentimentalismo de la tribu son altamente intoxicantes, y no hay nadie impermeable a esos sentimientos.

Por eso hay que estar permanentemente vigilante y no permitir que el flamear de una bandera y las notas de una canción te hagan creerte El Cid Campeador y a los contrarios los veas como las hordas de la morisma.

Pero yo he visto a los suecos cantar su himno con respeto, y a los franceses, y a los británicos, y son por lo general ciudadanos demócratas y conscientes de sus libertades individuales, que anteponen a supuestas vinculaciones patrióticas o tribales.

Y quisiera que aquí pudiésemos hacer lo mismo, o sea respetar los símbolos de nuestra convivencia, sin necesidad de convertirlos en un arma arrojadiza contra los que no piensan de una determinada manera.

No creo que el nacionalismo español sea mejor que el catalán. (Si mejor que el vasco que es de raiz racial y claramente vinculado al nazismo alemán y otros nacionalismos criminales).

Y creo que las manifestaciones anti España de los nacionalistas periféricos alimentan lo peor del nacionalismo español.

Por ello las autoridades tienen la responsabilidad de no permitir que siga la escalada de los insultos.

Y si para ello hay que suspender un partido de futbol, que así sea.

martes, 22 de mayo de 2012

Verdades incómodas

Llevamos una temporada que no nos encontramos.

La realidad se ha empeñado en meterse en nuestras vidas y no nos gusta.

El tema de los recortes no se admite mas que cuando les toca a los demas, y en cuanto nos toca a nosotros nos pone de los nervios.

Es natural pero es que ¿nadie se pregunta de donde sale el dinero?

Leía ayer que el número de universidades públicas en españa pasó de las casi treinta en los años setenta a las casi cien que hay ahora. (Para que hablar del número de "carreras" que ahora es innumerable sin contar los "postgrados", "masters", etc.).

Lo mismo podemos hacer con el número de hospitales públicos, las paradas de metro, los edificios singulares, los polideportivos, las autopistas, las guarderías, los centros asistenciales, las residencias de ancianos, y un larguísimo etc.

El estado asistencial ha crecido mas allá de cualquier límite y razón y no hay quien lo pague.

Esa es la verdad.

Y el número de personas que vive de ese sistema ha crecido hasta ser mayor que el de los que sostienen la economía productiva.

Eso no puede ser.

A lo mejor se lo pueden permitir en Noruega o en Arabia Saudí, pero no es el caso de España.

La huelga estudiantil y sobre todo profesoral de hoy pone de manifiesto hasta que punto los que deberían representar a la minoría pensante del país, han perdido la brújula de la realidad para instalarse en la comodidad de una utopia que les resulta cómoda y acogedora.

Ni siquiera la abrumadora realidad de la cifra de licenciados parados o subempleados sacude las conciencias de los que viven del sistema.

Yo entiendo a los estudiantes porque lo he sido y no sirve de nada pedirles sensatez cuando se enfrentan a un mundo tan poco acogedor, pero me parece muy discutible la algarada de los profesores que viven de enseñar materias que no sirven para nada y de hacer sus carreras y curriculos a base de trampas y de llevar el maletin al jefe, y de "investigar" cosas que a nadie le importan un carajo.

Como el dinero público es de todos, creo que hay que hacer una reflexión política de altura sobre la cuestión de a que debemos dedicarlo.

Muchas veces nos encelamos con las miserias de la clase política o con sus corrupciones, pero las grandes cifras del estado se van en cuestiones que muchos afirman que son "indiscutibles" como es la educación.

Pues yo creo que también hay que discutirlas.

Cuando yo fuí al instituto era el número 51 en una clase de 55, que comprendía los apellidos comenzados por letras a,b, y c del alfabeto.

No entiendo que ahora se diga que solo puede haber 20 chicos en clase, y que eso "no se puede discutir".

Lo que no se puede discutir es que no podemos tener lo que no podemos pagar.

Yo pediría a esos profesores tan "humanistas" que se planteen si no deberían dedicar sus "indiscutibles" talentos en generar riqueza para el país de forma que podamos pagar esas clases tan habilitantes de talento y ciudadanía.

