Dos traficantes de drogas se encuentran en un bar de Nueva York.
El primero le dice al segundo, "quiero hacer un negocio contigo pero tiene que ser en secreto. Llévame un maletín lleno de coca al parque y déjalo junto a la estatua de XX. Allí estará otro maletín para ti lleno de dolares".
A los dos les parece bien,...de momento. Luego se ponen a cavilar cada uno por su lado. "Si mi maletín en vez de coca, (o dólares), lleva colacao, (o billetes publicitarios), mi beneficio se disparará."
Así que cada uno lleva su maletín con mercancía trucada y obtienen colacao y billetes falsos respectivamente, en lugar de coca y dólares.
Es exactamente lo que está sucediendo en la negociación griega: han quedado en intercambiar quita de la deuda por reformas y cambios estructurales, pero llegan al parque con prestamillos y con mentirijillas.
Y cada uno se va a su casa con un cabreo creciente y una frustración paralizante.
Los negociadores europeos no creen a los negociadores griegos. No pueden creerlos porque estos llegaron al poder prometiendo que no pagarían y no tomarían mas medidas de austeridad si no mas bien al contrario.
Y los griegos no creen a los capitalistas de Bruselas porque está en su ADN ideológico.
Así que nadie va a ninguna parte.
Los griegos no pueden pagar. Los europeos no pueden seguir poniendo dinero indefinidamente para mantener a un país cuyos ingresos están muy lejos de cubrir sus gastos.
El euro mantiene a los griegos al borde de la ruina, pero la salida del euro directamente los manda al infierno del tercer mundo.
¿Como se sale de esta?
Tal vez si Europa confía en los griegos, estos podrían confiar en que tras una fase inevitable de ajuste, las cosas comenzarían a mejorar.
Y si los griegos confían en Europa, Bruselas no va a permitir situaciones de hambruna en Grecia.
Pero alguien tiene que romper el círculo de la desconfianza.
Y no podrá ser sin una buena dosis de liderazgo político.
La cuestión es ¿donde está ese liderazgo en la Europa actual?
jueves, 2 de julio de 2015
El dilema del traficante griego
Publicado por Antonio Cordón a las 11:01
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