viernes, 22 de febrero de 2013

Vuelve Neuromante

Es una pena las pocas ocasiones que tenemos en la Jungla Digital de comentar noticias relacionadas con el mundo digital, y hoy había dos.

Yo voy a comentar la otra que es sin duda el ciberataque, o mejor dicho la oleada de ciberataques que está sufriendo empresas norteamericanas e instituciones de aquel país. (Nosotros no sufrimos estas cosas porque no creo que tengamos nada que los chinos puedan apetecer o que no puedan conseguir facilmente).

Es fascinante comprobar como China actua, al margen de toda legalidad internacional, que se pasan por el forro, y con desprecio absoluto por los imbéciles occidentales, (nosotros), a los que nos engañan como "a chinos", valga la paradoja, con absoluta impunidad.

Después de montar todo un dispositivo que obligaba a las empresas tecnológicas a montar centros de I+D en China a cambio de acceder a su enorme mercado, y llenar dichos centros de empleados-espia, ahora se lanzan directamente a por los centros de datos de las empresas, de forma que sigan teniendo acceso a lo último que se está cociendo.

Dice la Administracción Obama que temen que puedan sabotear los sistemas de control de los suministros de luz, agua, etc. pero yo francamente no creo que eso sea un objetivo para el ejército popular chino.

Esta guerra no se libra en trincheras, sino en laboratorios, universidades y centros de competencia.

De nuevo hay que referirse al potencial profético de William Gibson cuando comenzó a escribir su saga de novelas, después denominada como ciber-punk. (Fué en los noventa).

El ya hablaba de este tipo de pirateria de las grandes corporaciones y de como indivíduos o grupos organizados vendían al mejor postor su botín de bits.

Claro que entonces se hablaba de corporaciones japonesas.

Hoy los japoneses están en la misma situación que los americanos, porque si hay alguien a quien odien los chinos es a los japoneses, y es el enorme país de los mandarines y los emperadores milenarios, el que actua como un auténtico imperio del mal.

Tanto es así que Obama no se atreve a acusar directamente al gobierno chino, y tiene que andar con subterfugios.

Las luchas en el ciberespacio son despiadadas y a ella se llama a soldados que solían ser bandidos ellos mismos, porque solo los que tienen alma de hacker pueden comprender las mañas de los piratas del otro lado.

Internet es un peligro porque las protecciones que se pueden poner en forma de firewalls son muy vulnerables ante los que conocen los caminos secretos.

Si un hacker aislado puede penetrar el Pentágono, que no podrá penetrar una unidad compacta del Ejército Popular Chino.

Me parece que pronto veremos unidades especiales de esta clase en todos los ejércitos.

Y también me parece que los tiempos de la libertad en la Red, están llegando a su fin.     

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