sábado, 2 de diciembre de 2017

Africa y las migraciones

De los treinta primeros países del mundo en cuanto a natalidad, veintiocho son africanos. El décimo es Afganistan y el trigésimo es Timor Oriental. También entre los primeros cuarenta aparece la Franja de Gaza.

Africa tiene actualmente 1.200 millones de habitantes. Se calcula que para 2050 tendrá 2.500 y para 2100 serán 5.000 millones. De todos esos millones, el sesenta por ciento tiene menos de veinticinco años.

Gracias a la cumbre de Abiyán nos enteramos de estas cifras y de la situación que se vive en aquel gran continente, que pese a lo que se suele creer, vive una situación mucho mejor que hace solo unos años.

La tragedia es que esos crecimientos económicos están sacudiendo como un terremoto la frágil estructura social de aquellos países y está lanzando a millones de personas al sendero de la migración.

Masas de campesinos están abandonado su lugares tradicionales de residencia para trasladarse a ciudades en las que buscar unos hipotéticos empleos que en su mayor parte sencillamente no existen.

En contraste con las crecientes zonas de chabolas que rodean las ciudades, hay una nueva clase media que si mejora su nivel de vida, que se adhiere a los valores de la sociedad moderna, que tiene menos hijos y que quiere prosperar y aprovecha las oportunidades de los trabajos burocráticos o de servicios en estados cada vez más complejos, las nuevas industrias, la construcción y el turismo.

Africa está creciendo, si, pero no es suficiente para absorber el tremendo boom de natalidad propiciado por la mejora de las condiciones sanitarias y el aumento de las expectativas de vida que viene de la mano de la paz.

Lo cierto es que en esas economías crecientes el número de jóvenes que no encuentran empleo es enorme.

Dicen las estadísticas que es del 30%. No me lo creo. Debe de ser mucho mayor.

Si recordamos nuestro propio proceso de industrialización, tuvimos la suerte de que por los años cincuenta la industria era muy intensiva en mano de obra.

La gente salía de Extremadura, Andalucía o La Mancha, llegaban a Madrid o Barcelona y se "colocaban" en las nuevas industrias que se creaban en torno a los Planes de Desarrollo.

Gracias a eso crecía el consumo y se producía el famoso círculo virtuoso de que a más empleo, mayor demanda y con esta mayor demanda seguía creciendo el empleo.

En Africa no sucede lo mismo porque las nuevas industrias allí como aquí necesitan muchos menos trabajadores y por tanto la riqueza solo alcanza a una minoría. Los demás quedan al margen.

Así que en Africa se están creando sociedades muy duales.

Sociedades en las que se percibe la situación de bienestar asociada a un buen empleo pero ese buen empleo no se alcanza. Y esa realidad es lo que empuja a miles de personas a la emigración.

Sociedades que carecían de incentivos para emigrar cuando eran comunidades rurales, ahora reciben todo tipo de incentivos paradojicamente en el momento es el que están despegando.

Lo mismo pasó en España con los excedentes de emigrantes del campo que no conseguían ese empleo soñado en las ciudades. Se marchaban a Alemania, Suiza, Bélgica, o donde tocase.

La diferencia es que los excedentes españoles, italianos o portugueses encajaban en las demandas de una industria creciente en los países de recepción.

Y eso no ocurre ahora con los excedentes africanos.

Para empezar son muchos mas. Y para continuar llegan en una situación en la que los países de acogida tienen también problemas de desempleo.

La situación es muy problemática.

Los africanos van a seguir llegando a miles o a cientos de miles cada año.

El desarrollo de sus países no se va a acompasar con sus tasas de natalidad a lo largo del siglo actual.

La industria no crea empleos de baja cualificación, ni aquí ni allí.

Los servicios están ya saturados de empleos de calidad decreciente.

El estado de bienestar no va a poder resistir la presión de las demandas sociales.

Por favor, si a alguien se le ocurre alguna idea, ¡que la diga!



     
 


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