El pobre Mariano intentaba consolar a Bárcenas para que éste no soltara los perros que tiene almacenados en su memoria y lo que es peor en su disco duro y en alguna caja fuerte.
El pobre Mariano hablaba con su amigo Luis y con su señora y les pedía un poco de paciencia y valor.
¡Que es una temporada en la cárcel comparada con el bien del país!
Pero luego vinieron las cuentas suizas y a Marianico se le fundió el ánimo contemporizador que había mantenido y los estrategas del partido comenzaron a elaborar el plan B.
Y el Plan B consistía en negar la mayor: no ha habido financiación irregular y punto.
Lo malo de ese plan es que no se lo creen ni los más acérrimos partidarios de la gaviota.
Y ahora Mariano, Marianico, se enfrenta a sus mentiras y a la campaña de acoso y derribo montada por sus enemigos. (Pedro J. es el ariete, pero ¿quien paga esta ronda?).
Yo supongo que Mariano se va a hacer el sueco y va a seguir negando y cargando todo el peso de la responsabilidad en su ex-amigo Bárcenas, a la espera de que los jueces no encuentren evidencias de los trapos sucios de Génova 13, y las aguas se vayan calmando.
Mariano es especialista en no hacer nada.
La cuestión realmente es si sería bueno o malo para los ciudadanos españoles que Mariano dimitiese y se convocasen elecciones generales.
Yo tengo mis dudas.
En primer lugar porque la financiación ilegal no es un problema del PP solamente.
En segundo lugar porque no hay alternativa fiable.
Y en tercer lugar porque estamos en una situación inestable y una conmoción solo puede empeorarla.
Es curioso que los mismos que atacaron a Felipe Gonzalez con lo de la corrupción y la financiación ilegal sean los que están en esta operación.
Puede que sean unos "guardianes de la democracia", y por eso hacen estas campañas, pero yo me temo que lo que ocurre es que Pedro J. ha descubierto hace tiempo que a los españoles nos van los folletines por entregas, cualquiera que sean los personajes y cualquiera que sea el final.
De lo que se trata es de vender y acumular poder.
Es muy lamentable que España sea un país de rufianes. De cobardes. De ladrones. De desvergonzados.
Pero que venga Pedro J. a salvarnos me parece aún peor.
domingo, 14 de julio de 2013
Marianico
Publicado por Antonio Cordón a las 11:06
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