sábado, 13 de agosto de 2011

¿Tienen los gazaparullos derecho a la vida?

Como los teóricos del liberalismo dicen estos días, las revueltas inglesas demuestran graves fallos en la educación en valores de los muchachos de los suburbios.

No puedo estar mas de acuerdo, pero me parece que echar la culpa del salvajismo de las clases desfavorecidas a los padres de las criaturas, es cuanto menos una simplificación digna de tiempos pre-racionales.

O sea que Cameron opina de las clases bajas exactamente lo mismo que los nobles del siglo XVIII, es decir, que están donde están debido a su estupidez y barbarie, y que son una raza inferior.

Raza inferior a la que hay que disciplinar por una parte con severas medidas policiales y por otra educarla para que acepte su miseria con alegría y resignación.

¿A que nos sonará todo esto?

Parece que el discurso de los liberales se está aclarando bastante.

El que no trabaja es por que no tiene suficiente capacidad y si no la tiene, ¿para que darle ningún subsidio?

Hubo un tiempo en que los gazaparullos tenían también sus oportunidades.

Trabajaban en fábricas, se sacaban un sueldo que complementaban con horas extras, sus hijos también entraban en la fábrica, y con la ayuda de los sindicatos su vida se fue haciendo bastante aceptable.

Lo malo es que ya no hay fábricas en Europa, ya que todas se han ido a China a fin de producir productos mas baratos, y ahora los gazaparullos solo tienen los puestos de trabajo de menor nivel en la economía de servicios, o sea reponedores en el Carrefur, limpiadores de oficinas, guardas, etc.

Y aun de estos puestos no hay ni para el diez por ciento de los aspirantes, y los sueldos son de risa.

Así, aunque los televisores sean baratos, y se puedan comprar a plazos, para mucha gente se van quedando como bienes lejanos o inalcanzables.

Y los gazaparullos tienen su corazoncito.

Y como hemos sustituido la religión que teníamos, que nos decía que habíamos venido a la tierra a sufrir, por la religión del consumo, que dice literalmente lo contrario, es decir que hemos venido a disfrutar, a ver quien es el guapo que les dice a sus hijos que se resignen y sufran.

Se sorprenden los tertulianos porque los rebeldes británicos en lugar de proclamar la república popular, le dan una patada a un escaparate y se llevan un televisor y un bluray.

A mi me parece de lo mas consecuente.

Los rebeldes madrileños, que pertenecen a la clase media mayoritariamente, todavía creen en la política, (¡pobrecillos!).

Y los jóvenes gazaparullos españoles están todavía viviendo de lo que sacaron con el ladrillo.

Cuando se acaben los ahorrillos y los planes ladrilleros zapateriles, vamos a ver que pasa.

Lo del 15-M es un kindergarten comparado con lo que viene.

Sin empleo y sin subsidios, a los de los suburbios se les está poniendo la cosa chunga, y como hemos visto en Londres, estos chicos no escriben proclamas en internet. Se limitan a pegar fuego al barrio.

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