lunes, 16 de agosto de 2010

Reflexiones veraniegas (IV)

Pepito Blanco, que es el encargado de mover el árbol a ver si caen nueces del gobierno, ha comenzado a hablar de lo bueno que sería subir los impuestos para conservar la "calidad" de nuestros servicios.

Aparte de la ternura que me inspira Pepito en su papel de improbable malo de la película, y de que creo seguro que los impuestos tendrán que subir para paliar nuestro déficit, me gustaría añadir algunas reflexiones veraniegas al asunto.

Primera.

En España solo pagan impuestos los que tienen nómina y unos cuantos autónomos pringados. No pagan los profesionales establecidos, ni los ricos, ni los de la economía sumergida.

A los de la economía criminal ni los menciono.

No pagan fontaneros ni electricistas ni nadie que pueda preguntar con voz inocente, ¿la quiere con IVA o sin IVA?

Segunda.

Los servicios son cada vez mas coto de inmigrantes y desposeidos.

Si uno pertenece a la famosa clase media, tiene que pagarse de su dinero la atención médica, el colegio de sus hijos, la seguridad de su urbanización y los peajes de las autopistas. Tiene que pagarse la televisión y crecientemente la universidad. Y que no espere que le ayuden a comprar una vivienda.

Si uno es gitano, gana dinero con el tráfico de heroina y no paga impuestos tiene derecho a todo, incluida la vivienda.

¿De que servicios habla Pepito?

Si es ciudadano con nómina, nada de nada.

Tercero.

Igualarnos a otros países europeos, como los nórdicos, en materia de impuestos es una bufonada.

Ellos están hartos y allí no se habla mas que de bajarlos.

Su sistema de atención social es sencillamente inalcanzable para nosotros.

Aquí pagaremos a nivel sueco pero, tendremos lo mismo o menos que ahora.

Cuarto.

Lo que hay que hacer es reducir las administraciones públicas.

Eliminar todas las autonomías, excepto la catalana y la vasca, como se debería haber hecho desde el principio, y unificar municipalidades dejándolas en una cuarta parte de las que son ahora.

Y seguir la política de Sarkozy con respecto a los que ya sabemos.

En eso es en lo que debería pensar Pepito, y también los otros.

1 comentario:

El Abuelo dijo...

...Y parar la sangría de las subvenciones de los gobiernos central y autonómicos a todo tipo de organizaciones de dudosa conveniencia, incluidas las fundaciones que dependen de los partidos, así como las ayudas a las personas que cumplen determinados requisitos familiares o de rentas, cada vez más laxos y menos controlables, en lugar de hacerse la redistribución que haya que hacer en origen, al cobrar los impuestos.