viernes, 10 de abril de 2015

Marruecos

España tiene una larga frontera con Marruecos.

Sería mejor tener frontera con Suiza y Holanda, pero resulta que por los avatares de la Historia lo que era la provincia Mauritana del Imperio Romano se transformó en parte del califato y posteriormente en un reino con una fuerte personalidad.

Nuestra historia y la historia de Marruecos está fuertemente trabada y no precisamente a través de acontecimientos felices.

Piratas, expediciones de castigo, toma de ciudades, destrucción, pillaje, cautiverios, esclavitud, y un largo etc. son los perfiles de nuestra relación.

Precisamente para combatir la piratería se tomaron las ciudades de Ceuta en 1415, Tánger en 1471 y Melilla en 1487.

En 1860 un incidente en torno a Ceuta provocó una guerra que ganó el General Prim.

En 1904 España y Francia se repartieron el territorio en "áreas de influencia" que pasaron a constituirse en "protectorados"

En 1921 fue el desastre de Annual y luego vinieron los desembarcos y la reconquista del territorio, donde se formaron Franco y los militares que después protagonizarían la Guerra Civil de 1936.

En esa guerra participaron decenas de miles de soldados marroquíes, que formaron las tropas de choque del ejército nacionalista.

Después vino la independencia en 1956 y al año siguiente el primer incidente en el territorio de Ifni, un enclave español en la costa atlántica de Marruecos que pasó a este país.

En 1975 la provincia española del Sahara Occidental fue invadida por una muchedumbre denominada la "Marcha Verde" auspiciada por los americanos.

Hubo que abandonar aquel territorio a los marroquíes y también a sus habitantes, que hasta ese momento eran españoles, con su DNI, a aquel país.

No es que los saharauíes nos quisiesen mucho.

De hecho nos combatían con su Frente Polisario de Liberación financiado por Argelia país interesado en comercializar el petróleo del sus del Sahara a través de la costa atlántica.

El caso es que nos marchamos bastante avergonzados y aliviados a la vez.

Los marroquíes reivindican las Canarias, y por supuesto todos los enclaves españoles en su territorio.

O sea que son un vecino muy incómodo.

Además resulta que en estos últimos años han emigrado a nuestro país cerca de millón y medio de marroquíes.

Todo esto resulta de lo mas paradójico teniendo en cuenta que los colonos españoles en Marruecos fueron expulsados y sus propiedades confiscadas en los años setenta.

Pero en estos últimos años se había ido produciendo un cierto acercamiento en base a la necesidad marroquí de modernizar su economía y del hecho de que España está muy cerca de Marruecos.

Muchas empresas españolas han cruzado el estrecho y han realizado inversiones.

Los emigrantes han tenido hijos que ya son españoles, y van y vienen, y hablan y todos vamos descubriendo que los de enfrente en realidad son bastante parecidos a nosotros y que no hay tantos motivos para la desconfianza y que el pasado mejor ni tocarlo.

Y entonces pasa que unos montañeros demasiado intrépidos tienen un accidente en el interior de Marruecos.

Y pasa que la guendarmería marroquí no tiene los medios para intervenir con presteza.

Y pasa que el superviviente llega a España y se pone a rajar.

Y pasa que los medios se lanzan sobre la sangre, (como siempre).

Y pasa que el juez Ruz, que no tiene tiempo para terminar la instrucción del caso Gurtel, si que tiene tiempo al parecer para investigar la represión marroquí en el antiguo Sahara Español.

Y volvemos a liarla parda.

Marruecos no es Suiza.

Es una pena pero no lo es.

No es una democracia.

Ningún país árabe lo es.

Nuestras relaciones son difíciles.

No tenemos la fuerza suficiente para imponer nuestra solución. (Ni en tiempos de Felipe II la hemos tenido).

Hay que convivir con estas realidades.

¿De verdad que el Gobierno Español no debería haber gestionado el asunto montañero mejor?

¿De verdad que el juez Ruz no tiene otra cosa que hacer que montar un caso que nunca va a conseguir otra cosa que envenenar el ambiente?

¿No es posible que hablemos de Marruecos o de Portugal sin que se nos escape el desprecio y la condescendencia?

  

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