A lo mejor si la mitad de ellos se ponen a crear empresas con el producto de sus investigaciones salimos de este atolladero.

domingo, 20 de mayo de 2012

¡Vaya semanita!

La semana que ha pasado nos ha dejado al borde del abismo, ¡otra vez!, y ya veremos como comienza el lunes, porque los desequilibrios financieros han comenzado a manifestarse con toda su crudeza en nuestro país, y como ya comentaba el otra día, en Europa comienzan a pensar de nosotros lo mismo que de los griegos, o sea que somos unos tramposos y unos mentirosos.

Creo que si ahora pudiésemos ser expulsados de euro lo seríamos con la aquiescencia de la UE en pleno.

Vamos que nos expulsarían hasta del festival de Eurovisión.

¡Que lejos parece ahora aquella gilipollez de Zapatitos cuando afirmaba que nuestro sistema bancario era el mejor del mundo!

¿Como un pobre hombre como Rodríguez ha podido regir durante ocho años este desgraciado país?

Pero volvamos a la realidad.

¿Tendrán que rescatar "nuestros" bancos desde Bruselas?

¿Podrán caer nuestras queridas autonomías por debajo del bono basura?

¿Cuando se tocarán las pensiones?

¿Cuando se subirá el IVA?

(Habrán advertido los lectores que en estas dos últimas preguntas no se trata de "si", sino de "cuando", ya que me parecen ambas inevitables).

¿Sacarán los bancos su stock de pisos al mercado a los precios reales?

¿Caerá la bolsa por debajo de los seis mil esta semana?

Y si es así, ¿comprarán los chinos todas nuestras grandes empresas a precio de ganga?

¿Llegará Facebook a valer mas que el Reino de España?

(¿Como puede valer una empresa que es básicamente un grupito de personas con unos cuantos ordenadores, 80.000 millones de dólares?. ¿Cuanto tiempo tardará una idea nueva en dejar obsoleto a Facebook?)

Vamos a ver esta semana a Rajoy mendigar ante Merkel y a Guindos ante el BCE un poquito de porfavor, y vamos a ver como crece el cabreo cuando nuevas "revelaciones" descubran agujeros en el sistema bancario.

Y encima se ha acabado el futbol.

¡Vaya semanita nos espera!
  

miércoles, 16 de mayo de 2012

Realidad pública y realidad publicada

En telediario de hoy mismo nos cuenta el locutor sin perder la sonrisa que el 22% de los españoles han caido por debajo del nivel de la pobreza y que su nivel de alimentación se situa en el mismo rango de los países subdesarrollados.

A continuación nos informa de que la obesidad infantil se ha convertido en una plaga y afecta a casi un tercio de los niños españoles.

La primera información proviene de Cruz Roja y adjunta una llamada para conseguir donativos ante la situación de emergencia.

La segunda proviene de una asociación dedicada a la salud infantil, e igualmente contiene un llamamiento, esta vez a las autoridades para que no olviden este grave problema, (y retiren las subvenciones a la asociación).

Y es que dado el escaso nivel de las redacciones de los periódicos. informativos audiovisuales y otros medios, se despacha la información sin no solo no filtrarla adecuadamente, sino que incluso no se comprueba que se contradiga en el mismo espacio.

Porque como yo nací en 1952, y viví mi infancia en aquellos años 50 de ingrato recuerdo, se positivamente que pobreza y obesidad son incompatibles.

Efectivamente hoy sorprende ver gente pidiendo limosna con un mas que sorprendente buen estado de salud, y unas barriguitas mas que incipientes en muchos casos.

Los pobres de los años cincuenta estaban demacrados y macilentos, y sus ropas eran harapos.

Ni que decir que en los campos de concentración, de cualquier nacionalidad, no había problemas de obesidad.

Seguro que los que construyeron el Valle de los Caidos no tenían problemas de sobrepeso.

Es mas, en aquellos años cincuenta era muy raro que incluso en colegios de la clase media hubiese niños obesos, y si alguno había era una rareza y víctima de enfermedad.

Lo mismo sucede con la ropa y con tantas otras cosas. Los pobres de hoy son mucho mas ricos que los pobres de los cincuenta, e incluso que muchos de los que se creían entonces en la clase media.

