viernes, 8 de marzo de 2013

Centauros del desierto

Veo que se ha escrito un libro sobre la película The Searchers, aquí titulada Centauros del Desierto, y que dirigió John Ford a mediados de los años cincuenta, con John Wayne como gran protagonista.

El libro indaga ademas en la historia real sucedida en 1830 a una familia asaltada por los indios comanches y el rapto de la hija mas pequeña.

En la película la historia termina digamos, medio bien, aunque en la realidad terminó bastante mal porque cuando la niña fué rescatada ya era una comanche con tres hijos comanches, y su reintroducción en la vida "normal" fué un fracaso.

John Ford debió entenderlo así, ya que posteriormente filmó otra película aquí titulada Dos cabalgan juntos, donde aparece esta figura del rescatado, (en este caso un niño), que no se puede adaptar, y de una señora a quien la sociedad blanca no acepta, (tras haberse ensuciado a través de su forzada relación con un caudillo comanche).

Pero en The Searchers la chica todavía no ha tenido hijos cuando es rescatada y así su re-introducción pasa por ser "normal".

Lo que sucede es que por el camino, el protagonista, un ex-soldado confederado inadaptado, es quien se queda completamente fuera de juego porque la sociedad se moderniza y ni el ni los comanches tienen ya sentido y solo les espera la muerte (solitaria y marginal). Ese tema también lo tratará Ford en la película "La leyenda de Liberty Valance".

Y uno se pregunta: ¿por qué ya no se hacen películas como aquellas?

¿Acaso ya hay grandes dramas en nuestra existencia?

¿No es Bárcenas un gangster a la altura de LIberty Valance?

¿No son los responsables de la estafa Bankia un grupo organizado de delincuentes que perfectamente podrían ser una partida de comanches salvajes?

¡Ah! Lo que nos falta es un héroe.

Alguien que con desprecio de su seguridad y su patrimonio se lanza en persecución de los comanches a través del desierto de Arizona y Nuevo Méjico y les sigue durante años implacablemente.

Durante un tiempo pensamos que esa persona sería Garzón, pero ya se han encargado "los suyos" de neutralizarlo y ridiculizarlo.

Ahora solo tenemos a Rajoy, pero yo francamente no me imagino durmiendo a la interperie. Ni siquiera sacando valor de su cobardia como el abogado que cree que ha matado a Liberty Valance, cuando en realidad ha sido el viejo pistolero desde la oscuridad.

Pero alguien tendrá que situarse en el centro del dilema moral de enfrentarse a los villanos, porque si no, estos nos van a convertir en sus esclavos.

¿O ya lo han hecho?  

   

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