El otro día, a la salida del metro, veo en un quiosco la portada de The Economist, donde se habla de Terror, y se refiere naturalmente al terrorismo islamista, que tuvo recientemente su penúltimo ataque en un centro comercial de Nairobi.
Ya en ese mismo momento quise volver a escribir sobre este tema recurrente, aunque no termine de calar en la conciencia de eso que se llama la Opinión Pública, y que sigue ensimismada en menudencias y vilezas cotidianas.
Pero como no lo hice por la pereza que me mata, llegó el asunto Lampedusa, donde una vez más se produjo otra tragedia "humanitaria" con el ahogamiento de cientos de emigrantes africanos frente a las costas de esa pequeña isla mediterránea, que se ha convertido en un símbolo de los males que nos amenazan.
Cuando Zapatitos quiso ponerse en plan gran dirigente mundial, se puso al frente de una operación, ideada por algún "ideólogo" del buenismo que se llevaría una buena pasta, de la "Alianza de Civilizaciones".
Semejante memez, estaba dirigida contra un libro editado hace veinte años, y escrito por Samuel P. Huntington, en el que se explicaba el mundo en función de la confrontación entre los diferentes modos de ver la vida que tienen los grandes grupos humanos que pueblan las grandes regiones del planeta.
Zapatitos, animado por los que alababan su "talante", se puso a decir, como el imbecil que es, que la Humanidad tenía que superar esos enfrentamientos y que "all you need is love".
Pero dejando al margen al bobo leonés, lo cierto es que los acontecimientos nos señalan, como el famoso dedo divino en la pared del palacio de Nabudoconosor, que vivimos en un momento en que las placas tectónicas se están moviendo y vamos a una nueva configuración geo-política, en la que Occidente va a ver reducida gravemente su esfera de influencia, y en consecuencia nuestro sistema de vida tendrá que cambiar.
Y quiero decir: Seguridad Social, horarios laborales, Bienestar Social, y todas esas cosas que cuando se viaja, uno se da cuenta que no existen más que aquí.
Tres grandes bloques se están moviendo: el primero la Unma musulmana, en cuyas fronteras suceden los incidentes y matanzas. El segundo China, que está comprando enormes territorios con el dinero que le hemos regalado entre todos gracias a la estupidez de nuestros politicos "liberales". Y el tercer bloque lo constituyen los indigenismos, que por doquier reclaman el fin del dominio colonial y la creación de una nueva era de valores ancestrales.
A estos tres bloques se une un cuarto que es el de la pobreza.
Millones de personas, en toda Africa y Oriente Medio, están en movimiento hacia Europa.
Millones lo están al sur del Rio Grande en dirección a USA.
Los que dicen que lo de Lampedusa no puede repetirse, nos tendrán que explicar donde piensan meter a esos millones de personas.
¿Es imaginable por ejemplo que en España tengamos que asumir unos cinco millones de personas más?
Los políticos que dicen que van a solucionar el problema de Barajas dejando que las aerolineas chinas operen desde la T4, tendrán que explicarnos que van a hacer con los empleados españoles que van a engrosar el paro como consecuencia.
Pero aquí nadie explica nada: "lejos de nosotros la funesta manía de pensar".
Dejo para mañana lo de el almacen de gas del delta del Ebro, y la "alarma social".
lunes, 7 de octubre de 2013
Muchas cosas
Publicado por Antonio Cordón a las 09:50
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