Hace unos días la empresa finlandesa presentó el prototipo de su nuevo teléfono móvil, si por nuevo entendemos que no verá la luz hasta dentro de 10 años: el Morph.
Para ello se sirvió de un enclave a la altura del acontecimiento, como es el MOMA de New York. Un contexto artístico y elegante para mostrar al público hacia donde se orienta la Investigación, Desarrollo e Innovación (las famosas I+D+i) de la empresa.
El propotipo es una pasada, o al menos si cumple todo lo que promete. Se carga con el sol, adopta diferentes formas y colores al gusto del consumidor, dispone de sensores externos, es impermeable y no se mancha.... y además, permite hace llamadas telefónicas.
Nokia está sufriendo con la irrupción de Apple en la industría de la telefonía móvil. Su dominio del mercado aún no corre peligro (a corto plazo), pero el diseño y la usabilidad promovidos por la empresa de la manzana suponen una amenaza en ciernes. De ahí que los finlandeses hayan dedicado sus esfuerzos a prometer un producto cool, aunque sea tan a largo plazo, en una localización no escogida al azar, como es el MOMA.
Personalmente, este tipo de iniciativas no me motivan mucho. De todo lo que se ve en el vídeo, ya veremos si se hacen realidad la mitad de ellas. Y habrá otra mitad que aún no se ha pronosticado pero que sí serán una realidad en 10 años. Decir lo que se va a hacer con tanto margen temporal en una época vertiginosa como la que estamos viviendo es poco más que lanzar un canto al sol.
Lo que Nokia debería hacer es centrarse más en lo que se va a presentar este mismo año o el que viene. Centrarse es las pantallas táctiles y el todo-en-uno, que son las nuevas tendencias, y dejarse de visiones futurísticas, que para eso ya está Hollywood.