martes, 30 de septiembre de 2014

¡Otra necrológica!

Desde que dimitió/abdicó el Rey Don Juan Carlos, la clase dirigente del país está que no levanta cabeza.

Botín, Isidoro, y ahora Boyer.

¡Que buenos ratos nos hizo pasar Boyer!

Su idilio con Isabel Preysler es, desde luego, el episodio más pintoresco y paradigmático de la Transición. Y su pelea con Ruiz Mateos, el comienzo de todos nuestros males.

Ni lo uno ni lo otro son en si nada fuera de lo común, pero fueron el símbolo primero de la corrupción moral de la izquierda, y lo segundo el inicio de su corrupción material.

Boyer era de buena familia, de la aristocracia republicana, y por tanto que se relacionase con Isabel Preysler, por entonces una mujer bellísima, no era algo extemporáneo, es decir no era lo mismo que cuando los socialistas sevillanos comenzaron a relacionarse con chicas del barrio de Salamanca.

Boyer ya estaba en ese mundo antes de entrar en la política.

Y lo de Rumasa era una estafa piramidal basada en captar ahorro en función de dar altos intereses a través de los bancos del grupo para financiar la expansión descontrolada del mismo a base de comprar empresas al borde de la quiebra. Todo a la espera de que estas empresas mejoraran milagrosamente y se pudiese tapar el agujero patrimonial que se estaba creando en los bancos.

El problema es que cuando el estado se mete en la economía, hay que ir con pies de plomo, por ejemplo como se ha ido en la "nacionalización" de las cajas de ahorros que acabamos de vivir.

Pero entonces estas cosas no se sabían y se entró como elefante en cacharrería arramplando con todo.

Eso creó dos problemas: el primero el justiprecio que había que pagar a Ruiz Mateos, un tema que todavía colea. El segundo que hacer con tantas empresas ruinosas.

El proceso de venta de las mismas generó la primera gran oleada de enriquecimientos súbitos de la democracia y el inicio del convencimiento de mucha gente de que había que dejar los escrúpulos fuera y trincar de donde fuese.

Eso mató al PSOE que nunca e recuperó. (Luego vinieron Filesa y Malesa y Roldan.....).

Si solo se hubiesen intervenido los bancos de Rumasa, el problema se hubiese resuelto de otra forma, y las empresas se hubiesen tenido que cerrar o vender desde la iniciativa privada y la Historia de España no hubiese sido igual.  (Ahí los banqueros tuvieron un papel esencial porque fueron ellos los que empujaron a Felipe González y Boyer a actuar contra Ruiz Mateos con todo el poder del estado. Luego Botín utilizaría la fórmula de la alta remuneración en la "supercuenta").

Pero Boyer también acometió la llamada reconversión industrial limpiando España de los cadáveres que había dejado por todo el mundo la crisis del petróleo, y a base de devaluaciones consiguió terminar con aquella crisis y preparar el país para un nuevo ciclo de crecimiento. (Lo que ahora está intentando hacer Rajoy, pero desde el poder de devaluar y controlar la política monetaria).

Como era un hombre ilustrado y sabía lo que había que hacer enseguida chocó contra Alfonso Guerra, que era quien se encargaba de la maquinaria electoral, y sobre todo con ese hombre fatídico para nuestra Historia que se llamaba Nicolás Redondo, el líder de la UGT.

Entre Guerra y Redondo acabaron con Boyer, con la ilustración socialista, y con la racionalidad económica.

Luego Boyer se instaló en el mundo de los consejos de administración y en la Fundación FAES, que le dio cobijo en el aspecto que más lo necesitaba o sea en el de la soberbia intelectual.

Con todo, Miguel Boyer fue un hombre de gran capacidad intelectual, muy brillante en el ejercicio profesional desde muy joven, y el que otorgaba la credibilidad internacional al primer gobierno socialista.

Con él nos sentíamos todos un poco más listos.

lunes, 29 de septiembre de 2014

¡Chufla, chufla...!

La sucesión de declaraciones por parte de los políticos nacionalistas catalanes y de los políticos del parlamento español respecto a la celebración de un referendun de autodeterminación en Cataluña, es una muestra del más rancio cerrilismo español.

Como decía el baturro montado en su burra en medio de la vía del tren a la locomotora que se acercaba: "¡chufla, chufla, que como no te apartes tú!

Así las etapas hacia el choque institucional se van cubriendo, eso si, entre la más profunda indiferencia de la ciudadanía española a quien no parece preocuparle nada lo que pasa, narcotizada por unos medios de comunicación que aseguran muy ufanos que "no va a pasar nada", y añaden satisfechos de si mismos, "porque no puede pasar".

Así que todos nos hemos puesto del pañuelo baturro y unos dicen que no pasarán, y los otros que pasarán. Pues que bien.

Mientras no consigo escuchar a casi nadie que explique por qué no pueden pasar los unos o pasar los otros.

Solamente unas voces aisladas como las de Cayetana Alvarez de Toledo o Arcadi Espada, portavoces de la plataforma Libres e Iguales tratan de explicar como hemos llegado hasta aquí y quienes son los responsables, en unas intervenciones que se pueden encontrar en YouTube.

Los demás solo dicen que "lo que diga la ley" o "lo que digan los votos de los catalanes".

A mi me parece que en un país como España, invocar la Ley es perder la partida de la opinión pública, porque aquí como es bien sabido, la ley nos la pasamos por el forro. No somos suizos.

Sin embargo apelar a la "sagrada" voluntad de los de la tribu correspondiente, en este caso catalana, es un éxito seguro porque como ya he dicho muchas veces lo que prima en España es el elemento primario y brutal que pone los sentimiento por encima de la razón, y que hace su voluntad, "por cojones".

Parece inútil demandar entendimiento y dialogo. Es muy tarde para eso y probablemente es también muy tarde para acordar que España sea un país en el que "cabemos todos".

Ha habido muchos años para ese dialogo y nunca ha comenzado.

Aquí todo se ha resuelto con transferencias de competencias, o sea de dinero, y con total desidia a la hora de establecer un territorio común en torno a unas cuantas ideas de porque es mejor que estemos juntos y no tiremos cada uno por nuestro lado.

Pero sobre esa cuestión nunca se ha hablado.

A lo mejor es que no es mejor que estemos juntos.

En todo caso me gustaría que algún político español asumiese el rol de Gordon Brown, (otro video en YouTube), y nos dijese porqué sería mejor que siguiésemos juntos.

No me parece que el respeto a la Ley sea suficiente en un país en que nadie la cumple.

