El viernes, en Bruselas para la asamblea anual de Digital Europe, o sea la asociación de las empresas europeas de las TIC, me fijo en los temas que se han elegido para rellenar el tiempo entre votaciones para elegir al nuevo presidente y presentación de los resultados.
Por una parte se habla de Smart Grids, o sea de como ahorrar energía metiendo tecnologías de la información en las redes de distribución de la electricidad, en las redes domésticas que cada uno tiene en su casa, y en general en todas partes.
El problema es bastante acuciante toda vez que se desperdicia cerca de setenta por ciento de la energía que se produce, al menos en Estados Unidos que es donde se ha medido la pérdida. En los demás sitios será todavía peor.
El segundo tema es la protección de datos, un asunto que nos sitúa en el epicentro de un mundo en el que los ciudadanos están cada vez mas inermes ante grandes corporaciones o directamente de las mafias.
El tercero es el calentamiento global que podemos hacer en nuestra industria para parar el desastre que se avecina.
Si reflexionamos sobre los temas elegidos nos damos cuenta que incluso nuestra industria, que es una de las mas optimistas y futuristas del panorama, se ha metido en una introspección global en la que la crisis es el epicentro y nos engulle como un agujero negro.
Nadie habla de revoluciones tecnológicas ni de ejes de desarrollo.
Solo se habla de como poner paños calientes a una situación a la que nadie ve salida.
No dejó de sorprenderme que en el panel sobre el cambio climático se hablase ya abiertamente del problema de la población y el multiplicador del consumo, como principal motivo de preocupación para los próximos años.
Se habla ya de forma abierta de como sobrevivir en una economía sin crecimiento, lo que es la primera vez que se plantea en la historia, y que significa en la práctica que habrá que pensar en nuevas formas de distribución de la riqueza mas allá de las viejas fórmulas del capitalismo y del socialismo.
Escucho también un sentimiento de enfado creciente con nuestro país. (Varias personas me preguntaron que si nos parecía lo mejor abandonar el euro).
La verdad es que las cosas se están poniendo feas ya que toda la incuria de los gobiernos Zapatero y Aznar se está poniendo de manifiesto, y la verdadera situación de la banca española puede llevarnos directamente a la intervención.
La verdad es que estoy preocupado.
lunes, 14 de mayo de 2012
Un mundo sin crecimiento
Publicado por Antonio Cordón a las 13:12
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