Cuando se lee en los medios sobre el asunto Invercaria, como sucede a menudo con las cosas que se cuentan en periódicos y tertulias, no se entiende gran cosa.
Si, hay corrupción. Y es en Andalucía, pero aparte de la "coincidencia" de las denuncias con las campañas de intoxicación inevitables al parecer en la política española cuando llegan las elecciones, ¿acaso nadie conoce las especiales circunstancias que concurren en este caso?
Me refiero en primer lugar al hecho de que sobre Andalucía, como sobre otras comunidades autónomas ha caido una lluvia de millones en los últimos años, provenientes de los Fondos de Desarrollo europeos, llamados a la tarea de hacer converger estas regiones con la renta media europea.
Dichas regiones, llamadas de nivel uno, son en nuestro país Andalucia, Extremadura, Asturias, Castilla La Mancha y Galicia, aparte Canarias, y como decía, han recibido un chorro de millones para "desarrollo".
Esos millones había que gastarlos.
Y esta es la clave, porque si no se gastaban y justificaban, había que devolverlos.
Como había que gastarlos en historias como la formación o la creación de nuevas empresas, o la innovación o la investidgación, a su sombra las administraciones han creado una serie de organismos cuya misión era gastar a troche y moche.
¿Justificando?
En lo posible. pero sin ser tiquis-miquis, ya que si la intervención del estado intervenía, los procedimientos se hacían eternos y los dineros se volvían a Bruselas.
En España se ha desarrollado toda una industria de la captación de subvenciones y ayudas, que va desde el Bidasoa al Guadaquivir, y desde el Miño al Segura, y naturalmente ni ha servido para la formación ni para el desarrollo, ni para la creación de empresas de alta tecnología, con las excepciones naturales, que seguro que las hay.
Por lo tanto el incentivo de las empresas como Invercaria era gastar todo el presupuesto y que no sobrase un euro, mucho mas que invertir en empresas o actividades que sirviesen para algo útil, aunque como digo, seguro que de eso tambien ha habido.
Y como dijo Gary Beckett, la vida y la actividad económica siguen siempre la via de los incentivos.
Y en una economía basada en la subvención, el incentivo no es la honradez.
Respecto a las palabras de la directora o ex-directora de la cosa, estas revelan no solo el objeto real de Invercaria, o sea gastar, sino también la situación de esta señora que necesitaba imponer su criterio apelando a la autoridad de los grandes jefes.
He visto a otras mujeres hacer lo mismo, y también a muchos hombres.
En resumen, el tema Invercaria, como el caso de los ERES, no es un caso tanto de corrupción de personas, sino de la perversión de un sistema económico, el español de estas últimas dos décadas. basado no en la productividad, sino en la granujería y en la picaresca.
A pesar de lo cual hay que admitir que el dinero europeo también ha tenido algunos efectos positivos, y el alza del nivel de vida en las regiones antes mencionadas, es uno de ellos.
Ahora que los fondos de cohesión se están acabando viene otra ola de realidad heladora.
Mas vale que nos vayamos preparando, porque aún no hemos tocado fondo.
miércoles, 7 de marzo de 2012
Invercaria, algunas claves.
Publicado por Antonio Cordón a las 13:05
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