lunes, 24 de agosto de 2009

¡lo que faltaba, el FTTH council!

Despues de que la OCDE nos diese el correspondiente palmetazo con sus cifras de penetración de banda ancha en España, en relación al resto de los países de nuestro entorno, ahora sale una de estas organizaciones que existen para todo, en este caso el FTTH council, y de nuevo certifica que estamos a la cola del mundo digital, por mucho que nuestra operadora mayor, sea la quinta del mundo por sus ingresos.

Una vez mas nuestros responsables repetirán el cansino mantra de que las cifras no reflejan la realidad, y que por el contrario estamos en el pelotón de cabeza.

Da igual. La realidad se impone, y en términos de inversiones a largo plazo, todo termina por saberse.

Las razones de nuestra situación son conocidas, pero me parece que merece la pena detenerse una vez más a comentarlas.

En primer lugar está la cuestión del modelo de sociedad.

Nuestro gobierno dice que quiere propiciar un cambio en nuestro modelo productivo, basado en los servicios y la colocación de ladrillos, hacia las nuevas tecnologías.

No obstante, cuando llega la hora de invertir, ¿en que lo hace?

Efectivamente, en servicios y ladrillos.

Cuando hay países que han definido la expansión de la banda ancha como un objetivo nacional, aquí tal cosa es inimaginable.

En segundo lugar esta la cuestión de la competencia.

En países como Francia, la fibra es impulsada por iniciativas alternativas al operador principal, que tienen en muchos casos participación de capital público, o ajeno al negocio de las telecomunicaciones.

Aquí, la alternativa a Telefónica solo existe en Galicia y País Vasco, con operadores veladamente públicos, porque ONO que debería ser una de las grandes opciones es solo una operación de vuelo corto, y Orange no está en condiciones financieras de plantear la batalla.

Por otra parte, ayuntamientos y comunidades autónomas tienen graves problemas económicos derivados de la necesidad de prestar servicios a millones de desempleados, y primero está la cuestión de las necesidades básicas que la preparación de un futuro cada vez mas incierto.

Por ello el operador principal no tiene prisa ninguna.

Tercero, el modelo de negocio.

Hay países que han ligado fibra y contenidos televisivos.

En España hemos optado por el modelo subdesarrollado de la TDT, y por tanto la fibra se ha quedado sin uno de sus grandes soportes que es la alta definición.

Si podemos tener un sucedáneo de alta definición por las ondas, ¿para que vamos a tener fibra?

Ciertamente todavía no existen productos en el mercado que justifiquen la inversión.

Tampoco los había cuando se digitalizó la red.

La cuestión es ¿como se pueden desarrollar las nuevas redes si no existe justificación de negocio, y si no existe tampoco un impulso político?

¿Estamos condenados al subdesarrollo?

¿A alguien se le ocurre algo?

¿De que nos sirve tener al quinto operador mundial?

No hay comentarios: