domingo, 20 de marzo de 2011

Des-información sin tapujos

Acabamos de asistir a uno de los mayores espectáculos de des-información de la historia reciente como ha sido la cobertura del accidente de la central nuclear de Fukushima, y ya estamos metidos en el siguiente festejo, esta vez a costa de uno de los malvados de comic que todavía componen buena parte de la nómina de dirigentes mundiales.

La información sobre el apocalipsis nuclear ha desaparecido de los grandes titulares y ha quedado relegada a una esquina de la primera página, de donde desaparecerá sigilosamente en unos días camino del baúl de los recuerdos, y ha sido sustituida por fotografías suministradas por la oficina de relaciones públicas de la OTAN o directamente del Pentágono, fotografías de aviones a punto de partir hacia sus objetivos.

En ambos casos, y sin tapujos de ninguna clase se hurta a la opinión pública la información de lo que realmente pasa, y se nos suministra una oleada de detalles irrelevantes de carácter técnico que supuestamente constituyen "la noticia".

Después de haber sembrado el pánico en las familias españolas con algún miembro en Japón, pánico que llevó a fletar un Jumbo de 450 plazas para "repatriar" a nuestros nacionales, los medios se preparan para crear una nueva psicosis de guerra que les permita colocar sus mensajes pacifistas, que ellos creen que venden como los anti-nucleares.

No se si habrán vendido muchos mas ejemplares estos días, pero al final solo 80 españoles han embarcado en el Jumbo, y la mayoría para tranquilizar a sus familias, y supongo que para hacer un viaje gratis que no está nada mal.

Lo que sé es que la neurosis anti-nuclear ha crecido muchos enteros a pesar de que los ingenieros japoneses han controlado todo el evento de forma muy profesional, y ahora en países como España será muy difícil construir nuevas centrales que son tan necesarias.

Vamos, necesarias si queremos seguir disfrutando del agua caliente a un precio razonable, porque si queremos volver a la vida pastoril, efectivamente no nos hacen falta.

Pero a lo que voy en este post es que en estas guerras de lo nuclear contra lo anti-nuclear, como pasa en la operación anti-Gadaffi, lo que mas sufre es la verdad.

Ni nos enteramos de quienes son los que pagan la juerga anti-nuclear, ni nos enteramos porque es tan importante derrocar al payasil dictador líbio.

Estamos tan enredados en los detalles del enfriamiento del reactor cuatro, y de la velocidad de los misiles de crucero, o de los tripulantes del porta-aviones DeGaulle, que nadie se pregunta que demonios estamos haciendo en aquel país y a favor de quien vamos. Tampoco como vamos a pagar la próxima factura del petróleo, o que vamos a hacer por las noches cuando no sople el viento o no luzca el sol.

¿Cual es la realidad detrás de tanta cortina de humo?

¿Quien está detrás de las bambalinas apuntando a los payasos como Zapatero que ahora nos ha salido guerrero o a Obama que cada vez tiene mas tropas en el exterior?

Hasta los oenegeros pacifistas están desconcertados y hoy se manifestaban a la vez contra Gadafi y contra la OTAN, se ve que ellos están a favor del País de Nunca Jamás y de Peter Pan, donde no hay que preocuparse por la luz y los malos al final no lo son tanto.

Y es que con tanto lío, nadie sabe ni quienes son los buenos ni los malos, ni si es mejor pagar primas a los de las renovables, o tomar caminos mas serios y buscar el dorado de la energía del hidrógeno, que según Jeremy Rifkin es la solución a todos nuestros males.

Pero hay que ver que papelón están haciendo los medios de comunicación en todo este plato de espagueti amplificando cualquier histeria para ver si así salen de la crisis y no sabiendo de la misa mas de lo que sabemos los simples ciudadanos, excepto los detallitos técnicos que les suministran las notas de prensa de unos y de otros.

En fin, que se les ve el plumero de su insolvencia.

Me parece que últimamente los únicos medios que hablan con conocimiento son los deportivos, y ellos no tienen crisis, ¿verdad?

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