miércoles, 21 de febrero de 2018

El Himno, Marta Sánchez y todos los demás españoles

Una vez más y como suele suceder, cuando en nuestro país se habla de algo en lugar de ir al meollo de la cuestión, terminamos hablando de Marta Sánchez (es una metáfora).

El meollo de la cuestión del himno español es que no es un himno, y que no es un elemento que represente a los españoles. O sea, que el himno español ni es himno ni es español. Me explico.

Un himno es una canción hecha para ser cantada. El hecho de ser cantado es lo que hace que un himno sea un himno, es más un himno es un himno porque es cantado a coro.

Así son los himnos religiosos, los himnos deportivos, los himnos políticos y los patrióticos.

Por eso su título tiene que ver con su texto: La Internacional, God save the King, Deutchland über alles, Hala Madrid, etc.

Si no se canta, no es un himno.

Si no se puede cantar a coro no es un himno.

Y si no celebra aquello que representa no es un himno.

El así denominado Himno Español es una marcha. Concretamente es la marcha de los alabarderos reales, una unidad de la Guardia Real que la utilizaba en los cambios de guardia en Palacio.

Está hecha para desfilar, no para cantar a coro.

Nunca se hizo con la intención de celebrar a nuestro país, ni de unir a los españoles. Se tomo "como se fuese un himno" para evitar las discusiones sobre esta cuestión.

Y aquí está la tragedia: los españoles no podemos ponernos de acuerdo ni siquiera para celebrarnos.

Así que si el himno no es un himno y no es español porque no trata de celebrar a España sino el garbo de la unidad de los alabarderos, o más tarde a la casa real española, ¿por qué demonios no podemos tener un himno español?

¿Por qué somos el único país del mundo que no tiene himno?

¿Por qué no podemos los españoles cantar a coro en los estadios como absolutamente todos los demás?

¿Se puede hacer?

Lo está haciendo el Real Madrid, por ejemplo.

El himno anterior resultaba difícil de cantar a coro y era demasiado poco solemne, y así se está haciendo. Con paciencia y perseverancia. El pasado partido contra el Paris Saint Germain fue una muestra de como un estadio vibra a la vez con un himno. Creo que fue la primera vez que se retiró la megafonía para dejar que fuese el sonido real lo que se escuchase.

Pero es que además si que tenemos un himno: el Himno de Riego que se ha utilizado en los breves periodos republicanos.

Podría modificarse un poco su letra y utilizarlo como himno "de batalla" dejando la Marcha Real para las apariciones del Rey, paradas militares, etc.

O sea que yo propongo que tengamos dos himnos, uno para las solemnidades y otro para el día a día.

Uno asociado a la Casa Real y otro al pueblo llano.

Uno que no se cante y otro que pueda tener letra en español, catalán, gallego, euskera, bable, menorquín y todos los demás idiomas del Estado Español.

Porque pensar que podríamos ponernos de acuerdo en un himno nuevo es una quimera.

Florentino Pérez lo puede hacer pero ningún presidente español podría.

Y yo quiero poder cantar el himno español antes de morirme.

Y con la marcha real solo podemos cantar el vergonzoso loroloro.

Y por muchos esfuerzos que se hagan, como el que ha hecho Marta Sánchez, la marcha real no hay quien la cante.           

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