Es hora de hablar, pero desde luego no desde los campos políticos cegados hace tiempo a cualquier conversación, sino desde la sociedad civil que tiene que despertar e intervenir antes de que los políticos nos conduzcan al desastre.     

jueves, 25 de septiembre de 2014

La pervivencia de las viejas ideas

La captura del pederasta de Ciudad Lineal ha puesto de manifiesto, una vez más, que en el mundo occidental impera un entramado legal que no responde a las necesidades de la sociedad actual.

¿Cuales son esas necesidades?

Pues fundamentalmente la de vivir lo más tranquilos posibles, lo cual significa que los individuos con tendencia a romper esa tranquilidad, sea por la vía de las agresiones físicas, sea por la de las agresiones patrimoniales, o de cualquier otro tipo, sean puestos fuera de la circulación... para siempre.

Contra esta necesidad y demanda social se alza un muro, al parecer infranqueable, que es el las ideas que nuestra civilización considera "centrales", y una de ellas es la de que todo el mundo nace bueno y son las circunstancias las que lo "malean".

Como son las circunstancias, pensamos que cambiándolas también cambiará la conducta del maleado por las mismas.

Esa teoría se llama reinserción social y está en la base de nuestro sistema judicial.

De nada sirven los hechos que nos indican que en el tipo de delincuentes sexuales, las tasas de recaída son prácticamente del 100%. Si en la cárcel el detenido muestra "buena conducta", cosa por otra parte inevitable dada la falta de disparadores de su perversión en el ambiente carcelario, son puestos en libertad igual que cualquier otro preso.

Y lo mismo sucede con la mayoría de los delincuentes habituales: reinciden nada más salir aunque
hayan estado cuarenta años en la cárcel: acaba de suceder con el que se consideraba preso más antiguo de España.

La reinserción solo tiene sentido dentro de una lógica "hotelera" del sistema penitenciario: hay que dejar camas libres para los nuevos huéspedes.

Pero no tiene ningún sentido para la sociedad que no puede verse libre de individuos patológicamente inclinados al delito.

La pregunta entonces es ¿y que hacemos con ellos?

Es una cuestión grave que no puede ser respondida en los términos en que intentó hacerlo el régimen nazi alemán. Eliminación, esterilización, lobotomías, etc.

Nuestra conciencia sentimental colectiva no lo soportaría. (Individualmente muchos se alegrarían de la medida).

Pero hoy tenemos respuestas tecnológicas suficientes para tener localizados a estos individuos o para limitar su capacidad de hacer daño.

Ahora bien, no avanzaremos en esa dirección hasta que no reconozcamos públicamente, como sociedad, que nuestras ideas de igualdad en el nacimiento son erróneas.

Hay gente que nace mala y por ahora nuestro conocimiento de la neurociencia no es suficiente como para corregir sus patologías.

Llegará un momento en que se podrá hurgar en el lóbulo temporal o en el bulbo raquídeo y extirpar el deseo de violar niñas de 10 años, pero hoy hay que conformarse con mantener a esos tipos bajo control y vigilancia.

Y para eso hay que cambiar la ley.

Y para eso hay que dar carpetazo a ideas que han sostenido nuestra civilización.

Y se puede hacer.

De la misma manera que hemos cambiado de hábitos alimenticios, de la misma manera que hemos aceptado el fin de la esclavitud, o la igualdad de hombre y mujer, también se puede cambiar la noción de que "todos nacemos iguales", o que "todos somos iguales a los ojos de Dios".

No somos iguales, y algunos son demasiado malos como para dejarlos sueltos.        
 

martes, 23 de septiembre de 2014

El contra-aborto abortado

La triste figura de Alberto Ruiz Gallardón es una de las estampas más crueles de la democracia del 75.

Era Gallardón esa esperanza sucesoria que nunca se cumplía. El eterno aspirante a presidente del gobierno. El más listo de la clase.

Cuando Mariano le encargó la reforma de la Ley del Aborto, (que quería llamar de "protección del no nacido"), ya me pareció rrrrraro. Muy raro.

Gallardón era siempre el chico más liberal de la derecha, el más moderno. Verlo uncido al carro de la ultraderecha parecía una venganza. Y lo era.

Lo hemos visto en el curso de unos días de mucho ajetreo, cuando pareciera que las prioridades tenían que ser otras. Mariano le ha dado a Alberto una estocada en todo lo alto y lo ha dejado listo para la puntilla.

Y Gallardón, que había sobrevivido a una guerra a muerte con Esperanza Aguirre, ha sucumbido como un corderito.

No solo se marcha del gobierno. Es que le han echado de la política.

En estos tiempos que corren el estar alineado con los del misal y la mantilla es mortal de necesidad, y este hombre que podía haber sido la alternativa liberal a un conservador rancio como Mariano, ha quedado para los restos como el portavoz de la caverna y el enemigo de la mujer por excelencia.

Para que luego digan que Mariano es tonto. Lo parece desde luego, pero no lo es.

Si ahora se saca un ministro de justicia catalán, yo me quito el sombrero. (O uno con capacidad de diálogo con los nacionalistas).

Lo de volver atrás con el asunto del aborto no lo quieren el noventa por ciento de las mujeres del PP.

La sociedad española tiene este tema superado y asumido como cosa propia por muy feo que sea.

Cambiarlo era una cosa de locos que hubiese encenagado la vida pública y no digamos los juzgados.

Que Alberto el listo no se percatase de la trampa en que se metía siempre me asombrará.

Ahora bien, Alberto Ruíz Gallardón no se ha ido sin dejar su legado: Madrid es la ciudad más endeudada de España y seguramente del mundo. Una de las más sucias. Donde la pequeña delincuencia hace de su capa un sayo. Donde se incumplen todas las normativas. Donde se vende cualquier cosa a cambio de un patrocinio. (El Palacio de los Deportes veo que se va a llamar Barclaycard Center). Donde se montan chiringuitos en cada esquina. Donde el tráfico es infernal.

Es un triste legado para alguien tal listo.
  

lunes, 22 de septiembre de 2014

El virus ébola y los males de Africa

El virus ébola o ebola, que nadie sabe realmente como se llama, aparece cada pocos años mata a unas cuantas personas y desaparece.

Como no se contagia por el aire, como la gripe, y como mata en pocos días, no da tiempo a que se extienda.

Hasta ahora había "actuado" en pequeñas comunidades rurales donde causaba un estrago menor, pero ahora ha llegado a las ciudades.

Como allí la gente lleva a los enfermos al hospital, los que han comenzado a infectarse son los médicos y enfermeras y eso ha llevado a una situación de emergencia cuando el personal sanitario ha comenzado a huir.

De todas formas y aunque sea una epidemia, está lejos de ser como las que azotaron Europa desde la célebre peste negra del siglo XIV, que a punto estuvo de acabar con toda la población del subcontinente. Tampoco tiene nada que ver con el cólera que todavía en el siglo XIX nos visitaba con asiduidad. Y tampoco con la gripe "española" que se llevó por delante a millones de personas al final de la Gran Guerra.

Vamos que el ebola no va a solucionar el problema de la explosión demográfica africana que amenaza con ¡triplicar! la población del continente en los próximos 100 años.

Cuando eso suceda, no quedará ningún resto del Africa salvaje, y probablemente tampoco de Europa, que habrá quedado sepultada por migraciones de cuya violencia estamos teniendo en Melilla un aperitivo.

Por eso se me abren las carnes cuando escucho a todos los que quieren solucionar los problemas africanos a base de poner más hospitales materno-infantiles, o a base de ayudar a mejorar las condiciones de vida de los niños africanos.

La única forma de ayudarles, y ayudarnos de paso, es llevar a cabo programas de control de la natalidad estrictos que permitan rebajar la tasa de nacimientos por mujer que en estos momentos es cercana a los seis.

No creo que pueda hacerse convenciendo a la gente a que se someta a vasectomías o esterilizaciones de forma voluntaria, ya que muchos africanos se encuentran es estadios culturales que nosotros no podemos casi ni imaginar, y que por tanto ignoramos, y consideran que los hijos son "patrimonio" o sea que cuantos más mejor.

Pero habrá que hacerlo de todos modos ligando ayudas a programas de esta clase antes de que sea demasiado tarde.

Si en China se ha hecho es que se puede hacer.

No podemos seguir ignorando lo que sucede en Africa.

Entre otras cosas porque el Sahara ya no nos protege como ha hecho durante milenios. Ahora se cruza en camiones y hay quien hace de transportar "emigrantes" su negocio.

El que el ebola no tenga todavía un tratamiento es buena prueba de esa dejación de responsabilidad que hemos venido ejerciendo desde los procesos de independencia de las colonias.

Con el sida se hizo igual, y hasta que Rock Hudson no enfermó no se hizo nada.

Mientras aquí dormimos tranquilamente la siesta, en toda Africa se están gestando tormentas violentas.

Me gustaría que alguien que no fuesen las ONGs comenzase a pensar en ello.      

viernes, 19 de septiembre de 2014

Por fin un poco de sensatez

Menos mal que los escoceses han demostrado tener más cabeza que gaita y han rechazado por una mayoría apreciable destruir la casa que habían estado construyendo durante los últimos trescientos años.

Con eso no quiero decir que se vaya a arreglar el tema catalán, que tiene mucho peor pronóstico que el escoces, porque aquí los nacionalistas han trabajado durante treinta años para demoler los cimientos de la unidad con la más absoluta de las impunidades y el obsceno colaboracionismo de la clase política.

Pero por lo menos es un respiro.

Si fuera posible que los políticos españoles y europeos cogiesen el toro por los cuernos y comenzasen por algo tan simple como decirnos la verdad que es que no vamos a poder seguir con este tipo de vida, sea cualquiera el partido que mande y sea cualquiera el color de la bandera que ondee en los edificios públicos.

El nacionalismo es un escapismo de la realidad, como lo son los programas del corazón a los que parece que se quiere dedicar el señor Sánchez, para decir tontunas y sandeces que es lo único que permiten los formatos de estos programas.

Vivimos un momento muy peligroso de la humanidad como lo son todos los momentos de grandes cambios.

Tenemos que aceptar la profunda transformación de la realidad que ha creado la globalización y la tecnología, y a la vez luchar porque esos cambios se lleven a cabo con equidad. No con igualitarismo sino con equidad, es decir sin consentir abusos ni establecer diferencias ofensivas.

No se puede seguir engañando a la gente con el mensaje de que no pasa nada y que ya salimos de la crisis, porque la gente que es tonta pero tiene ojos, nota que no es así cada día del año y se asusta.

Y con gente asustada es fácil que desaprensivos como los nacionalistas se hagan fuertes y destruyan las bases de una convivencia que se ha conseguido tras muchos desajustes ajustados a martillazos.

Escocia o Cataluña existen más allá de los sistemas administrativos y de donde se paguen los impuestos, de la misma manera que a nivel individual cada persona tiene que buscarse un lugar en la vida con independencia de en que país trabaja.

Los nacionalismos y los populismos nos dicen que todo se soluciona con la magia de los cambios revolucionarios, pero eso sencillamente no es verdad: esos cambios son siempre a peor o a muchísimo peor.

No hay atajos, ni hay soluciones mágicas.

Los problemas de verdad, como el del virus Ebola, solo se solucionan remangándose, (en este caso envolviéndose), y bajando a la tierra a trabajar.

Eso es lo que deberíamos haber aprendido tras 10.000 años de historia.

La lástima es que muchas veces parece que no hemos aprendido.

Esta vez ha sido al contrario.

Menos mal.    

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Los escoceses y las gaitas

Mañana se pronuncian los escoceses sobre su secesión del Reino Unido.

Que contento estará Sean Connery, quien después de encarnar al prototipo de héroe británico durante años, se reveló como un ferviente partidario de la independencia. Eso si contemplada desde la distancia de las Bahamas o Marbella.

Cuando los escoceses no tenían petróleo, eran los ingleses los que se quejaban de los subsidiados escoceses. Ahora las tornas han cambiado.

Las relaciones entre Escocia e Inglaterra no han sido fáciles. (Recordemos Braveheart, Rob Roy, la ópera Maria reina de Escocia, etc.).

Pero los escoceses han luchado en todas las guerras del imperio, donde han dejado una impronta indeleble, y no se los veía que fuesen a la fuerza.

Luego el Reino Unido tiene sus cosas. Por ejemplo la liga de futbol, que cada cual tiene la suya, y su correspondiente selección. Y el torneo de las no se cuantas naciones de rugby, (antaño las cuatro naciones), donde los escoceses se partían la cara con los ingleses después de cantar su himno en el que tachan a sus vecinos de déspotas y sanguinarios.

O sea que los escoceses siempre han mantenido una personalidad separada, y a menudo conflictiva con los ingleses, pero luego a la hora de la verdad se han juntado para luchar contra terceros.

La policía escocesa no "reporta" a Scotland Yard, (a pesar del nombre), como puede apreciar cualquiera que lea las novelas de Ian Rankin y otros autores escoceses, y aunque hablan todos el mismo idioma, los escoceses lo hacen con un acento de lo mas peculiar.

Francamente no se en que puede mejorar la vida de los habitantes de Glasgow o Edimburgo el hecho de que pertenezcan a un país separado del reino Unido.

Si se separan de la libra, que tendrían que hacerlo, van a cambiar unas costumbres ancestrales por algo nuevo, pero por lo demás allí va a seguir lloviendo, van a seguir comiendo potajes y salchichas, la cerveza sabrá igual, y ya no tendrán a nadie a quien echarle las culpas cuando algo vaya mal.

Dentro de la UE, Escocia será un pequeño país irrelevante, y en el mundo una curiosidad turística.

La explosión de júbilo colectivo durará unos meses y luego volverán las rutinas.

El obeso tendrá que ponerse a régimen, el calvo colocarse el peluquín, el joven buscar trabajo, y el jubilado venirse a la costa española a cocerse en líquidos variados.

Solo un pequeño grupo de personas, los que hoy están en el partido independentista, conseguirán unos trabajos con los que nunca podrían haber soñado: diplomáticos, altos funcionarios, y chupópteros varios.

A lo mejor Sean Connery es nombrado director del espionaje escoces.

Espero que demostremos en esta cita de mañana que la sensatez es más poderosa que el patrioterismo.

Si no es así ya podemos prepararnos.

Todos.    

martes, 16 de septiembre de 2014

La evolución y los "mercados", o como nos toman el pelo.

A mi me parece que el anuncio de la compra de Jazztel por parte de Orange es una demostración mas de como el capitalismo en España es una tomadura de pelo en la que desde luego no rigen las leyes del mercado ni tampoco de la evolución de los más aptos.

¡Hay que ver cuantos se han enriquecido con el remedo de liberalización que ha tenido lugar en las telecomunicaciones españolas!

Y que poco ha redundado en ofrecer un servicio más rico y barato a los ciudadanos.

Solo ahora, cuando Telefónica ha comenzado a desplegar finalmente la red de fibra, comenzamos a disponer de banda ancha de verdad.

Y en los móviles, donde las inversiones se reducen cada año, la calidad del servicio es bastante regular, por no decir mala, pero eso si, pagada a precios mas que estimables.

Los operadores compiten, eso si, a la hora de llamarte por teléfono para ofrecerte disparatadas combinaciones cuyo resultado es que aunque aparentemente vas a pagar menos en realidad pagarás más.

Pero por lo menos ya van quedando menos. Moribundo Yoigo, solo quedarán Telefónica, Vodafone y Orange. Los tres operadores que salieron de la big-bang de la telefonía móvil.

Los tres van de la manita en lo que ofrecen y en lo que cobran y ya tienen claro que su enemigo son los de internet, y que no pueden molestar al cliente con ofertas imaginativas o simplemente ventajosas, por que aquí de lo que se trata es de ganar mucho dinero.

Es lo mismo que cuando había monopolios estatales, solo que entonces se llevaba la pasta el estado y ahora son unos cuantos particulares.

Los intentos europeos de liberalizar han quedado en un manifiesta mejora del patrimonio de algunas personas que consiguieron las licencias pertinentes. Licencias jurídicas y también cortesanas.

Me gustaría que alguien me explicase en que se diferencia el servicio que dan estos operadores.

Es como si todos los restaurantes diesen la misma comida.

La por otra parte delirante estrategia liberalizadora caracterizada por obligar a los que disponen de los recursos a ponerlos a disposición de sus competidores ha llevado a esta situación de encefalograma plano en que nos movemos, donde la innovación es nula y la única forma de crecer es comprar mercado comprando competidores.

Así que no solo no vamos hacia adelante sino que lo hacemos hacia detrás como los cangrejos en una secuencia evolutiva inversa y una tergiversación de las leyes del mercado en la que la voluntad del cliente es suplantada por los tejemanejes de los que se han colocado en el sitio preciso gracias a sus posiciones de privilegio.

No es que Jazztel fuese una operación seria, ni que nunca se propusiese competir de verdad, (excepto tal vez en la imaginación de Martin Warzasky), pero ahora mucho me temo que el mundo de las telecos españolas se encamina hacia el aburrimiento de un negocio maduro en el que cada vez trabajará menos gente.

Ojalá me equivoque.  

lunes, 15 de septiembre de 2014

Don Isidoro y el Corte Inglés de toda la vida

Como si de una nueva epidemia de ebola se tratase, los miembros del Consejo de la Competitividad de España van cayendo uno a uno.

A lo mejor es una nueva versión de Diez Negritos, la célebre novela de Agatha Christie, y nos faltan por ver otros ocho. Yo que Alierta me haría un chequeo rápidamente.

Claro que Isidoro Alvarez hacía lo posible para embarcarse en un crucero por el Hades, gracias a sus aficiones: comida, bebida, tabaco, señoras y trabajar 16 horas los siete días de la semana.

Como vivo cerca de la sede de la empresa, deduzco que esas aficiones son compartidas por los que allí trabajan: bares por doquier, colillas a miles, y numerosos anuncios de servicios de relax que tapizan los parabrisas de los coches aparcados en las cercanías.

El directivo medio que yo percibo es de mediana edad, tirando a lo hortera, con brillantina, sobrepeso y la tensión arterial disparada. Traje y corbata apretados como para mantener a los indivíduos cerca del estrangulamiento. Ellas de muy buen ver.

Yo recuerdo cuando se abrió el Corte Inglés de Goya, que fue un acontecimiento. Y cuando tras la expropiación de Rumasa nada más comenzar el mandato de Felipe González, compraron Galerias Preciados y se quedaron con su edificio en la misma zona de la ciudad.

Sin duda es una de las grandes empresas españolas, lo que no dice mucho a favor de nuestra economía industrial, y desde luego de las que más empleo ofrece.

Es además gran anunciante y por eso los medios de comunicación los tratan con un respeto un poco demasiado untuoso y servil. Su lado oscuro es ignorado y solo se ven sus virtudes, que las tienen.

Es un patriarcado a la antigua, donde la norma es la militancia laboral de por vida.

Los directivos entregan su vida a la causa, literalmente hablando, supongo que con la idea de que sus hijos disfruten de lo que ellos ganan, y se jubilan cuando son ancianos o cuando lo manda la empresa, que es cuando pueden vender las acciones.

No es que lo critique porque los que acceden a esos puestos lo hacen voluntariamente, y no solo eso, supongo que se matan para conseguirlo y muchos provienen de las filas de la infantería, porque lo normal en esa empresa es empezar por abajo.

Muchos capos de empresa, en todo el mundo, tienen ese perfil de enfermos del trabajo que tenía Isidoro Alvarez, y supongo que es necesario, pero cuando veo a esos directivos sudorosos, sobrepesados, fumando los cigarrillos de dos en dos y con la corbata tan apretada, me alegro mucho de haberme podido dedicar a otra cosa.

Supongo que Dimas Gimeno, sobrino de Alvarez, que a su vez era sobrino de Ramón Areces, el fundador, será un ejemplar de la misma escuela y nada va a cambiar en la casa.

Me temo que para dirigir una empresa como el Corte Inglés es lo que hace falta.

        

viernes, 12 de septiembre de 2014

El nacionalismo se desborda

Y no me refiero al catalán solamente. Es en general. Una oleada de irracionalidad recorre Europa al socaire de la crisis de futuro del continente que un día gobernó el mundo.

Las raíces de este auge de barretinas y kilts no creo que haya que buscarlo solamente en el recuerdo de las hazañas de Braveherat o Casanova, sino mas bien en miedo oscuro de unas clases medias que creen que en base a las supuestas riquezas de su "comunidad", van a poder evitar el futuro de decadencia del estado del bienestar que amenaza a los estados a que pertenecen.

Tanto escoceses como catalanes piensan que ellos por su cuenta van a poder salir de la crisis mas deprisa o simplemente con mayor eficacia si se desprenden del peso de los ciudadanos de otras comunidades del país a quienes consideran un "peso muerto".

Es la misma historia de la Padania italiana, e incluso de la Baviera alemana.

Los ricos abandonan a los pobres a su suerte. (O eso creen ellos).

Cuando se hacen llamamientos a la cordura no se comprende que lo que está por debajo de estos movimientos es el miedo. Y el miedo es un sentimiento poderoso.

En otros lugares ese miedo se manifiesta votando a la extrema izquierda o a Podemos, aunque en este último caso creo que se trata mas bien de la desesperación lo que lleva a la gente a votar una opción tan inverosimil.

Y del miedo al odio somo hay una ténue película de separación.

No se como acabarán los procesos catalán o escoces. Lo que si creo que puede augurarse es que nada volverá a ser como antes.

Las patologías sociales dejan una huella indeleble en el imaginario colectivo  y también en la mente de cada persona individual.

Vale que en España a casi nadie le preocupa lo que puede ocurrir a un país que muy poca gente considera importante defender, o en el que se confunde constantemente el interés general con el interés particular de modo que se llega a considerar a un gobierno como el enemigo por encima de cualquier otro enemigo.

Vale que a lo mejor efectivamente España es un país moribundo y que lo mejor que podríamos hacer es emigrar.


Vale que efectivamente vemos el futuro colectivo y particular con aprensión.

Pero esta actitud de bajarse del barco en plena tormenta para salvarse sin tener en cuenta a los demás, resulta muy antipática y despreciable.

Dan ganas de decir ¡iros a la mierda y no volváis por aquí!

Y en realidad creo que es lo que casi todos pensamos.    

jueves, 11 de septiembre de 2014

Pieles de osos y otras zarandajas

Dentro del colectivo periodístico hay un grupo particularmente vil y despreciable: la prensa deportiva.

No solo hablan siempre a voces y con grandes risotadas, sino que han copiado de las hienas de la "prensa rosa" la técnica de responder por los entrevistados introduciendo en la pregunta los términos de la propia respuesta.

Otra de sus funestas invenciones es la de la anticipación, un modo de llevar siempre la "actualidad" al terreno del futuro, que es donde se sienten más cómodos estos berzotas.

En efecto, en el futuro todo es posible y así nuestros deportistas son siempre "invencibles" e imbatibles en las citas por llegar.

Como "nuestros" deportistas son siempre unos héroes homéricos cuyo poderío es indiscutible, y todos los demás son inferiores por el mero hecho de existir al lado de los "nuestros", el futuro siempre es el mejor de los mundos posibles.

Cuando la realidad frustra sus deseos y anhelos, "es una mala noche, tarde, mañana...que no empaña el brillo inmarcesible de una carrera sin igual".

Y apenas termina el espectáculo, sea cual sea el resultado, ya comienzan a jugar el siguiente partido, campeonato, mundial o lo que sea, el el cual la victoria no se nos puede escapar.

Si acaso se busca el consabido chivo expiatorio, que bien puede ser el presidente de la federación de turno a pesar de que no haya jugado partido alguno, y a seguir voceando y hablando deprisa, como si se tuviese algo muy importante que decir.

Cada noche estos mamelucos llenan las emisoras de radio con sus urgencias y sus bravuconadas y sus anuncios de "exclusivas" que no son mas que mentecateces en la mayoría de los casos y en otras incursiones en el terreno de crear polémicas artificiales, buscar secretos banales o descubrir alguna intimidad vagamente escabrosa.

Las hilarantes experiencias vividas en el campeonato de fútbol de Brasil  y ahora en el mundial de baloncesto de Madrid, donde hemos "jugado" docenas de finales virtuales, cuando no habíamos ni empezado a competir, las "profecías" y "análisis" supuestamente eruditos, las estadísticas espúreas y otras fantasmadas no servirán para callar la bocaza de esta ralea de hienas y buitres que se dicen periodistas.

Lo bueno es que tales fanfarronadas y bufonadas gozan de una enorme audiencia que escucha embobada la beatificación de los deportistas patrios, transformados en encarnaciones de todos nuestros deseos de ser alguien en el mundo y nuestros complejos de inferioridad.

A mi lo que mas me fastidia es el aire de suficiencia con el que hablan, como se jactan de su ignorancia, y lo que más que siempre hablan deprisa y a grito pelado.

Me gustaría poder condenarlos a pasar unos años en un monasterio cartujo, para que en el silencio reflexionaran sobre su ignorancia y meditaran sobre el mal que causan en un país tan ignorante como el nuestro.    

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Botín y los ninis

Hoy tenía pensado referirme una vez mas a los ninis, ese colectivo cada día mayor formado por los jóvenes de entre 19 y 29 años que ni estudian ni trabajan ni hacen cosa alguna.

Me parece que el hecho de que hayamos alcanzado la cifra del ¡26%! en ese apartado constituye un ejemplo mas que nos dice que España está volviendo hacia atrás para parecerse a la que describe Galdós en sus obras. Desocupados, mercachifles, buscones y holgazanes.

Pero la súbita muerte de Emilio Botín creo que merece una glosa.

En primer lugar porque ha muerto el sin duda hombre mas poderoso de España en las últimas décadas.

