jueves, 10 de marzo de 2011

El fraude universitario

Acabo de leer un artículo titulado "El fraude de la sociedad del conocimiento", a propósito de un libro del profesor (sueco), de la Universidad de Lund, Mats Alvesson, "Knowledge work and knowledge intensive firms", en el que el autor (del artículo) arremete contra el concepto de sociedad del conocimiento armado por los argumentos del profesor de Lund.

He buscado en los archivos de la propia universidad para ver si podía acceder al pensamiento original del autor, sin éxito, pero me parece que puedo hacerme una idea de lo que dice desde las palabras intercaladas y citadas en el artículo y desde mi conocimiento de la forma de pensar de aquel país nórdico, mas tendente a lo práctico que a las grandes disquisiciones intelectuales.

Afirma Alvesson, creo que con toda la razón, que por mucho que vayamos hacia el progreso siempre habrá mas camareros que trabajadores del conocimiento, y que incluso en países como Suecia donde los sectores de las telecos o el farmacéutico tienen un gran peso, la mayoría de la población se ocupa en tareas que nada tienen de intensivo en conocimiento.

Ahora bien de eso no podemos, como hace el autor del artículo, afirmar que la sociedad del conocimiento sea un fraude, o incluso que no pueda ser una estrategia para un país como el nuestro aspirar a disponer de un sector del conocimiento mas importante que el actual.

La cuestión es que tenemos que diferenciar la realidad de los discursos políticos.

Cuando los políticos hablan de la sociedad del conocimiento lo que ven son las posibilidades de medrar (a corto plazo), a costa de una visión (a largo plazo).

¿En que se traduce esto?

Hoy día no hay administración pública que no aspire a que su ámbito de poder se convierta en un polo de progreso, y para ello nada mejor que inaugurar "campus tecnológicos", "centros de alta tecnología", o en último término, universidades.

En la misma Comunidad de Madrid, estas entidades florecen como las setas tras la lluvia.

Fuenlabrada, Móstoles, Alcalá de Henares, Leganés, Getafe, Villaverde....., y un larguísimo etc constituyen una galaxia de emporios "tecnológicos" y universitarios, que deberían hacer de nuestra comunidad no ya la California europea, sino la auténtica Atenas de la modernidad.

No se si habrá en el mundo, o incluso en el universo, un lugar con mayor oferta de conocimiento tecnológico que la Comunidad de Madrid.

El número de universidades es infinito, y no hay pueblo o barrio en el que no haya un colegio universitario.

El resultado lamentablemente no es mesurable en término de patentes o de empresas creadas, sino en término de universitarios desempleados o sub-empleados.

Y también en términos de pérdida de calidad de la enseñanza universitaria, masificación y falta de perspectivas.

Pero la cuestión es, como siempre, que los políticos tienen demasiada influencia y demasiado poder, e incluso demasiado dinero (nuestro) para gastar.

La sociedad del conocimiento no es aquella en la que no haya camareros o albañiles.

Es aquella en la que una parte sustancial, (y creciente) del PIB se obtiene de empresas o profesionales que innovan y ofrecen productos y servicios de alto valor añadido.

En España hacen falta muchos camareros porque el turismo es nuestra industria principal, pero también tenemos oportunidades en sectores intensivos en conocimiento.

Lo que no podemos hacer es mantener un sistema universitario hipertrofiado y descafeinado que vomita cada año un número oceánico de licenciados e ingenieros, que claramente no son necesarios.

La creación de carreritas universitarias ad-hoc es un fraude gigantesco, como lo es la existencia de universidades cuya única función parece ser la de proporcionar plazas de catedráticos y profesores.

En España hay que revisar la universidad pública y reducirla a un nivel razonable a nuestras necesidades como sociedad, pero esto choca frontalmente con el desmadre descentralizador y la ínfulas de una clase política atolondrada que solo piensan en el corto plazo y en los eslóganes electorales.

Lo que nos hace falta es menos política y mas sociedad civil.

Mas pensadores y menos arbitristas.

4 comentarios:

Álvaro Morejón dijo...

Totalmente de acuerdo.

Me hierve la sangre cada vez que me acuerdo de mis primeros siete meses de carrera profesional como ingeniero informático recién licenciado. Tiempo totalmente desperdiciado en Indra, empresa que decidió que como mejor podía servirles era de programador. Cinco años de formación para realizar funciones de titulado en FP...

Realmente no les culpo puesto que es una consecuencia innegable de la saturación de ingenieros en el mercado laboral, así como de la creciente mala calidad de los mismos.

Las tradicionales carreras de ingeniería, de gran dureza, difícil acceso y gran tasa de fracaso, se han convertido en paseos por las nubes de 4 añitos de donde salen críos que parecen venidos del instituto.

Mientras tanto los IEs y EOIs varios se frotan las manos viendo como crece su demanda y sabiéndose la única alternativa que tienen los que deseen una autentica formación de calidad.

Antonio Cordón dijo...

Así es.

Y tendrías que ver a los representantes de Indra, Everis, Accenture, y otras, demandando mas ingenieros, sean españoles o traidos de otros países para, "paliar el enorme déficit de ingenieros" que tales compañías detectan.

Yo lo he visto y oído, con creciente incredulidad, y he asistido a la puesta en marcha de iniciativas para demandar mas ingenieros.

Se ve que necesitan un "ejército de ingenieros parados" para reducir los salarios al nivel de recogedores de arroz camboyanos.

La hipocresía de nuestra sociedad es deslumbrante.

El Abuelo dijo...

Muy buena entrada.

aliao dijo...

como vemos en ello. Lo que mas nos molesta es que alguien tenga el credito que no se merece. pero es así. la vida jamas seras justa ante ellos. pero siempre debemos saber que nos graduamos con grandes sacrificios y así es estar orgulloso de no ser parte de los demás. así veremos como el futuro de la sociedad crece bajo estos fraudes. gracias a la techonolgia