lunes, 20 de septiembre de 2010

Cayendo por su propio peso

El otro día hablaba con un amigo y reflexionaba acerca de cómo apenas ya veo la televisión. Por lo menos en su manera tradicional. Excepto por algún partido de fútbol que emitan en abierto y contadas ocasiones que la pongo como ruido de fondo, para mí la televisión ha pasado a ser una pasado a ser una pantalla más. Una pantalla que compite con la del ordenador, la del iPad e incluso la del móvil, como interfaces para consumir contenidos, cada una de ellas con sus ventajas e inconvenientes. Un momento para cada pantalla.

Desgraciadamente, en España las cadenas y distribuidoras no nos permiten disfrutar de todos los contenidos que nos gustarían y llevamos bastante retraso en cuanto a opciones con respecto a otros países de nuestro alrededor. Diversos son los motivos, pero no quiero entrar en ellos ahora. Me gustaría más enfocarme en los pasos que se dan hacia delante.

Movistar ha lanzado este mes su servicio Videoclub, para el acceso (mal llamado alquiler) online a contenidos como películas, capítulos de series, documentales y conciertos musicales. Hasta ahora este servicio de Vídeo Bajo Demanda sólo estaba disponible para los abonados a Imagenio, pero desde hace unos días se puede comprar un dispositivo (sí, otra caja para al lado de la tele) que lo pone al alcance de cualquier cliente de línea fija de Movistar. Una idea que a me parece muy buena, ya que abre el abanico de clientes potenciales, sin restringirlo únicamente a los que pagan por el paquete Trío completo.

Sin embargo, lo realmente notable me llegó a través del Twitter de la operadora, desde donde me enteré de que la oferta es aún más atractiva, ya que se podrán ver los capítulos de la nueva serie The Event, que empieza mañana, justo después de su emisión original. Si bien hay que coger con sumo cuidad esta noticia y saber qué entienden en Movistar por "justo después", la verdad es que a priori es una buena nueva. The Event es una de las series de esta temporada que más expectación está levantando y que sin duda alguna más descargas va a generar en la Red en la madrugada del martes. Ofrecer ese contenido, con subtítulos, directo al televisor, dentro de un margen de tiempo razonable, es la clase de valor añadido (entiéndase comodidad) por la que yo, y creo que mucha gente más, estaríamos dispuestos a pagar. Y todo ello sin tener que abonar la cuota de Imagenio que me da acceso a tropocientos canales que nunca sintonizaré.

No sé si este post me ha quedado de manera que parece un publireportaje. No era mi intención, pero sí que me gusta celebrar cuando veo que las cosas van hacia donde tienen que ir. El futuro está más o menos nítido. Y poco a poco nos vamos acercando a él.

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