El Banco de España perdió su principal razón de ser cuando se creó la moneda única, pero estoy seguro de que eso no ha hecho que disminuya su plantilla o sus sueldos.
Sin la molesta tarea de tomar decisiones sobre la peseta, decisiones que siempre eran la misma o sea devaluarla, los economistas de la casa, cuyas pisadas se pierden en las mullidas moquetas del caserón de Cibeles, se han dado a la reflexión.
Ya se sabe que en España, cuando una institución se queda sin trabajo, no se disuelve sino que se inventa un trabajo nuevo.
No me sorprendería que cualquier día descubramos en algún rincón de un ministerio que sobrevive el departamento de ultramar, y que hay funcionarios que se ocupan de mantener al día sus datos sobre la contabilidad cubana o filipina.
Y así como producto de la reflexión de los que no supieron reflexionar sobre la situación de Bankia, permitiendo su salida a Bolsa, han descubierto que para solucionar el problema del desempleo en Esopaña hay que volver a la esclavitud.
¿Habrá sido una inspiración del Espíritu Santo? ¿Del Arcangel Gabriel?¿Del espíritu de Trajano?
No lo sabemos.
Desde luego la esclavitud es un sistema que permite el pleno empleo. Entre esclavos y capataces y guardianes, yo creo que el campo español podría muy bien acomodar un par de millones de personas.
Y el servicio doméstico, otro millón fácil.
Yo por ejemplo podría tener cocinera y chofer si solo me costase la manutención. (La ropa con unos harapos se arreglaría).
Otros podrían pagar porteadores de palanquines, y las señoras podrían salir por Serrano en estos artilugios y contribuir así a la mejora del medio ambiente y la contaminación.
Otros cientos de miles podrían encargarse de la limpieza de calles y campos y de ayudar a los ancianos a cruzar sin peligro a comprar el pan.
O sea que los del Sur tenían razón y no ese aguafiestas de Lincoln que era un gafe.
¡Esclavitud! Que gran remedio para la modernidad.
Además dicen que todos a trabajar hasta los setenta o más.
¿Querrán que también nos coloquemos de esclavos?
sábado, 1 de junio de 2013
El Banco de España
Publicado por Antonio Cordón a las 10:13
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