sábado, 6 de junio de 2009

Y ahora vamos a por el siete...

Tengo el número de móvil 001526, y creo con alguna razón que tal número se corresponde con el número de líneas de la tecnología Tacs, que siguió a la primera, denominada NMT, ambas todavía analógicas.

Soy por tanto una de esas personas que tenían un móvil en el año 1990, cuando muy poca gente los tenía, y cuando todavía no mucha gente estaba convencida de que aquello fuera a tener no ya el éxito que finalmente tuvo, sino tan siquiera viabilidad como negocio.

Yo tuve uno de los primeros portátiles, que hoy guardo como una reliquia, y que sustituían a los móviles que se llevaban en el coche, o en el carrito del golf como contaba la propaganda de entonces, y recuerdo la estupefacción que producía en mis amistades o familiares, cuando aparecía con el aparatejo colgado del cinturon.

Ni que decir que la bateria se agotaba en dos llamadas, y que había que llevar el repuesto a mano, aunque este modelo ya tenía un sistema para recargarse en el coche y también manos libres.

Por entonces se discutía si el número de usuarios de la nueva tecnología podía superar en España los cincuenta mil, y también si había que bajar los precios para animar a mas gente.

Recuerdo que a mi me pareció desde el principio una maravilla poder hablar con la oficina o con mi casa desde el coche, y todas las incomodidades, como el peso o su escasa autonomia, me resultaban muy poca cosa en comparación.

En ese tiempo numerosos periodistas y tertulianos la tomaron con el móvil que calificaban de invento superfluo para pijos y ejecutivos fantasmas.

Como a un político le pillaron diciendo no se qué por el móvil, al que llamaba "la motorola", todos esos periodistas comenzaron sus cantinelas burlescas en torno a los motorolas, con lo que las otras marcas estaban muy preocupadas. (¿Donde está hoy Motorola?).

Hoy se acaban los números que comienzan en seis, y hay que comenzar a habilitar los que comienzan por siete, y nadie se acuerda de como comenzó todo esto.

Claro que tampoco se acuerdan que la WWW tiene apenas diez años.

Los idiotas que se reían de los móviles se rien ahora de otras cosas, pero no han dejado de reirse y de esparcir mala baba hacia todo lo nuevo y hacia lo que no comprenden, que es muchísimo mas de lo que comprenden.

Hoy día todo el mundo habla de lo que ha sucedido con la telefonía móvil y como ha cambiado nuestras costumbres, pero en 1997 contraté a Amando de Miguel y Luciano Barbeito para que hicieran un estudio de campo y escribieran un libro sobre el tema, cuya presentación en el Casino de Madrid, tuvo gran repercusión mediática.

Vamos camino de los cuatro mil millones de móviles en el mundo, mas de la mitad de la población mundial, pero la verdad es que en 1990, nadie hubiera creido algo así. Incluso lo mas optimistas.

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