La guerra del ADSL

Harta de competidores camuflados y ofertadores latinos, Telefónica ha lanzado sus panzerdivisionen contra el mercado.

Que tu, miserable Jazztel cobras poco, pues yo menos, y a ver quien aguanta el tipo.

La verdad es que parece que finalmente el hielo que cubría el mercado de las tarifas telefónicas, y que parecía impenetrable, se está resquebrajando y está sucediendo lo mismo que en el resto del mundo, o sea, que las tarifas se estan "civilizando".

Se lo agradeceremos a la perseverancia de los accionistas de Jazztel, compañía que está dando la batalla con todas sus fuerzas, y que resulta francamente pesada con sus llamadas telefónicas a cualquier hora.

Yo he llegado a odiar a esta compañía de tal manera, que no contrataría con ellos aunque me dieran el servicio completamente gratis, pero esta visto que la cosa ha dado resultado, porque Orange también se ha puesto a llamar y a incordiar, y me parece que por cansancio mas que por cálculo, mucha gente termina cediendo y se cambia.

Yo lo primero que pediría a la CMT y a su nuevo presidente Bernardo Lorenzo, es que dicha autoridad comprobase la veracidad de las ofertas, no en sus términos económicos, sino en eso de los diez megas, que es falso de toda falsedad en la mayor parte de los casos.

Aquí estamos pagando cantidades astronómicas por servicios de muy baja calidad, y en las zonas donde no llega la fibra óptica, se nos está cobrando por un ancho de banda que no recibimos.

La competencia en precios puede terminar como un viejísimo chiste que mi abuela escuchó cuando era joven y que le encantaba repetir.

"Se encontraba un vendedor callejero pregonando: ¡a peseta, a peseta!, y le pregunta una señora que pasaba,
- ¿que vende usted buen hombre?.
-Nada señora, responde el vendedor, ¿pero a que es barato?".