A Don Emilio no se atrevían a tocarle ni jueces ni periodistas, y daba igual lo que hiciese porque era absolutamente invulnerable.

Un monarca absoluto que reinaba en una entidad con múltiples tentáculos, muchos de los cuales nunca conoceremos.

Le daba lo mismo que gobernase la izquierda o la derecha. Sabía que tenía línea directa con cualquiera y que sus instrucciones siempre eran escuchadas...y obedecidas.

Siempre hablaba bien del presidente de gobierno de turno. ¡Hasta del pobre zapatitos!

Se había construido una ciudad como un faraón y allí tenía sus reales.

Sus empleados, incluso los mas cercanos, le temían y tenían que estar a su disposición a cualquier hora y en cualquier circunstancia.

En un tiempo de sociedades anónimas, él era un dueño al estilo clásico.

Le va a suceder su hija Ana Patricia que tiene sus mismos ojos astutos e implacables.

Pero la naturaleza, que no repara en la cantidad de poder que una persona pueda tener, le ha retirado de la circulación de manera instantánea e irrevocable a los 79 años, una edad todavía temprana.

¡Como me hubiese gustado leer sus memorias!

¡Cuanta miseria humana habrá contemplado a lo largo de su vida!

Que misterio envuelve la condición humana que lo mismo da a hombres como Emilio Botín que esa muchedumbre de ninis cuya única misión en la vida es consumir y defecar.

Dicen que Botín se estaba construyendo en Cantabria, una comunidad para la que nunca quiso industrias para que no perdiese su aire pastoril, un bunker en previsión de los desastres del cambio climático.

Ahora un infarto vulgar y corriente le ha impedido gozar de la seguridad de esa construcción apocalíptica.

De verdad que me hubiese gustado trabajar una temporada cerca de Botín.

Sin duda se ha marchado una persona sobresaliente a escala mundial.

No se si hay alguna otra de ese nivel.          

martes, 9 de septiembre de 2014

La cobardía

La actitud de los españoles ante los problemas, internos y externos, que nos afectan es la de "pasar".

Pasamos de los insultos de los nacionalistas catalanes y vascongados. Pasamos de las amenazas de los yihadistas. Pasamos de los robos y golfadas de los gitanos del este. Pasamos de las trapacerías de nuestra clase política. Pasamos de cuidar nuestra naturaleza. Pasamos de pensar en nuestro futuro.

Y después, y en breves episodios de locura, nos volvemos unos salvajes sanguinarios y somos capaces de las mayores barbaridades.

En los últimos cien años hemos ignorado  las grandes citas de la historia y no hemos estado junto al resto de los europeos en la defensa de la libertad o en la defensa de la raza superior. (Cada cual en lo suyo).

Tenemos un ejército menguante al que enviamos en misiones "de paz", es decir a llevar mujeres y niños al hospital o a ayudar a plantar patatas.

Los islamistas nos vuelan varios trenes en Madrid y lo único que se nos ocurre es glorificar a las víctimas, en una estrategia suicida ya emprendida en tiempos de la ETA.

Aquí un héroe es un señor o señora que va a trabajar escuchando la radio y le vuelan en pedacitos, o un soldado que conduciendo por carreteras extrañas se pega un leñazo y se mata.

Aquí se ensalza el buen talante zapateril o las gilitonteces de Pablo Iglesias.

Aquí hemos llegado a dar por bueno el tener una juventud embotada por el alcohol y que no piensa mas que en bailar y emborracharse.

Aquí lo que se lleva es pasar.

Pasar de nuestras obligaciones y deberes. Pasar de nuestra dignidad. Pasar de defender nuestro futuro.

Y eso si. Buscar de vez en cuando un chivo expiatorio.

La reciente "decisión" del gobierno de no estar con los que se van a enfrentar al Califato Islámico es una verguenza nacional.

Comprensible porque saben los estrategas gubernamentales que si apoyasen esa acción, todos los memos de España, que son legión, comenzarían las consabidas marchas del "no a la guerra" y "nunca mais", y se armaría la de diosescristo.

Los que no son capaces de manifestarse en defensa de su país, son perfectamente capaces de hacerlo a favor de los palestinos o los asesinos del ISIS.

Ese es el país que tenemos.

Gastamos nuestras mejores energías en odiarnos a nosotros mismos y no nos queda nada para mirar hacia afuera del murallón de ignorancia que hemos creadoa nuestro alrededor.

Cobardes e ignorantes. Rastreros y catetos. Viles y villanos.

Nos merecemos todo lo que nos pasa y lo que nos va a pasar.

lunes, 8 de septiembre de 2014

¡Que tiempos aquellos!

Este pasado fin de semana se han cumplido ¡50 años! de la llegada de la canción You really got me del grupo The Kinks al número uno del Hit Parade británico.

La enormidad de la cifra me ha dejado helado.

¡Que mundo mas diferente era aquel y que impacto tuvieron esas canciones en el cambio que se avecinaba!

Porque en 1964 el mundo era todavía muy diferente. De hecho esas canciones apenas recibían atención de los medios de comunicación. En España, por supuesto, las emisoras de radio estaban todavía centradas en las novelas radiofónicas, y si se emitía música esta era de Juanita Reina o de Concha Piquer, tal vez una canción italiana o francesa, y se hablaba de estos grupos que aparecían como una extravagancia impropia de alterar los valores patrios.

Pero es que en la propia Inglaterra la BBC que entonces era un monopolio tampoco las programaba, y eran unas emisoras "piratas" que emitían desde aguas internacionales las que se dedicaban a este nuevo tipo de música.

En el mundo gris que había salido de la guerra, las canciones primeras de los Beatles, Rolling Stones o Kinks, eran como unos missiles de alegría que explotaban en medio de unas sociedades donde imperaba la formalidad y el orden patriarcal.

Los discos pasaban de mano en mano y se escuchaban en los primeros guateques. Los mas afortunados los compraban en Londres y los enseñaban como un tesoro.

Pero cuando los jóvenes y no tan jóvenes comenzaron a escuchar aquellas canciones ya no hubo marcha atrás.

Fue como una señal que la gente hubiese estado esperando con ansiedad para salir de la depresión de los racionamientos y las corbatas.

Creo que ni los propios músicos pudieron darse cuenta cabal de las consecuencias de unas canciones que solo aspiraban a replicar en Europa lo que había sucedido en los USA con la generación de los Elvis, Chuck Berry, etc. (Que fueron los primeros que alteraron el oreden establecido aunque todavía con el pelo corto y sin salirse de los circuitos de las salas de baile).

The Kinks y todo el movimiento musical británico alteraban el equilibrio con nuevas formas de vestir, de llevar el pelo, y sobre todo de vivir.