Cuando hoy día hablamos de pobreza y de emergencia estamos dando a las palabras un uso torticero que puede volverse contra quienes las usan tan alegremente cuando realmente tengamos que hacer frente a problemas reales.

La pobreza de medios de las redacciones periodísticas unida a la pujanza de la comunicación corporativa de las ONG crean una realidad publicada que resulta grotesca y deforme como la imagen de los espejos de callejón del gato en Madrid.

Desde luego que hay problemas en España, de pobreza y de obesidad infantil, pero el uso escesivo de los superlativos, y el deseo de convencer de la bondad de la causa que cada cual defiende, generan una realidad caricaturizada y al final incompatible con la realidad real, valga la redundancia.

Así que entre la profusión de discursos falsarios de políticos y periodistas afectos, y la multiplicación de los llamamientos a la donación de nuestros excedentes monetarios, no hay medio de comunicación que no parezca una mezcla de sermón apocalíptico, y consecuente pasada del cepillo de los donativos.

lunes, 14 de mayo de 2012

Un mundo sin crecimiento

El viernes, en Bruselas para la asamblea anual de Digital Europe, o sea la asociación de las empresas europeas de las TIC, me fijo en los temas que se han elegido para rellenar el tiempo entre votaciones para elegir al nuevo presidente y presentación de los resultados.

Por una parte se habla de Smart Grids, o sea de como ahorrar energía metiendo tecnologías de la información en las redes de distribución de la electricidad, en las redes domésticas que cada uno tiene en su casa, y en general en todas partes.

El problema es bastante acuciante toda vez que se desperdicia cerca de setenta por ciento de la energía que se produce, al menos en Estados Unidos que es donde se ha medido la pérdida. En los demás sitios será todavía peor.

El segundo tema es la protección de datos, un asunto que nos sitúa en el epicentro de un mundo en el que los ciudadanos están cada vez mas inermes ante grandes corporaciones o directamente de las mafias.

El tercero es el calentamiento global que podemos hacer en nuestra industria para parar el desastre que se avecina.

Si reflexionamos sobre los temas elegidos nos damos cuenta que incluso nuestra industria, que es una de las mas optimistas y futuristas del panorama, se ha metido en una introspección global en la que la crisis es el epicentro y nos engulle como un agujero negro.

Nadie habla de revoluciones tecnológicas ni de ejes de desarrollo.

Solo se habla de como poner paños calientes a una situación a la que nadie ve salida.

No dejó de sorprenderme que en el panel sobre el cambio climático se hablase ya abiertamente del problema de la población y el multiplicador del consumo, como principal motivo de preocupación para los próximos años.

Se habla ya de forma abierta de como sobrevivir en una economía sin crecimiento, lo que es la primera vez que se plantea en la historia, y que significa en la práctica que habrá que pensar en nuevas formas de distribución de la riqueza mas allá de las viejas fórmulas del capitalismo y del socialismo.

Escucho también un sentimiento de enfado creciente con nuestro país. (Varias personas me preguntaron que si nos parecía lo mejor abandonar el euro).

La verdad es que las cosas se están poniendo feas ya que toda la incuria de los gobiernos Zapatero y Aznar se está poniendo de manifiesto, y la verdadera situación de la banca española puede llevarnos directamente a la intervención.

La verdad es que estoy preocupado.    

jueves, 10 de mayo de 2012

Las lágrimas de la raza

En la carátula de la serie británica sobre la segunda guerra mundial, "Apocalipsys", se ve una escena en la que soldados americanos cachean a unos soldados-niño alemanes en uniforme de las SS.

Los niños lloran y miran confusos a su alrededor.

No es que hayan perdido una guerra. Es que su sueño, su vida idealizada ha saltado hecha pedazos.

Ellos, los soldados de la raza superior han sido vencidos por una gente malencarada y multiracial.

Todos los supuestos sobre los que habían construido su personalidad han saltado en pedazos.

Ayer, al final del encuentro de la final de la copilla de Europa, los jugadores del Athletic Club de Bilbao lloraban de una forma muy parecida a la de los pequeños hitlerianos en el Berlin de la caida de los dioses.

