La Audiencia Nacional acaba de decirnos algo que ya sabíamos aunque está muy bien que la justicia lo diga: el canon digital era no solamente injustificable sino un acto de prevaricación del gobierno de la nación contra la industria y los consumidores.
No se podía esperar otra cosa de un gobierno que tiene un ministerio, el de Cultura, entregado a las entidades de gestión de los derechos de autor.
Un gobierno que tiene como ministra del ramo a una "miembra" activa de la SGAE.
Los gobiernos democráticos se caracterizan por su forma de actuar, dentro de la ley, y no por solucionar los problemas de un determinado grupo social, por muy poderosos que sea, en detrimento de otros grupos sociales, por muy débiles que sean. Y ese es el caso de la industria de las TIC en nuestro país.
Por lo demás el asunto de la piratería ya huele como van demostrando sucesivos casos de sainetes trágico cómicos como el sucedido con la película "Spanski", un gran éxito comercial, que solo ha llamado la atención de 5000 paganos en taquilla, pero que según su director y productor ha sido descargada ¡20.000 veces!, después que se descubriese que desde una productora rival se había filtrado la copia de promoción.
Dice su autor que es una película buenísima pero que no ha tenido dinero para su promoción, pero los comentarios de los que la han visto afirman otras cosas, y la promoción gratuita de internet y el boca a boca se ha vuelto en su contra.
También dice que los veinte mil que se la han "bajado" podrían haber salvado la taquilla.
Y digo yo que ¿como se sabe que se la han bajado 20.000?
¿Es que hay alguien controlando todo lo que hacemos en la red?, y si es así ¿quien es?, y ¿con que permiso?
Pero además es que un informe de la London School of Economics al que he accedido gracias a una referencia en el Twitter del coautor del blog, afirma con gran sentido común que confundir descargas con asistencias al cine perdidas o discos no comprados es un grave error de cálculo.
Dice el estudio que el hecho de que la gente no compre discos o asista al cine tiene mucho mas que ver con cambios en los hábitos de compra en los hogares debido a la mucha oferta de entretenimiento, a la bajada de ingresos y a que hay cosas que tienen preferencia sobre otras.
O sea que el que alguien deje de ir a ver determinadas películas tiene mas que ver con que tiene poco dinero y otras alternativas para gastárselo, que con supuestas "bajadas" de internet.
Seguro que la película de Torrente también está pirateada, pero la gente va al cine para verla.
La cuestión es por qué se hacen películas sin tener en cuenta los gustos del público.
Y otra cuestión del informe de la LSE que me ha gustado especialmente.
Es el que habla en particular del estado actual de la música y dice: "Para las audiencias musicales, la música se ha convertido crecientemente en algo inmaterial y efímero, de una duración comprimida que es mas un proceso que un producto acabado".
Es algo también aplicable al cine.
Mucha gente quiere guardar los discos de los Beatles o de Pink Floyd, pero la música de ahora parece de escuchar y tirar y lo mismo sucede con la mayoría del cine.
Sigmund Bauman dice que estamos ante una civilización líquida, y aunque todo esto merece una reflexión mas profunda, creo que todo está relacionado.
Lo que no es líquido es el dinero que el gobierno español ha robado a la industria española de las TIC. Eso ha sido muy sólido.
viernes, 25 de marzo de 2011
El canon de Bautista
Publicado por Antonio Cordón a las 10:25
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