martes, 10 de febrero de 2015

El angel exterminador

Uno escucha a Montoro diciendo que lo de la "Lista Falciani" es solo un aperitivo de lo que viene y es como escuchar las trompetas del ángel exterminador que anuncia el comienzo del Apocalipsis.

A continuación, el ministro del Interior amenaza con hacer la vida "insoportable" a los usuarios de la prostitución.

No digamos los pedófilos, amenazados con ser perseguidos hasta la misma puerta del infierno o directamente asesinados in situ por las masas airadas.

Yo no se si este arrebato de puritanismo de todo tipo tiene que ver con Podemos o con las elecciones, pero siempre me llama la atención como los gobiernos en lugar de hacer su trabajo y facilitarnos la vida, se comportan con sus ciudadanos como si fuesen pretores romanos que nos tienen que hacer sentir en todo momento que son ellos quienes mandan y nosotros lo que tenemos que hacer es mantener la cabeza baja y callar.

O a lo mejor es que ante las acusaciones que la propia clase política esta padeciendo, están poniendo en marcha el ventilador a toda la ciudadanía.

Todos somos corruptos. Todos nos hemos saltado las normas. Todos tenemos esqueletos en el armario.

Así que cuidadito con levantar la voz.

Estamos volviendo a los tiempos de la Inquisición y a las piras en las plazas públicas para solaz de la opinión pública.

Resulta muy poco edificante la continua exposición de "culpables" de diferentes pecados al escarnio público y a la voracidad de los medios de comunicación y yo siempre acabo con la sensación de que nos estamos convirtiendo en una sociedad hipócrita y malsana, cuyas miserias se subliman en el sacrificio público de aquellos a quienes se señala como perpetradores de los pecados capitales del mundo moderno.

Y es que tiene narices que en un mundo donde se glorifican el dinero y el sexo, resulte que esos precisamente y no otros, sean los pecados que hay que perseguir con mas saña. ¡Y los que mas se recriminan!

¿Cómo es posible que en un país con el 25% de economía sumergida y burdeles por todas partes nos pongamos todos tan estupendos con estas cosas?

¿De donde sale tanta indignación impostada y tanta postura de pureza inmaculada?

A mi me gustaría que el Gobierno aplicase tanta determinación a otros temas, como la delincuencia violenta contra la propiedad privada, la reforma de la educación y la universidad, la gestión de la innovación, el control de las malas prácticas en la pequeña empresa, la reforma de las administraciones públicas y la transparencia de los cargos públicos.

También me gustaría que dejasen de amenazarnos a los ciudadanos y que se limitasen a hacer cumplir la ley con discreción y con eficacia.















  




















  

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