Un equipo de mercenarios, encabezado por colombiano medio indio, y en el que había representantes de diez países y varias razas y subrazas, había machacado sin compasión a ese grupo de jugadores euskaldunes, crecidos en las umbrias de las vascongadas, y en el convencimiento íntimo de la superioridad de la raza, el equipo-familia, y el orgullo patrio.

Y lloraban porque no habían podido estar a la altura de las espectativas puestas sobre ellos por una sociedad, que está muy enferma, la vasca.

Sobre esos chicos se había echado el muy pesado manto de la defensa de la patria, y no habían podido con él.

Allí no se trataba de un partido de futbol, se trataba de reividicar un modelo futbolístico y social basado en valores que se han ido confeccionando a lo largo de un siglo por una serie de iluminados enfermizos, pero que han permeado al cuerpo social con mitos y leyendas de diferencia, originalidad y superioridad.

¿Como es posible que gente razonable no caiga en la cuenta de la peligrosidad de esas mitologías y del mal que causan cuando se siembran en las mentes de la gente sencilla?

Se me podrá decir que todo equipo de futbol tiene sus mitologías y que las masas se comportan igual cuando berrean a favor de los valores del Atlético que cuando lo hacen a favor de los valores del Athletic aranista.

La diferencia es la raiz ética de los unos y los otros.

No es lo mismo celebrar las victorias de los barrios populares de Madrid, donde todos tienen cabida, y cuya pertenencia está abierta a cualquiera, que la celebración del triunfo de quienes se definen por un territorio y una raza.

Ayer, como en la Olimpiada de Berlin ante el triunfo de Jesse Owen, se impuso la impureza a la pureza, y los mercenarios a los gudaris.

¡Cuanto me alegro!

  

martes, 8 de mayo de 2012

Bankia, o como los accionistas españoles son engañados una vez mas

Que los bancos españoles estaban tecnicamente quebrados los presentíamos muchos tras observar lo sucedido en otros países, y haciendo sencillos cálculos respecto a la caida real de los precios del ladrillo.

También sabíamos que la obscena promiscuidad de políticos y banqueros, sobre todo en lo que respecta a las Cajas de Ahorros, hacía muy dificil la toma de decisiones punitivas, o simplemente ejecutivas, desde el gobierno hacia la banca en su conjunto.

Medidas que en otros países se tomaron al comienzo de la crisis, o sea la nacionalización de una gran parte de la banca europea y norteamericana, aquí se nos decía que no era necesario, y que nuestro sistema bancario era el mejor del mundo.

Y como siempre, ante los ataques de los "mercados" nos poníamos patriotas y victimistas, y nos convencíamos de que todo era obra de los enemigos de siempre.

Y mientras, mes a mes caía el mercado inmobiliario pero no bajaban los precios de los cientos de miles de viviendas que estan por vender por toda la geografia nacional.

Y claro mientras aguantaba la farsa de unos balances claramente inflacionados y falsarios, pues nadie decía ni mu.

Y entonces se les ocurrió "privatizar" Caja Madrid para sacar unos millocejos y sanear las cuentas.

El amigo Rato, asumió la tarea de sacar la entidad a Bolsa, y se montó la tradicional parafernalia de analistas, road-shows, etc.

Y se marcó un precio objetivo por acción, y los analistas lo rebajaron, y todo salió adelante.

Y ahora, unos meses mas tarde nos enteramos que la entidad no valía lo que nos dijeron, que la crisis era mucho mayor de lo que nos habían dicho, que su riesgo era de 30.000 millones en ladrillos podridos, y que se va a la mierda en pocas palabras.

Y yo me pregunto:

¿Quien va a responder a los accionistas engañados?

¿Que tienen que decir los reguladores españoles que no detectaron tanta mentira en la OPV?

¿Que políticos del gobierno Zapatero y de la comunidad de Madrid directamente implicados en la gestión van a ser procesados?

¿Que medios de comunicación de los que aconsejaron comprar van a pedir disculpas publicamente?

¿Que analistas finacieros van a suicidarse ante la vergüenza de haber aconsejado mal a sus clientes?

¿Que directivos de Bankia van a dimitir?

¿El señor Rato va a recibir pensiones o gratificaciones?


