lunes, 21 de septiembre de 2015

Las series son de pago

Para dejar de hablar de migrantes o catalanes, vale cualquier cosa pero mejor si es entretenida, porque dejar de hablar de lo mismo para seguir con el amigo Trueba, que se quiere hacer el listo a base de decir que no se siente español después de años de ir pidiendo dinero público para el cine español, resulta también fatigoso.

Tampoco resulta atractivo hablar del Papa Francisco y sus aventuras cubanas y de sus detractores que le piden que desprecie públicamente a los Castro para reunirse con los disidentes, cuando la Iglesia es quien lleva mediando por ellos desde hace décadas gracias precisamente a que nunca ha roto relaciones con los singulares hermanos.

Y para que hablar de festejos populares, proezas deportivas y demás alimento habitual de los medios de comunicación, incluidos los crímenes de género de los que salimos a uno por semana por lo menos.

No. Me niego a seguir el triste cortejo de los que se rasgan las vestiduras por la secesión catalana, el drama de los emigrantes, el martirio de las mujeres a manos de sus parejas o la corrupción de nuestros dirigentes y la perversión brutal de nuestros conciudadanos.

Por lo menos prefiero ver todas esas cosas envueltas en un guión imaginativo y rodadas por gente con visión artística de las cosas. Aunque haya que pagar por verlo.

En Juego de Tronos, Mad Men, Orange is the New Black, True Blood, The Sopranos, y un largo etc., hay de todas esas cosas pero con una gran ventaja: resultan entretenidas.

Odios políticos, rencores personales, violencia de género, corrupción, crimen, devastación y hecatombe resultan mucho más entretenidas cuando están bien escritas y filmadas.

Si nos fijamos, un telediario podría perfectamente ser el guión de un capítulo de una serie. Tiene todos los elementos.

Sin embargo se nota que los guionistas tienen poco entusiasmo por lo que tratan y nos lo dan en bruto, como a paletadas.

Y el resultado resulta muy indigesto y sobre todo aburrido.

¿Por qué la gente no compra información aunque se la regalen y si compra las series pagando un buen dinero?

No puede ser por las temáticas porque son muy parecidas. Vale que los actores no resulten tan atractivos en los telediarios como lo son en las series, pero yo encuentro que el elemento clave son los que escriben y filman.

Definitivamente los que escriben y filman la información son mucho peores que los que hacen lo mismo en las series, le dedican mucho menos tiempo y el resultado les importa un pimiento.

Y como reflexión final, ¿estamos seguros que las series son ficción y los telediarios la realidad?

  

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