Isaac Asimov ha sido sin duda alguna una de las grandes mentes de la humanidad. Escritor incombustible, con más de 500 libros entre sus dedos, ha visionado el futuro y descrito el pasado de una forma increíble y fantástica. Con una mente prodigiosa, capaz de entender complejos sistemas y circunstancias, es un privilegio poder leer u oir su sabiduría.
En el vídeo que dejo a continuación, Asimov habla del mundo de los ordenadores y de cómo veía su futuro. No en términos de imaginación fantasiosa, sino con una visión realista de cómo, muy probablemente serán las cosas. No sólo eso, sino que también se atreve a darnos consejos para un futuro que el no verá.
Es curioso cómo define al ordenador, como una máquina es capaz de llevar a cabo funciones del cerebro humano, no ya solamente actos físicos. Como define esos trabajos como aburridos y insultantes para el cerebro humano.
La humanidad debe centrarse en actividades meramente creativas e intutivas, mantiene Asimov. Así la gente será por fin realmente libre. ¿Es eso cierto? ¿No somos acaso ya esclavos de las máquinas? ¿No lo seremos aún más cuantas más actividades realizen de forma autónoma? ¿Quién es el maestro: la persona o el perro que pasea?
También me gusta como indica que este es el momento para sentar las bases y evitar los problemas que puedan surgir en el futuro. Mejor prevenir que curar o adaptar, una premisa que no cunde mucho precisamente, hoy en día.
Si Asimov viese el iPhone.... ¡Seguramente diría que ya se lo había imaginado!
En el vídeo que dejo a continuación, Asimov habla del mundo de los ordenadores y de cómo veía su futuro. No en términos de imaginación fantasiosa, sino con una visión realista de cómo, muy probablemente serán las cosas. No sólo eso, sino que también se atreve a darnos consejos para un futuro que el no verá.
Es curioso cómo define al ordenador, como una máquina es capaz de llevar a cabo funciones del cerebro humano, no ya solamente actos físicos. Como define esos trabajos como aburridos y insultantes para el cerebro humano.
La humanidad debe centrarse en actividades meramente creativas e intutivas, mantiene Asimov. Así la gente será por fin realmente libre. ¿Es eso cierto? ¿No somos acaso ya esclavos de las máquinas? ¿No lo seremos aún más cuantas más actividades realizen de forma autónoma? ¿Quién es el maestro: la persona o el perro que pasea?
También me gusta como indica que este es el momento para sentar las bases y evitar los problemas que puedan surgir en el futuro. Mejor prevenir que curar o adaptar, una premisa que no cunde mucho precisamente, hoy en día.
Si Asimov viese el iPhone.... ¡Seguramente diría que ya se lo había imaginado!
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