martes, 7 de febrero de 2012

¡Pero que paletos somos!

Hoy se juntan dos acontecimientos que sirven al mismo propósito: el de mostrarnos como un país de paletos con un complejo de inferioridad que no se nos quita de encima desde hace dos siglos.

Me refiero al caso Contador, y a la muerte de Tapies el pintor.

En el primer caso, todo el país ha salido como una exhalación a quejarse de la injusticia y en el segundo, toda la "inteligencia" nacional a proclamar la "genialidad".

Yo la verdad no veo ni lo uno ni lo otro.

A Contador le encontraron una sustancia prohibida en su organismo y efectivamente no se puede demostrar su origen, pero ahí está.

El ciclismo es un deporte bajo sospecha desde hace muchos años y los organismos reguladores que lo controlan intentan limpiar su imagen a base de un seguimiento obsesivo y seguramente excesivo, pero esto es lo que hay, y es así para todos pero mas para los que ganan con frecuencia.

Contador haría bien aceptando la sentencia de una vez,...o dejando un deporte que tiene unas reglas tan absurdas.

Si los ciclistas quieren que nos creamos sus gestas, (que son muchas veces increibles y un poco sobrehumanas), tienen que hablar como colectivo y exigir un cambio para todos.

Si no, al que le pillen tiene que aceptar las reglas y no meterse en un laberinto jurídico que no conduce a ninguna parte, como se ha visto.

Si el deporte español está además bajo sospecha, es por razones mas que evidentes, y eso no se va a pasar así como así.

Entre el doctor Fuentes y los de nuevo increibles éxitos de nuestros deportistas, aquí huele raro, y la culpa la tiene la política de subvenciones, becas y demás carajales.

Si Contador ha sido víctima de esa sospecha general es una pena, pero Clonbuterol haberlo, habíalo.

Así que lo que toca es asumirlo sin alaracas ni trifulcas internacionales, que bastante mal está el patio como para volver a sacar los espantajos antifranceses.

En cuanto a Tapies, este caballero era otro de los pintores abastractos que a base de garabatos y de bombo oficial y mediático, nos han vendido como genialidades una mancha o un calcetín.

A mi me parece bién que se haga negocio, o negoci en este caso, a base de decir que la burra coja que tenemos en la cuadra es un pura sangre, pero vamos,... es una burra.

Cuando encima todo se envuelve en una bandera, la catalana, todo resulta de lo mas repelente.

Lo que me molesta de uno y otro caso es la unanimidad del ditirambo y la glosa.

¿Es que no hay nadie que disienta y piense que Contador se metió algo y que Tapies era un pintamonas?

¿Es que en este santo país sigue siendo verdad, y asi lo seguirá siendo para siempre, aquello de quien se mueva no sale en la foto?

Pues aunque sea yo solo, digo que me parece muy sospechoso lo de Contador y que Tapies pintaba tontunas sin mas valor que el que los listillos del mercado del arte le conferían con sus historietas conceptuales.

Y que no me siento como español ni obligado a defender a un ciclista, ni a alabar a un pintor, ni a pensar que la mejor comida del mundo es la paella, el mejor vino el Rioja, y así todo.

Aunque dijesen los de la universidad de Alcalá a Fernado VII aquello de "lejos de nosostros la funesta manía de pensar", ya va siendo hora que comencemos a pensar como indivíduos y no como miembros de una tribu.

¡Que estamos en el siglo XXI!

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