Vuelven las guerras digitales, y en el escenario perfecto que es el el certamen mundial de la telefonía móvil de Barcelona. (Por cierto que cuando me dijeron que el Telecom de Ginebra pasaría a Barcelona hace muchos años no me lo creí).
Telefónica se ha lanzado al ataque, supongo que en sintonía con otras grandes operadoras, contra el imperio Apple-Google.
La persona que está detrás de esa estrategia y que lleva meses-años preparándola, es un antíguo secretario de estado de telecomunicaciones, Carlos López Blanco, que lleva ya unos años en Telefónica, y se ha movido por Bruselas con autoridad creciente, actuando como un auténtico lobista, algo a lo que no estamos acostumbrados en España.
Resulta bastante penoso el nivel de representación de las principales empresas europeas en la capital de Europa, papel que queda por lo general atendido por pre-jubilables o personajes a los que no se sabe donde ubicar despues de alguna reorganización.
Los problemas de nuestra industria no han recibido atención en nuestras autoridades, porque no se han sabido plantear y esto ha sido debido al desprecio que los dirigentes empresariales sienten por la política.
Como se suele decir, solo se acuerdan de Santa Bárbara cuando truena. Y entonces ya es tarde.
No se supo reaccionar a la llegada de las empresas chinas en plan dumping total, se permitió la deslocalización de la industria a Oriente, solo para que allí nos copiasen hasta el alma, se permititió una legislación absurda basada en la competencia en precios y no en la calidad del servicio.
Se permitió que las industrias culturales impusiesen sus ridículos canones.
No se incentivó la creación de un mercado único europeo y se permitió la atomización de los mercados nacionales.
Y ahora en esta lucha de los nuevos monopolios por imponer sus "eco-sistemas", nadie sabe que hacer.
El lobby es necesario, y en Europa hay que profesionalizarlo y llevar a ese campo a profesionales como Carlos López Blanco, un abogado del estado, que sabe de esto todo lo que hay que saber, tiene las relaciones y la legitimidad, y puede hablar de tu a tu a cualquiera.
No se cual será el resultado de las nuevas guerras digitales, puesto que Apple y Google son ahora unos monstruos que imponen su ley apoyados por el público, que es el auténtico poder mas allá de cualquier otro.
Pero por lo menos no tendrán el campo libre para correr como hasta ahora.
Como soy bastante crítico con Telefónica, cuando hacen algo bien me congratulo y les felicito.
martes, 26 de febrero de 2013
Las guerras digitales
Publicado por Antonio Cordón a las 10:27
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