jueves, 28 de abril de 2011

Del twitter a las bombas

Tenía ganas de volver a las revueltas árabes y a su supuesta relación con las nuevas tecnologías, cuando me entero de la bomba que ha estallado en un café de la plaza Yemaa el Fna en Marrakesh esta mañana, y que ha matado a cerca de veinte personas, entre ellas muchos turistas.

Está claro a estas alturas que los gentiles demócratas que usaban las nuevas tecnologías han sido sustituidos por grupos de origen desconocido que se han empeñado en poner patas arriba Oriente Medio y el norte de Africa, sin que se sepa ni quien está detrás ni hacia donde se dirigen.

La OTAN bombardea Libia con la esperanza de que los de Bengasi resulten amigos, aunque ahora ya se habla de tribus enemigas de Gadafi y no de paladines de la libertad.

En Egipto el idilio entre manifestantes y ejército ha terminado, como era de esperar, ya que una cosa es predicar y otra dar trigo.

En Yemen ya no sabemos ni lo que pasa.

En Síria, (con las ganas que tenía yo de ir a visitar las mezquitas Omeyas de Damasco), el régimen no se anda con tonterias y ha mandado al ejército contra los manifestantes.

En Tunez, tras la "liberación", medio país ha salido huyendo y se le han colado a Berlusconi con gran estrépito en las relaciones franco-italianas, y lo que vendrá después cuando los emigrantes que huyen de la democracia lleguen a España, Alemania, etc.

En Irak siguen los coches-bomba y las matanzas.

Y solo quedan Jordania y Marruecos para que el caos sea completo.

Como son monarquías están aguantando mejor el ataque, pero esta bomba al turismo marroquí va a tener sus consecuencias.

Ya no podemos estar ni siquiera seguros de que Irán esté jugando un papel importante en el drama, aunque las conversaciones entre Hamas y AlFatah en Gaza, parecen indicar que hasta los iraníes están asustados. (Hamas es una sucursal de Teherán).

Así que ¿quien está detrás de todas estas acciones?

¿Internet?

¿La miseria?

¿Los clérigos?

¿Las empresas del petróleo?

Lo único cierto es que en Occidente no tenemos ni pajolera idea de lo que sucede en el mundo musulmán y que el árabe es una lengua muy difícil, así que saber de primera mano la información es complicado.

Los corresponsales nos informan de que hay tiros y muertos, y poca cosa mas.

Y como siempre los que saben no nos lo van a contar.

Así que solo sabemos que va a morir mas gente.

O sea como con el Barsa. Que solo sabemos que el árbitro les va a echar una manita, pero no en que minuto.

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