miércoles, 5 de marzo de 2014

A vueltas con la propaganda

Siempre me ha interesado la propaganda. No la publicidad que sirve para vender mercancías o servicios, sino la propaganda que sirve para vendernos ideas y hacernos pensar y actuar de una determinada forma.

Y en esta actividad hay gente con gracia y gente con poca gracia.

Por ejemplo, no creo que haya habido una frase propagandística más afortunada que la de "amaos los unos  a los otros....". Ha recorrido la historia y los continentes y se mantiene fresca como el primer día. No importa que las evidencias vayan en su contra y que los que la proclaman con sus palabras la desmientan con sus hechos; la frase sigue teniendo vigencia.

Luego está el gobierno español que intenta convencernos de que "hemos salido de la crisis".

Es tan burda la patraña y tiene tan poca gracia la frase, que solo los entusiastas del PP y los crepusculares lectores del ABC pueden escucharla sin sentir sonrojo.

Y sin embargo como la van a repetir infinidad de veces hasta las elecciones seguro que terminará haciendo mella.

En el asunto ucraniano, la propaganda occidental, o sea de la NATO/CIA, es omnipresente. Nadie parece reparar en la diferencia de trato que se otorga a Rusia con respecto al imperio americano: si la Nato bombardea Serbia y secesiona Kosobo, es un acto de justicia. Si Rusia despliega sus soldados en Crimea es un acto de violencia intolerable.

Si los nacionalistas pro occidentales de Ucrania toman el poder de una forma irregular y por la fuerza, eso es un acto de resistencia democrática. Si sucede lo mismo en el parlamento de Crimea es una acción terrorista.

Antes, el comunismo era una amenaza y todo se justificaba en la lucha contra los que amenazaban el sistema. Ahora parece que se quiere convertir a Rusia, a la Rusia capitalista, en una amenaza ¿racial? ¿bárbara? ¿religiosa?

Parece que para que el aparato de la propaganda pueda sobrevivir necesitamos un enemigo.

Durante años han sido los iraníes, pero ahora parece que como se van aplacando tenemos que buscar otro: Rusia.

Esto me recuerda una escena impagable que he leído en uno de los libros que el periodista Fernando Vadillo escribió sobre la llamada División Azul.

En ese libro se describe la manifestación que se celebró en Madrid tras la invasión alemana de Rusia en 1941.

Cuanta Vadillo que estaba previsto que Serrano Suñer diese un discurso desde el balcón de la sede de Falange en la calle Alcalá, (junto al Banco de España), pero cuando salió a ese balcón y vio la inmensa muchedumbre concentrada y en aquel estado de exaltación, solo pudo decir con voz entrecortada: ¡Rusia es culpable!

Curiosamente parece que los analistas de la NATO/CIA piensan que esa frase propagandística es la que mejor se adecúa a sus necesidades estratégicas.

Preparémonos para escucharla muchas veces en los próximos tiempos. Casi tantas como la que "ya hemos salido de la crisis".

Como decía Goebels, cuanto mas grande es la mentira más fácil es que la gente se la crea.

 

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