jueves, 25 de junio de 2009

El cansancio de Gabilondo

Parece que ayer se presentó un libro en Madrid, todos los días se presentan varias cosas, en que se recogen los comentarios que Iñaki Gabilondo realiza al comenzar los telediarios vespertinos de la Cuatro.

En la presentación a la que no asistió mucha gente, se vió a Gabilondo desesperanzado y cansado de la situación de la política española, y de la mundial.

No me extraña.

Yo he escuchado muchos de esos comentarios día a día y he ido notando que se van haciendo mas amargos.

Supongo que la situación de Prisa tiene mucho que ver y me parece razonable que quien ha puesto toda su vida al servicio de un grupo que representó en su día la esperanza en una España mas ilustrada y libre, vea con desaliento como ese grupo se va difuminando poco a poco, al tiempo que los ideales que lo vieron nacer igualmente se desvanecen.

El mundo de internet es muy diferente del mundo que vivió la revolución de los sesenta e incluso la contrarevolución de los ochenta.

En un libro que he leido estos día un profesor de Harvard y editor de la revista Newsweek, Fareed Zakaria, de origen hindú, reflexiona sobre el futuro de la libertad, en un mundo en que la democracia se ha ensanchado tanto que la clase política y la periodística, en lugar de liderar la opinión pública se limitan a ir detrás de ella, y en lugar de decir a la gente que sería lo mejor para el interás general, se pelean por decir lo que creen que quiere oir la gente.

Efectivamente el mal que percibe Gabilondo es real y mucha gente se pregunta cual es la razón de que en medio de la mayor crisis que ha vivido el mundo en cincuenta años, no se abran debates sobre a donde vamos y porqué, y nos limitemos a seguir, con creciente desinterés, los temas que conforman la agenda de los políticos y periodistas y que practicamente solo les interesan a ellos.

Se lamenta Gabilondo de que a nadie parezca preocuparle la cuestión del contenido y su veracidad, y que estemos mas interesados en el continente, la red o el papel, que en el contenido.

Yo francamente es que creo que los políticos y los periodistas han conseguido acabar con su credibilidad en base a una pelea permanente sobre absolutamente todo, que ya fatiga y sobre todo que hace pensar que ninguno de ellos se cree lo que dice y todos siguen la consigna del día como borregos, o como voceros de unos gran hermanos empeñados en demostrar que ellos tienen razón siempre y los contrarios nunca.

La ausencia de líderes y de proyectos de futuro en dramática.

¡Que lejos quedan las palabras de Kennedy cuando dijo algo como esto!: "a mi no me han elegido para decirle a la gente lo que quiere oir. Me han elegido para decirles lo que es mejor para la comunidad".

No se trata de que internet deforme los mensajes o que los periódicos sean mas fiables. Es que no hay nada que decir.

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