miércoles, 19 de junio de 2013

Hacienda somos todos

¡Que gran verdad encierra ese eslogan publicitario del Ministerio de Hacienda!

Efectivamente, parece que al Ministerio más poderoso del Estado Español, se le están cruzando los cables y resulta que sus inmensas y hasta ahora perfectas bases de datos contienen errores como para que una de las hijas del Rey resulte "poseedora" de 13 inmuebles de los que en realidad no lo es.

Si una persona con DNI 000000014Z, puede ser replicada en varias transacciones falsas, ¿que puede sucedernos a los que tenemos DNI mucho más normales?

Ya hemos visto que a una persona la puede dar por muerta el Estado, y que retornar a la "vida" puede costar años de incesante papeleo.

Hemos visto que a una persona le puede "aparecer" o "desaparecer" el dinero de la cuenta corriente como por arte de magia.

Hemos visto robos de "identidad" y también atribuciones arbitrarias de perfles delictivos o terroristas a personas con una coincidencia en el nombre.

Y esto no va a mejorar.

La teoría del caos prevee que cuando se crea un conjunto de datos suficientemente grande, todo tipo de errores ocurren, y tal parece que sea el caso.

Pero también comenzamos a percibir operaciones extrañas, que en el caso español mosquean: jueces que se "propasan", policias que no ejecutan correctamente el procedimiento, Hacienda que "se equivoca", papeles que desaparecen, fotocopias no compulsadas que no valen, etc.

Me pregunto, que opinarían los defensores del método de la "navaja de Ockham", en este caso de la Infanta.

Y en el de Blesa, y en el de todos los "imputados" importantes.

¿Estamos ante una improbable aplicación de la teoría del caos, o estamos ante operaciones de corrupción administrativa cuya gravedad nos haría desconfiar para siempre del sistema y las instituciones?

Montoro pone una carita muy rara en este asunto.

¿Será que sabe demasiado?   

 

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