lunes, 29 de septiembre de 2014

¡Chufla, chufla...!

La sucesión de declaraciones por parte de los políticos nacionalistas catalanes y de los políticos del parlamento español respecto a la celebración de un referendun de autodeterminación en Cataluña, es una muestra del más rancio cerrilismo español.

Como decía el baturro montado en su burra en medio de la vía del tren a la locomotora que se acercaba: "¡chufla, chufla, que como no te apartes tú!

Así las etapas hacia el choque institucional se van cubriendo, eso si, entre la más profunda indiferencia de la ciudadanía española a quien no parece preocuparle nada lo que pasa, narcotizada por unos medios de comunicación que aseguran muy ufanos que "no va a pasar nada", y añaden satisfechos de si mismos, "porque no puede pasar".

Así que todos nos hemos puesto del pañuelo baturro y unos dicen que no pasarán, y los otros que pasarán. Pues que bien.

Mientras no consigo escuchar a casi nadie que explique por qué no pueden pasar los unos o pasar los otros.

Solamente unas voces aisladas como las de Cayetana Alvarez de Toledo o Arcadi Espada, portavoces de la plataforma Libres e Iguales tratan de explicar como hemos llegado hasta aquí y quienes son los responsables, en unas intervenciones que se pueden encontrar en YouTube.

Los demás solo dicen que "lo que diga la ley" o "lo que digan los votos de los catalanes".

A mi me parece que en un país como España, invocar la Ley es perder la partida de la opinión pública, porque aquí como es bien sabido, la ley nos la pasamos por el forro. No somos suizos.

Sin embargo apelar a la "sagrada" voluntad de los de la tribu correspondiente, en este caso catalana, es un éxito seguro porque como ya he dicho muchas veces lo que prima en España es el elemento primario y brutal que pone los sentimiento por encima de la razón, y que hace su voluntad, "por cojones".

Parece inútil demandar entendimiento y dialogo. Es muy tarde para eso y probablemente es también muy tarde para acordar que España sea un país en el que "cabemos todos".

Ha habido muchos años para ese dialogo y nunca ha comenzado.

Aquí todo se ha resuelto con transferencias de competencias, o sea de dinero, y con total desidia a la hora de establecer un territorio común en torno a unas cuantas ideas de porque es mejor que estemos juntos y no tiremos cada uno por nuestro lado.

Pero sobre esa cuestión nunca se ha hablado.

A lo mejor es que no es mejor que estemos juntos.

En todo caso me gustaría que algún político español asumiese el rol de Gordon Brown, (otro video en YouTube), y nos dijese porqué sería mejor que siguiésemos juntos.

No me parece que el respeto a la Ley sea suficiente en un país en que nadie la cumple.

Es hora de hablar, pero desde luego no desde los campos políticos cegados hace tiempo a cualquier conversación, sino desde la sociedad civil que tiene que despertar e intervenir antes de que los políticos nos conduzcan al desastre.     

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