En España, hoy es el día en que dejamos de trabajar exclusivamente para el Gobierno.
Eso quiere decir que los primeros 182 días del año hemos estado trabajando para dicho Gobierno.
A mucha gente, incluidos los que forman parte de la clase política, eso les parece todavía poco y consideran que hace falta más gasto público y que da igual de donde salen los dineros para poder hacer dicho gasto.
También son numerosos los que consideran que la actividad empresarial es siempre sospechosa y que lo que ganan las empresas siempre es demasiado.
Eso me lleva a preguntarme como es posible que en nuestro sistema educativo se estudien los afluentes del Manzanares, y no los fundamentos de la economía de mercado, o social de mercado tal y como lo entiende la Constitución, lo que redundaría e que la gente supiese lo que es el PIB, de donde sale el dinero para pagar el Estado del Bienestar, y que significa que ganemos a través de las empresas o que no ganemos.
A veces se tiende a minusvalorar el impacto de la ignorancia en la formación de las corrientes de opinión pública, pero basta echar una mirada a nuestro alrededor para que se nos hiele la sangre ante las concepciones tan infantiles que tienen muchas personas a las que consideramos adultos.
A todos nos parece inadmisible que alguien no sepa donde está el Aneto, o si en las Termópilas lucharon los espartanos o los escitas, pero nos parece completamente lógico que ese alguien no comprenda que la plaza de toros de su pueblo hay que pagarla de los impuestos que recauda el ayuntamiento o pidiendo prestado para que luego lo paguen sus hijos.
En este caldo de cultivo, resulta igualmente ver a Páblo Iglesias en su primer día en el Parlamento Europeo clamando contra los lobbies, como si en los estados modernos se pudiese legislar sobre cualquier materia mínimamente técnica o compleja sin tener en cuenta a los que se dedican a esa cuestión.
Me pregunto que clase de legislaciones podría hacer este licenciado en Políticas sobre cuestiones no ya de la industria nuclear, sino simplemente del cultivo de cereales o pimientos morrones.
Pero en el imaginario popular lobby es malo, de la misma manera que gasto público es bueno. Empresa es malo, servicio público es bueno.
Y así llegamos a lo de hoy, o sea que hay que esperar 182 días para que lo que tu ganas sea tuyo y lo puedas dedicar a lo que a ti te apetezca, y no vaya a engrosar las arcas públicas para que luego un político decida en que se debe gastar.
Pero, ya digo, lo peor es que a mucha gente les parece poco.
Son los mismos que creen que el dinero sale de la Casa de la Moneda.
Y que creen que el mundo está gobernado por un grupo de "tios Gilito" desalmados que esquilman a la clase obrera.
¡Y por fuera parecen normales!
jueves, 3 de julio de 2014
Dia de la Liberación Fiscal
Publicado por Antonio Cordón a las 12:52
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