Hemos escuchado esta mañana al Presidente de Gobierno y a la Secretaria General de su partido hablar de medidas para la regeneración de la democracia.
Escuchar de la boca de políticos profesionales estas consideraciones es como escuchar a un alcohólico o a un drogadicto hablar de rehabilitación. Todos sabemos que lo que digan carece completamente de valor aunque lo digan llorando y rasgándose las vestiduras.
No se puede creer a un borracho ni a un heroinómano, y eso es precisamente lo que son los políticos profesionales: drogadictos del poder. Si alguien piensa que se van a rebajar la dosis diaria es un ingenuo.
Y sin embargo ese es realmente el epicentro de los problemas que padecemos.
La vieja base de las democracias, es decir la separación de poderes, se la pasan los partidos y sus dirigentes por el mismísimo forro, y los mecanismos de control de la actividad política los trufan de paniaguados de forma que quede claro que el que paga manda y los que mandan son los del gobierno de turno y su leal oposición, con concesiones a los demás partidos de orden.
Desde la Comisión de la Energía hasta el Tribunal Constitucional, pasando por la Comisión del Mercado de Valores, el Tribunal de Cuentas, el Consejo de Seguridad Nuclear, el Banco de España, y un largo etc., todos aquellos lugares desde los que se puede fiscalizar la acción del Gobierno están controlados por sicarios de los partidos.
Son los puestos que sirven para pagar los favores y los servicios prestados. Para comprar silencios y para ahormar voluntades.
Y son los puestos que deberían estar ocupados por profesionales independientes y de prestigio, que los hay en nuestro país.
Pero no. Si mandamos a alguien a sustituir a Magdalena Alvarez en el BCE, ese alguien no es un profesional sino otro ex-cargo con necesidad de encaje.
Así, ¿como queremos que nos tomen en serio, y que nosotros mismos nos tomemos en serio?
Dice Rajoy que van a reducir el número de aforados. Hay 10.000. En los países civilizados hay dos o tres.
Dice que van a proponer que a los alcaldes los elija la mayoría simple, o sea que sea alcalde el que saque mas votos. De sobra saben ellos que eso el PSOE no lo puede aceptar. Y en definitiva es una vez mas hablar para adormecernos.
Si quieren de verdad regenerar la política, lo primero es echar a todos los políticos de los órganos de control del Estado. Lo segundo nombrar para esos cargos a profesionales con capacidad reconocida. Y lo tercero limitar el tiempo para ocupar esos cargos.
También pueden reducir el número de diputados, parlamentarios autónomos, y concejales.
Por último publicar las cuentas de las administraciones y decidir en referendum las inversiones extraordinarias.
Los políticos saben que andamos cabreados y que tienen que dar una explicación.
No permitamos que nos engañen con fruslerías. Es hora de avanzar en la democracia. Avanzar de verdad.
martes, 1 de julio de 2014
La "regeneración" de nuestra democracia.
Publicado por Antonio Cordón a las 13:13
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario