martes, 12 de febrero de 2013

Crímenes y deshaucios

Como el tono de los que se van quedando al margen del sistema comienza a subir y de las descalificaciones estamos pasando a las acusaciones, mucho me temo que estemos alcanzando ese punto de ebullición popular, que cuando se alcanza en nuestro país suele tener consecuencias desastrosas.

La plataforma de los anti-deshaucios ha lanzado en el Congreso de los Diputados una acusación a la Banca de criminalidad, que no ha sido respondida con claridad, siguiendo el sistema "marianista" de dejar pasar el tiempo y a ver si escampa.

Como esa plataforma incluye a mas de un millón y medio de ciudadanos que han puesto su firma, el no responder es muy grave, ya que el tono de la acusación a la clase dirigente ha subido un peldaño, el que va de ladrones a criminales, sin que nadie diga nada.

Me parece que la clase dirigente está jugando con fuego al no dirigirse a la nación de forma clara y diciendo la verdad, porque el tiempo pasa y la impresión de ingobernabilidad está aumentando.

El tema de los deshaucios es sangrante se mire por donde se mire, y no porque no asistan razones para deshauciar, sino porque es un acto que repugna a todo el que lo contempla, incluso cuando es evidente que muchos de los deshauciados son personas que están ocupando viviendas que jamás han pagado o que carecen de los medios elementales para pagarlas.

¿Como han llegado esas personas a ocupar esas viviendas?

¿Por qué hay familias sin ningún ingreso que han accedido a una vivienda?

¿Por qué no se distingue entre personas que se han metido en el lio de garantizar con sus bienes los préstamos de sus familiares, y los que jamás han tenido la intención de pagar?

¿Por qué en suma no hay nadie en el gobierno que se dedique a pensar en un problema real en lugar de dedicarse a las gilipolleces de siempre?

¿Es que entre tres millones de funcionarios no hay nadie que se pueda dedicar a resolver los problemas del país?

¿Por qué comenzamos a percibir que no hay gobierno?

¿A que demonios se dedican los parlamentarios, nacionales, autonómicos y municipales?

¿Hemos de esperar a que la gente desesperada comience a quemar las iglesias como en los años treinta?

Y mientras Draghi viene a contarnos que nos van a subir otra vez los impuestos.

Y Mariano que saldremos de esta en el 14.

¡Pero que cuajo tiene este hombre!   

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