Etc., etc.

lunes, 7 de mayo de 2012

Hollande gana. ¿Y ahora que?

La vida puede representarse metafóricamente a través del juego oriental del GO, que es aquel en el que el tablero se va llenando de fichas que cambian de color segun quedan atrapadas entre fichas del color contrario.

Es una metáfora estupenda ya que implica cambios constantes y a menudo poco previsibles, y lo que sucede en el tablero europeo se parece mucho al juego; es decir todo cambia constantemente, y no hay manera de mantener algo parecido al control.

Así, cuando el tablero parecía estabilizado en torno al eje Sarkozy-Merkell y a los ajustes presupuestarios, la reacción de los franceses, que se suma a la de otros europeos, como los andaluces, holandeses, y griegos, pone de manifiesto que los europeos, acostumbrados a la buena vida y a la seguridad de sus sistemas de prestaciones sociales, se duelen ante los recortes y se niegan a tomar la amarga medicina de los recortes.

Despues de años de política-subasta en la que cada elección era un mercadillo persa de subidas de pensiones, AVEs, polideportivos, rebajas de impuestos, bajada de la edad de jubilación, etc., los ciudadanos no entienden que los mismos pavos que antes les prometían el cielo les digan que de cielo nada y que hay que volver a ser pobres.

Todos los políticos que han llevado el mensaje de la verdad han sido corneados por el cabreo popular, incluido nuestro Rajoy que perdió en Andalucia cuando el contrario estaba sumergido en todo tipo de tropelias y corrupciones.

Hollande no es Zapatero.

Tiene un curriculum que así lo atestigua, y es discípulo de Strauss-Kahn, que será un crápula pero tampoco es un imbecil, así que no creo que se ponga a repartir el dinero en plan memo como nuestro génio leones.

Eso si, la política de recortes a palo seco impuesta por los alemanes va a tener que ser revisada.

Una cosa es que los griegos quemen Atenas y otra que los franceses digan "non".

Sin Francia no hay Europa, y sin Europa Alemania se queda sin coartadas y expuesta a situaciones que su historia aconseja evitar.

Los encajes de bolillos que tengan que hacer Hollande y Merkell a partir de ahora van a ser de altura para que parezca que se afloja al tiempo que se mantienen las políticas restrictivas.

Porque no nos engañemos.

España como otros países, van a tener que volver a la disciplina del gasto, no ya porque lo digan los alemanes, sino porque en caso contrario vamos a la ruina.

Lo que diga o haga Hollande nos trae al fresco, excepto si consigue que el Banco Europeo se apiade de nosotros y afloje un poco el dogal de la reducción del déficit.

Ahora lo que si ha cambiado es el futuro del PSOE y de la izquierda europea, que de momento vuelve a tener discurso. De momento hasta que Hollande se la pegue.

Rubalcaba recibe por fin una buena noticia, y eso no es del todo malo para el futuro del país.  

domingo, 6 de mayo de 2012

Evolucionando consolas

Entrada 1.201, que aprovecho para retomar esto de la escritura, para lo que cada vez me es más difícil hacerle hueco. En este caso me pongo al teclado para hablar de la difícil situación que vive el mundo de las consolas, ya que la transformación se hace necesaria para no perder la comba en el salto de generación que se cierne.

Igual que de los ordenadores se pasó de manea inmisericorde al dominio de las consolas de sobremesa y las portátiles, los fabricantes de consolas (principalmente Nintendo, Microsoft y Sony) tratan de posicionarse frente a un nuevo cambio de poder. Las portátiles cada vez pierden relevancia a favor de los smartphones y sus juegos, que en su simpleza parecen haber encontrado una activo mayor que los propios inconvenientes relacionados. Así, Microsoft se adelantó no queriendo sacar al mercado una consola portátil, Sony prácticamente da por perdida su última PSP y Nintendo intenta mantenerse con la 3DS, con cuestionable éxito.

En el bando de las consolas de sobremesa, tanto Microsoft como Sony alargan la vida de sus propuestas, en una inusualmente longeva  generación. La Nintendo Wii abrió brecha en un mercado ignorado hasta ese momento, el más casual y social, pero la falta de regeneración y los movimientos de las 2 primeras la han ido arrinconando en su cuota de mercado. Estas Navidades saldrá la Wii U, pero las expectativas son bajas, tanto por lo tardío de su aparición como por la falta de alineamiento con lo que esperan los usuarios.

Y es que la guerra empieza a tender hacia otros derroteros. Tanto Microsoft como Sony están marcando una estrategia de doble vertiente, muy similar la una de la otra. En un brazo, las aplicaciones móviles (no sólo juegos) en sus respectivas plataformas. Unos apuestan por Windows Phone y otros por un Android personalizado, pero en ambos casos un ecosistema propio. En el otro brazo, la consola de sobremesa, cada vez menos consola y más centro de ocio, alimentando el mismo ecosistema. Como en las portátiles, ya no se trata sólo de juegos sino de aplicaciones en el salón: vídeo, fotos, social media...

Por eso se está alargando tanto esta generación. Porque la guerra ya no está en las capacidades de las portátiles o de las consolas, sino en lo que se puede hacer con ellas, en la parte lógica de los dispositivos. Microsoft y Sony lo han entendido y hacia allá están dirigiendo sus esfuerzos. Mientras tanto Nintendo sigue tratando de insuflar vida en su última consola portátil y en una futura consola para jugar al Mario en la tele. Ese es su gran error.

El grito, lo listos que son algunos, y lo tontos que nos sentimos los demás

La reciente subasta del cuadrito llamado "El grito" del pintor noruego  Edvard Munch, en la que esta obra, que no es precisamente "Las Meninas", ha alcanzado un precio de mas de noventa millones de euros, me ha llevado a una amarga reflexión sobre como algunos hacen dinero mientras la mayoría se tiene que arrastrar por el fango y tiene que ver como sus ahorros sufren diarios mordiscos ante la pasividad de los reguladores.

Esta claro que el dinero se hace en entornos controlados donde los cuatro que participan saben perfectamente lo que tienen que hacer y desde luego no están en manos de los mercados ni de la maquinaria de las bolsas ni de las comisiones federales, bancos europeos, o lo que sea.

El mundo del arte es un ejemplo de como unos cuantos se lo guisan y se lo comen, con espectaculares resultados para sus rebosantes carteras.

Se trata de crear una demanda creciente de un bien escaso y menguante.

Para ello lo primero es crear el bien.

¿Como se hace?

Un número pequeño de galerias de arte y críticos tienen la capacidad de hacerlo. Los críticos eligen la "corriente" o la "vanguardia" que se tiene que llevar, o que es fundamental, o que marca la tendencia.

No se trata de elegir lo mejor, aunque tampoco es descartable, de lo que se trata es de elegir algo que sea diferenciable, que esté acotado, que pueda presentarse como "nuevo", que sea "moderno", etc.

Todo ello se argumenta en sesudas publicaciones y artículos de comprensión incierta, (no se trata de que nadie comprenda nada, solo que entiendan que "eso" es absolutamente imprescindible).

Las galerias entonces eligen a quienes mejor representan esa tendencia, en base a su perfil biográfico, su capacidad para el autobombo, su histrionismo, su imagen, etc.

De lo que se trata es de que el bien sea identificable y que haya lo suficientemente poco para que la oferta sea limitada.

Si se trata de autores muertos, mejor que mejor, ya que su producción está controlada para siempre jamas.

Ya tenemos la oferta. Ahora vamos con la demanda.

En el mundo hay mucho dinero. Mucho mas del que se necesitaría para facilitar las transaciones económicas normales.

Y hay gente que lo tiene en abundancia y que quiere mas.

A esa gente hay que darla oportunidades de inversión, (de las buenas, no de las que nos dan a nosotros), y para ello no valen los fondos de inversión del Banco de Santander.

El mercado del arte es perfecto.

Solo pueden entrar los muy ricos. Los mercaderes del arte y sus escritores a sueldo dotan a ese mercado de un glamour solo al alcance de unos pocos. (Ver revistas).

Incluso convierte a piratas y mafiosos en benefactores de la humanidad. (Veanse las fundaciones al efecto).

El que compra por noventa piensa y con razón, que venderá por 150, o que si no quedará en las páginas de la historia como un gran mecenas al estilo de los Medici.

