Aunque la noticia del día es la compra de FriendFeed por parte de Facebook (aún recuerdo el comentario de mi amigo Pablo hace un par de días, explicándome lo útil que es pero que al final la gente lo utiliza para visitar otras webs), voy a comentar otra noticia de la que se ha hablado mucho menos.
Se trata de la apertura de tiendas de Microsoft, en EEUU, un paso importante y relevante para el gigante de la informática. Y es que parece contradictorio que en pleno auge del contenido y software descargables, cuando el comercio electrónico amenaza a las tiendas tradicionales más que nunca, alguien se atreva a iniciar su andadura en el plano físico.
Sin duda alguna, el espejo en el que se está mirando Microsoft en este caso es Apple. La compañía de la manzana mordida ha hecho de sus establecimientos mucho más que meras tiendas, llegando al nivel de lugar de peregrinación para los fanáticos de la marca desde los más dispares rincones del mundo. Obviamente, no se trata únicamente de vender, si no de alimentar un concepto y generar ese gusanillo mental en el visitante que le impulsa a comprar.
Y es que el comercio electrónico, tan importante hoy en día, tiene sus grandes ventajas, pero también sus inconvenientes. La venta de un libro es fácil de hacer por Internet, ya que el libro es libro en todo el mundo, y el cliente sabe perfectamente lo que va a recibir. Pero otros tipos de productos ya son más peliagudos, como la ropa o aparatos electrónicos, ya sea por el cómo me quedará o con qué cara me quedaré si se me rompe y nadie me da una garantía.
Microsoft siempre ha sido esclavo de las tiendas de sus clientes, los fabricantes de ordenadores. Ahora, con la incursión en el terreno de las videoconsolas cambia un poco el panorama, pero tradicionalmente la compañía no ha tenido intención de venderse por sí misma, sino como mera comparsa de otros productos. Con la existencia de una tienda Microsoft, los productos de la marca pasan al primer plano y se convierten en los protagonistas de su propio espectáculo.
Así, los clientes serán capaces de probar el producto antes de adquirirlo (o no), de disfrutar en primera persona de la experiencia de usuario que se ha preparado para ellos, o de ver lo que se encontrarán en sus casas cuando inicien por primera vez el ordenador o la consola. No sólo eso, sino que también habrá un equipo de especialistas dedicados a aconsejar y resolver dudas, así como vendedores con alta cualificación, capaces más allá de únicamente cobrarte en caja.
Al final no el establecimiento no es realmente una tienda, sino una exposición, en la que el muestrario está al alcance de la mano del visitante. No se trata de que el cliente compre en ese momento, sino de labrar una relación persona-compañía. Si al volver a casa después de visitar la tienda Microsoft, usted mira su salón pensando en motivos artificiales para justificar la compra de esa X-Box que ha visto, entonces Steve Ballmer habrá conseguido su propósito. Aunque luego la compre en El Corte Inglés.
Se trata de la apertura de tiendas de Microsoft, en EEUU, un paso importante y relevante para el gigante de la informática. Y es que parece contradictorio que en pleno auge del contenido y software descargables, cuando el comercio electrónico amenaza a las tiendas tradicionales más que nunca, alguien se atreva a iniciar su andadura en el plano físico.
Sin duda alguna, el espejo en el que se está mirando Microsoft en este caso es Apple. La compañía de la manzana mordida ha hecho de sus establecimientos mucho más que meras tiendas, llegando al nivel de lugar de peregrinación para los fanáticos de la marca desde los más dispares rincones del mundo. Obviamente, no se trata únicamente de vender, si no de alimentar un concepto y generar ese gusanillo mental en el visitante que le impulsa a comprar.
Y es que el comercio electrónico, tan importante hoy en día, tiene sus grandes ventajas, pero también sus inconvenientes. La venta de un libro es fácil de hacer por Internet, ya que el libro es libro en todo el mundo, y el cliente sabe perfectamente lo que va a recibir. Pero otros tipos de productos ya son más peliagudos, como la ropa o aparatos electrónicos, ya sea por el cómo me quedará o con qué cara me quedaré si se me rompe y nadie me da una garantía.
Microsoft siempre ha sido esclavo de las tiendas de sus clientes, los fabricantes de ordenadores. Ahora, con la incursión en el terreno de las videoconsolas cambia un poco el panorama, pero tradicionalmente la compañía no ha tenido intención de venderse por sí misma, sino como mera comparsa de otros productos. Con la existencia de una tienda Microsoft, los productos de la marca pasan al primer plano y se convierten en los protagonistas de su propio espectáculo.
Así, los clientes serán capaces de probar el producto antes de adquirirlo (o no), de disfrutar en primera persona de la experiencia de usuario que se ha preparado para ellos, o de ver lo que se encontrarán en sus casas cuando inicien por primera vez el ordenador o la consola. No sólo eso, sino que también habrá un equipo de especialistas dedicados a aconsejar y resolver dudas, así como vendedores con alta cualificación, capaces más allá de únicamente cobrarte en caja.
Al final no el establecimiento no es realmente una tienda, sino una exposición, en la que el muestrario está al alcance de la mano del visitante. No se trata de que el cliente compre en ese momento, sino de labrar una relación persona-compañía. Si al volver a casa después de visitar la tienda Microsoft, usted mira su salón pensando en motivos artificiales para justificar la compra de esa X-Box que ha visto, entonces Steve Ballmer habrá conseguido su propósito. Aunque luego la compre en El Corte Inglés.
4 comentarios:
¿Hubo alguna indemnización de algún tipo? Yo creo que una empresa que te pierde las maletas en el transporte debería pagarte, vamos...
Yo creo que Microsoft no se había atrevido antes, debido a la alta posibilidad de tener expuesto un PC con una "BSOD" (Blue Screen Of Death) XD
@Jose Ignacio Hita Barraza Entiendo que este comentario iría con el anterior posts, sobre las aerolíneas, no? :-P
De momento no tenemos indemnización, al menos ha aparecido la maleta. Ahora nos piden recibos para que nos paguen algo, ya veremos en qué acaba esto...
@Pablo Pero si el BSOD es como el Huevo de Pascua del Windows! Además, ya lo puedes ver en aeropuertos, en el metro, en tiendas.. XD
Pues sí, me colé con el comentario, jeje :)
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