Era como decir: hasta aquí hemos llegado y ahora vamos a ser nosotros los que digamos como hay que vivir.

La BBC tuvo que rendirse y comenzar a programar el nuevo movimiento musical. La industria comprendió que ahí había un negocio fenomenal. La prensa comenzó a hablar del tema y cuando The Beatles aparecieron en el programa de Ed Sullivan se produjo un terremoto que todavía se nota.

Los gobiernos no sabían que hacer con un fenómeno que se había convertido en movimientos de masas sin precedentes y que no reivindicaba nada sino el fin de la seriedad.

Yo no se si la revolución de los sesenta fue provocada por las canciones o si era algo que anidaba en las nuevas generaciones que no había vivido la guerra y estaban hartas de tanta autoridad.

Tal vez solo fue que el incremento en el nivel de vida trajo unas ansias enormes de liberación.

Pero creo que hoy es muy dificil comprender la alegría que sentíamos al escuchar por primera vez una canción como You really got me.

Y como nos sugería que la realidad en que todavía vivíamos era injusta e insoportable.

   

domingo, 7 de septiembre de 2014

Errores de apreciación

La reunión reciente de la Alianza Atlántica en donde se ha decidido catalogar al movimiento conocido como Califato Islámico como "terrorista" ha abierto los ojos a mucha gente.

Comentaristas entusiastas de las primaveras árabes coinciden ahora con sorprendente unanimidad que "tal vez se equivocaron" al juzgar a esos señores como "defensores de la democracia y las libertades".

¡Que casualidad!

No es que podamos sorprendernos del cinismo de algunos comentaristas, pero es que no se cortan un pelo.

Hasta hace unos días eran unánimes en afirmar que aquellos jóvenes barbudos y señoras en hiyab eran la vanguardia de un movimiento democrático que se oponía a las tiranías de los Mubarak, El Asad, Gadaffi, y como no el malvado Saddan Hussein.

Hoy, una vez Obama ha pronunciado las palabras mágicas, aquellos, sin dejar de ser dictadores monstruosos y genocidas, ya no parecen tan malos.

De algunos comentaristas se puede esperar cualquier cosa pero ver a una persona como Vargas Llosa repitiendo la misma letanía nos indica el grado de servilismo y falta de verguenza que campea hoy día por las redacciones de los medios.

¿O me van a decir que no se percataban de que los supuestos "luchadores de la libertad" que se enfrentaban al ejército regular sirio y que han destruido un  país que hasta hace poco era un destino turístico en laza, no eran otra cosa que violentos fanáticos religiosos capaces de mutilar, crucificar, degollar y otras lindezas a gentes indefensas?

Ha hecho falta que deguellen a dos americanos en directo para que cambie la letra de la canción, y lo ha hecho a toda velocidad.

Yo me pregunto como es posible que no haya nadie que levante la voz y pida una explicación a tanta hipocresía.

Como es posible que se acepte como la verdad oficial la primera consigna que emita la OTAN o la CIA directamente, que supongo son las fuentes de estas directrices.

Occidente siempre se ha caracterizado por el pensamiento crítico y por la existencia de una resistencia intelectual a los dictados del poder.

Hoy esto parece haber desaparecido.

No solo nos tragamos mentiras monstruosas como las armas de destrucción masiva. Es que tambien somos capaces de ignorar lo que vemos con nuestro propios ojos y aceptamos que nos digan que es de noche cuando estamos a pleno sol.

Y que luego nos digan que todo había sido un error de apreciación.

Y nos da igual.

Me gustaría saber que es lo que pasa de verdad. Y me temo que lo sé.

Hoy por el sueldo se hace lo que sea.

viernes, 5 de septiembre de 2014

Afirmaciones innecesarias

¡Hay que ver la de veces que al cabo del día leemos afirmaciones de dirigentes empresariales o políticos que no nos descubren nada!

Esta semana ha tenido lugar el "tradicional" seminario de las telecomunicaciones en la Universidad de Verano de Santander. Es el segundo año que no voy, y la verdad es que no lo echo de menos. Porque si hay un lugar en el que se hacen mas afirmaciones innecesarias y redundantes es allí.

Año tras año, los mismos ponentes o recambios clónicos de sus antecesores, dicen con las mismas palabras, que consisten básicamente en afirmar que las empresas del sector de las TIC en España y en Europa van al desastre.

No es que no sea verdad, es que dichas afirmaciones sin ninguna acción posterior no hacen mas que resaltar la razón por la cual vamos al desastre: nadie está dispuesto a arriesgar ni un céntimo del beneficio a corto por posibles beneficios volanderos.

Y desde luego en Europa la miopía de los gobiernos, comenzando por los de Bruselas, es alarmante.

Se queja Alierta de la señora Reading, a quien he dedicado en este blog mas de una alusión, pero ¿que se puede esperar de comisarios que son elegidos en términos de cuotas de partido, género, y nacionalidad?

La señora Reading que era de profesión periodista, tenía como principal preocupación lo que le costaba el teléfono a ella y sus allegados y por eso cargó contra el roaming y propició la profusión de operadores en busca de una competencia suicida. No solo no le importaban las políticas de los agentes de internet, ¡es que le parecían de perlas!

Si luego eso se traducía en destrucción de la industria europea y cientos de miles de buenos empleos menos, a ella no le importaba.

Pero que Colao-Vodafone y Alierta-Telefónica se rasguen las  vestiduras una vez al año no sirve tampoco para nada.

Es como la OCDE que afirmaba ayer que si los salarios siguen bajando, "puede ponerse en riesgo la recuperación". ¡Pues claro!

Menos dinero, menos seguridad en el empleo, y mas inestabilidad de las familias se traduce inevitablemente en menos consumo, o como sucede en un consumo distinto que busca constantemente la ganga y no la calidad.

El modelo europeo se está derrumbando desde hace muchos años.

Los ataques de liberalismo que nos han dado en estas últimas décadas han sido funestos, y la gente comienza a ver las orejas del lobo.

Por eso sube Podemos en las encuestas.

La cuestión es si alguien tiene una idea aunque sea pequeñita para salir de esta situación.

Poner el dinero más barato desde luego no es la solución.

Eso ya se probó en Japón y de nada sirvió.

Cuando la gente ve el porvenir negro no pide créditos. (Y con toda la razón del mundo).

Y cuando a la gente se la engaña para que pida créditos cuando no puede pedirlos, pasa lo que ya ha pasado.

La única forma de salir de esta es que vuelva a haber buenos empleos con buenos sueldos.

Pero esta es también una afirmación inncesaria, porque desde luego yo no se como se puede hacer.       

martes, 2 de septiembre de 2014

Polémicas veraniegas

Veo con cierto asombro que una de las polémicas de este verano es la existencia de fotos "selfies", o en todo caso privadas, de actrices del momento que posan sin ropa o en momentos de "intimidad".

Me parece una polémica impostada y que nunca podremos saber hasta que punto no está manipulada por los genios de la publicidad y el marketing que anidan en Holywood y aledaños.

Cuanto mas se lee sobre los manejos de esa gente en la época "clasica", y que incluye historias "de amor" que han pasado a la posteridad como "ideales" siendo más falsas que los billetes del timo de la estampita, mas se tiende al escepticismo en este campo siempre resbaladizo del estrellato.

Si el "idilio" entre una lesbiana radical como Katherine Hepburn y un homosexual, alcoholíco e impotente, como Spencer Tracy, ha hecho correr rios de tinta no solo por el amor en si sino por la imposiblidad de la pareja para casarse debido a que él era católico y estaba casado, ¿que podremos imaginar que no pueden inventarse en esos despachos con vistas californianas, gentes inteligentes y carentes de cualquier escrúpulo?

Como en el caso Tracy-Hepburn, de lo que se trata no es solamente de presentar el caso sino de provocar la polémica: ¿debía Tracy abandonar a su legítima por el "amor de su vida" Hepburn?, ¿debía ésta "salir" publicamente con un hombre casado?

Los jóvenes de la generación internet puede que no conozcan este "affaire", pero si puede que reconozcan los signos de las polémicas artificiales en muchos de los blogs e informaciones periodísticas que se refieren a esta "noticia". ¿Tienen derecho las mujeres a hacerse fotos desnudas si les apetece? ¿Se puede acusar a las mujeres de descoque por estas fotos? ¿justifica la indiscrección el despliegue malintencionado?

La cuestión es que es lo que hay detrás.

En el cado Tracy-Hepburn estaba claro: llevar a las masas a ver las películas que protagonizó la pareja, y que la verdad es que eran muy buenas, porque al margen de la sexualidad de ambos, la cosa es que efectivamente entre la joven Hepburn con su aire de mujer aristocrática de la costa este, y el maduro Tracy con su aire de buen hombre-medio-americano, había química.

No estoy seguro de lo que pretenden los publicistas de ahora, porque las películas pasan a tal velocidad que no da tiempo a seguirlas, y las estrellas se suceden en el podio de la fama sin que dejen rastro en el imaginario público.

En cuanto al desnudo en si, no veo que nada pueda llamar la atención.

Las cantantes se dan a conocer por su capacidad de mover el culo. La televisión por cable ha abierto la puerta al desnudo y este se ha hecho casi omnipresente en las series para adultos, en la playa los bañadores son cada vez mas escuetos. En la ciudad las chicas visten como las vedetes de los años sesenta salían al escenario.

No es que me parezca mal, es que en ese contexto las fotos selfies y los videos "robados" me parecen de una ingenuidad atronadora.

En todo caso prefiero ver los pechos de una estrella que no el degollamiento de un periodista por parte de un simpático islamista.

¡Estos chicos del turbante si que saben crear polémica!

      

lunes, 1 de septiembre de 2014

Volver....

Después de pasar unas semanas recorriendo los senderos arenosos del desierto del Kalahari, sin tener otra información de lo que sucedía en el mundo que la producida por los cánticos de los pájaros, los zumbidos de los insectos y los rugidos de los leones, regreso a casa, donde como siempre sucede, todo sigue mas o menos igual.

Los problemas no se van por mucho que tu te escondas en el desierto, y a no ser que te conviertas en un eremita y te quedes 40 años metido en una cueva, al regresar te encuentras con una cadena de emails, llamadas perdidas y facturas diversas que te recuerdan lo efímero de tus ocios y lo permanente de tus obligaciones.

El desierto con sus silencios y sus largas y frias noches invita a la introspección, a imaginar proyectos, a hacer proposiciones de cambios, vamos a pensar en términos de "hasta aquí ha sido de una manera y a pàrtir de aquí será de otra".

Pero la realidad es que tan pronto se pone el pie en Barajas-Adolfosuarez, uno se da cuenta de que todo va a seguir mas o menos igual, porque lo que parecía asequible en medio de la nada, se vuelve una tontuna cuando pisas el asfalto.

De todas formas, pasar una temporada en lugares en los que encontrar agua es un auténtico problema y donde la gente vive con lo mas básico no deja de ser una cura de humildad.

Al borde del Kalahari hay pequeñas ciudades, pueblos más bien, donde alrededor de unas cuantas tiendas viven unos miles de personas en base a una economía mínima relacionada con la ganadería y la agricultura.

La zona tiene agua subterránea y los pozos permiten esa actividad.

La minoria blanca sigue teniendo la llave de esa economía en función de sus conocimientos y capital incluso en Botswana, aunque también se los ve en franco retroceso.

Siempre que he estado en esa zona del mundo me ha venido a la cabeza una reflexión que quiero que sirva para inaugurar la temporada del blog.

Me refiero a los límites de la democracia y del sistema un hombre un voto.

Cuando los atenienses pusieron en marcha el sistema tenían claro para que tenía que servir: para decidir sobre el gobierno de la "polis", o sea para ver de que forma se gobernaban los asuntos públicos y el bien comun.

Es un sistema que ha servido muy bien en el mundo de origen europeo, y precisando más, en aquellos paises en los que las personas de cultura europea han sido mayoría. En aquellos lugares en los que cada ciudadano vota en función de sus intereses personales, y asumiendo consensos básicos sobre el estado y su relación con los ciudadanos.

Pero, ¿que sucede cuando esos consensos dejan de existir o nunca han existido y cuando se vota en función de intereses raciales, culturales o directamente tribales?

Si el resultado de cualquier votación se vuelve previsible en función del predominio de una minoría determinada, por muy mayoritaria que sea, la democracia deja de existir excepto en sus aspectos formales, y regresa el viejo orden tribal.

Eso es lo que sucede en los países del Africa austral, y me pregunto si no es eso mismo lo que está sucediendo en Cataluña y Vascongadas.

El día que un ciudadano deja de votar por sus intereses y se deja llevar por las emociones profundas de la identidad tribal se termina la democracia.

Al borde del Kalahari tambien está cambiando el mundo aunque lo haga muy despacio.

Me pregunto si alguna vez se impondran los derechos del ciudadano al poder de sugestión de la tribu.

Por lo que se ve en Europa estamos en la dirección contraria.