Si es una corporación se desgrava y genera RSC (responsabilidad social corporativa). Un chollo.

Así, la demanda está servida.

Si al pobre Munch, que vivió en la casi indigencia, como tantos otros, le hubiesen dicho que esta obrita pintada sobre un ataque de neurosis mientras contemplaba una puesta de sol desde un puente sobre un fiordo, se convertiría con el tiempo en un valor mas sólido que las acciones de la Apple, o de la General Motors, le hubiese dado un pasmo.

Se hubiera preguntado, ¿que tiene que ver el arte y el mercado de inversiones?

Pues en realidad nada, pero para los que manejan los hilitos de esos mercados, tiene todo que ver.

Los pobres artistas que quedan al margen del mercado tambien se lo preguntan, y supongo que aquellos a los que toca la varita mágica todavía en vida, tambien.

¿Quienes son esos maestros de la manipulación)

Los listos.

Nosotros no.  

miércoles, 2 de mayo de 2012

Privatizaciones,...¿imprevistas?

Hace unos diez años me encontraba en San Diego, California, en una "cumbre" de directivos de mi compañía.

Eran los tiempos de la expansión de Telefónica por Latino América y recibíamos una atención, (los españoles), de acuerdo a los acontecimientos.

Nosotros queríamos saber que opinaban los americanos, (del norte), del expansionismo español y que consecuencias podía tener la agresividad telefónica en unos territorios que habían constituido "el patio de atrás" del imperio yankee.

Y en un encuentro que mantuvimos con los directivos norteamericanos de la compañía en un barco en la bahía de San Francisco, se lo preguntamos directamente.

¿Que le parece esto al gobierno USA?

La respuesta no pudo ser mas clara.

Al gobierno USA las empresas "utilities" latinoamericanas no le importan una mierda.

No existe el menor interés por dichas empresas y por su privatización.

(Los españoles), podéis comprar lo que os parezca mejor.

Supongo que el mismo mensaje llegó a los directivos de Telefónica, Repsol, BBVA, Santander, etc., y así nos vimos convertidos en los nuevos "conquistadores".

Las experiencias habidas con los populismos sureños en años anteriores habían sido suficientes, y no está la política americana como para mandar al ejército cada dos por tres a defender los intereses comerciales del país.

Supongo que confiados en la lengua común, la madre patria, y otras tonterías, nos las prometimos muy felices aprovechando la necesidad de aquellos países de disponer de capìtal para resolver sus crisis de deuda, que las tuvieron y muy gordas.

Hoy soplan vientos diferentes y los caudillos de las diferentes "patrias" apelan al patriotismo para vengarse una vez mas de los conquistadores que han mancillado su sagrado suelo invirtiendo unos cuantos millones de nada y modernizando unos servicios tercermundistas y corruptos.

Supongo que los norteamericanos se deben de estar mondando de la risa con nuestras cuitas.

Yo la verdad no puedo por menos que sonreir acordándome de las cosas que se dijeron en los medios de comunicación españoles acerca del imperialismo yankee, cuando la expropiación de la Telefónica chilena y posteriores sucesos.

Leyendo los excesos verborraicos del periodismo patriotero español, no se quienes son peores, si los caudillos peronistas o indigenistas, o nuestros patrioteros locales de izquierda y derecha.

Desde luego que las expropiaciones son un robo.

Desde luego que darán lugar a trapacerias sin cuento y a procesos de corrupción que se añadirán a la podredumbre en que ya viven aquellos desgraciados pueblos. (No hay mas que recordar la expropiación de Rumasa aquí en nuestro país).

Desde luego que los gobiernos expropiadores muestran con estas acciones su carácter fascistoide y la falta de garantía jurídicas en sus países.

Pero es igualmente cierto que nuestro "riesgo país" en aquellas regiones es muy alto y que no tenemos poder para impedir estas tropelias.

Tampoco somos los únicos afectados.

Espero que los directivos de las empresas afectadas sepan actuar con calma e inteligencia, y que puedan jugar al juego que marcan los mafiosos gobernantes sin pringarnos demasiado en sus corrupciones.

Eso si que resultaría peligroso para nuestra ya decaida moral.