jueves, 12 de febrero de 2015

Críticas y adhesiones

Hoy se estrena en la "Berlinale" o sea en un festival de cine que hay en aquella ciudad, la película "50 sombras de Grey" sobre el libro del mismo título.

Imagino que las críticas van a ser demoledoras como lo fueron con el susodicho libro, y también me imagino que sin embargo en taquilla la película será un éxito como lo fueron los famosos libros.

En realidad no se para que sirven los críticos de los medios de comunicación.

Nadie les hace ni puto caso y todo aquello que ellos dicen que es malísimo resulta habitualmente en un éxito colosal: Torrente, Harry Potter, Crepúsculo...

Cuando se comenzó a hablar de 50 sombras, hace ya mucho tiempo, gracias a Amazón y Kindle me bajé la novelita en cuestión y traté de leerla.

A las veinte páginas no podía más.

Tiempo mas tarde vi que mi hija la leía. Le dije que me parecía un petardo y ella sabiamente me contestó: "es que es una cosa para chicas".

Y eso es naturalmente la moraleja de la historia.

Los críticos se empeñan en escribir como si las obras que tienen entre manos fuesen novelas o películas de alcance universal que tuviesen que seguir los cánones sagrados de la literatura o la cinematografía, cuando en realidad son productos manufacturados dirigidos a un público específico, a veces de dimensiones globales, pero siempre receptivo a determinados códigos.

Naturalmente no todos los productos así fabricados tienen éxito, pero cuando dan con la tecla el impacto es monumental.

Y la autora de las "sombras" ha tenido un impacto que ya hubiesen querido para si Cervantes y Shakespeare.

Está claro que vivimos en una sociedad que mas que buscar la excelencia en la industria cultural lo que busca son causas a las que adherirse y personajes con los que identificarse o simpatizar.

Y esas adhesiones suceden a escala planetaria de una forma inédita en la historia de la Humanidad.

Como no se buscan los paladares exquisitos, a menudo la receta no incluye sabores delicados sino los de las pizzas y las hamburguesas, pero ni los Potter ni las Sombras hubiesen tenido el éxito que han tenido sin una calidad de producto y envoltorio notables.

La crítica pertenece a un mundo que ya no existe en el que la burguesía quería alcanzar o al menos presumir de excelencia y necesitaba expertos que les dijesen lo que había que leer o contemplar.

Hoy ya no existe esa burguesía con ansias de respetabilidad cultural y si unas masas hambrientas de sucesos y estímulos de cualquier tipo.

Así que a poco que el director de las Sombras haya conseguido hilar mínimamente la historia y el director de fotografía haya sacado guapos a los protagonistas, (es difícil no sacar guapa a Dakota Johnson), la película será un éxito digan lo que digan los críticos.    

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