Con las derrotas del Barcelona y el Real Madrid se cae uno de los últimos, si no el último y postrer de los mitos de la reciente "grandeur" española.
Seis millones de parados es una losa muy pesada para cualquier país civilizado. Los recortes inevitables del "estado del bienestar" representan el fin de los sueños de varias generaciones nacidas después de la Guerra Civil. La corrupción generalizada en los niveles municipales y autonómicos de la política desmoralizan al mas pintado. La pasividad y falta de liderazgo del gobierno asustan.
Los tertulianos ya ni se atreven a echar leña al fuego para no seguir empujando hacia el infierno a una población asustada, temerosa y decepcionada.
El mito europeo se ha caido como un castillo de naipes y ha reaparecido la Alemania amenazante. Italia está en manos de un payaso. Portugal al borde de la disolución. Francia en depresión y Grecia desaparecida.
Todo el sur de Europa amenaza ruina y no hay otro horizonte que el de las famosas sangre, sudor y lágrimas.
Tenemos el país en venta y nadie nos compra, excepto la mafia de Las Vegas, y otras mafias que andan por la costa a sus anchas.
Los nacionalistas andan por ahí soltando amenazas veladas y menos veladas.
Los presidentes autonómicos se rebelan frente a los partidos centrales.
En el PSOE quieren poner de candidato a un jovencillo cuyo único mérito es haber sido víctima de un atentado de los nacionalistas vascos.
Los de Izquierda Unida suben en intención de voto con propuestas irrealizables.
Los comercios cierran.
Los mercados languidecen.
Los mendigos proliferan.
Y la liga española es una payasada cuyo resultado es la falta de competitividad de nuestros equipos.
O sea, no hay ningun motivo de preocupación.
Sigamos tomando cañas al borde del volcán.
jueves, 25 de abril de 2013
¿Hay algún motivo para la preocupación?
Publicado por Antonio Cordón a las 11:59
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