sábado, 14 de noviembre de 2015

Lo de París no ha sido una tragedia

Me indigna la reacción de algunos medios de comunicación ante los sucesos de París y la continua exhibición de debilidad de algunos intelectuales europeos que al parecer no pueden asimilar que hay gentes dispuestas a matarnos porque piensan que nos interponemos entre su fe y el paraíso al que quieren conducirnos aunque no queramos.

Escucho en la SER, (el auténtico órgano de opinión del pensamiento-bambi), que "ahora algunos imbéciles querrán relacionar el terrorismo con las oleadas de refugiados" para luego disertar sobre todas las cosas que Occidente ha perpetrado y que al parecer justifican que haya personas que entren en un local metralleta en mano y asesinen a decenas de personas.

Según este pensamiento flojo, la culpa la tiene el sistema que no ha integrado a los millones de musulmanes que han decidido que prefieren vivir en Europa a vivir en la Unma y sus maravillosas repúblicas. Y ahora encima nos culpan de haber hecho fracasar las "primaveras" y haber frustrado a tantas buenas gentes.

Me gustaría decir a estos cretinos que efectivamente tenemos la culpa de todo, porque si los griegos se hubiesen abstenido de defenderse de los persas, y si los españoles hubiésemos hecho lo mismo con los árabes y después con los turcos, nada de esto estaría pasando.

Todos iríamos con turbante o velo, según el sexo, y no tendríamos ni penicilina ni jabón, con lo que seríamos mucho más felices.

Iríamos en camello en lugar de conduciendo un coche contaminante por una autopista destructora del medio ambiente y comeríamos dátiles en lugar de jamón.

Rezaríamos un montón y moriríamos en una avalancha en La Meca pero felices porque nos estarían esperando las huríes. (Las señoras hetero no se muy bien que esperan en estos casos, tal vez convertirse en huríes ellas mismas como las pobres descerebradas que deciden irse al territorio del nuevo califato a entretener a los héroes).

No se que hemos hecho mal en nuestro sistema educativo pero si ni siquiera hemos sido capaces de hacer que nuestros hijos sepan valorar el sistema y la cultura europeos y que sean incapaces de entender lo que se puede perder si los islamistas y los simples musulmanes ganan esta guerra, pero es evidente que para mucha gente es imposible entender que en todo esto hay mucho más que perder que el jamón y el vino de Rioja.

Y que después de valorar lo que tenemos y que es el resultado de un largo camino que comienza en Pericles y Sócrates, pasa por los ingenieros y jueces romanos, los comerciantes italianos, los navegantes españoles y portugueses, los reformadores alemanes y holandeses, los ilustrados ingleses, franceses y alemanes, los inventores y los poetas, los filósofos y los industriales, y los que diseñaron la sociedad del bienestar, que es mucho camino y mucho esfuerzo, y que nos ha hecho adelantarnos a todas las demás culturas del mundo, deberíamos saber defenderlo.

Defenderlo de todos los muchos enemigos que, cualesquiera que sean sus razones y motivaciones, quieren destruirlo para crear sobre nuestras cenizas sus imperios demenciales.

Y claro que tienen que ver las migraciones de musulmanes con el terrorismo, porque aunque no todos los emigrantes musulmanes son terroristas, si parece que todos los terroristas son emigrantes musulmanes, así que algo tendrá que ver.

Tenemos derecho y la obligación de defendernos porque nuestro mundo y nuestra cultura son mucho mejores y la de ellos es una misera teocracia medieval.

Esta es la verdad.

Lo de París no ha sido una tragedia.

Ha sido un acto de guerra.        



  

 

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